SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 21
¿QUIÉN NO ESTUDIÓ EL ÁLGEBRA DE
BALDOR?
Muchos latinoamericanos de distintas generaciones han
utilizado por lo menos uno de los famosos libros de
matemáticas de Baldor.


Este es un relato de la vida
de este profesor de toda la
América y de todos los
tiempos. Baldor, cuyo
nombre es inmediatamente
relacionado con su principal
libro, ha sido quizás el que
más pasión ha despertado
en los estudiantes de la
secundaria y de bachillerato
de toda Latinoamérica.
No nació en Bagdad como
hasta hoy pensábamos
muchos. Nació en La Habana,
Cuba, y su problema más difícil
no fue una operación
matemática, sino la revolución
de Fidel Castro. Esa fue la
única ecuación inconclusa del
creador del Álgebra de Baldor,
Aurelio Ángel Baldor
 (1906-1978).

Un apacible abogado y
matemático que se encerraba
durante largas jornadas en su
habitación, armado sólo de
lápiz y papel, para escribir un
texto que desde 1941 apasiona
a millones de estudiantes de
toda Latinoamérica.
El Álgebra de Baldor es el libro más consultado en los colegios y
escuelas desde Tijuana hasta la Patagonia; lo es aún más que El
Quijote de la Mancha.

Tenebroso para algunos, misterioso para otros y definitivamente
indescifrable para los adolescentes que intentan resolver sus
"misceláneas" a altas horas de la madrugada, es por lo demás un
texto que permanece en la cabeza de tres generaciones que
ignoran que su autor no es el árabe que observa con desdén
calculado a sus alumnos
amedrentados, sino el hijo
menor de Gertrudis y
Daniel, nacido el 22 de
octubre de 1906 en La
Habana, y portador de un
apellido que significa "valle
de oro" y que viajó desde
Bélgica hasta Cuba sin
tocar la tierra de
Scherezada.
Daniel Baldor quien reside
                                  actualmente en Miami y es
                                  el tercero de los siete hijos
                                  del célebre matemático, es
                                  inversionista, consultor,
                                  hombre de finanzas y
                                  además quien vivió
                                  directamente el drama que
                                  se ensañó con su familia en
                                  los días de la revolución de
                                  Fidel Castro junto a sus
                                  padres, sus seis hermanos
y la abnegada nana que los acompañó durante más de
cincuenta años.

Él nos narra una síntesis de esa historia. "Aurelio Baldor (mi
padre) era el educador más importante de la isla cubana
durante los años cuarenta y cincuenta.
Era fundador y director del
    Colegio Baldor, una
institución que tenía 3 mil
500 alumnos y 32 buses
en la calle 23    y 4, en la
 exclusiva zona residencial
  del Vedado.     "Fue un
    hombre tranquilo y
 enorme, enamorado de la
enseñanza y de mi madre,
quien hoy lo sobrevive, y
  se pasaba el día ideando
 acertijos matemáticos y juegos con números“.
 Recuerda Daniel y evoca a su padre caminando con sus 100
 kilos de peso y su proverbial altura de un metro con noventa y
 cinco centímetros por los corredores del colegio, siempre con un
 cigarrillo en la boca, recitando frases de Martí y con su álgebra
 bajo el brazo, que para entonces, en lugar del retrato del sabio
 árabe intimidante, lucía una sobria carátula roja.
Los Baldor vivían en las playas de Tarará en una casa grande
y lujosa donde las puestas de sol se despedían con un color
distinto cada tarde y donde el profesor dedicaba sus tardes a
leer, a crear nuevos ejercicios matemáticos y a fumar, la única
pasión que lo distraía por instantes de los números y las
ecuaciones.
La casa aún existe y la administra el Estado totalitario cubano.
Hoy es y hace parte de una villa turística para extranjeros que
pagan cerca de dos mil dólares para pasar una semana de
verano en las mismas
calles en las que Baldor
se cruzaba con el "Che"
Guevara, quien vivía a
pocas casas de la suya
en el mismo barrio.

