SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 93
Isaías 49,15: “… Pero puede una mujer olvidarse del niño que
cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien,
aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti”.
¿CÓMO SE LE             OCURRIÓ        LA    IDEA     DE     ESTE
DOCUMENTAL?
En el 2004 estaba haciendo un reportaje sobre Luis Alejandro Pico,
un preso supuesto culpable del homicidio de un suboficial del
ejército quien se negó a someterse a los beneficios de la sentencia
anticipada, diciendo que si era inocente no tenía por qué admitir un
homicidio. Entonces averigüé sobre el tema de las sentencias
anticipadas y sobre la feria de rebajas de pena que dejó el gobierno
Gaviria para permitir que los narcotraficantes se entregaran.




                                 ¿QUÉ ENCONTRÓ EN ESA INVESTIGACIÓN?
                                 Encontré que con las rebajas, peligrosos asesinos se
                                 benefician de figuras jurídicas como la de unificación de
                                 penas. Una figura que consiste en que si matas a diez
                                 personas, te condenan por los diez homicidios pero terminas
                                 pagando un solo asesinato. Un abogado me comentó que
                                 gracias a la unificación de penas Luis Alfredo Garavito –
                                 acusado de violar y matar a más de 172 niños – iba a salir libre
                                 en el 2010.     Quise saber más de los crímenes, de la
                                 personalidad del asesino, saber si Garavito era un psicópata o
                                 un sicótico. Y entre más averiguaba, más me horrorizaba.
¿QUÉ LE HORRORIZABA?
                                  Saber que Luis Alfredo Garavito es un psicópata que no va a
                                  cambiar, que si queda libre va a seguir violando y matando.
                                  También me sorprendió saber que este señor se unió en la
                                  cárcel a un grupo religioso y que tiene convencidos a todos
                                  que era un santo. Incluso me contaron que dos fiscales, que
                                  son cristianos, simpatizaban con él. Y que los guardias le
                                  daban un trato especial que no le dan a ningún otro preso. El
                                  grupo cristiano cree que el “nuevo” Garavito es la prueba de
                                  que Dios puede cambiar a cualquiera. Ellos desconocen la
                                  evidencia científica sobre los psicópatas.



¿CUÁL FUE         SU    PRIMERA        IMPRESIÓN        SOBRE
GARAVITO?
Sorpresa. Su imagen es diferente a la de los periódicos. La
segunda sensación fluctuaba entre la incomodidad y el asco: el
tipo es zalamero, excesivamente amable y con un discurso de
pastor cristiano que uno no se lo cree. Cuando me dio la mano y
se deslizó entre la mía tuve una sensación horrible de pensar que
era la mano de quien le hizo terribles vejaciones a tantos niños.
Desde el comienzo fui claro y le dije que no iba a defenderlo, que
tenía plena libertad de contar su versión iba a ser confrontada
por expertos. Él me dio una lista de personas para que lo
defendieran, incluso algunos de ellos aparecen en el documental.
 Pero en realidad ni siquiera lo defienden porque lo suyo es
indefendible.
¿CÓMO TRANSCURRIÓ LA ENTREVISTA?
Garavito siempre se pone de víctima y enreda a la gente. Cuando llegué a la
cárcel me sorprendió que el guardia me dijera que por favor lo tratara con
cariño. Que cuando llegaba la Fiscalía Garavito sufría mucho. Y pensaba que
mientras muchos en la cárcel no tienen ningún tipo de garantías por parte del
Estado, este tipo las tenía todas, desde celda propia hasta alimentación
especial. Además Garavito se ha vuelto una especie de tinterillo que interpone
derechos de petición y tutelas por la supuesta violación de sus derechos. Es
un asco observar cómo el sistema opera a favor del victimario y no de la
víctima.


                                   ¿LE AFECTÓ HACER ESA ENTREVISTA?
                                   El día de la entrevista no sentí nada diferente al desagrado que
                                   sentía por el. Lo duro vino después cuando nos fuimos al Eje
                                   Cafetero a conseguir las historias que Garavito nos había
                                   contado. Hablamos con las familias, leímos los expedientes,
                                   vimos las fotos. Fue horrible cuando nos dimos cuenta que
                                   los niños no sólo habían sido asesinados sino sometidos a
                                   torturas infames antes de ser asesinados . Ahí es cuando uno
                                   se cuestiona ¿Dónde está Dios? ¿Qué hicieron estos niños
                                   para merecer una muerte así? Llega el momento en que uno
                                   se raya. Un día llegué a mi casa, miré las fotos, apagué la
                                   cámara, bajé a la licorera, me compré una botella de whisky y
                                   me puse a llorar.        Lloraba con una especie de llanto
                                   automático, como si quisiera limpiarme por dentro. A veces
                                   no puedo dormir, tengo pesadillas.
Acababa de llegar a mi primera parroquia. Era
                                                 un caluroso lunes de Febrero cuando mi párroco
                                                 me pidió que diera el último adiós y la bendición
                                                 del Señor a una niña que había fallecido por una
                                                 infección que los médicos no habían sabido
                                                 explicar. La niña contaba sólo nueve años y
                                                 cuando supe que tenía que ir a aquella casa, me
                                                 dio un vuelco el corazón: era la primera vez que
                                                 como sacerdote iba a ver un niño muerto.
                                                 Ciertamente me había encontrado ya con la
                                                 experiencia de la muerte, pero no estaba en
                                                 modo alguno preparado para enfrentarme a la
                                                 muerte de una niña. Confundido, con el dolor en
                                                 el corazón, tomé lo necesario para la liturgia
                                                 fúnebre y, lentamente, me dirigí a la casa del
                                                 trágico duelo.

La parroquia donde yo trabajaba se encontraba en un barrio donde había contradicciones
evidentes. En medio de ricas viviendas de “señores” había pobres casuchas, con una sola
habitación que servía de cocina, comedor y dormitorio. Y yo tenía que ir a una de esas casas.

Mil pensamientos se agolpaban en mi mente durante el trayecto. Como un
estudiante antes de un examen, me repetía las palabras que iba a decir a los
padres para consolarlos. Mis infinitas buenas intenciones se organizaban para
poder decir unas palabras oportunas. Pensaba que, al encontrarme ante gente
pobre, sería mejor usar palabras más simples, tener un acercamiento más familiar.
Además, en estas ocasiones –me repetía – es mejor que no me preocupe tanto,
porque el Señor me dará su Espíritu para que encuentre las palabras adecuadas.
Al llegar a la casa, percibí en el aire el dolor que había conmocionado no sólo a la familia de la
niña sino a todo el vecindario. En la puerta de la casa había apoyada una corona de flores. Era
toda de claveles blancos con una cinta de color violeta: “A mi pequeño tesoro. Mamá”.




Imaginémonos la emoción al entrar en aquella pobre casa, cómo mi corazón y mi mente estaban
oprimidos por mil preguntas: “Tal vez si hubieran sido menos pobres, habrían podido
cuidar mejor a la niña. Tal vez si también nosotros, como comunidad parroquial,
hubiésemos comprendido mejor el problema de esta familia, habríamos podido
ayudarlos de otra manera”.
                  manera

Mientras seguía atormentándome con un extraño sentido de culpa, allí sobre la cama, estaba
puesta la niña, un cuerpecito delgado vestido con el traje de la primera comunión.
La familia estaba compuesta por el padre, la
                                                  madre y cuatro hijos. Con ellos vivía también la
                                                  abuela materna, mujer del pueblo y regordeta
                                                  que, ayudaba a la hija a sacar adelante su
                                                  familia. El padre no tenía trabajo y la madre iba a
                                                  servir donde la llamaran. ¡Pero eran muy dignos!
                                                  Querían que sus hijos fueran a la escuela y
                                                  hacían cualquier sacrificio para mejorar el futuro
                                                  de los muchachos.

                                                  Pobres, si, ¡pero con grandes sueños!
                                                  Y precisamente en aquella casa el dolor y la
                                                  desesperación eran más transparentes que en
                                                  otros lugares.




La madre arrodillada junto al lecho de la pobre niña, el padre en
un rincón, la abuela sentada a la mesa con los parientes,
mientras los otros hermanitos, todos ellos más pequeños,
estaban sentados en el suelo junto al peldaño de la entrada.
Recordé algo que había leído sobre la segunda guerra mundial a propósito de lo que sucedió en
el asedio aliado a los últimos soldados alemanes en Stalingrado. Al final, rodeados y aislados
de todo contacto con la base en Alemania, los soldados recibían provisiones por vía aérea. En
una de las últimas cartas que llegaron a Alemania en 1942, transportadas por el último avión que
consiguió despegar, un joven, que después murió como muchos de sus compañeros, hijo de un
pastor protestante, escribía:
“Plantear el problema de la existencia de Dios en Stalingrado significa negarlo. Tengo
que decírtelo, querido padre, y esto me hace sufrir doblemente.

Tú me educaste, porque murió mi madre, y siempre me has puesto a Dios delante de los
ojos y del alma. Y estas palabras me hacen sufrir doblemente, porque serán las últimas
y nunca más podré decir otras capaces de borrarlas o de expiarlas.
Tú eres pastor de almas, padre, y
                                                       en la última carta se dice la
                                                       verdad, o lo que se considera
                                                       verdadero. He buscado a Dios en
                                                       todas las fosas, en todas las casas
                                                       destruidas, en todos los rincones,
                                                       en todos mis camaradas, cuando
                                                       estaba en la trinchera, y en el cielo.
                                                        Dios no se mostró
                                                       cuando mi corazón le
                                                       gritaba.          Las casas eran
                                                       destruidas, mis camaradas eran
                                                       tan heroicos y tan cobardes como
                                                       yo, en la tierra había hambre y
                                                       homicidios, y del cielo caían
                                                       bombas y fuego.       Lo único
                                                       que no había era Dios.


No, padre, no hay ningún Dios. Lo escribo de nuevo; y sé que es algo terrible y para mi
irreparable. Y si tiene que haber un Dios, es sólo junto a vosotros, en los libros de los
salmos y en las oraciones, en las palabras piadosas de los sacerdotes y de los pastores, en
el sonido de las campanas y en el aroma del incienso. Pero no en Stalingrado”.
Del mismo modo había que comprender el dolor de aquella madre que no conseguía explicarse
por qué tanta injusticia, y se enojaba violentamente conmigo, porque era el representante de
aquel Dios invocado pero sordo, buscado pero imposible de encontrar, que
ahora, a través de mí, tenía incluso el capricho de someter a aquella pobre gente. No, para
aquella madre era inconcebible la aceptación de la existencia de una justicia divina, donde la
injusticia se mostraba en toda su evidencia en el cuerpo mudo de su hijita.
Por el mismo motivo los hermanos Karamazov
de Dostoievski, Iván, uno de los protagonistas,
quería devolver a Dios el billete de
entrada en la creación, porque es
inconcebible un mundo donde los niños
sufren:

“Me niego decididamente a aceptar la
suprema armonía. Ésta no vale ni una
sola lágrima de aquella niña torturada,
que se daba golpes de pecho con su
pequeño puño y oraba en su rinconcito al
“buen Dios”, llorando con lágrimas
amargas... Aquella armonía ha sido
demasiado apreciada y valorada; nuestros
bolsillos no pueden pagar un precio tan
caro por la entrada. Por ello me apresuro
a restituir mi billete de entrada”.
No me esperaba aquella reacción de la
madre, tan dura, tan provocadora y tan
despiadada con mis certezas-.    Y sin
embargo, era comprensible. ¿Qué me
esperaba? ¿Qué hacer frente a tanto
dolor? el amor de una madre es asunto
serio.

Pero me quedé aún más sorprendido
cuando la abuela, abrazando entre
lágrimas a la hija que seguía protestando,
imprecando contra “un Dios” que le
parecía injusto, le gritó: “¡Cállate,
cállate, que tienes otros tres
hijos!” – como si hubiera querido decir:
“Cállate, porque si Dios se
enfurece, se lleva también a los
otros tres”.
Esto me puso en crisis, me sentí acorralado. ¿Qué Dios
habíamos anunciado, qué monstruosidad
había pasado por la mente de aquella pobre
gente, si el miedo al castigo divino era más
fuerte que la Misericordia de Dios? “¡Cállate!”.
Era como si hubiese dicho: “¡Cállate, el enemigo
te escucha!”.




