La historia cuenta que Apolo quiso competir con Eros en el arte del tiro con arco. Como venganza, Eros hirió a Apolo con una flecha de oro que le causó amar locamente a la ninfa Dafne, mientras que a ella la hirió con una flecha de plomo que le causó rechazar el amor. Apolo persiguió a Dafne, pero ella pidió ayuda a su padre Peneo, quien la transformó en un laurel para salvarla. Apolo abrazó el árbol laurel en el que se conv
2. Cuenta el mito que Apolo quiso competir con Eros en el arte de lanzar
flechas. Eros, molesto por la arrogancia de Apolo, ideó vengarse de él
y para ello le arrojó una flecha de oro, que causaba un amor inmediato
a quien hiriere. También hirió a la ninfa Dafne con una flecha de
plomo, que causaba el rechazo amoroso. Así que cuando Apolo vio un
día a Dafne se sintió herido de amor y se lanzó en su persecución.
Pero Dafne, que sufría el efecto contrario, huyó de él. Y la ninfa corrió
y corrió hasta que agotada pidió ayuda a su padre, el río Peneo , el
cual determinó convertir a Dafne en laurel. Cuando Apolo alcanzó a
Dafne, ésta iniciaba la transformación: su cuerpo se cubrió de dura
corteza, sus pies fueron raíces que se hincaban en el suelo y su
cabello se llenó de hojas. Apolo se abrazó al árbol y se echó a llorar. Y
dijo: «Puesto que no puedes ser mi mujer, serás mi árbol predilecto y
tus hojas, siempre verdes, coronarán las cabezas de las gentes en
señal de victoria».
3. Apolo y Dafne es una escultura realizada por el italiano Gian Lorenzo
Bernini entre los años1622 y 1625. Pertenece al estilo barroco. Se
trata de una estatua a tamaño real de mármol, expuesta en la Galería
Borghese en Roma.
4. Bernini captura la transformación de Dafne con intensa emoción, retratando las
diferentes etapas de sus cambios. Al igual que sucede en otra de sus obras,
el Rapto de Proserpina, la obra nos pide que interactuemos con ella: vista desde la
espalda de Apolo, la figura de Dafne queda oculta, mostrándonos sólo el árbol en
que se transforma, de modo que girando alrededor de la estatua tenemos una
visión en el tiempo de la metamorfosis de la ninfa.
La contraposición de los elementos y el uso del claroscuro reflejan la fuente de la
escultura helenística de la que bebe Bernini. También en el periodo helenístico
existía esta percepción de Apolo como un muchacho andrógino, joven y delgado,
con un peinado casi femenino, aspectos representados también en esta estatua.
Aunque Apolo predicaba la virtud griega de la Sofrosina , la moderación y la
sobriedad, esta estatua le muestra persiguiendo desesperadamente a su amor, en
vano.
Esta escultura se inspiró en el Apolo Belvedere de Leocares . La composición se
realiza en plano-relieve, encontrándose llena de dinamismo y difuminación . El grito
de horror de Dafne y el rostro perplejo de Apolo nos muestran un contraste de
actitudes y aspectos que reflejan el interés por la representación de las esculturas.
5. La historia del dios Apolo y la ninfa Dafne (significa laurel) trata de una de las desdichas amorosas que sufriera Apolo a causa de su
vanidad, por burlarse de Eros.
Según cuenta una leyenda griega, Apolo en un viaje se topó con una serpiente Pitón, que se escondía en el monte Parnaso, y como
buen cazador, quiso darle muerte. Logró herirla con sus flechas y siguiendo los rastros de sangre que la bestia había dejado, llegó al
templo de Delfos, donde acabó con ella mediante varios disparos de flechas.
Delfos era considerado un lugar sagrado, y donde los dioses acudían a pedir consejos a los oráculos de la Madre Tierra. Por
ello, aquellos dioses se sintieron ofendidos de que se hubiese cometido semejante atrocidad en el Templo, así que ordenaron a Apolo
que reparase de alguna manera lo que había hecho, pero el dios se opuso y hasta reclamó Delfos para sí.
Se apoderó del oráculo y fundó unos juegos anuales que debían celebrarse en un gran anfiteatro, en la colina que había junto al
templo. Orgulloso Apolo de la victoria conseguida sobre la serpiente Pitón, se atrevió a burlarse del dios Eros por llevar arco y flechas
siendo tan niño. Irritado, Eros se vengó disparándole una flecha de oro, que le hizo enamorarse de la ninfa Dafne locamente, mientras
a esta le disparó otra flecha, esta de plomo, que le hizo odiar el amor y especialmente el de Apolo.
