Los tres principales mandos manuales de un vehículo son el freno de estacionamiento, el volante de dirección y la palanca de cambios. El freno de estacionamiento se usa para mantener el vehículo inmóvil cuando está parado. El volante de dirección transmite la dirección a las ruedas delanteras. La palanca de cambios permite seleccionar las diferentes velocidades de la caja de cambios.
1. Los Mandos Manuales
Freno de estacionamiento (de mano)
Se acciona por medio de una palanca que, por lo general, está ubicada entre los dos asientos delanteros (a
veces en el salpicadero mediante un botón). Se utiliza para mantener el vehículo inmovilizado cuando se encuentre
parado o estacionado.
Es útil para poder iniciar la marcha en rampas ascendentes y así evitar que el vehículo retroceda. Si no es
por un fallo del freno de servicio no debe utilizarse para disminuir la velocidad.
Generalmente actúa sobre las ruedas traseras.
Volante de la dirección
A través de él se transmite a las ruedas delanteras (directrices) del vehículo la dirección que se desee. El
volante debe sujetarse con ambas manos, suavemente, aunque con firmeza y, siempre, por la parte exterior, nunca
por la interior, guardando entre ellas una distancia correcta para que se alcance todo el volante con los brazos
ligeramente flexionados. Por lo tanto: brazos curvados no extendidos.
Las manos al volante deberán estar en la posición equivalente a las "dos menos diez" o a las "tres menos
cuarto" de las manecillas del reloj.
Las manos nunca deberán cruzarse sobre el volante, ni al tomar una curva ni hacer un giro completo. Lo
correcto es hacerlo ayudándose entre ambas tirando con una y empujando con la otra, con un desplazamiento
mayor o menor según sea también mayor o menor el ángulo del giro correspondiente.
Palanca de cambio de velocidades
Está situada, en general, entre los dos asientos delanteros, cerca del freno de mano, y, a veces, en la
columna de la dirección junto al volante.
El movimiento del motor llega a la caja de cambios a través del embrague pasando a la transmisión.
Para poder seleccionar las marchas en la caja de cambios: primero se pisa a fondo el pedal del embrague
y todo seguido desplazar la palanca de cambios a la posición correspondiente para las diferentes velocidades. Cada
vez que se cambia pasar por la posición de "punto muerto".
La relación de velocidad más baja o corta es la "primera" que es la que más fuerza transmite hacia
adelante y que más lentamente mueve el vehículo (mayor potencia-menor velocidad), hasta llegar a la más alta o
larga, que es la menos potente y con la que se consigue una velocidad más elevada (menor potencia-más
velocidad).
a. Ganamos en velocidad = perdemos en potencia.
b. Perdemos en velocidad = ganamos en potencia. (Por ejemplo, subir cuestas).
En llano, cuando observamos que la marcha del motor gira demasiado deprisa (muchas revoluciones)
debemos pasarnos a una relación de marchas superior. Se pasará a una inferior cuando al ir lentamente el motor
gira forzado (pocas revoluciones) y notamos que "da tirones.
Se debe seleccionar la relación de marchas adecuada a cada momento según las revoluciones del motor.
Otros mandos
Contacto y puesta en marcha:
2. Con la palanca de cambio en "punto muerto", el contacto y puesta en marcha, generalmente se acciona
con la llave que al girarla, conecta los circuitos (contacto), y que al girarla un poco más se pone el motor en marcha
en cuyo momento se ha de volver en su posición original.
No quitar la llave estando en marcha (está equivocado pensar que se ahorra carburante) ya que se bloquea la
dirección.
No accionar la puesta en marcha con el motor funcionando: Se dañaría el motor de arranque.
Indicadores de dirección (intermitentes):
A través de una palanca junto al volante se accionan los intermitentes. Se percibe que están funcionando tanto por
medio de avisador óptico y también puede ser por avisador óptico-acústico, situado en el salpicadero. Se hace
manualmente y, casi siempre, deja de funcionar automáticamente al volver el volante a su posición (enderezarse). Si
el giro es pequeño hay que extinguirlo manualmente.