                         Y    el    enemigo       –   no    el   Padre     –    Madre,     el
                         misericordioso, el amor, la vida – era aquel Dios a
                         quien yo había elegido, después de que él me había elegido a mí.
                         ¿Cómo podía aquella pobre abuela no advertir el dolor y el
                         sufrimiento todavía más injusto, lacerante, si en su mente se
                         atribuía la idea de la muerte al poder de Dios?
                         ¿Cómo podía no parecer incomprensible el amor de
                         un Dios que no había querido intervenir? Nuestro Dios
                         no era una buena noticia, se imaginaba al Señor dador de vida, como
                         un justiciero y a veces como un tirano. Un titiritero que juega con
                         nuestra vida: éste era el Dios que conocían en aquella
                         casa. ¿Y cómo no comprender tal condición de desesperación, si
                         el sentido de la vida había sido ocultado, porque el anuncio de vida,
                         la buena noticia, había sido realmente silenciada?
Comprendí entonces que había
                                                            un abismo entre la idea de
                                                            Dios que yo tenía y la que tenían
                                                            aquella pobre madre y aquella
                                                            pobre abuela que, de manera tan
                                                            violenta, me habían echado
                                                            encima su rabia y su dolor. Algo
                                                            que había penetrado tanto en la
                                                            sensibilidad de las personas que
                                                            traicionaba la posibilidad misma
                                                            de dialogar sobre la verdadera
                                                            imagen de Nuestro Dios.




Y lo más significativo fue que, precisamente aquel grito doloroso, aquella protesta tan
verdadera, aquel miedo que se leía en los ojos de la vieja señora me golpeaban terriblemente y
se convirtieron en un momento decisivo de mi vida: ¿qué había sucedido si en la
experiencia del dolor el hombre siente a Dios tan distante, tan ausente
tan cruel, tan insensible, o llega incluso a negarlo? ¿Qué experiencia de fe ha
habido, si el consuelo y la esperanza que deberían nacer de nuestra pertenencia a Cristo están
ausentes en el momento de la prueba?
Si hoy el hombre contemporáneo, con sus mil “¿por qué?” no respondidos, grita su dolor y su
desesperación y no encuentra consuelo en la fe, no podemos refugiarnos simplemente detrás de
mil excusas o mil pretextos, echando toda la culpa al consumismo, al materialismo, al hedonismo,
al pansexualismo...




Si el hombre contemporáneo vive su drama existencial y no sabe dar respuesta a sus “¿por qué?”,
ciertamente depende del hecho de que está inmerso en una cultura, en una sociedad distinta de la
de las generaciones anteriores, pero, quizá se deba sobre todo al hecho de no
hemos sabido dialogar con él, con sus verdaderos problemas le hemos dado
respuestas a preguntas que no nos están haciendo.
Nosotros, pastores, no hemos
sabido adaptar el lenguaje a sus
posibilidades; hemos pensado
presuntuosamente que nuestra
condición de superioridad nos
permitía        prescindir        de      la
escucha de este mundo,                   tan
complicado, tan fascinado por las mil
quimeras que parecen ofrecer gozos
fáciles, que después decepcionan.        No
hemos percibido que este mundo no está
hecho de hombres súbditos de una Palabra
que es dominio de unos pocos, de
personas que ya no son receptores
impasibles de nuestros teoremas, ni
obedientes catalizadores de nuestras
órdenes, sino personas hechas y
derechas, que han adquirido nuevos
conocimientos, que dialogan con nuevas
culturas, con nuevas religiones, que corren
a una velocidad nunca experimentada
antes en la historia. Y sobre la fe, también
sobre todo sobre la fe, no tendríamos que
haber dicho nunca: “Si no haces lo que
te mando...”.
Si la joven madre gritaba su
protesta         contra       “un       Dios”
considerado             ausente,          era
necesario indagar cuál era la idea
que se había hecho de Dios y, aún
más, había que comprender por
qué la abuela tenía tanto miedo de
él. Tal vez en las dos actitudes era posible
encontrar sintéticamente los dos motivos
por los que el amor de Dios y su
presencia en la humanidad son
percibidos       como       ausentes      por
muchos hombres actuales. Indagar
sobre una presunta insensibilidad de
Dios sobre el dolor que parece excluir
su existencia, reflexionar sobre el miedo a un
Dios que castiga, es el punto de partida para
reinventar un lenguaje capaz de hablar
al hombre de la calle. Hay que salir de
aquella       perniciosa        presunción
según la cual, por el hecho de que la mayoría
de la gente dice que cree y se dirige a
nosotros para pedir los sacramentos y para
obtener el apoyo que podamos ofrecerles, el
Dios en el que creen, mientras las
cosas vayan bien, es el Dios de nuestro
Señor Jesucristo.
“¡Escúchame!”, oh Dios! Me habían dicho que no
existías, y yo, como un idiota, me lo había creído.
   Pero la otra noche, desde el fondo del agujero
abierto por una bomba, vi tu cielo. De pronto me
di cuenta de que habían dicho una mentira. Si me
  hubiese esforzado por ver bien las cosas que tú
 has hecho, habría comprendido de inmediato que
aquellas personas se negaban a llamar a las cosas
     por su nombre. Ahora me pregunto si me
   permitirías estrechar tu mano y, no obstante,
tengo la sensación de que comprenderás. ¡Resulta
 extraño que haya sido necesario que yo viniera a
este infierno para tener tiempo de ver tu rostro.
 Te amo apasionadamente: esto es lo que quiero
      que sepas. Va a tener lugar una batalla
    espantosa. ¿Quién sabe? Puede ser que me
 encuentre contigo esta noche. Nunca hemos sido
 buenos amigos hasta ahora, y ahora me pregunto
si me esperarás a tu puerta. ¡Mira!, he aprendido
    a llorar: estoy llorando! ¡Precisamente yo...
   ponerme a sollozar! Ah, si te hubiera conocido
antes... ¡Vamos! Es necesario que yo parta. ¡Qué
extraño! Después de haberte encontrado no tengo
          miedo a morir. ¡Hasta la vista!”
              ¡VEN SEÑOR JESÚS!
     (Palabras encontradas en una trinchera)
Fue un día de septiembre cuando Irma, joven mamá de dos
criaturas estupendas, conmovida, después de la celebración de
la misa dominical, se acercó para hablarme de su hijo Diego.

Dieciséis años, un muchacho bellísimo y fuerte, de ojos
profundos y verdes, de cabellos tupidos que cubrían su frente.
Alegre, despreocupado, amante del deporte, líder entre sus
compañeros y deseado por las muchachas. Gran soñador y
apasionado, con deseo de conocerlo todo. De mayor habría
querido pilotear aviones …

Había aparecido un lunar que él había ocultado a los demás,
quizá por inconsciencia juvenil o por una vanidad inocua. Sin
embargo, su madre logró darse cuenta.




Preocupada, pidió ayuda a los médicos para comprender qué tenía que hacer. Los médicos
pensaban que Irma era una madre demasiado protectora y le ordenaron, con una sentencia
definitiva, que dejara en paz al hijo y su lunar.
Pero Irma es madre. Y como todas las madres,
                                        conocía a su hijo mejor que los médicos, y con
                                        tenacidad – un arte que conocía bien porque había
                                        tenido que afrontar muchas dificultades en la vida –
                                        empezó a insistir para que le quitaran aquella espina del
                                        corazón, extirpando el lunar de la frente de su hijo.




Y así, cuando le entregaron, en un frasquito, aquello que había sido el motivo de sus
preocupaciones y le aseguraron que no había nada anómalo, pareció que volvía a renacer. Y
cuando Diego le echó en cara su inútil preocupación, Irma, incapaz de reaccionar, recibió el
reproche como si fuera un regalo.


Solo tenía que esperar diez días para obtener la confirmación del examen histológico que, según
los médicos, era completamente inútil, pero se hacía sólo para estar más seguros...
Pasaron los diez días y empezó el
calvario:   ¡melanoma! Pero por
suerte los médicos decían que habían
operado bien a Diego y que no habría
problemas.

Aquel mes de septiembre el problema
era una pequeña glándula que había
aparecido en el cuello de Diego. Desde
aquel día nos hicimos, más que amigos:
padre e hijo. Fue él quien decidió
llamarme “Pa’”. Y en aquel sonido
truncado percibía yo toda la dulzura de
mi ministerio y la belleza de un hijo que
el Señor me había dado. Todas las
tardes Diego venía a mi despacho y
juntos hablábamos de nosotros, de su
enfermedad que conocía bien y, aunque
tenía dieciséis años, mostraba una
madurez extraordinaria. Y sobre todo
muchas ganas de vivir, de querer luchar
para vivir.
Y yo con él. Imaginaba lo que podía
pasar en el corazón de Irma, si yo, que
no era más que un recién llegado, el
último, participaba con todo mi ser en
aquella dolorosa aventura y hacía míos
todos los sufrimientos de Diego. Todas
las tardes hablábamos de la curación y
sobre todo de Jesús, que no iba a
permitir que su vida, tan dinámica,
quedara truncada, desviada de su curso
natural. Y orábamos juntos, también
cuando el dolor era insoportable y los
paños calientes no bastaban para
calmarlo. Había pedido a Diego que me
llamara en cualquier momento, porque
yo acudiría, cualquiera que fuera el
lugar donde me encontrara.



Sabía que por su dignidad, inimaginable a su edad, iba a llamarme sólo cuando se encontrara
sin fuerzas, cuando el dolor fuera demasiado fuerte. Siempre lo encontraba exhausto por los
sufrimientos, y permanecíamos juntos hasta que el dolor pasaba. Bromeábamos, nos
tomábamos el pelo o, mejor dicho, él me tomaba el pelo y, aunque soy un poco quisquilloso,
sus bromas eran cumplidos de amistad.
Un día me dejó atónito “Pa’”, me dijo: “¿Por
qué los curas no se casan?”. Y yo le
expliqué que no era una huida del amor, sino
un ofrecimiento de amor distinto, que ahora
me permitía estar más cerca de él.

“Pero ¿no es un poco egoísta?”, replicó
Diego.

Me sorprendió que un muchacho tan
profundo me dirigiese un juicio que no me
esperaba. “¿Por qué te parece que soy
egoísta?”, le pregunté:       “¡Piensa lo
felices que habrían sido tus hijos
teniendo un padre como tú!”.

¡Ha sido lo más hermoso que me han dicho
en la vida!
Diego tenía una constitución atlética y amaba inmensamente el mar. Su deseo, aunque la
metástasis se había extendido por todo el cuerpo, era poder zambullirse. Me daba mucho miedo
lo que estaba a punto de hacer, pero me armé de valor y, de acuerdo con Irma, tomé la decisión de
llevar a Diego a pasar unos días a un lugar tranquilo, lejos de miradas curiosas. Una piscina... y su
deseo se cumplió. Pero aquellos días de Junio, los primeros de 1993, fueron terribles. Por las
noches los sufrimientos eran atroces y no podía digerir la comida. Regresamos a casa y pocos
días después la metástasis afectó a la médula espinal. Diego, joven atleta de un metro ochenta de
altura, quedó paralizado en la cama con sólo dieciséis años.
Todos estábamos preocupados y yo me
preguntaba qué podría contarle, cómo
estar cerca de él y, sobre todo, cómo
hacerle sentir el calor de un Dios que
precisamente en aquel momento parecía
tan lejano. Pero Diego nos sorprendió a
todos: dos días después Irma entró en su
habitación y lo encontró llorando. Trató de
consolarlo y animarlo con las palabras más
adecuadas, abriendo su corazón a la
esperanza y garantizándole que podría
volver a levantarse muy pronto.