"Mi padre era un
hombre devoto de Dios,
de la patria y de su
familia", afirma Daniel.
"Cada día rezábamos el rosario y todos los domingos, sin falta,
íbamos a misa de seis, una costumbre que no se perdió ni
siquiera después en el exilio". “Además era masón”, cosa que
entonces creía incompatible y me creaba muchísimas
confusiones. Eran los días de riqueza y filantropía, días en que
los Baldor ocupaban una posición privilegiada en la escalera
social de la isla y que se esmeraban en distribuir justicia social
por medio de becas en el colegio y ayuda económica para los
enfermos de cáncer.
                                           El 2 de enero de 1959
                                            los hombres de barba
                                             que luchaban contra
                                               Fulgencio Batista
                                           tomaron La Habana.
                                             No pasaron muchas
                                           semanas antes de que
                                              Fidel Castro fuera
                                               personalmente al
                                              Colegio Baldor y le
                                           ofreciera la revolución
                                           al director del colegio.
"Fidel fue a decirle a mi padre
                                    que la revolución estaba con
                                    la educación y que le
                                    agradecía su valiosa labor de
                                    maestro..., pero ya estaba
                                    planeando otra cosa",
                                    recuerda Daniel. Los planes
                                    tendría que ejecutarlos Raúl
                                    Castro, hermano del líder del
                                    nuevo gobierno, y una
                                    calurosa tarde de septiembre
                                    envió a un piquete de
revolucionarios hasta la casa del profesor con la orden de
detenerlo.

Solo una contraorden de Camilo Cienfuegos, quien defendía con
devoción de alumno el trabajo de Aurelio Baldor, lo salvó de ir a
prisión. Pero apenas un mes después, aparentemente la familia
Baldor se quedó sin protección, pues Cienfuegos, en un vuelo entre
Camagüey y La Habana, desapareció en medio de un mar furioso
que se lo tragó para siempre.
"Nos vamos de
vacaciones para México",
nos dijo mi papá. Nos
reunió a todos, y como
si se tratara de una
clase de geometría nos
explicó con precisión
milimétrica cómo
teníamos que
prepararnos.

   Muchos años después, fue mi madre que confesara que la
   dedición se precipito por las advertencias de sus hermanos
   de logia.

   "Era el 19 de julio de 1960 y él estaba más sombrío que de
   costumbre. Mi padre era un hombre que no dejaba traslucir
   sus emociones, muy analítico, de una fachada estricta,
   durísima, pero ese día algo misterioso en su mirada nos decía
   que las cosas no andaban bien y que el viaje no era de recreo",
   dice el hijo de Baldor.
Un vuelo de Mexicana de
Aviación los dejó en la
capital azteca.
    La respiración de
Aurelio Baldor estaba
agitada, intranquila,
como si el aire mexicano
le advirtiera que jamás
regresaría a su isla y que
moriría lejos, en el exilio.
El profesor, además del
dolor del destierro,
cargaba con otro temor.



  Era infalible en matemáticas y jamás se equivocaba en las
  cuentas, así que si calculaba bien, el dinero que llevaba le
  alcanzaría apenas para algunos meses.
Partía acompañado de una
                                        pobreza monacal que ya
                                        sus libros no podrían
                                        resolver, pues 12 años
                                        atrás había vendido los
                                        derechos de su álgebra y
                                        su aritmética a
                                        Publicaciones Culturales,
                                        una editorial mexicana, y
                                        había invertido el dinero
                                        que obtuvo de ello en su
                                        escuela y en su país.

 La lucha empezaba. Los Baldor, incluida la nana, se estacionaron
con paciencia durante 14 días en México y después se trasladaron
hasta Nueva Orleans, en Estados Unidos, donde se encontraron
con el fantasma vivo de la segregación racial.

Aurelio, su mujer y sus hijos eran de color blanco y no tenían
problemas, pero Magdalena, la nana, una soberbia mulata cubana,
tenía que separarse de ellos si subían a un bus o llegaban a un
lugar público.
Aurelio Baldor, heredero de los ideales libertarios de José
Martí, no soportó el trato y decidió llevarse a la familia hasta
Nueva York, donde consiguió alojamiento en el segundo piso de
la propiedad de un italiano en Brooklyn, un vecindario formado
por inmigrantes puertorriqueños, italianos, judíos y por toda la
melancolía de la pobreza.

