1. La selección de José Pekerman fue la de mejor desempeño en la historia de los
mundiales sin contar las del año 78, 86, y 90 que tienen una dudosa validez jamás
investigada. La selección del 2006 consiguió la mayor goleada de una selección argentina
en mundiales, y la segunda mejor posición final, superada por la selección del año 30 que
fue semifinalista. Sin embargo, más allá de un mero dato estadístico, es probable que no
fuese una de las selecciones más populares de nuestro país, tal vez porque los medios
no fueron lo suficientemente condecendientes con el equipo, o tal vez porque a la
mayoría del público no le satisfizo. Lo cierto, es que antes de empezar el mundial 2006 la
selección argentina era subestimada por los medios que decían que le había tocado el
grupo de la muerte, luego de la goleada sobre Serbia y Montenegro, la cosa cambió y la
selección ya fue la favorita para quedarse con la copa. Trataremos de analizar el estilo de
juego del equipo.
Pekerman decidió jugar con un esquema tradicional, cuatro defensores, tres
mediocampistas, un conductor, y dos delanteros goleadores de características diferentes.
A priori, es el esquema de mayor reputación tradicional debido a que la distribución de los
futbolistas dentro del campo de juego abarcan todo el ancho de la cancha beneficiando
entonces la profundidad. Sin embargo, todo depende de las características de los
jugadores utilizados, por eso conviene analizar a cada uno de los jugadores que
integraron el equipo titular de la selección Argentina en el primer partido del mundial 2006.
Burdisso jugó de lateral derecho. Supo ocupar esta función en las inferiores y en las
selecciones juveniles, pero desde que debutó en la primera de Boca Juniors jugó de
zaguero, indistintamente por derecha o por izquierda.
Se trata de un jugador de buen juego aéreo, de cierta fragilidad física, de aceptable
manejo de la pelota. Sin velocidad, buen entendimiento del juego, buen despliegue. Su
mayor virtud es la limpieza en la marca. No tuvo mayores inconvenientes en su
desempeño, fueron excepciones las veces que los delanteros rivales lo desbordaron, y las
veces que errara un pase. No se acopló con eficacia al ataque y nunca se lo buscó como

2. descarga más allá de la mitad de la cancha. Aunque esto parecería un demérito en
función del equipo, la característica principal de Burdisso hace prever que no puede ser
nunca un lateral con protagonismo en ataque, de modo que habrá sido incluído en el
equipo esperando que se ocupara mayormente de la prte defensiva por ese sector. Lo
hizo correctamente.
Ayala fue el primer marcador central. Conocidos por todos son sus dotes de excelente
tiempista, excelente cabeceador, excelente en el mano a mano, buen entendimiento de
juego, escaso manejo del balón. Habiendo hecho un aceptable mundial 98 y habiéndose
lesionado antes de debutar en el mundial 2002, Ayala demostró que era la última
posibilidad que tenía de participar en un mundial y lo hizo con corrección y momentos de
brillantez. Fue el mejor de la defensa. Excepcionales fueron las ocasiones en que tuviera
apariciones bruscas.
Heinze jugó de segundo zaguero central, la posición natural. Esperando lo peor no tuvo
una mala labor. Es un áspero defensor de juego demasiado brusco, sin velocidad, sin
buen juego aéreo, sin anticipo, sin manejo de balón, y con un evidente problema para
entender el juego. Es decir, cuando el pase debe ser largo, él lo hace corto, cuando debe
ser por el suelo, lo levanta. Todo al revés. Sin embargo, y más allá de los numerosos
problemas que tuvo contra Costa de Marfil, contra México y contra Alemania, no tuvo una
mala actuacióin. Difíciles de entender son las razones por las que los técnicos lo eligen
por encima de otros defensores que en comparación son ciertamente superiores aunque
no llegasen a un nivel superlativo. El más flojo de la defensa.