Pero Diego lloraba por otro motivo:
“Mamá, estoy lamentándome porque
llevo tres días en este estado. He
caminado durante dieciséis años,
¡piensa en las personas que no han
caminado nunca!”.
Las fosas cavadas por los 'paras' abrieron heridas a lo largo y ancho del país.
Casi en cada departamento hay alguien que espera que salgan de esas tumbas
      del horror los restos de los que un día se llevaron de la casa, de un
  arado...Testimonios de los que esperan desde distintos lugares el fin de la
                                  incertidumbre.
Aunque está viva, Rosalba Velásquez dice que se
ha muerto cuatro veces. Una por cada hijo
que le han desaparecido. Ya casi completa una
década de buscarlos entre pilas de cadáveres y
listados de policía, pero nada.

Peor que sus muertes -sostiene- es no tener la
certeza de si los tiraron al río, a los gallinazos o si
levantaron la tierra para meterlos ahí. "Eso último es
lo más probable", afirma recia, amargada.
Entonces, se acomoda en un sillón rojo. El calor del
mediodía adormece y adentro de su casa grande de
Amalfi (nordeste antioqueño) huele a chocolate recién
hervido.
Su mirada se pierde y su memoria vuelve sobre la
volqueta roja que solía llegar al pueblo con
cadáveres.

-¿Toñito, trajiste cuerpos?
-Sí señora. Pero ninguno de los suyos-, le respondía el conductor que entonces
trabajaba en una mina de oro cercana y que, de vez en cuando, cargaba con
cuerpos que encontraba por el camino.
Era finales de los noventa, años en
                                            que paramilitares y guerrilleros
                                            libraban a muerte una guerra por el
                                            control del territorio. Muchos de los
                                            muertos eran botados a la vera del
                                            camino con letreros que prohibían
                                            recogerlos.



"Toñito -agrega Rosalba- traía los que podía y los descargaba como piedras en
el andén, al frente de la morgue".

Allá fue que Rosalba se acostumbró al olor a muerte. Muchas veces se untó las
manos de sangre ajena. "Yo volteaba los cuerpos, los tocaba y ninguno era de
los míos", relata.
En la zona operaba el 'Bloque Central Bolívar', comandando por alias 'Macaco'.
Los paramilitares se habían llevado a dos de los muchachos y le habían
prohibido a Rosalba preguntarlos.
Eran Jairo y Freddy, el segundo y
el tercero de los hijos, de 29 y 28
años. La última vez que su madre
los vio fue la madrugada del 21 de
julio de 1997, quince días después
del entierro de Guillermo, el mayor,
que había sido asesinado por
guerrilleros de las Farc.

Esa fue la primera vez que Rosalba
sintió que moría. Ella resistió, pero
su esposo no fue capaz con el
dolor.


                                        "Después del funeral del mayor se sentó
                                        en el comedor, destapó una botella de
                                        brandy y siguió bebiendo durante 14
                                        días, hasta que la sangre ya no le corrió
                                        más. Los médicos diagnosticaron paro
                                        cardíaco", cuenta Rosalba.
Fue cuando la muerte tocó otra vez a la puerta. Venía vestida de poncho,
sombrero y arma en el cinto. Rosalba abrió como siempre, con una sonrisa seca
y una arepa tostada dispuesta en la cocina.

MAMÁ, NO DEJE QUE ME MATEN

"Doña,     llámeme      a   Freddy,      lo
necesitamos para una información", le
dijo 'Veneno', un jefe paramilitar de poca
estatura y ojos verdes.

A esa hora, el muchacho dormía en un
cuarto contiguo, separado de la sala solo
por una cortina. Rosalba hubiera
mantenido la calma si no es porque, por
esas cosas de madre, alcanzó a
distinguir al hombre que llevaban en la
silla de atrás de la destartalada
camioneta.
Era Jairo, su otro hijo. Lo acusaban de informante de las Farc. Rosalba entró en
pánico. No podía escuchar a su hijo tras el vidrio empañado por el aliento, pero
sabía exactamente lo que estaba gritando. "Mamá, mamá, no dejés que me
maten".


                                            La mujer entró a la casa llorando.
                                            "Escapáte Freddy. Hacelo por el
                                            solar. Escapáte, escapáte...". Pero él
                                            respondió que no.

                                            "Yo no soy un faltón y Jairo tampoco.
                                            Vaya y dígales que me esperen
                                            porque yo me estoy poniendo los
                                            zapatos. Que si me van a matar, que
                                            entren y lo hagan aquí porque yo sin
                                            zapatos no salgo".



 Sus hijos, cuenta ella, casi que se habían acostumbrado a estar entre el fuego
 de guerrillos y paramilitares. Todos, a excepción del menor, trabajaban en el río
 meneando una batea con la ilusión de sacar uno o dos gramos de oro.
Lo que siguió fueron largas jornadas de búsqueda monte adentro en compañía
de Wílmar, el hijo que le quedaba.


 Ambos sabían que donde hay fosas
comunes hay peladuras en la maleza
 porque a los muertos en Amalfi los
abrían y los llenaban de cal para que
  el olor no llamara a los gallinazos.

   Preguntaban aquí y allá, en un
   pueblo y en el otro, pero nada.
    "Era como si jamás hubieran
             exisitido".


Vinieron años de soledad. Wílmar se había enrolado en el Ejército con la
consigna de vengar la muerte de sus hermanos y recuperar sus restos.

Pero también lo desaparecieron los 'paras'. Fue en el 2002, cuando se iba a
reunir con un hombre que dizque sabía en donde habían enterrado a sus
hermanos.
La esperanza más cercana de encontrar los restos de alguno de sus hijos fue
cuando la Fiscalía viajó a La Viborita, una vereda cerca del pueblo, donde les
habían dicho que podían estar.


                                                   Removieron la tierra y no
                                                  encontraron nada. Rosalba
                                                 dice que después de tantos
                                                años ya no tiene la ilusión de
                                                 reconocer los restos de sus
                                                   hijos por la ropa, pero sí
                                                 espera que los encuentren y
                                                las pruebas de ADN le den la
                                                 paz que lleva esperando 10
                                                             años.



  "A mí me han herido tanto en esta vida que hasta el miedo me
                lo mataron". Rosalba Velásquez.
2.1.
INTRODUCCIÓN
No cabe duda que el mal es lo más irritante que hay en el
mundo. Perturba a la vez el corazón y la razón, poniéndolos frente a los
grandes interrogantes. ¿Dios o la idea de Dios pueden ayudarnos a pensar en
esta realidad desconcertante? Si no hablamos del hombre tal como es en su
fragilidad, ¿de quién o de qué estamos hablando? Dejando todo lo demás – el
hombre, Dios, el mundo – en suspenso, hay que comenzar por esta
cuestión que no permite – no debería permitir – ningún engaño, ninguna
trampa del pensamiento. Es una cuestión fundamental.
2.2      ASPECTOS   CLAVES                                  DE       LA
      CUESTIÒN DEL MAL

La cuestión del mal es de tal categoría que no solamente parece rebelarse
ante las respuestas, sino incluso unirse al mismo cuestionamiento. Como si
se tratara de un cuestión que se resistiera a sí misma, confesando así una
radical irracionalidad. Las grandes preguntas:
 ¿De dónde viene el mal?
 ¿A qué se debe el mal?
 ¿Cómo es posible el mal?
 ¿Es un misterio insoluble el mal, el sufrimiento?
Pero, a pesar de todo, a costa de caer en un mal todavía peor,
 ¿podemos dejar los hombres de seguir llamando a la puerta?
 No sería eso renunciar a nuestra humanitas?
Somos unos seres que no podemos renunciar a preguntar. La
cesión de este derecho sería ya conceder la victoria, la más sutil de las
victorias, a los que no tienen ningún mérito para ello.




¿Y entonces? Entonces surge la sospecha de que quizás se haya eludido la
cuestión por no haber sido bien planteada. Queda en pie la
posibilidad de intentar la explicación de las cuestiones sin respuesta. Y
entonces, en nuestro caso, cabe plantear una hipótesis y una tesis.
LA HIPÓTESIS:


                Nos hemos entretenido demasiado en cuestiones
                anónimas y “seculares” – de dónde provienen el
                mal? Por que? De qué manera?, etc.-. No nos hemos
                atrevido a hacer del cuestionamiento un problema
                específico    del    creyente,   que   consiste     en
                confrontarlo directamente con su nombre
                propio. Como lo hace por otra parte, a su manera, el
                hombre de cada día, que no deja, en esta materia, de
                preguntar a su Dios – “Por qué te duermes Señor?”
                Sal 43,23; “Señor si hubieras estado aquí”, Jn 11,21.
LA TESIS:
Es que deberíamos intentar en teología esta misma audacia. Convencidos
de que allí se encuentra una respuesta original. Es verdad que el
mal pueden y deben ser estudiados en sí mismos, filosóficamente, cara a
cara, ya que es el mal del hombre, el sufrimiento de la persona
humana.

Pero no es ninguna distracción, ningún olvido ni evasión, sino todo lo
contrario, mirarlo de cara a Dios. Quizás sea solamente entonces,
por haber llegado hasta allí, cuando se vea mejor y Si aquí el hombre
levanta a veces sus gritos para “insultar” a Dios. ¿no deberá el creyente
ser el que lleva toda esa cuestión “hasta el altar de Dios”?
Por tanto, no hay duda de que a veces hay que llegar hasta el
borde de la locura para encontrar las palabras que digan lo que
hay que decir. “Esta disputa entre el hombre y Dios podría
parecer inconveniente, debido a “la distancia” que los separa.
Pero hay que tener en cuenta que la diferencia de las
personas no cambia para nada la verdad. Cuando se
busca la verdad, sea quien sea el adversario, uno es invencible”.
 Contra Dios:                Existe el mal, luego no
existe Dios. Dios considerado como responsable
directo o indirecto del mal es la forma más clásica, la
más popular del ateísmo decepción que recae sobre
la imagen que uno se forma de Dios. El Dios que no
ha podido o querido impedir el mal no existe, ni
puede existir a no ser que se le considere como
perverso o inútil y entonces se destroza su
imagen.

Su Dios es omnipotente todo lo puede. Si todo lo
puede, por qué no evitó el maremoto? Si no lo evitó
es señal de que o no es omnipotente o no es bueno –
como dijo el poeta: si era para deshacerlo, para qué
hacerlo?


Objeción:

Acá está en cuestión no la existencia de Dios, sino la imagen de Dios.
El problema adquiere una dimensión muy distinta: una cuestión abierta: cuando el
hombre reacciona porque sufre y sangra y porque está animado por un elevado
deseo, la cuestión debe ser planteada de nuevo. Excluye a Dios por
defecto: no hay Dios.
    En defensa de Dios:               Hacer a Dios inocente de toda
responsabilidad culpable en el mal, en el sufrimiento.  Únicamente se
introduce el principio de la permisión del mal a fin de salvaguardar la
libertad del hombre.
                          Objeciones:

                           Se deja la impresión de querer disculpar a Dios
                          demasiado a prisa, sacarle de un apuro, “El Dios de
                          Job, de Jacob y de Jesús no señaló nunca sus
                          preferencias por los discursos tranquilizantes y
                          prematuros”.
                           “Excusa no pedida, es acusación manifiesta”.
                           Todo depende de la imagen que tengamos de
                          Dios.
                           La teodicea no debe impedir a Dios oír el clamor de
                          su pueblo. La blasfemia suele ser más bien un grito
                          contra el mal, que un grito contra Dios: el mal es algo
                          demasiado monstruoso para que se le pueda mirar con
                          otros ojos que no sean los del escándalo. El
                          discurso sobre Dios, el mal y el sufrimiento no puede
                          acallar el grito que el hombre dirige a Dios.

                          Excluye a Dios por exceso: está por encima de la
                          cuestión. Se llegaría casi a decir que el mal no le
                          importa.
Opiniones:


Estos dos tópicos dejan el problema del mal al margen de Dios y
esto es una pena ya que esta terrible cuestión ganaría mucho si
la relacionamos con él.

Entonces, una de dos. O bien la hipótesis no era pertinente, pero esto
está por probar, o bien y es lo que nos parece más acertado la
relación que se establece entre Dios y el mal no
estaba bien planteada y hay que plantearla de otro modo.