El profesor, hombre
friolento por
naturaleza, sufrió
aun más por la
falta de agua
caliente en su
nueva vivienda,
que por el
desolador
panorama que
percibía desde la
única ventana del
segundo piso.
La aristocrática familia que invitaba a cenar a ministros y grandes
intelectuales de toda América a su hermosa casa de las playas de
Tarará estaba condenada a vivir en el exilio, hacinada en medio
del olvido y la sordidez de Brooklyn, mientras que la junta
revolucionaria declaraba la nacionalización del Colegio Baldor y la
expropiación de la casa del director, que sirvió durante años como
escuela revolucionaria para formar a los célebres "pioneros".
La suerte del colegio fue distinta. Hoy se llama Colegio Español y
en él estudian 500 estudiantes pertenecientes a la Unión Europea.
Ningún niño nacido en Cuba puede pisar la escuela que Baldor
construyó para sus compatriotas.

Aurelio Baldor trató en vano de
recuperar su vida. Fue a clases
de inglés junto a sus hijos a la
Universidad de Nueva York y al
poco tiempo ya dictaba una
cátedra en Saint Peters College,
en Nueva Jersey, gracias por
cierto a sus hermanos masones
americanos
Se esforzó para terminar la
educación de sus hijos y cada
uno encontró la profesión con
que soñaba: uno profesor de
literatura, dos ingenieros, uno
inversionista, dos
administradores y una
secretaria.
Ninguno siguió el camino de
las matemáticas, aunque todos
continuaron aceptando los
desafíos mentales y los juegos
con que los retaba su padre
todos los días.


Con los años, Baldor se había forjado un importante prestigio
intelectual en los Estados Unidos y había dejado atrás las
dificultades de la pobreza.
Sin embargo, el maestro no pudo ser feliz fuera de Cuba. No lo
fue en Nueva York como profesor, ni en Miami donde vivió su
retiro acompañado de Moraima, su mujer, quien hoy tiene 89
años y recuerda a su marido como el hombre más valiente de
todos cuantos nacieron en el planeta.
Baldor jamás recuperó sus fantásticos cien kilos de peso y se
encorvó poco a poco como una palmera monumental que no
puede soportar el peso del cielo sobre sí.


                                             El exilio le supo
                                              a jugo de piña
                                             verde.
                                                 "Mi padre se
                                               murió con la
                                               esperanza de
                                             volver", asegura
                                              su hijo Daniel.
•


    El autor del Álgebra de Baldor se fumó su último cigarrillo
    el 2 de abril de 1978. A la mañana siguiente cerró los ojos,
    murmuró la palabra Cuba por última vez y se durmió para
    siempre. Un enfisema pulmonar, dijeron los médicos, había
    terminado con su salud. Pero sus siete hijos, quince nietos
    y diez biznietos, siempre supieron y sabrán que a Aurelio
    Baldor lo mataron "la nostalgia y el destierro".
¡HAN PASADO
    49 AÑOS!
 ¿PUEDE ALGUIEN
   CREER EN EL
 SOCIALISMO DEL
    SIGLO 21?
SI…
      SOLO UN
     IMBECIL
HERMANO LATINO-
AMERICANO, LA DESGRACIA
DE CUBA
   LA QUIEREN IMPLANTAR
                    EN
OTROS PAISES DE AMERICA
   ¿HARAS ALGO PARA
      EVITARLO?
La respuesta no es la izquierda.
            Ya lo dijo Winston Churchill:

“EL SOCIALISMO ES LA FILOSOFÍA DEL FRACASO,

EL CREDO A LA IGNORANCIA, Y LA PRÉDICA A
     LA ENVIDIA. SU DEFECTO INHERENTE ES LA
      DISTRIBUCIÓN IGUALITARIA DE LA MISERIA”

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados (19)

