El documento presenta una serie de propuestas para mejorar el idioma español. Plantea preguntas sobre inconsistencias en el uso de palabras como "buque/buqué" y "presidio/presidió". También cuestiona por qué se dice "hombre" pero no "hombra", y propone cambios como llamar "trajero" al sastre. Concluye que el idioma español necesita arreglos para corregir estas y otras inconsistencias.