Hay una mayor preocupación por Dios que por el mal y por el hombre.
 Se excusa o se defiende a Dios y llegamos a olvidar el mal –
Heidegger habla del “olvido del ser”. No se ha llegado al fondo de un
problema que tiene sus repercusiones incluso en Dios; al orillar a
Dios, se ha eludido un problema tremendamente humano. Ha habido
preocupación por Dios - su defensa o negación, de qué Dios se
trata - no por el hombre – su problema: el mal.
•   Hacia Dios: Sin maldecir, pero sin callarse. Hablar
diciendo algo. Asumir con valentía este problema. El cristiano
y Job se dirigen a Dios con vehemencia. Esta vehemencia es la
de la fe: reproche – Gen 3,12 – proceso – Job 13,3
pregunta bien planteada Salmo 115,10. El mayor error
en este caso es sin duda el de encerrarse en el silencio frente a
Dios. Hay que romper el silencio.

Hablar es creer en una presencia. Y creer en una presencia es
creer en la posibilidad de una respuesta. El
grito dirigido a Dios no se lo podemos dejar
solo a los increyentes.

Jacob, Job y Jesús se dirigieron a Dios, le hablaron bien para
preguntarle - “por qué Señor” – bien para orarle- “Padre
si es posible...” bien para expresar su rechazo– “Daré
rienda suelta a mis quejas” o su aceptación “que no se
haga mi voluntad”.

En vez de conservar estas actitudes para si, el creyente las
dirige a Dios. Esta actitud vincula la fe con el coraje. Es la
lógica de la fe.
En Dios:
Mientras la teodicea mantenía a Dios a distancia y habla de la
permisión del mal, la escritura          nos muestra a Dios
escandalizado por el mal y en combate contra él.
Dios es el adversario del mal.              Es el primero que se
plantea esta cuestión ya que no pertenece a su plan, a su Proyecto
de Vida Plena. Dios “cae desmayado” ante el mal.

El hombre descubre que el combate que ha emprendido, por ser el
mismo combate que de Dios, lo lleva a cabo EN DIOS. Nuestro
clamor coincide con el de Dios; más aún le permite a Dios
manifestarse tal como es el. En el combate contra el mal es Dios
quien lleva la iniciativa, es el primero en sentirse afectado. El
mal es irracional e inadmisible.

Dios es en cierto modo la respuesta al mal. El mal no es entonces
una objeción contra Dios, sino que es más bien Dios el que se
convierte en objeción contra el mal. Es el combate de Dios. Es un
Dios totalmente distinto el que aquí se descubre Job
42,5.

El Dios de Abraham y de Jesús, el que se conmueve ante el mal,
“misericordia motus” – Evangelio – y no “inmóvil” –
Aristóteles -, que se pone de parte de las víctimas,
haciéndose el mismo víctima y poniendo su poder en este
servicio y para este servicio es un DIOS DISTINTO, un Dios que
asume el mismo la rebelión.
Ese Dios en sí, al hacerse Dios para nosotros, nos recuerda que
el problema del mal es cuestión teológica. Más aún si hay alguna
pregunta teológica, es esta.               Mucho más teológica que
filosófica. Se trata de “encontrar en Dios la discusión interior del
hombre”.
2.3. DIOS EN EL ENIGMA DEL MAL
Objetivo:       Dirigir sobre el mal y sobre el sufrimiento una mirada algo
distinta de la que solíamos tener hasta ahora; para esto nos apoyamos en la
Escritura.
  Como se presenta el mal al hombre... y a
Dios?




Lectura Hermenéutica del Texto: Génesis 3

 Para el Génesis, el mal es lo que no estaba previsto. No
pertenece al plan, a la idea de la creación. El mal, por tanto, está
desprovisto de sentido, es un irracional absoluto, es una SORPRESA.

 Pero el mal existe. Después de la creación, el relato bíblico
constata la aparición del mal proveniente de un personaje desconocido, del
demonio – serpiente única responsable del mal, que no es de este
mundo; ha entrado en él, ha venido de fuera.
La desgracia del mal

Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y
                                             La aparición del mal
radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de buscarse del
                                            no debe
una responsabilidad sino el de un accidente, de
                                            lado de Dios. Todo en el
un desastre, de una desgracia, de algo edén -, el diluvio,
                                            Génesis – El
“demoníaco” (“lugar de un enigma”). y Gomorra. Babel –
                                            Sodoma El
supremo sin sentido. Quizás no pueda pasa salir a
                                             uno   como si Dios se
luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado,
                                            escandalizara,          se
escandalizado.                              sorprendiera, se indignara
                                        ante el mal. Y en el Nuevo
                                        Testamento Jesús también se
                                        sorprenderá frente al mal.

                                         En estos relatos de los
                                        orígenes la primera aparición
                                        del mal tampoco se buscó de
                                        parte del hombre. Es verdad
                                        que el hombre consciente,
                                        pero el mal le precede. Es el
                                        adversario.
La desgracia del mal

Esto nos desgracia el mal, en este nivel primero y
       La enseña que del
                mal
radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de
una responsabilidad sino el de un accidente, de
un desastre, de que el desgracia, de algo
      Esto nos enseña una
“demoníaco” nivel primero
    mal, en este (“lugar de un enigma”). El
supremo sin sentido. de una no pueda uno salir a
     y radical, no es el Quizás
luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado,
   culpabilidad, ni tampoco el
escandalizado.
      de una responsabilidad
           sino el de un
       accidente, de un
        desastre, de una
        desgracia, de algo
    “demoníaco” (“lugar
     de un enigma”). El
   supremo sin sentido.
    Quizás no pueda uno salir
    a luchar contra el mal más
         que sorprendido,
    extrañado, escandalizado.
La Malicia de lo demoníaco
La desgracia del mal
El mal no entra en ningún discurso de
 Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y
justificación, ni moral, ni racional. Es algo
 radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de
impenetrable, incomprensible. Al mal se le
 una responsabilidad sino el de un accidente, de
llama mal, es su verdadero nombre a
 un desastre, de una desgracia, de algo
saber, irracional.         Al mal, que en
 “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El
términos filosóficos se le designa
 supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a
como un desastre, una desgracia, en
 luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado,
términos teológicos es llamado
 escandalizado.
demoníaco, sin esperanza alguna de
justificación.


Ahora hay un culpable, tiene un nombre: demonio.          Como vemos la
cuestión de la culpabilidad no ha quedado en el olvido, pero se plantea en
su verdadero lugar lo demoníaco. No se trata ni de Dios ni del
hombre. El mal no es de este mundo; ha entrado en el; ha
venido de fuera. Se le designa como lo no – admisible pertenece a
“un orden del desorden”.

El mal tiene la característica de parecerse al azar: des-orienta al hombre
respecto a su finalidad.
La desgracia del mal
                            La prioridad de la víctima
Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y
                              El occidente cristiano preocupado por la
radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de
                              culpabilidad        se ha regido por una
una responsabilidad sino el de un accidente, de
                              búsqueda prioritaria del culpable.
un desastre, de una desgracia, de algo
“demoníaco” (“lugar de un enigma”). El
                              Por el contrario el Evangelio se interesa
supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a
                              mucho menos por el culpable que por la
luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado,
                              víctima que se encuentra bajo la presión del
escandalizado.
                              mal, por el inocente que sufre un mal
                              inmerecido.

                            La Parábola del Buen Samaritano, nos muestra
                            claramente la prioridad evangélica no
                            desviar la atención del verdadero lugar en el
                            cual se encuentra el mal irracional y
                            trágico      que es donde debe aportarse
                            prioritariamente la salvación.

                            Así el lugar de “una responsabilidad de
                            perdición” queda ocupado por “una
                            responsabilidad de salvación”.
La desgracia del mal
Lalógica desconcertante del Evangelio llega hasta el
punto de que esté como ausente del mismo, la
Esto nos enseña que el favor del cuidado de
persecución del culpable amal, en este nivel primero y
la víctima. el de una culpabilidad, ni tampoco el de
radical, no es Condenar no es olvidarse de que lo
importante es combatir el malde un mismo sitio en de
una responsabilidad sino el en el accidente,
que ha dejado los desastres de desgracia, si de algo
un desastre, de una su “victoria”? hay
que juzgar, condenar, hagámoslo ciertamente porque El
“demoníaco” (“lugar de un enigma”).
hay que hacerlo, pero siempre pensando en
supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a
salvar,     no por otras razones. Como dice el
luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado,
comisionado de paz “mi línea es la justicia
escandalizado.
restaurativa. No creo en las penas largas de cárcel.
Ese es un viejo modelo de venganza”.


La Condición Humana

Entramos en un último aspecto: El pecado del hombre. se trata del tema
de la tentación. La entrada del hombre en el mal no fue más que un
consentimiento.
La culpabilidad humana que ciertamente existe entra en juego
relativamente tarde. Por esto, no se debe plantear todo el problema en
términos de culpabilidad.
2.4. SITUACIONES DE LA PERSONA
        HUMANA FRENTE AL MAL

     El hombre frágil: Ante la sorpresa del mal la
        vulnerabilidad a lo que viene de fuera, a la
      seducción: el arte de presentar el mal bajo la
                   apariencia del bien.


             La fragilidad ante la emboscada que Satanás había preparado y
                             la magnitud de la tentación.




La fragilidad en el hombre que no puede estar siempre
  alerta. Alguna vez nos adormecemos todos.



                       La fragilidad por superficiales más que por malos .

                       La fragilidad casi infantil, ante el espejismo del mal
                                      disfrazado de bien.
El hombre tentado: Fue sorprendido y cayó
    víctima de la tentación. Dejó que “el orden del
       desorden” “el orden demoníaco” sustituyera el
    orden divino, el proyecto de Dios, su plan de Vida
                           Plena.

                 El pecado no es una perversidad
               verdaderamente inmanente al hombre,
                  de lo contrario habría que llamar
                diabólico al hombre y esto no es así.


   El pecado desvía al hombre de su finalidad. Es un
           consentimiento no una invención.


El pecado no es el mal, sino el consentimiento en el mal.


  El pecado puede ser perdonado; el mal no se puede
                    absolver.
El hombre desviado: Por la seducción y
   la tentación que revelan el misterio más
 profundo del mal, el que mejor manifiesta la
alienación inconsciente que nos amenaza a
          todos, culpables y víctimas.




           Somos desviados impedidos de
           llegar a ser nosotros mismos.
           Impedidos de conseguir nuestra
           plenitud como personas. Nuestra
           humanidad.




          Somos desviados por la tentación. El problema está ahí: Ilustra el
          tema del mal como extravío, como desliz, como resbalón.         El
          consentimiento abre el camino de entrada para el mal.
El hombre víctima: Es más urgente
                               la ayuda a las víctimas que la denuncia de
                                             los culpables.


                       Víctima para el cristianismo, en el tema de la
                        tentación, es el mismo culpable sin que por esto
                       minimicemos la responsabilidad de los que oprimen
                          y destruyen. A ellos los debemos combatir.




la víctima como el culpable, el culpable como la
víctima, necesitan de salvación. La salvación
se dirige al culpable y a la víctima. para la visión
cristiana el culpable no es un culpable absoluto


Víctimas somos todos y de la tentación del dinero,
del poder, del saber, del placer. En este terreno no
hay monopolios.
El hombre liberado: El mal radical
         está delante de mi y no en mi mismo


Esta liberación evita que nos hundamos en una
culpabilización excesiva. La culpabilidad no
 es lo único grave y su comprensión y sus castigos
             no son lo único importante.


                                     Esta liberación nos hace comprender
                                     que el mal puede y debe ser combatido. Es
                                       un adversario seductor al que hay que
                                                       vencer.
                                    Esta liberación no resta importancia a
                                    la seriedad de nuestro pecado que nos hace
                                              perder nuestro horizonte.

                                    Esta liberación nos lleva a insistir más
                                          en la víctima que en el culpable.
2.5. CÓMO SE VA ENTRETEJIENDO LA
             TRAMA DEL MAL?
 La Ética: Des- moralización de la cuestión del mal

El problema del mal más que un problema moral – subjetividad,
culpabilidad, conciencia, intenciones... es un problema de destino,
de significado.