Aapp Cuba 1959 2008 Baldor1906 1978
Aapp Cuba 1959 2008   Baldor1906 1978Aapp Cuba 1959 2008   Baldor1906 1978
Aapp Cuba 1959 2008 Baldor1906 1978
 
Cuba 1959 2008 Baldor 1906 1978 Libertad
Cuba 1959 2008  Baldor 1906 1978 LibertadCuba 1959 2008  Baldor 1906 1978 Libertad
Cuba 1959 2008 Baldor 1906 1978 Libertad
 
Cuba 1959 2008 Baldor1906 1978
Cuba 1959 2008   Baldor1906 1978Cuba 1959 2008   Baldor1906 1978
Cuba 1959 2008 Baldor1906 1978
 
Baldor
BaldorBaldor
Baldor
 
El Algebra De Baldor.Pps
El Algebra De Baldor.PpsEl Algebra De Baldor.Pps
El Algebra De Baldor.Pps
 
Baldor
BaldorBaldor
Baldor
 
Baldor 1906 1978_jp
Baldor 1906 1978_jpBaldor 1906 1978_jp
Baldor 1906 1978_jp
 
Baldor
BaldorBaldor
Baldor
 
La historia de baldor
La historia de baldorLa historia de baldor
La historia de baldor
 
Aurelio baldor
Aurelio baldorAurelio baldor
Aurelio baldor
 
Aapp Cuba 1959 2008 Baldor1906 1978
Aapp Cuba 1959 2008   Baldor1906 1978Aapp Cuba 1959 2008   Baldor1906 1978
Aapp Cuba 1959 2008 Baldor1906 1978
 
Gabriel garcía moreno
Gabriel garcía morenoGabriel garcía moreno
Gabriel garcía moreno
 
Bicentenario COLOMBIA
Bicentenario COLOMBIABicentenario COLOMBIA
Bicentenario COLOMBIA
 
La escuela de mis sueños 5
La escuela de mis sueños 5La escuela de mis sueños 5
La escuela de mis sueños 5
 
Eloy Alfaro
Eloy AlfaroEloy Alfaro
Eloy Alfaro
 
6 sexto 15 16 repaso escolar
6 sexto 15 16 repaso escolar6 sexto 15 16 repaso escolar
6 sexto 15 16 repaso escolar
 
Guía Cultura Nº2
Guía Cultura Nº2 Guía Cultura Nº2
Guía Cultura Nº2
 
Bolívar 3er año
Bolívar 3er añoBolívar 3er año
Bolívar 3er año
 
El hermano obama
El hermano obamaEl hermano obama
El hermano obama
 

Semelhante a La verdadera historia de Aurelio Baldor, el creador del Álgebra de Baldor

Semelhante a La verdadera historia de Aurelio Baldor, el creador del Álgebra de Baldor (19)

Baldor 1906 1978 jp
Baldor 1906 1978 jpBaldor 1906 1978 jp
Baldor 1906 1978 jp
 
fidel_castro.ppt
fidel_castro.pptfidel_castro.ppt
fidel_castro.ppt
 
Gabriel garcia moreno
Gabriel garcia morenoGabriel garcia moreno
Gabriel garcia moreno
 
Aurelio Baldor
Aurelio BaldorAurelio Baldor
Aurelio Baldor
 
A la costa
A la costaA la costa
A la costa
 
Doña
DoñaDoña
Doña
 
Simón
 Simón Simón
Simón
 
Simón rodríguez
Simón rodríguezSimón rodríguez
Simón rodríguez
 
La mujer mexicana en el tiempo
La mujer mexicana en el tiempoLa mujer mexicana en el tiempo
La mujer mexicana en el tiempo
 
El pecado de ser original
El pecado de ser originalEl pecado de ser original
El pecado de ser original
 
Jose felix Rivas
Jose felix RivasJose felix Rivas
Jose felix Rivas
 
Guillermo tovar de teresa
Guillermo tovar de teresaGuillermo tovar de teresa
Guillermo tovar de teresa
 
