Este documento advierte sobre los posibles efectos negativos del consumo excesivo de televisión. Señala que el 61% de los jóvenes se han dado cuenta que muchos programas de televisión promueven valores como el consumismo y una imagen corporal irrealista que pueden socavar el pensamiento crítico. También sugiere que la televisión actual a menudo presenta mensajes que fomentan el hedonismo y el erotismo que podrían llevar a los adolescentes a adoptar estilos de vida poco saludables y abandonar sus valores.