 Aspecto positivo de la moralización del mal: Desfatalizar
el mal autorizando la lucha contra él. la culpabilidad solo adquiere sentido
con la responsabilidad.

 Aspectos Negativos de la Moralización del Mal:

 Moralismo de Culpabilidad:

Ha hecho creer que la culpabilidad ocupa todo
el terreno del mal.     Responsabilidad, no
coincide exactamente con culpabilidad. Hay
que luchar por la sana culpabilidad.
 Moralismo de Culpabilización:

Que puede llevar a una culpabilización
excesiva, verdadera intoxicación de la
conciencia que conduce a un fatalismo
peor,     que      envenenaría toda nuestra
existencia. Seguro que somos culpables pero no
exageremos. Cuidado con las obsesiones. No se
debe luchar contra el mal apoyados en otro mal.
Cuidado con patologías individuales y sociales.




                            Moralismo de Justificación:

                           No puede ser verdad que todo mal que se sufre
                           sea debido a un castigo. Una teología de
                           “perro guardián”, “una doctrina demasiado
                           abrupta del castigo, no hace justicia ni honra a
                           Dios. No se puede dar una justificación sutil e
                           inconsciente del mal.     “El sufrimiento
                           sigue siendo extraño a la razón”.
 La Dogmática:         Re-dogmatización del misterio
del mal




 El problema de Dios: con los discursos de justificación es la
misma imagen de Dios la que se ve en entredicho y quizás de una
forma definitiva. Hay que correr el riesgo del lenguaje de la verdad.
 Dios no pide aplausos imbéciles. Dios ha de recobrar su
verdadera medida. La de un protagonista en el drama del mal:
Es el adversario radical del mal. Con el mal tiene una relación
de enfrentamiento y de combate, no ya motivado por un ultraje
contra él, sino movido por la injuria que ha cometido el adversario contra
nosotros.

Con esta visión de las cosas percibimos a un Dios que se parece
más a lo que el mismo parece ser, a aquel de quien hemos recibido el
derecho de esperar y aquel a quien buscamos en nuestro destino. La
ofensa a Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos
como en que se atente contra nuestro destino.
 El misterio del demonio: Su perversidad está no tanto en
engañarnos sobre el bien por adquirir, sino hacernos creer que el pecado
es el único medio de acceder al bien. Así es precisamente como el
pecado nos hace daño: nos aparta de nuestra realización, de nuestra
verdadera humanización.      No se trata, por tanto, de un asunto
simplemente moral y subjetivo, sino metafísico y objetivo. El mal que es
un exceso, en el hombre es un defecto.
Sabemos que el problema del mal le preocupa seriamente a Nuestro
Dios. Los discursos demasiado ligeros a su favor no le honran demasiado,
ya que no respetan su propio “aturdimiento”.

Dios, probado en sí mismo, está precisamente a nuestro lado en este
asunto. El es el adversario del mal. “Sorprendido” por el mal,
escandalizado por el daño que se le hace a su creación que el consideraba
buena y hasta muy buena el mal no se le escapa a Dios, que lucha
constantemente contra el; pero la lucha es larga pues presupone nuestra
libertad que Dios siempre respeta.
Dios sabe algo que nuestra teodicea racional ignoraba:          que el
problema del mal no se resuelve con un discurso, sino
con un COMBATE. La muerte del Señor en la cruz, en donde “venció a
la muerte con la muerte” no tiene nada de la muerte solemne de Sócrates.
Es que no se trata de hablar sino de luchar y combatir.

Esta es la verdadera respuesta de la fe, de la Teología al problema del mal.
Una cuestión que no soporta ninguna justificación, sino un combate y
una victoria.
INTRODUCCIÓN

El problema del mal, ha sido siempre,
incluso para los creyentes, la gran
prueba de fuego de la fe. Para el
creyente, el mal es una pesada
sobrecarga. Además de padecerlo
tiene que compaginarlo con la
existencia de un Dios bueno y
“todopoderoso”
3.1. DOS TRADICIONES SOBRE EL MAL


La Paulina prolongada por   La Sinóptica que culmina
     San Agustín                    en Lucas
   MAL CULPABLE –             MAL DESGRACIA –
 COMETIDO, BUSCADO                 SUFRIDA
1. Se alimenta del relato del 1. Hunde sus raíces en el libro de
Génesis 3 sobre el pecado Job punto culminante de esta
original.                     tradición.

2. El mal es interpretado en clave 2. Es el mal que destruye al
de pecado.                         inocente, y lo que le es más
                                   querido:    familia, salud, bienes
                                   materiales. El mal es interpretado
                                   en clave de sufrimiento.

3. Se dice que es un “mal 3. Es el “mal inmerecido” –
merecido”. Es el fracaso de la Lucas 10, 25-37.
responsabilidad
4. Pone el    acento   en   los 4. Pone el       acento   en   las
culpables.                      víctimas.

5. Sensible al mal moral. Se 5. Sensible al mal físico: se
preocupa por el pecado del preocupa        más     por  el
hombre.                      sufrimiento del hombre.

6. Para enfrentarlo promueve el   6. Para enfrentarlo se preocupa
auge del ascetismo individual y   por sanar la enfermedad, por
de implacables exámenes de        luchar contra el hambre, por
conciencia.   Se rige por el      construir la ciudad de la
miedo.                            Misericordia.               “La
                                  Misericordia libra de la muerte y
                                  purifica de todo pecado”.
7. Jesús se alineó dentro de esta
7. Ha prevalecido en occidente: la
pastoral del miedo.            tradición Jn 9, 2-3, respondía a la
                          Su gran
impulsor fue San Anselmo por laimagen de su Dios: El Dios de la
imagen de un Dios severo y     Misericordia; de su proyecto. La
exigente.       Con dos grandesllegada del Reino pondría fin al
perdedores:                    llanto,  al  hambre,   la   sed,   la
                               persecución.                     Las
   El Cristianismo sometido a Bienaventuranzas             anuncian
importantes desfiguraciones y, comida, risa, gozo y alegría.    Sus
 el hombre que ha tenido “milagros” están en esta línea.
indecibles sufrimientos y angustias.
Hubo épocas en que el mal – desgracia
– epidemias, terremotos, guerras, Perdona a todo el que cree en el
carestías – fue interpretado como perdón.
consecuencia del mal – culpa.
                                       Su Dios no era un contador público.
Esta   teología      del     castigo
supuso que el cuerpo era un mal
aliado. Sobre el recayeron vigilias,
ayunos, azotes y toda clase de
desprecios y por otra parte el mal –
desgracia el que más subleva tenía
una explicación envenenada:
no había mal que no fuera culpable.
4.1. EL MAL ASUMIDO
También Jesús fue víctima del mal –
desgracia: Su crucifixión fue el último
eslabón de una cadena de rechazos. Sufrió
la muerte que todos procuraban evitar, la
más humillante. Como dice hermosamente el
mártir luterano Bonhoiffer “Jesús murió ante
Dios y sin Dios” Marcos 14. 33,34 – 35,37-
Salmo 22. Murió como un excluido en un
ambiente de sufrimiento y esperanza. La
causa de su muerte fue su vida, su
proyecto a favor de los más débiles.
4.2. EL MAL VENCIDO

El Antiguo Testamento:            Soledad e injusticia

La fe en la resurrección fue un intento atrevido de recuperar la historia de
los vencidos, de las víctimas, estar seguros que la soledad y la injusticia
no se alzarían con la última palabra. Israel concibe otro mundo para
arreglar cuentas con este.
El Nuevo          Testamento:              Atrevimiento
definitivo

La resurrección de Jesús es el problema límite del
Nuevo Testamento. Evocar este tema es tan difícil como
hablar de Dios. Se considera que la fórmula “resurrección de
los muertos “ y el término “Dios” son equivalentes. Por esto
solo percibe la dignidad de la resurrección quien no
dogmatiza sobre ella, quien la evoca y la narra como el
despertar del sueño a una nueva vida, quien la evoca con
temor y temblor intentando tres vías de aproximación
 a ella:
 El factor visual: Destacar la corporeidad del resucitado. El que de alguna
forma se hiciera, visualmente presente.
 El sepulcro vacío: Fuente de extrañeza, sorpresa y consternación.
 El testimonio de Pablo: 1 Cor. 15, 3-5
Son el mejor vehículo para aproximarse a la historicidad de la resurrección.
     Un texto muy cercano a los hechos que narra. A seis u ocho años de la muerte de
    Jesús.
     El contenido de texto es anterior a la redacción del apóstol: Pablo afirma que
    trasmite “lo que ha recibido”.
     Es una fórmula de catecismo apta para ser memorizada.
     Pablo se incluye en la cadena de testigos. En el parece que se produjo una especie
    de movilización interior, de encuentro con el resucitado que le puso a
    la escucha de la Palabra de Dios y le dio fuerza para iniciar un nuevo itinerario.
    Gal 1,15.
Del mal objeción contra Dios, se pasa a Dios objeción contra el mal.
Dios justificado por el hecho mismo de que es el que objeta y combate
contra el mal. Dios prueba a Dios. Y prueba también al
hombre. Dios no quiere la muerte del hombre, el trabaja para que
pueda comprenderse en el encuentro consigo mismo, es decir, como
poder divino. Que viva Dios para que viva el hombre. Dios no
es la justificación del mal, es la justificación del hombre Dios no es
más que SALVACIÓN.

No hay derecho a decir demasiado a prisa que no hay problemas y que todo
va bien como en el mejor de los mundos posibles.                      El
redescubrimiento           de un Dios ciertamente más frágil y
vulnerable es lo único que puede liberarnos. Porque ese Dios
que no elude la responsabilidad se muestra mucho más poderoso.
Pensaremos lo mismo que aquellos de los que habla el Corán: que “no existe
ningún refugio contra Dios fuera de él” - 9,118-. Porque Dios soporta
la crítica. Si no, ¿creemos de verdad en el? Si la teología estudia a Dios
en su revelación, la teodicea lo busca en su objeción – Deus
absconditus -. Lugar casi tan sagrado, ya que en él se encuentra el hombre que sufre –
res sacra homo, incluso y sobre todo entonces -. Este descubrimiento de un
Dios frágil, como desnudo ante la objeción, resulta más glorioso
para él que los discursos que lo ocultan en una falsa grandeza.




Hay que acabar cuanto antes con ese Dios falso, que responde a nuestros sueños
infantiles, un Dios a imagen de nuestros fantasmas de omnipotencia nunca perturbada.
Los “defectos” de Dios que revela una objeción que no tiene miedo de sí misma, no son
muchas veces más que los defectos – en el sentido de defectos - de unos atributos que
no son dignos de Dios, sino dignos tan sólo de nuestro infantilismo, incapaz de
concebir a Dios tal como es, a saber, no en lo que nosotros le atribuimos – “atributos” -,
sino en lo que él es, en sus “propiedades” precisamente.
Tan sólo así recobrarán la teodicea su carácter científico y podrá
responder a las cuestiones planteadas.                  Creo que la teodicea
tiene ante sí todo un porvenir.             El hombre siempre necesitará salvación,
justificación. La teodicea recobrará esta función eminentemente de
antropodicea.         Llegando hasta el final de la nube. Entonces volveremos a
encontrar al hombre, ya que habremos llevado con nosotros su contestación. Los
creyentes tienen que evitar el error de no mirar la dificultad cara
a cara. De lo contrario, si sólo sienten esa dificultad los no creyentes, acabarán
creyendo que nosotros no tenemos oídos ni palabras. Serán ellos los únicos que
recuerden la realidad de la objeción y nosotros no tendremos derecho alguno a decir
que están equivocados. Así pues, esta nueva teodicea volverá a encontrar al hombre.
Y de este modo volverá a encontrar al verdadero Dios, al “Dios verdadero
nacido del Dios verdadero”.

Tan sólo después de pasar por el crisol de la probación llegará la gloria de la prueba.
A la gran narración de tanto mal en el mundo, el cristianismo opone otra
gran narración:    La de la vida, muerte y resurrección de
Jesús. Un Jesús a quien Dios no libró del mal, pero protegió en el mal.