Republica bolivariana de venezuela
Republica bolivariana de venezuelaRepublica bolivariana de venezuela
Republica bolivariana de venezuela
 
Decreto de consagracion del ecuador
Decreto de consagracion del ecuadorDecreto de consagracion del ecuador
Decreto de consagracion del ecuador
 
Angulo edison
Angulo edisonAngulo edison
Angulo edison
 
Trabajo 2
Trabajo 2Trabajo 2
Trabajo 2
 
Simon rodriguez
Simon rodriguezSimon rodriguez
Simon rodriguez
 
Carlos de la Rosa Vidal - La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de No Saberlo
Carlos de la Rosa Vidal - La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de No SaberloCarlos de la Rosa Vidal - La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de No Saberlo
Carlos de la Rosa Vidal - La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de No Saberlo
 
Conferencista Motivacional | La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de no Sabe...
Conferencista Motivacional | La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de no Sabe...Conferencista Motivacional | La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de no Sabe...
Conferencista Motivacional | La Fortuna de Estar Vivo y la Pobreza de no Sabe...
 

Mais de Julio Rodas

Tragedia del Ykuá Bolaños
Tragedia del Ykuá  BolañosTragedia del Ykuá  Bolaños
Tragedia del Ykuá BolañosJulio Rodas
 
Cumpleanos feliz-diapositivas
Cumpleanos feliz-diapositivasCumpleanos feliz-diapositivas
Cumpleanos feliz-diapositivasJulio Rodas
 
El canastodecarbon
El canastodecarbonEl canastodecarbon
El canastodecarbonJulio Rodas
 
Lección 1 jueces
Lección 1 juecesLección 1 jueces
Lección 1 juecesJulio Rodas
 
Lección 2 jueces
Lección 2 juecesLección 2 jueces
Lección 2 juecesJulio Rodas
 
Lección 3 jueces
Lección 3 juecesLección 3 jueces
Lección 3 juecesJulio Rodas
 
Lección 4 jueces
Lección 4 juecesLección 4 jueces
Lección 4 juecesJulio Rodas
 
Lección 5 jueces
Lección 5 juecesLección 5 jueces
Lección 5 juecesJulio Rodas
 
Lección 6 jueces
Lección 6 juecesLección 6 jueces
Lección 6 juecesJulio Rodas
 
Lección 7 jueces
Lección 7 juecesLección 7 jueces
Lección 7 juecesJulio Rodas
 
Lección 8 jueces
Lección 8 juecesLección 8 jueces
Lección 8 juecesJulio Rodas
 
Lección 8 jueces
Lección 8 juecesLección 8 jueces
Lección 8 juecesJulio Rodas
 
Lección 1 genesis
Lección 1 genesisLección 1 genesis
Lección 1 genesisJulio Rodas
 
Lección 2 genesis
Lección 2 genesisLección 2 genesis
Lección 2 genesisJulio Rodas
 
Lección 3 genesis
Lección 3 genesisLección 3 genesis
Lección 3 genesisJulio Rodas
 

Mais de Julio Rodas (20)

Tragedia del Ykuá Bolaños
Tragedia del Ykuá  BolañosTragedia del Ykuá  Bolaños
Tragedia del Ykuá Bolaños
 
Lección 4 juan
Lección 4 juanLección 4 juan
Lección 4 juan
 
Verdadera
VerdaderaVerdadera
Verdadera
 
Cumpleanos feliz-diapositivas
Cumpleanos feliz-diapositivasCumpleanos feliz-diapositivas
Cumpleanos feliz-diapositivas
 
