La lana se obtiene de ovejas y otros animales como llamas y alpacas mediante esquilado, y se utiliza para fabricar productos de vestir como suéteres y calcetines. Los productos de lana mantienen el calor corporal debido a la naturaleza de la fibra. Las lanas más valiosas provienen de ovejas de tres a seis años, las cuales producen de uno a seis kilos de lana al año. Antes de procesar la lana, es necesario limpiarla de impurezas mediante lavado.
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Producción de la lana
1.
2. La lana es una fibra natural que se
obtiene de los caprinae (cabra y,
principalmente, ovejas), y de otros
animales como llamas, alpacas,
vicuñas o conejos, mediante un
proceso denominado esquila. Se
utiliza en la industria textil para
confeccionar productos tales como
sacos, mantas, guantes, calcetines,
suéteres, etc.
Los productos de lana son utilizados
en su mayoría en zonas frías porque
con su uso se mantiene el calor
corporal; esto es debido a la
naturaleza de la fibra del material.
3. Las lanas más valiosas son las que
proceden de ovejas de tres a seis
años. Una oveja produce al año de
uno a tres kilos de lana fina o de dos
a seis kilos de lana gruesa, según se
trate de una raza u otra. Las partes
aisladas del vellón muestran grandes
diferencias en cuanto a finura y
estado de limpieza, según la parte
del cuerpo de que procedan.
La clasificación del vellón tiene su
importancia, si se aspira a lograr
cierta uniformidad en el hilado. Los
conejos por ejemplo, que también
producen lana, la utilizan también
para cubrir el nido donde pondrán a
las crías y mantenerlos en calor.
4. La lana recién esquilada suele presentarse muy
sucia por lo que, antes de proseguir con su
elaboración, es preciso limpiarla
convenientemente. A fin de ahorrar el costo del
flete de las impurezas, se les suele someter a un
lavado previo. En los lavaderos industriales, antes
del lavado, la lana se afofa suficientemente, pues,
a consecuencia del embalado y del transporte, se
presenta todavía en apretados fajos y es muy
importante para el buen éxito de la operación que
los pelos de la lana dejen paso a los agentes del
lavado. Al mismo tiempo hay que eliminar también
previamente el polvo, arena y demás impurezas
groseras. Es muy importante que el agua
empleada no sea dura ni contenga sales de
hierro.
De las lejías sucias de la máquina de lavado
pueden recuperarse las sales que constituyen la
suarda y la llamada grasa de la lana. De las
primeras se obtiene potasa, por destilación y
calcinación; purificando la segunda, de color
pardo, sucia y maloliente, se extrae la lanolina
que constituye una materia prima de gran valor
para la preparación de productos farmacéuticos y
cosméticos.