Los primeros aditivos para el concreto incluyeron la clara de huevo y la sangre, mientras que más tarde se comenzó a agregar yeso crudo y silicato sódico para mejorar las propiedades del fraguado e impermeabilidad. Recientemente, las materias plásticas también se han incorporado al concreto. Existen varias clasificaciones de aditivos según sus efectos en el concreto fresco o endurecido, como reductores de agua, retardantes, acelerantes, entre otros.