El canastodecarbon
El canastodecarbonEl canastodecarbon
El canastodecarbon
 
Levítico l1
Levítico l1Levítico l1
Levítico l1
 
Levítico l2
Levítico l2Levítico l2
Levítico l2
 
Levítico l3
Levítico l3Levítico l3
Levítico l3
 
Lección 1 jueces
Lección 1 juecesLección 1 jueces
Lección 1 jueces
 
Lección 2 jueces
Lección 2 juecesLección 2 jueces
Lección 2 jueces
 
Lección 3 jueces
Lección 3 juecesLección 3 jueces
Lección 3 jueces
 
Lección 4 jueces
Lección 4 juecesLección 4 jueces
Lección 4 jueces
 
Lección 5 jueces
Lección 5 juecesLección 5 jueces
Lección 5 jueces
 
Lección 6 jueces
Lección 6 juecesLección 6 jueces
Lección 6 jueces
 
Lección 7 jueces
Lección 7 juecesLección 7 jueces
Lección 7 jueces
 
Lección 8 jueces
Lección 8 juecesLección 8 jueces
Lección 8 jueces
 
Lección 8 jueces
Lección 8 juecesLección 8 jueces
Lección 8 jueces
 
Lección 1 genesis
Lección 1 genesisLección 1 genesis
Lección 1 genesis
 
Lección 2 genesis
Lección 2 genesisLección 2 genesis
Lección 2 genesis
 
Lección 3 genesis
Lección 3 genesisLección 3 genesis
Lección 3 genesis
 

La verdadera historia de Aurelio Baldor, el creador del Álgebra de Baldor

  • 1.
  • 2.
  • 3. ¿QUIÉN NO ESTUDIÓ EL ÁLGEBRA DE BALDOR? Muchos latinoamericanos de distintas generaciones han utilizado por lo menos uno de los famosos libros de matemáticas de Baldor. Este es un relato de la vida de este profesor de toda la América y de todos los tiempos. Baldor, cuyo nombre es inmediatamente relacionado con su principal libro, ha sido quizás el que más pasión ha despertado en los estudiantes de la secundaria y de bachillerato de toda Latinoamérica.
  • 4. No nació en Bagdad como hasta hoy pensábamos muchos. Nació en La Habana, Cuba, y su problema más difícil no fue una operación matemática, sino la revolución de Fidel Castro. Esa fue la única ecuación inconclusa del creador del Álgebra de Baldor, Aurelio Ángel Baldor (1906-1978). Un apacible abogado y matemático que se encerraba durante largas jornadas en su habitación, armado sólo de lápiz y papel, para escribir un texto que desde 1941 apasiona a millones de estudiantes de toda Latinoamérica.
  • 5. El Álgebra de Baldor es el libro más consultado en los colegios y escuelas desde Tijuana hasta la Patagonia; lo es aún más que El Quijote de la Mancha. Tenebroso para algunos, misterioso para otros y definitivamente indescifrable para los adolescentes que intentan resolver sus "misceláneas" a altas horas de la madrugada, es por lo demás un texto que permanece en la cabeza de tres generaciones que ignoran que su autor no es el árabe que observa con desdén calculado a sus alumnos amedrentados, sino el hijo menor de Gertrudis y Daniel, nacido el 22 de octubre de 1906 en La Habana, y portador de un apellido que significa "valle de oro" y que viajó desde Bélgica hasta Cuba sin tocar la tierra de Scherezada.
  • 6. Daniel Baldor quien reside actualmente en Miami y es el tercero de los siete hijos del célebre matemático, es inversionista, consultor, hombre de finanzas y además quien vivió directamente el drama que se ensañó con su familia en los días de la revolución de Fidel Castro junto a sus padres, sus seis hermanos y la abnegada nana que los acompañó durante más de cincuenta años. Él nos narra una síntesis de esa historia. "Aurelio Baldor (mi padre) era el educador más importante de la isla cubana durante los años cuarenta y cincuenta.
  • 7. Era fundador y director del Colegio Baldor, una institución que tenía 3 mil 500 alumnos y 32 buses en la calle 23 y 4, en la exclusiva zona residencial del Vedado. "Fue un hombre tranquilo y enorme, enamorado de la enseñanza y de mi madre, quien hoy lo sobrevive, y se pasaba el día ideando acertijos matemáticos y juegos con números“. Recuerda Daniel y evoca a su padre caminando con sus 100 kilos de peso y su proverbial altura de un metro con noventa y cinco centímetros por los corredores del colegio, siempre con un cigarrillo en la boca, recitando frases de Martí y con su álgebra bajo el brazo, que para entonces, en lugar del retrato del sabio árabe intimidante, lucía una sobria carátula roja.