Sorín: Iniciado en el puesto de segundo zaguero central, buen cabezazo. Habituado
también a la posición de lateral izquierdo, mal manejo de balón, excelente despliegue,
buena aceleración, excelente cobertura en su sector, muy brusco, sin criterio ofensivo,
aceptable entendimiento del juego aunque perdiendo sorpresa al sumarse al ataque con
demasiada frecuencia. Tuvo una aceptable actuación aunque sufrió físicamente y no
consiguió alcanzar su mejor nivel ni ser eficaz en defensa. Se esperaba que fuera un
buen apoyo para Riquelme a la hora de descargar, pero al perder demasiado el balón en
posiciones de riesgo, el condutor se vio obligado a no utilizarlo como hubiera sido
indispensable. Esta circunstancia es un ejemplo de lo que hay que tener en cuenta
cuando se analiza la totalidad de un equipo y especialmente cuando se analiza a los
jugadores más observados. A veces el mal desempeño de un lateral izquierdo desmerece
el juego de un enganche que resulta ser quien recibe todas las críticas.
En el mediocampo, tanto por derecha como por izquierda y alternando con Maxi
Rodríguez, jugó Lucho González. Jugador del estilo de Verón, que no aporta más que
buen orden tanto en defensa como en ataque, acaso algún aislado remate de larga
distancia. Al ser un jugador de transición, se destaca por estar siempre bien ubicado para
recibir el balón cuando la defensa recupera la pelota. No es sino quien se encarga de
conectar la defensa con los mediocampistas. Desde luego, el juego corto y a un toque es
el fuerte de esta clase de jugadores. Sin cabezazo, sin velocidad, sin gambeta, sin marca,
sin anticipo, buen disparo de larga y media distancia, buen entendimiento del juego. Tuvo
una labor aceptable aunque fisicamente no consiguió su óptimo nivel.

3. Mascherano fue el medio central. Jugador de buen anticipo, veloz, demasiado brusco,
ordenado, táctico, sin manejo de pelota, aceptable entendimiento del juego. Fue un buen
aporte para la zona defensiva y alcanzó un muy buen nivel. La principal virtud de
Mascherano es la capacidad que tiene para no perder la ubicación aún cuando su marca
lo hiciera moverse hacia un costado. Al no salir a marcar una sola opción, nunca queda
desubicado y siempre tiene más chances de robar.
Maxi Rodríguez, aunque ocupando lugares parecidos a los que ocupaba Lucho
González, es un jugador sin par. Excelente despliegue, excelente manejo de pelota,
excelente recorrido diagonal, excelente anticipo, excelente entedimiento del juego, poco
cabezazo, aceptable juego defensivo. Sorpresivo, inteligente, inigualable en el ataque.
Aceptable pegada, excelente olfato de gol, muy bueno para moverse en ajuste, excelente
orden. Tal vez ha sido el mejor jugador argentino durante el mundial. Fue el socio de
Riquelme en la creación y terminación del juego. Los movimientos que hace sin pelota
permiten el desmarque de los compañeros y la distracción del rival. Más de un gol del
equipo se lo debe a Maxi aún cuando no hubiera tocado la pelota en la jugada. Una de las
figuras.
Riquelme: Inteligencia absoluta. Excelente entendimiento del juego, excelente pegada,
excelente gambeta, uno de los pocos jugadores del mundo que saben dar el último pase
de manera tal que el delantero pudiera definir en un toque y sin controlar la pelota.
Excelente despliegue físico. Estratega, es tal vez el mejor jugador que ha dado la historia
del fútbol argentino después de Bochini y Maradona y junto a Ariel Ortega. Siempre
estratégico, pensante, sigiloso. Es el técnico dentro de la cancha. Sabe dónde, cuándo,
cómo, y porqué ubicarse. Aunque su poderío ofensivo es inigualable, su mayor virtud es
defensiva: La tenencia de la pelota. Fue otra de las figuras del equipo mostrando un
rendimiento de alto nivel, siendo el principal protagonista de la mayoría de los goles del
equipo y el jugador con más asistencias en el mundial. Le faltó solamente el gol. Diez
minutos sin Riquelme en la cancha bastaron para que Alemania en cuartos de final
pudiera hacerse de la pelota y empatar un partido que estaba absolutamente terminado
con Riquelme en la cancha.