Lo específico de la respuesta cristiana al problema del mal no consiste en
reconciliarse con la negatividad, sino en reconciliarse con Dios a
pesar de la negatividad. “En dar razón de nuestra esperanza” 1
Pedro 3,15. “En creer contra toda esperanza” Rom. 4,18.
4.3. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR ESPERANZA
      EN LA REVELACIÓN BÍBLICA?




Rom. 15, 42  Esperanza efecto de la paciencia.
Rom. 5,3  Esperanza efecto de la paciencia fundamentada en el amor.
Gal. 5,5  Esperanza efecto resultante de la fe.
1 Carta a los Tesalonicenses: primer ensayo literario que Pablo hace para
configurar de manera unitaria la originalidad del cristianismo.

El eje de la carta es la teología de la elección por medio del Evangelio. No
un aparato doctrinal abstracto, sino la acción salvadora de Dios por
Cristo Resucitado que acontece en nosotros por su Espíritu.

Su armazón interna gira alrededor de la fe, el amor y la esperanza como
componentes esenciales del Evangelio.
La esperanza por tanto es un don - el Resucitado – que nos salva de
nosotros mismos, es decir de nuestra tendencia a encerrarnos en los
límites de nuestra propia finitud, a gloriarnos de nuestra propia auto-
suficiencia y de nuestro esfuerzo por proteger nuestros propios intereses.
Érase una vez un viejo que nunca había sido joven. En realidad,
 en toda su vida no había aprendido nunca a vivir. y como no
 había aprendido a vivir, tampoco era capaz de morir. No tenía
esperanzas ni preocupaciones; no sabía llorar ni sonreír. Nada
  de lo que sucedía en el mundo le hacía sufrir, ni siquiera le
                         impresionaba.

  Pasaba los días ocioso a la puerta de su cabaña, sin dignarse
 mirar nunca al cielo, el inmenso cristal azul que, también para él
   el Señor limpiaba todos los días con el suave algodón de las
  nubes. Algunas de las personas que pasaban le preguntaban.
  Tenía tantos años que creían que era muy sabio y trataban de
 conocer el tesoro de su experiencia secular. “Qué tenemos que
  hacer para conseguir la felicidad?”, preguntaban los jóvenes.
“La felicidad es un invento de los estúpidos”, respondía el viejo.
   Pasaban hombres de ánimo noble, deseosos de ser útiles al
 prójimo. “¿Dé qué modo podemos sacrificarnos para ayudar a
  nuestros hermanos?”, preguntaban. “Quien se sacrifica por la
humanidad está loco”, respondía el viejo, con un gesto siniestro.
    “¿Cómo podemos dirigir a nuestros hijos por el camino del
 bien?”, le preguntaban los padres. “Los hijos son serpientes”,
respondía el viejo, “de ellos sólo se pueden esperar mordeduras
                            venenosas”.
También los artistas y los poetas se acercaban a consultar al viejo,
      considerado sabio por todos. “Enséñanos a expresar los
sentimientos que tenemos en nuestra alma”, decían. “Sería mejor
que os callarais”, gruñía el viejo. Poco a poco sus ideas malignas
y tristes contagiaron al mundo. desde su ángulo escuálido, donde
no crecían flores ni cantaban aves, Pesimismo (porque éste
era el nombre del viejo malvado) lanzaba un viento gélido sobre la
 bondad, sobre el amor, sobre la generosidad que, golpeadas por
  aquel soplo mortífero, se marchitaban y se secaban. Todo esto
disgustó mucho al Señor, que decidió poner remedio. Llamó a un
   niño y le dijo: “Ve a dar un beso a aquel pobre viejo”. El niño
                              obedeció.
 Rodeó con sus brazos tiernos y rollizos el cuello del viejo y le dio
       un beso húmedo y ruidoso en la cara llena de arrugas.

Por primera vez el viejo se asombró. De pronto sus turbios ojos se
volvieron límpidos. Porque nadie lo había besado nunca. De este
   modo abrió los ojos a la vida y después murió, sonriendo”.
4.4. TEXTOS
            BÍBLICOS
       Por qué?               En el principio creó        “Puedo rebelarme contra un Dios
     •Job 21;                         Dios...              que reina felizmente sin ser molestado
     •3.3-4.                    •Si 4, 1-4;                 o en una trascendencia apática, por
     •11-13;                    •Isaías 45,7:                encima de todo sufrimiento. Pero
     •3,20-26                   •Si 11,14;                 no puedo rebelarme contra el
                                •Jn 9, 1-2;                  Dios que en el sufrimiento de
                                •Job 4, 7-9                 Jesús me ha revelado toda su
                                •1 Cor 15, 54-55                       compasión.
  Si hubieras estado          Lloró amargamente
          aquí:                 •Sant. 4, 1-3;
     •Jn 1,17-21                •Sal 22, 10-12;               Puedo rebelarme contra una
     •Mc 4,37-38                •Jn 11, 28-37;              justicia divina considerada como una
     •Mc 4,40;                  •1 Jn 4,7-10                   entidad abstracta, y contra una
     •Jn 11,26                  •Mc 3, 1-6                  armonía del universo preestablecida
                                •Jn 15,13                    para el presente y postulada para el
                                •Mt 25, 34-40.
                                                                             futuro.

Pero no puedo rebelarme contra el amor del Padre de los perdidos, manifestado en
Jesús, contra el amor sin presupuestos y sin límites que abarca también nuestro dolor, aplaca mi
indignación, sacude mi frustración y me permite soportar las incesantes desventuras de la vida
para resultar al final victorioso.
El amor de Dios no me protege de todo sufrimiento. Pero me protege en todo sufrimiento.
De este modo se esboza para mi en el presente lo que se cumplirá... en el futuro: la victoria
definitiva del amor de Nuestro Dios que no es un ser indiferente e insensible, sordo al dolor
y a la injusticia, sino que ha tomado y se tomará siempre en serio el sufrimiento de los hombres”
Hans Kung.
Escándalo y Tentación   Dios mío, Dios mío por
                                        •1 Cor 1, 22-23       qué me has abandonado?
                                        •1 Cor 1, 20-25           •Mc 8, 34-38
                                        •Mt 16,21-23              •Mt 11,28
                                        •Mt 26, 30-31             •1 Cor 2,2-5
                                        •Gal 3,13                 •Mt 27, 39-44
                                        •1 P 2,4-8                •Is 53, 3-8
                                        •Fil 2, 5-8               •Mt 12, 18-21
                                        •Jn 6                     •Is 42, 1-4




“¿Qué es morir
sino entregarse desnudo al viento
y fundirse con el sol?
¿Y qué es dejar de respirar
sino liberar el aliento de sus inquietos vaivenes
para que pueda elevarse,
expandirse y buscar sin trabas a Dios?
Sólo cuando bebáis del río del silencio
podréis cantar de verdad.
Y cuando hayáis alcanzado la cima de la
montaña,
entonces empezaréis a ascender.
Y cuando la tierra reclame vuestros miembros,
es cuando bailaréis de verdad”.
Libro de la Consolación – Is 44 – 60

La esperanza que el texto nos da: Dios nos amó,
nos ama y nos amará siempre:
                          Is 40,1;
                          Is 51,12;
                          Is 40,29;
                          Is 41,10;
                          Is 60, 9-14;
                          Is 64,7;
                          Is 54, 4-5.

Los cantos del siervo de Yahvé quieren demostrar que la
esperanza del siervo es la solidaridad.
4.5. REALIZACIÓN CONCRETA DE LA
 ESPERANZA: EL MAL DESDE LA CRUZ Y LA
              RESURRECCIÓN

 Romper el dilema de Epicuro: “O Dios puede y
no quiere evitar el mal, y entonces no es bueno o quiere y no
puede y entonces no es omnipotente”. Pensar en un mundo
finito sin mal equivale a pensar en un círculo cuadrado. El
dilema de Epicuro por esto es anacrónico y carece de
sentido.


                           La coherencia de creer en Dios a pesar
                          del mal
                          Si hay mal en el mundo, no es porque Dios – el anti-mal
                          – lo quiera o lo permita sino porque no puede ser de
                          otra manera: porque resulta inevitable. Detrás del mal
                          no se esconde un Dios que abandona, calla o se
                          desentiende, sino de un ABBA, que está volcado en
                          nosotros con toda la fuerza y la actividad de su amor
                          compasivo y liberado.
Es Dios y no nosotros el primer empeñado en la
lucha     contra    el   mal   solicitando      nuestra
colaboración. Ante el mal del mundo seguir repitiéndole a
Dios “que escuche         y tenga piedad” significa
objetivamente una perversión de las relaciones.

Nunca valoraremos bastante el realismo de las nuevas
cristologías que, con su proceder “desde abajo”, nos
devolvieron a la verdad más elemental: la de ver a Jesús
como víctima. Víctima histórica y concreta, golpeada por
el mismo mal que, en sus diversas formas, nos acosa a todos.
Por esto su destino, ilumina nuestras vidas como
acabó iluminando la suya. En la cruz culmina el
proceso histórico de la revelación sobre el mal.

                    La resurrección le quita al mal la última palabra. No niega
                    su terrible fuerza histórica, pero no lo reconoce como
                    absoluto. Por esto es posible la esperanza que sabe que
                    nada existe que la obligue a rendirse o resignarse, pues a la
                    experiencia histórica de los pequeños triunfos sobre el mal suma
                    la promesa firme de la victoria final. En este panorama
                    tantas veces desolado habita el amor de un Dios que pone
                    su gloria en acompañar con ternura incansable a todos los
                    crucificados y crucificadas de la tierra y que empeña su
                    poder en rescatar a todas las víctimas de la tierra.
Si el mal es una locura, no será otra locura la que pueda oponérsele?
5.1.  NECESIDAD                            DE            UNA
SALVACIÓN:
Todo pude ser recuperado; no hay nada irremediable
y fatal. No hay nada definitivo todo puede volver a
comenzar de nuevo. Todo puede ser salvado.

Si el mal no puede justificarse, solo se pude pensar
en combatirlo ya que puede ser derrotado de manera
responsable. Si se trata de un desastre en el destino,
se necesita una salvación. Primero hay que hablar de
salvación allí donde todos los esfuerzos humanos,
resultan por lo pronto insignificantes. Es la única
respuesta posible al carácter radical del mal.
Si el mal es un exceso no había que invocar otro exceso, a Dios, cuyo nombre o
título – como bien dijo San Pablo – es gratuidad, salida de sí mismo, gracia,
locura, prioridad, sobreabundancia, profusión, desmesura, perdón? Entonces se abre
una perspectiva muy distinta. No es ya el mal el que constituye una objeción contra
Dios. Es Dios el que constituye una objeción contra el mal.


                             No es esta para nosotros los cristianos la mejor
                             ocasión para recordar que Dios quiere conocer y
                             conoció el mal en su Hijo? El hombre – y este es
                             el mensaje cristiano - no puede pensar en ser
                             responsable más que después de haber comprendido
                             que, en este terreno como en todos los demás, su
                             Señor actuó primero y participó antes de el. Por el
                             perdió el mal todo su prestigio “dónde está muerte tu
                             victoria, dónde está muerte tu aguijón” 1 Cor 15.55. La
                             prioridad absoluta de Nuestro Dios llega hasta estos
                             abismos “Yo os he precedido” – Mt 26,32 “no tengáis
                             miedo” Mc 6,50, “Yo ya he vencido” Jn 16,33 – Ap
                             1714.

                             Tomemos conciencia no caigamos en el error de creer
                             que la ética puede bastar contra el mal. Tengamos
                             cuidado de no formular pobres recetas, es preciso ir a
                             la raíz.
5.2. LAS   MEDIACIONES                              DE       LA
SALVACIÓN:
Está claro que la salvación que trae Dios necesita las mediaciones humanas.
Cuáles deben ser?