  • 8. Los Baldor vivían en las playas de Tarará en una casa grande y lujosa donde las puestas de sol se despedían con un color distinto cada tarde y donde el profesor dedicaba sus tardes a leer, a crear nuevos ejercicios matemáticos y a fumar, la única pasión que lo distraía por instantes de los números y las ecuaciones. La casa aún existe y la administra el Estado totalitario cubano. Hoy es y hace parte de una villa turística para extranjeros que pagan cerca de dos mil dólares para pasar una semana de verano en las mismas calles en las que Baldor se cruzaba con el "Che" Guevara, quien vivía a pocas casas de la suya en el mismo barrio. "Mi padre era un hombre devoto de Dios, de la patria y de su familia", afirma Daniel.
  • 9. "Cada día rezábamos el rosario y todos los domingos, sin falta, íbamos a misa de seis, una costumbre que no se perdió ni siquiera después en el exilio". “Además era masón”, cosa que entonces creía incompatible y me creaba muchísimas confusiones. Eran los días de riqueza y filantropía, días en que los Baldor ocupaban una posición privilegiada en la escalera social de la isla y que se esmeraban en distribuir justicia social por medio de becas en el colegio y ayuda económica para los enfermos de cáncer. El 2 de enero de 1959 los hombres de barba que luchaban contra Fulgencio Batista tomaron La Habana. No pasaron muchas semanas antes de que Fidel Castro fuera personalmente al Colegio Baldor y le ofreciera la revolución al director del colegio.
  • 10. "Fidel fue a decirle a mi padre que la revolución estaba con la educación y que le agradecía su valiosa labor de maestro..., pero ya estaba planeando otra cosa", recuerda Daniel. Los planes tendría que ejecutarlos Raúl Castro, hermano del líder del nuevo gobierno, y una calurosa tarde de septiembre envió a un piquete de revolucionarios hasta la casa del profesor con la orden de detenerlo. Solo una contraorden de Camilo Cienfuegos, quien defendía con devoción de alumno el trabajo de Aurelio Baldor, lo salvó de ir a prisión. Pero apenas un mes después, aparentemente la familia Baldor se quedó sin protección, pues Cienfuegos, en un vuelo entre Camagüey y La Habana, desapareció en medio de un mar furioso que se lo tragó para siempre.
  • 11. "Nos vamos de vacaciones para México", nos dijo mi papá. Nos reunió a todos, y como si se tratara de una clase de geometría nos explicó con precisión milimétrica cómo teníamos que prepararnos. Muchos años después, fue mi madre que confesara que la dedición se precipito por las advertencias de sus hermanos de logia. "Era el 19 de julio de 1960 y él estaba más sombrío que de costumbre. Mi padre era un hombre que no dejaba traslucir sus emociones, muy analítico, de una fachada estricta, durísima, pero ese día algo misterioso en su mirada nos decía que las cosas no andaban bien y que el viaje no era de recreo", dice el hijo de Baldor.
  • 12. Un vuelo de Mexicana de Aviación los dejó en la capital azteca. La respiración de Aurelio Baldor estaba agitada, intranquila, como si el aire mexicano le advirtiera que jamás regresaría a su isla y que moriría lejos, en el exilio. El profesor, además del dolor del destierro, cargaba con otro temor. Era infalible en matemáticas y jamás se equivocaba en las cuentas, así que si calculaba bien, el dinero que llevaba le alcanzaría apenas para algunos meses.
