Fito siempre fue un ejemplo a seguir no solo por sus logros deportivos sino también por sus valores humanos. A pesar de las dificultades que enfrentó en la vida, nunca puso excusas y representó con orgullo a su club de atletismo. Su humildad, perseverancia y compromiso inspiraron a muchos otros atletas. Aunque ya no está físicamente, su espíritu y ejemplo vivirán para siempre en los corazones de quienes lo conocieron.