 Discusión sobre la justicia
De todas las virtudes, la justicia es la que a
veces parece menos divina.                   No
sucede a veces que la justicia puede implicar
en el fondo, ciertos comportamientos
arcaicos? Un análisis mostraría quizás los
fermentos de agresividad que pueden
ocultarse tras las reivindicaciones. La justicia
se convierte fácilmente en acusadora, en
denunciante, fácilmente se puede dejar
animar por la venganza y el resentimiento.
Hay en ella una violencia virtual, mal
dominada.        Se ha hablado de “las
enfermedades de la virtud” y hay ciertamente
derecho a preguntar si la justicia no es la que
se encuentra más expuesta a padecerlas. Hay
algo más injusto que una justicia que se
absolutiza?.
La justicia es siempre, hágase lo que se haga y dígase
lo que se diga, un tanto redistributiva, vindicativa,
correctiva y justiciera, viendo fácilmente el bien como
simple corrección del mal. No se trata, de que
dejemos al margen la justicia sino de
reconocer sus límites en el debate y en
el combate que nos ocupan.




                    Pero no tiene esa pasión, esa “orgía”, esa “erótica”, esa
                    patética, que son las únicas capaces de responder a las
                    proporciones de una salvación.          Así pues, ¿No
                    tendremos que ver también las cosas del otro lado, del
                    lado de una “revolución” de todos los cálculos, de toda
                    cuenta y equilibrio? ¿No habrá que hablar
                    entonces de la caridad?
La justicia, en sus exigencias, es mucho más un programa de reparación
que un impulso de invención. La justicia es quizás la virtud, no solo más
difícil de definir, sino la más difícil de practicar... con justicia. Quizás sea la
virtud más corruptible, la que más se estropea y nos estropea. En la
búsqueda de la justicia uno se convierte fácilmente en justiciero y hasta en
perseguidor. El Espíritu de justicia conoce fácilmente desviaciones
patológicas.
5.3. ELOGIO DE LA MISERICORDIA, DE LA
               CARIDAD...

Constituye la mediación por excelencia puesto
que es pasión, exceso, ausencia de cálculo. Solo
busca crear frente a un mal que busca destruir,
aniquilar.   La re-creación por el amor se
corresponde con la primera creación.

No es la misericordia, el amor, el
camino escogido por Dios en el
combate contra el mal? Jesús se acerca
al que sufre “movido de misericordia, de
compasión” Mt 20,34. Es “la pasión del amor” tan
lejos del Dios pagano, inmóvil, impasible. El mal
no grita solamente venganza – que sería la
mirada hacia el culpable – sino que grita sobre
todo misericordia – compasión – que es la
mirada hacia la víctima -.
La caridad es una virtud teologal y no solamente – como la justicia – una virtud
moral. Es el camino de Dios el que se nos propone. No debemos moralizar la
caridad. “Aquí está sin duda el gran error histórico del cristianismo”. Se trata
de re-inventar la caridad. El amor de Dios es tarea nuestra. Es el
verdadero proyecto de Nuestro Dios que nos toca hacer realidad
a nosotros empleando toda la diligencia y la vigilancia concreta para que no sea
una mera ilusión.

“Nosotros creemos en el amor” 1 Jn 4,16. “Por él se nos
reconocerá” Jn 13,25 – Mt. 25.

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados

So You Don't Want to Go to Church Anymore
So You Don't Want to Go to Church Anymore So You Don't Want to Go to Church Anymore
So You Don't Want to Go to Church Anymore William P. Merchán
 
Expresión oral-proyecto-fernando-villegas
Expresión oral-proyecto-fernando-villegasExpresión oral-proyecto-fernando-villegas
Expresión oral-proyecto-fernando-villegasFernando Villegas
 
Juventud en èxtasis
Juventud  en èxtasisJuventud  en èxtasis
Juventud en èxtasisblanca Rivera
 
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillosHistoria  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillosvlroger
 
14 la amargura el pecado mas contagioso
14 la amargura el pecado mas contagioso14 la amargura el pecado mas contagioso
14 la amargura el pecado mas contagiosoVERONICAABREU6
 
6143397 01-papelucho-marcela-paz
6143397 01-papelucho-marcela-paz6143397 01-papelucho-marcela-paz
6143397 01-papelucho-marcela-pazSeanmary Gamarro
 
Santa Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio Velasco
Santa Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio VelascoSanta Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio Velasco
Santa Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio VelascoAlfredo Barahona
 
Libro Papelucho, Marcela Paz
Libro Papelucho, Marcela PazLibro Papelucho, Marcela Paz
Libro Papelucho, Marcela PazLEANDROO95
 
Juventud en éxtasis
Juventud en éxtasisJuventud en éxtasis
Juventud en éxtasisAlehBeGa
 

Mais procurados (17)

El Poder De Una Maldicion
El Poder  De Una MaldicionEl Poder  De Una Maldicion
El Poder De Una Maldicion
 
31 21 notas biográficas de elena g. de white www.gftaognosticaespiritual.org
31 21 notas biográficas de elena g. de white  www.gftaognosticaespiritual.org31 21 notas biográficas de elena g. de white  www.gftaognosticaespiritual.org
31 21 notas biográficas de elena g. de white www.gftaognosticaespiritual.org
 
Cuentos 2
Cuentos 2Cuentos 2
Cuentos 2
 
So You Don't Want to Go to Church Anymore
So You Don't Want to Go to Church Anymore So You Don't Want to Go to Church Anymore
So You Don't Want to Go to Church Anymore
 
PABLO IBAR VASCO CONDENADO A MUERTE EN FLORIDA “Cuando el jurado me encontro ...
PABLO IBAR VASCO CONDENADO A MUERTE EN FLORIDA “Cuando el jurado me encontro ...PABLO IBAR VASCO CONDENADO A MUERTE EN FLORIDA “Cuando el jurado me encontro ...
PABLO IBAR VASCO CONDENADO A MUERTE EN FLORIDA “Cuando el jurado me encontro ...
 
Expresión oral-proyecto-fernando-villegas
Expresión oral-proyecto-fernando-villegasExpresión oral-proyecto-fernando-villegas
Expresión oral-proyecto-fernando-villegas
 
Juventud en èxtasis
Juventud  en èxtasisJuventud  en èxtasis
Juventud en èxtasis
 
La Puerta del Dolor
La Puerta del DolorLa Puerta del Dolor
La Puerta del Dolor
 
El xi mandamiento
El xi mandamientoEl xi mandamiento
El xi mandamiento
 
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillosHistoria  sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
Historia sobre un corazon roto y tal ves un par de colmillos
 
14 la amargura el pecado mas contagioso
14 la amargura el pecado mas contagioso14 la amargura el pecado mas contagioso
14 la amargura el pecado mas contagioso
 
6143397 01-papelucho-marcela-paz
6143397 01-papelucho-marcela-paz6143397 01-papelucho-marcela-paz
6143397 01-papelucho-marcela-paz
 
Juventud en éxtasis
Juventud en éxtasisJuventud en éxtasis
Juventud en éxtasis
 
EL ECO
EL ECOEL ECO
EL ECO
 
Santa Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio Velasco
Santa Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio VelascoSanta Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio Velasco
Santa Margarita Mª de Alacoque por el Padre Silverio Velasco
 
Libro Papelucho, Marcela Paz
Libro Papelucho, Marcela PazLibro Papelucho, Marcela Paz
Libro Papelucho, Marcela Paz
 
Juventud en éxtasis
Juventud en éxtasisJuventud en éxtasis
Juventud en éxtasis
 

Destaque

Los juegos olimpicos naomi t
Los juegos olimpicos naomi tLos juegos olimpicos naomi t
Los juegos olimpicos naomi tNaomi16
 
Factores de concentracion y desempleo
Factores de concentracion y desempleoFactores de concentracion y desempleo
Factores de concentracion y desempleoJohn Guillen
 
Vacaciones perrunas
Vacaciones perrunasVacaciones perrunas
Vacaciones perrunasmaigo300
 
2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)
2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)
2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)Lis Venegas Cabezas
 
Prótesis Inteligentes
Prótesis InteligentesPrótesis Inteligentes
Prótesis Inteligenteslorena2_2005
 
Formatos de imagen
Formatos de imagenFormatos de imagen
Formatos de imageng0m3z
 
Ultimos 15 años adulto mayor
Ultimos 15 años adulto mayorUltimos 15 años adulto mayor
Ultimos 15 años adulto mayorEvelyn Ríos C
 
Gacetamunicipal08esp bando2015
Gacetamunicipal08esp bando2015Gacetamunicipal08esp bando2015
Gacetamunicipal08esp bando2015Roberto Maldonado
 
áLbum de fotografías
áLbum de fotografíasáLbum de fotografías
áLbum de fotografíasalessaolivera
 
ESTRUCTURA< CURRICULAR
ESTRUCTURA< CURRICULARESTRUCTURA< CURRICULAR
ESTRUCTURA< CURRICULAROlga Carvajal
 
Razones y Proporciones
Razones y ProporcionesRazones y Proporciones
Razones y ProporcionesBaroline Buton
 
Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006
Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006
Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006pastoraledu
 

Destaque (20)

3 curriculo 1
3 curriculo 13 curriculo 1
3 curriculo 1
 
Solana andole 7
Solana andole 7Solana andole 7
Solana andole 7
 
Los juegos olimpicos naomi t
Los juegos olimpicos naomi tLos juegos olimpicos naomi t
Los juegos olimpicos naomi t
 
Factores de concentracion y desempleo
Factores de concentracion y desempleoFactores de concentracion y desempleo
Factores de concentracion y desempleo
 
Albacete
AlbaceteAlbacete
Albacete
 
Vacaciones perrunas
Vacaciones perrunasVacaciones perrunas
Vacaciones perrunas
 
2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)
2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)
2simce8c 130930130452-phpapp02 (2)
 
Prótesis Inteligentes
Prótesis InteligentesPrótesis Inteligentes
Prótesis Inteligentes
 
Formatos de imagen
Formatos de imagenFormatos de imagen
Formatos de imagen
 
Trabajo 1 periodo
Trabajo 1 periodoTrabajo 1 periodo
Trabajo 1 periodo
 
Dhweguf
DhwegufDhweguf
Dhweguf
 
Ultimos 15 años adulto mayor
Ultimos 15 años adulto mayorUltimos 15 años adulto mayor
Ultimos 15 años adulto mayor
 
5powerhisto
5powerhisto5powerhisto
5powerhisto
 
Gacetamunicipal08esp bando2015
Gacetamunicipal08esp bando2015Gacetamunicipal08esp bando2015
Gacetamunicipal08esp bando2015
 
áLbum de fotografías
áLbum de fotografíasáLbum de fotografías
áLbum de fotografías
 
ESTRUCTURA< CURRICULAR
ESTRUCTURA< CURRICULARESTRUCTURA< CURRICULAR
ESTRUCTURA< CURRICULAR
 
Razones y Proporciones
Razones y ProporcionesRazones y Proporciones
Razones y Proporciones
 
Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006
Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006
Propuesta trabajo pea colparroquiales17 nov2006
 
Modelos administrativos en el contexto de la sociedad
Modelos administrativos en el contexto de la sociedadModelos administrativos en el contexto de la sociedad
Modelos administrativos en el contexto de la sociedad
 
Taller #1
Taller #1Taller #1
Taller #1
 

Semelhante a El problema del mal actualizado

Un Curso De Milagros Volver Al
Un Curso De Milagros Volver AlUn Curso De Milagros Volver Al
Un Curso De Milagros Volver AlOlga López
 
UNA MEDIA AL REVES
UNA MEDIA AL REVESUNA MEDIA AL REVES
UNA MEDIA AL REVESmanu2002
 
Derecho y libertad al aborto
Derecho y libertad al abortoDerecho y libertad al aborto
Derecho y libertad al abortohector89s
 
Para mi madrina elisabeth kubler ross
Para mi madrina   elisabeth kubler rossPara mi madrina   elisabeth kubler ross
Para mi madrina elisabeth kubler rossLeón Soicalap
 
Testimonio hno Antonio Millan
Testimonio hno Antonio MillanTestimonio hno Antonio Millan
Testimonio hno Antonio MillanPaulo Arieu
 
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary GordonCUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary GordonJulioPollinoTamayo
 