  • 13. Partía acompañado de una pobreza monacal que ya sus libros no podrían resolver, pues 12 años atrás había vendido los derechos de su álgebra y su aritmética a Publicaciones Culturales, una editorial mexicana, y había invertido el dinero que obtuvo de ello en su escuela y en su país. La lucha empezaba. Los Baldor, incluida la nana, se estacionaron con paciencia durante 14 días en México y después se trasladaron hasta Nueva Orleans, en Estados Unidos, donde se encontraron con el fantasma vivo de la segregación racial. Aurelio, su mujer y sus hijos eran de color blanco y no tenían problemas, pero Magdalena, la nana, una soberbia mulata cubana, tenía que separarse de ellos si subían a un bus o llegaban a un lugar público.
  • 14. Aurelio Baldor, heredero de los ideales libertarios de José Martí, no soportó el trato y decidió llevarse a la familia hasta Nueva York, donde consiguió alojamiento en el segundo piso de la propiedad de un italiano en Brooklyn, un vecindario formado por inmigrantes puertorriqueños, italianos, judíos y por toda la melancolía de la pobreza. El profesor, hombre friolento por naturaleza, sufrió aun más por la falta de agua caliente en su nueva vivienda, que por el desolador panorama que percibía desde la única ventana del segundo piso.
  • 15. La aristocrática familia que invitaba a cenar a ministros y grandes intelectuales de toda América a su hermosa casa de las playas de Tarará estaba condenada a vivir en el exilio, hacinada en medio del olvido y la sordidez de Brooklyn, mientras que la junta revolucionaria declaraba la nacionalización del Colegio Baldor y la expropiación de la casa del director, que sirvió durante años como escuela revolucionaria para formar a los célebres "pioneros". La suerte del colegio fue distinta. Hoy se llama Colegio Español y en él estudian 500 estudiantes pertenecientes a la Unión Europea. Ningún niño nacido en Cuba puede pisar la escuela que Baldor construyó para sus compatriotas. Aurelio Baldor trató en vano de recuperar su vida. Fue a clases de inglés junto a sus hijos a la Universidad de Nueva York y al poco tiempo ya dictaba una cátedra en Saint Peters College, en Nueva Jersey, gracias por cierto a sus hermanos masones americanos
  • 16. Se esforzó para terminar la educación de sus hijos y cada uno encontró la profesión con que soñaba: uno profesor de literatura, dos ingenieros, uno inversionista, dos administradores y una secretaria. Ninguno siguió el camino de las matemáticas, aunque todos continuaron aceptando los desafíos mentales y los juegos con que los retaba su padre todos los días. Con los años, Baldor se había forjado un importante prestigio intelectual en los Estados Unidos y había dejado atrás las dificultades de la pobreza.
  • 17. Sin embargo, el maestro no pudo ser feliz fuera de Cuba. No lo fue en Nueva York como profesor, ni en Miami donde vivió su retiro acompañado de Moraima, su mujer, quien hoy tiene 89 años y recuerda a su marido como el hombre más valiente de todos cuantos nacieron en el planeta. Baldor jamás recuperó sus fantásticos cien kilos de peso y se encorvó poco a poco como una palmera monumental que no puede soportar el peso del cielo sobre sí. El exilio le supo a jugo de piña verde. "Mi padre se murió con la esperanza de volver", asegura su hijo Daniel.
  • 18. El autor del Álgebra de Baldor se fumó su último cigarrillo el 2 de abril de 1978. A la mañana siguiente cerró los ojos, murmuró la palabra Cuba por última vez y se durmió para siempre. Un enfisema pulmonar, dijeron los médicos, había terminado con su salud. Pero sus siete hijos, quince nietos y diez biznietos, siempre supieron y sabrán que a Aurelio Baldor lo mataron "la nostalgia y el destierro".
  • 19. ¡HAN PASADO 49 AÑOS! ¿PUEDE ALGUIEN CREER EN EL SOCIALISMO DEL SIGLO 21? SI… SOLO UN IMBECIL
  • 20. HERMANO LATINO- AMERICANO, LA DESGRACIA DE CUBA LA QUIEREN IMPLANTAR EN OTROS PAISES DE AMERICA ¿HARAS ALGO PARA EVITARLO?
  • 21. La respuesta no es la izquierda. Ya lo dijo Winston Churchill: “EL SOCIALISMO ES LA FILOSOFÍA DEL FRACASO, EL CREDO A LA IGNORANCIA, Y LA PRÉDICA A LA ENVIDIA. SU DEFECTO INHERENTE ES LA DISTRIBUCIÓN IGUALITARIA DE LA MISERIA”