Luces:
Son dispositivos (palanca o mando) con tres posiciones. Corresponden a las luces de posición, de cruce o
corto alcance y de carretera o largo alcance.
Señales acústicas (claxon):
Es obligatorio para todos los vehículos de motor. Motocultores conducidos a pie, no. El mando suele estar
en el volante o en una palanca que, al accionarla, se pone en funcionamiento.
El estrangulador y el estárter:
Sirve para facilitar el arranque cuando el motor está frío. Puede ser automático o manual. Si es manual
debe tirarse del mando, el cual ha de volverse a su posición una vez calentado el motor.
El estrangulador actúa disminuyendo el aire y el estárter aumentando la gasolina. Ambos enriquecen la mezcla
carburada.
Limpiaparabrisas y lavaparabrisas:
Todo automóvil dotado de parabrisas debe estarlo también de limpiaparabrisas. El funcionamiento del
limpiaparabrisas será automático una vez accionado el mando. El lavaparabrisas se emplea para depositar agua
sobre el parabrisas.
Hay automóviles que disponen de limpia luneta y lava luneta para la ventanilla trasera y limpia faros. No son
obligatorios.
Tablero de instrumentos
Está debajo del parabrisas. En él el conductor puede ver una serie de luces que le informan, en todo
momento, de las actuaciones o situaciones del vehículo y otros aparatos de medición, como el indicador de
velocidad (velocímetro, obligatorio en todo vehículo de motor que pueda superar los 40 Km/h), el cuenta
revoluciones o tacómetro (indica el número de vueltas que da el cigüeñal por minuto) y de cuenta quilómetros.
Reglaje asiento y respaldo (acomodación)
Antes de poner en marcha el motor el conductor ha de sentirse bien acomodado en el asiento, si no es así,
se procederá a la regulación del mismo, usando para ello unas correderas que permiten acercarse o alejarse de los
pedales. El respaldo del asiento se regula con un mecanismo que sirve para variar su posición.
Consideramos todo correcto:
a. Cuando el conductor llega con los pies a los pedales pisados a fondo (con las piernas ligeramente
flexionadas) y, también, con las manos al volante (con los brazos ligeramente flexionados) sin separarse su
espalda del respaldo del asiento. Ha de poder alcanzar sin dificultades la parte superior del volante con las
dos manos.
3. b. El asiento tiene que estar a una altura correcta: ver bien la vía por encima del volante. No es bueno
conducir muy cerca del volante, ya que produce cansancio e impide hacerlo con soltura.
Mandos de pie. Pedales
El del acelerador y el del freno de servicio se accionan con el pie derecho y el del embrague con el
izquierdo.
Acelerador:
Regula la entrada de combustible en el motor. Al presionarlo aumentan la potencia y la velocidad, o sea,
más revoluciones por minuto del motor. Regula, por tanto, también el consumo.
Cuando no se acciona este pedal (acelerador) el motor recibe solamente el combustible necesario para mantenerse
en marcha: funciona a "ralentí".
Freno de servicio:
Tiene que tenerse en cuenta que normalmente no es necesario pisar fuertemente el pedal del freno (salvo
por una emergencia). La disminución de la velocidad debe ser suave i gradual. Si se procede a una frenada brusca
puede provocarse un alcance por detrás de otro vehículo y también deslizamientos.
El pedal del freno debe actuar sobre todas las ruedas.
Embrague:
El pedal del embrague es para acoplar o desacoplar el motor de la caja de cambios: con ello las ruedas
reciben o no el movimiento del motor.
Cuando se pisa el pedal (desembragar) el motor se desacopla de la caja de cambios y con ello el movimiento de uno
no se transmite al otro.
Al soltar el pedal (embragar) motor y caja de cambios están acoplados y por tanto el movimiento del motor
se transmite a las ruedas (a través de la caja de cambios).
Se consigue que el vehículo se ponga en marcha con suavidad levantando el pie poco a poco del pedal
consiguiendo así un acoplamiento progresivo y suave. De no hacerlo así, el motor se calará, o puede que el vehículo
avance dando tirones.