Dafne era una ninfa cazadora consagrada a Artemis, y por lo tanto, rechazaba cualquier tipo de amor masculino, y, por supuesto, no
quería casarse.
Impulsado por el hechizo de la flecha de Eros, Apolo persiguió sin cesar a Dafne, quien huía constantemente de él. Pero con el tiempo
las fuerzas de la ninfa para huir fueron abandonándola mientras que Apolo se acercaba cada vez más; fue así que la ninfa pidió ayuda
a su padre, el río Peneo de Tesalia. Apenas había escuchado su llamada, cuando todos los miembros se le entorpecen: sus entrañas
se cubren de una tierna corteza, los cabellos se convierten en hojas, los brazos en ramas, los pies, que eran antes tan ligeros, se
transforman en raíces, ocupa finalmente su cara, la altura y sólo queda en ella la belleza. Este nuevo árbol es el simbolo del amor de
Apolo, y puesta su mano derecha en el tronco, advierte que aún late el corazón de su amada dentro de la nueva corteza, y abrazando
las ramas con cariño, besa aquél árbol que parece rechazar sus besos.su padre la había convertido en un árbol, en laurel, y aún
así, éste seguía reflejando la belleza incomparable de su hija.
Como consecuencia de este lance, el laurel es la planta dedicada a Apolo, en recuerdo de su amor por Dafne. Una corona de laurel era
el premio que recibían los ganadores del concurso Pítico.
8. Hijo de Zeus y Letó. Tuvo que nacer en Delos porque las otras ciudades y localidades no querían acoger a Letó para que
diera a luz a los gemelos (Apolo y Ártemis), bien porque temieran al futuro Apolo, que prometía gran poder, o porque
temieran el enfado de la ofendida Hera (esposa de Zeus).
Al poco de nacer, Apolo anuncia sus futuras funciones como dios, de las que ya a los griegos les gustaba destacar su
gran riqueza; así, sus principales atribuciones son: arquero, citarista y palabra oracular. Apolo parte de Delos y en su viaje
va instalando diversos lugares de culto. Especial importancia tiene el de Delfos, donde el mito explica que antes deberá
vencer a la dragona o dragón, que representa las arcaicas fuerzas ctónicas que regían en esa zona. Según el mismo
mito, como oficiantes de su culto, Apolo elige a unos marineros cretenses, se sube en su barco en forma de delfín (de
donde deriva "Delfos") y los obliga a ir, mediante los vientos, hacia Pitio. Allí les explica su cometido como "sacerdotes"
del oráculo (ya con su forma de dios).
Apolo asciende al Olimpo, al que no pertenece por nacimiento, ya que nace en Delos, de forma terrorífica incluso para los
demás dioses. Los sociólogos han visto en su tardía entrada en el Olimpo, en su vagabundeo, el reflejo de una costumbre
que impondría a los jóvenes un tiempo de exilio del espacio cívico antes de pasar a formar parte de él definitivamente.
Apolo es eternamente joven, el muchacho divino. La juventud de Apolo es vista de manera positiva, es decir, no como
algo inacabado, sino como una juventud llena de energía y de belleza.
Es protector de los humanos y de la civilización, pero de modo distinto a su hermana Atenea; no los guía de la mano
adoptando discretos disfraces como ella, sino que se aparece en toda su grandiosidad, de forma
resplandeciente, atemorizando incluso, a los que quiere ayudar.
Del mismo modo que su hermana Ártemis, Apolo es el dios flechador, que hiere de lejos a hombres y animales.
En un principio, Apolo también es el dios de la medicina, función que luego heredará su hijo Asclepio. Relacionada con
esta función, está la purificación de Apolo (para los griegos arcaicos cualquier curación es también una purificación). La
purificación ritual queda expresada magníficamente en la Orestíada de Esquilo, en la que se explica cómo después de
que Orestes mate a su madre, Apolo le purifica (le lava de sus culpas), en contra de las Erínias (vengadoras de los
crímenes) que representan lo arcaico y tribal, frente lo moderno y civilizado, representado por Apolo.
Su epíteto más común es Febo, que significa "brillante", epíteto que comparte con Helio, representación del Sol. Quizá por
ésto, en épocas tardías (posterior a Esquilo), Apolo asimila las funciones del Sol.
9. En la mitología griega Dafne (en griego Δάφνη, ‘laurel’) era una dríade
(ninfa de los árboles), hija del dios río Ladón de Arcadia con Gea o del
dios río Peneo de Tesalia con Creúsa, una ninfa de las aguas que
además era sacerdotisa de Gea.