Saviola: Delantero inigualable. Alto rendimiento alcanzó y fue otra de las figuras. A pesar
de no tener potencia física, es un jugador cuya inteligencia le permite jugar dentro del
área rival frente a potentes defensores. Hábil, inteligente para moverse sin pelota, veloz,
ordenado, excelente despliegur. Sabe moverse como nadie por sorpresa. En el equipo de
Pekerman jugó por afuera y llegó al gol haciendo un excelente recorrido diagonal.
Además, fue inquietante para los rivales la presión que sobre ellos acometió
yobligándolos muchas veces a dividir la tenencia. Probablemente uno de los mejores
delanteros desde Kempes hacia aquí. Es de la clase de jugadores que hacen todo bien.
No sería extraño que en los últimos años de carrera se retrasara unos metros y jugara
como enganche ya que tiene una excelente visión de juego. La clase de jugadores que
sabe acompañar al conductor y darle posibilidades de pase.
Crespo fue el delantero dentro del área. Aceptable cabezazo, escaso manejo de pelota,
mal entendimiento del juego, sin velocidad. Fue elegido por su olfato de gol, quiero creer.
Fisicamente no alcanzó su mejor nivel. Junto a Heinze, el que peor se acopló al buen
equipo de José.

4. En líneas generales, el equipo de José Pekerman hizo un muy buen mundial. El equipo
intentó en todo momento ser el dueño de la pelota y la mayoría de las veces lo consiguió
mientras Riquelme estuvo en la cancha. Dominó siempre y demostró un excelente juego
ofensivo, no dependió de un sólo jugador para hacer los goles ni para dar el último pase.
La mayor virtud del equipo fue el cambio de ritmo, naciendo con el pase corto y la
tenencia de la pelota, pensante, y terminando las jugadas con inusitada celeridad. Al tener
un claro conductor, el equipo descansaba en la inteligencia de éste para que fuera él
quien manejara los tiempos y así se hizo notar especialmente en el partido contra Serbia y
Montenegro donde fue Riquelme quien decidió cuándo, porqué, y para qué acelerar o
tranquilizar la pelota. Desde luego, fue el rival que opuso menores resistencias.
Defensivamente no tuvo mayores inconvenientes aunque sufrió demasiado el partido
contra México debido a ciertos errores de Mascherano y de Heinze. El orden táctico en
defensa fue el tradicional, excepto por el conductor que retrocedía sobre la izquierda
cuando el equipo perdía la pelota.
Tuvo dificultades en los costados. No encontró el equipo una descarga segura, por eso se
repitió en descargar sobre la ubicación de Maxi Rodríguez a quien es preferible utilizarlo
sin que interviniera demasiado en el toque durante la posesión.
El reclamo generalizado durante y después del partido contra Alemania fue la no inclusión
de Messi. Convengamos que Lionel Messi no era todavía el jugador que es hoy aunque
ya su gambeta marcaba la diferencia. Aceptemos también que algunas actitudes del diez
del Barcelona no fueron las mejores durante el partido en el que Pekerman optó por
Cambiasso para reemplazar a Riquelme. Este cambio también fue discutido. Muchos
piensan que la salida de Riquelme era correcta pero que el que debía ingresar era Messi.
En lo que a mí respecta, humildemente creo que la salida de Riquelme perjudicó al equipo
y así lo hice saber durante en el momento en el que se realizó el cambio. A veces la
sutileza del juego de Román impide que muchos puedan encontrar sus virtudes, sin
embargo, no era sino el diez de Boca el que manejaba con inteligencia y tranquilidad el
partido. No fue casualidad la marca personal que Alemania le hizo únicamente a él, como
tampoco el intento constante de sacarlo del partido. Tocalli explicaría cuatro años después
que el cambio se hizo porque Pekerman lo veía cansado a Riquelme y decidió cuidarlo
para el próximo partido mientras que con el ingreso de Cambiasso pretendía seguir
dominando la pelota del mismo modo.
Vale recordar que el arquero se lesionó y que al final de cuentas el resultado fue 1-1
terminando entonces en la cuarta posición. La bronca que suministró la derrota por
penales borró para siempre cualquier atenuante.
Hasta la próxima selección.

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