El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...
El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...
El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...YossiAleliHurtadoVas
 
El_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdf
El_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdfEl_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdf
El_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdfYiskahAstorga
 
En nombre de la rosa ok
En nombre de la rosa okEn nombre de la rosa ok
En nombre de la rosa okRoxamogal
 

Semelhante a El problema del mal actualizado (20)

Un Curso De Milagros Volver Al
Un Curso De Milagros Volver AlUn Curso De Milagros Volver Al
Un Curso De Milagros Volver Al
 
UNA MEDIA AL REVES
UNA MEDIA AL REVESUNA MEDIA AL REVES
UNA MEDIA AL REVES
 
Dos corazones ahora son uno.pdf
Dos corazones ahora son uno.pdfDos corazones ahora son uno.pdf
Dos corazones ahora son uno.pdf
 
El fantasma y la cripta
El fantasma y la criptaEl fantasma y la cripta
El fantasma y la cripta
 
Volver al Amor
Volver al AmorVolver al Amor
Volver al Amor
 
Derecho y libertad al aborto
Derecho y libertad al abortoDerecho y libertad al aborto
Derecho y libertad al aborto
 
Kilima 132 Septiembre 2021
Kilima 132 Septiembre 2021Kilima 132 Septiembre 2021
Kilima 132 Septiembre 2021
 
Maite Pagaza
Maite PagazaMaite Pagaza
Maite Pagaza
 
Para mi madrina elisabeth kubler ross
Para mi madrina   elisabeth kubler rossPara mi madrina   elisabeth kubler ross
Para mi madrina elisabeth kubler ross
 
catedra
catedra catedra
catedra
 
567
567567
567
 
rtf
rtfrtf
rtf
 
1
1 1
1
 
Testimonio hno Antonio Millan
Testimonio hno Antonio MillanTestimonio hno Antonio Millan
Testimonio hno Antonio Millan
 
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary GordonCUENTAS SALDADAS  (1978)  Mary Gordon
CUENTAS SALDADAS (1978) Mary Gordon
 
El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...
El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...
El cristal roto_ Sobreviviendo al abuso sexual en la infancia - Joseluis Cana...
 
El_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdf
El_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdfEl_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdf
El_cristal_roto_Sobreviviendo_al_abuso_s.pdf
 
Manoa.sept.2018
Manoa.sept.2018Manoa.sept.2018
Manoa.sept.2018
 
Por Que Ami
Por Que AmiPor Que Ami
Por Que Ami
 
En nombre de la rosa ok
En nombre de la rosa okEn nombre de la rosa ok
En nombre de la rosa ok
 

Mais de pastoraledu

Seminario marzo-2012
Seminario marzo-2012Seminario marzo-2012
Seminario marzo-2012pastoraledu
 
Teologia de la ternura
Teologia de la ternuraTeologia de la ternura
Teologia de la ternurapastoraledu
 
Son compatibles la ciencia y la fe en dios
Son compatibles la ciencia y la fe en diosSon compatibles la ciencia y la fe en dios
Son compatibles la ciencia y la fe en diospastoraledu
 
Reinventar la escuela sed bogota
Reinventar la escuela sed bogotaReinventar la escuela sed bogota
Reinventar la escuela sed bogotapastoraledu
 
Reinventar la escuela 170107 conaced
Reinventar la escuela 170107  conacedReinventar la escuela 170107  conaced
Reinventar la escuela 170107 conacedpastoraledu
 
Reinventando la escuela desde la pea
Reinventando la escuela desde la peaReinventando la escuela desde la pea
Reinventando la escuela desde la peapastoraledu
 
Presentación efqm enero 31 de 2007
Presentación efqm enero 31 de 2007Presentación efqm enero 31 de 2007
Presentación efqm enero 31 de 2007pastoraledu
 
Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012
Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012
Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012pastoraledu
 
Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...
Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...
Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...pastoraledu
 
Planificación p.e.a 1 vladimir 210206
Planificación p.e.a 1 vladimir 210206Planificación p.e.a 1 vladimir 210206
Planificación p.e.a 1 vladimir 210206pastoraledu
 
Planeacion pastoral
Planeacion pastoralPlaneacion pastoral
Planeacion pastoralpastoraledu
 
Plan operativo 2006 2008
Plan operativo 2006 2008Plan operativo 2006 2008
Plan operativo 2006 2008pastoraledu
 
Pastoral educativa academica 010706
Pastoral educativa academica 010706Pastoral educativa academica 010706
Pastoral educativa academica 010706pastoraledu
 
Pastoral educativa sinodo - samaritanidad
Pastoral educativa   sinodo - samaritanidadPastoral educativa   sinodo - samaritanidad
Pastoral educativa sinodo - samaritanidadpastoraledu
 
P.e.a. charla 15 enero 2008
P.e.a. charla 15 enero 2008P.e.a. charla 15 enero 2008
P.e.a. charla 15 enero 2008pastoraledu
 
Nuestro servicio como rectoras es 191009
Nuestro servicio como rectoras es 191009Nuestro servicio como rectoras es 191009
Nuestro servicio como rectoras es 191009pastoraledu
 
Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408
Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408
Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408pastoraledu
 
Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008
Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008
Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008pastoraledu
 
Los colegios de la iglesia
Los colegios de la iglesiaLos colegios de la iglesia
Los colegios de la iglesiapastoraledu
 

Mais de pastoraledu (20)

Cuaresma 2012
Cuaresma 2012Cuaresma 2012
Cuaresma 2012
 
Seminario marzo-2012
Seminario marzo-2012Seminario marzo-2012
Seminario marzo-2012
 
Teologia de la ternura
Teologia de la ternuraTeologia de la ternura
Teologia de la ternura
 
Son compatibles la ciencia y la fe en dios
Son compatibles la ciencia y la fe en diosSon compatibles la ciencia y la fe en dios
Son compatibles la ciencia y la fe en dios
 
Reinventar la escuela sed bogota
Reinventar la escuela sed bogotaReinventar la escuela sed bogota
Reinventar la escuela sed bogota
 
Reinventar la escuela 170107 conaced
Reinventar la escuela 170107  conacedReinventar la escuela 170107  conaced
Reinventar la escuela 170107 conaced
 
Reinventando la escuela desde la pea
Reinventando la escuela desde la peaReinventando la escuela desde la pea
Reinventando la escuela desde la pea
 
Presentación efqm enero 31 de 2007
Presentación efqm enero 31 de 2007Presentación efqm enero 31 de 2007
Presentación efqm enero 31 de 2007
 
Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012
Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012
Preguntas para una nueva educacion william ospina junio 2012
 
Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...
Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...
Poner a dialogar la ciencia y el proy de dios sobre ella para transformar la ...
 
Planificación p.e.a 1 vladimir 210206
Planificación p.e.a 1 vladimir 210206Planificación p.e.a 1 vladimir 210206
Planificación p.e.a 1 vladimir 210206
 
Planeacion pastoral
Planeacion pastoralPlaneacion pastoral
Planeacion pastoral
 
Plan operativo 2006 2008
Plan operativo 2006 2008Plan operativo 2006 2008
Plan operativo 2006 2008
 
Pastoral educativa academica 010706
Pastoral educativa academica 010706Pastoral educativa academica 010706
Pastoral educativa academica 010706
 
Pastoral educativa sinodo - samaritanidad
Pastoral educativa   sinodo - samaritanidadPastoral educativa   sinodo - samaritanidad
Pastoral educativa sinodo - samaritanidad
 
P.e.a. charla 15 enero 2008
P.e.a. charla 15 enero 2008P.e.a. charla 15 enero 2008
P.e.a. charla 15 enero 2008
 
Nuestro servicio como rectoras es 191009
Nuestro servicio como rectoras es 191009Nuestro servicio como rectoras es 191009
Nuestro servicio como rectoras es 191009
 
Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408
Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408
Los siete saberes y la pastoral educativa academica 080408
 
Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008
Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008
Los siete saberes necesarios para la educacion del futuro 311008
 
Los colegios de la iglesia
Los colegios de la iglesiaLos colegios de la iglesia
Los colegios de la iglesia
 

Último

Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteUnidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteJuan Hernandez
 
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOTUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOweislaco
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxMartín Ramírez
 
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptPINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptAlberto Rubio
 
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docxPLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docxJUANSIMONPACHIN
 
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfBIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfCESARMALAGA4
 
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)veganet
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfEDILIAGAMBOA
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxOscarEduardoSanchezC
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialpatriciaines1993
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024gharce
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADOJosé Luis Palma
 
Los Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la SostenibilidadLos Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la SostenibilidadJonathanCovena1
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxlclcarmen
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfsamyarrocha1
 
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdfTEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdfDannyTola1
 

Último (20)

Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parteUnidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
Unidad II Doctrina de la Iglesia 1 parte
 
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJOTUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
TUTORIA II - CIRCULO DORADO UNIVERSIDAD CESAR VALLEJO
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
 
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).pptPINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
PINTURA ITALIANA DEL CINQUECENTO (SIGLO XVI).ppt
 
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docxPLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
 
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdfBIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
BIOLOGIA_banco de preguntas_editorial icfes examen de estado .pdf
 
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
Instrucciones para la aplicacion de la PAA-2024b - (Mayo 2024)
 
TL/CNL – 2.ª FASE .
TL/CNL – 2.ª FASE                       .TL/CNL – 2.ª FASE                       .
TL/CNL – 2.ª FASE .
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
 
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptxPPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
 
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDIUnidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
Unidad 3 | Teorías de la Comunicación | MCDI
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
 
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL _
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL                  _VISITA À PROTEÇÃO CIVIL                  _
VISITA À PROTEÇÃO CIVIL _
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
 
Los Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la SostenibilidadLos Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
Los Nueve Principios del Desempeño de la Sostenibilidad
 
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptxSINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
SINTAXIS DE LA ORACIÓN SIMPLE 2023-2024.pptx
 
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdfFundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
Fundamentos y Principios de Psicopedagogía..pdf
 
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdfTEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
TEST DE RAVEN es un test conocido para la personalidad.pdf
 

El problema del mal actualizado

  • 1.
  • 2. Isaías 49,15: “… Pero puede una mujer olvidarse del niño que cría, o dejar de querer al hijo de sus entrañas? Pues bien, aunque alguna lo olvidase, yo nunca me olvidaría de ti”.
  • 3. ¿CÓMO SE LE OCURRIÓ LA IDEA DE ESTE DOCUMENTAL? En el 2004 estaba haciendo un reportaje sobre Luis Alejandro Pico, un preso supuesto culpable del homicidio de un suboficial del ejército quien se negó a someterse a los beneficios de la sentencia anticipada, diciendo que si era inocente no tenía por qué admitir un homicidio. Entonces averigüé sobre el tema de las sentencias anticipadas y sobre la feria de rebajas de pena que dejó el gobierno Gaviria para permitir que los narcotraficantes se entregaran. ¿QUÉ ENCONTRÓ EN ESA INVESTIGACIÓN? Encontré que con las rebajas, peligrosos asesinos se benefician de figuras jurídicas como la de unificación de penas. Una figura que consiste en que si matas a diez personas, te condenan por los diez homicidios pero terminas pagando un solo asesinato. Un abogado me comentó que gracias a la unificación de penas Luis Alfredo Garavito – acusado de violar y matar a más de 172 niños – iba a salir libre en el 2010. Quise saber más de los crímenes, de la personalidad del asesino, saber si Garavito era un psicópata o un sicótico. Y entre más averiguaba, más me horrorizaba.
  • 4. ¿QUÉ LE HORRORIZABA? Saber que Luis Alfredo Garavito es un psicópata que no va a cambiar, que si queda libre va a seguir violando y matando. También me sorprendió saber que este señor se unió en la cárcel a un grupo religioso y que tiene convencidos a todos que era un santo. Incluso me contaron que dos fiscales, que son cristianos, simpatizaban con él. Y que los guardias le daban un trato especial que no le dan a ningún otro preso. El grupo cristiano cree que el “nuevo” Garavito es la prueba de que Dios puede cambiar a cualquiera. Ellos desconocen la evidencia científica sobre los psicópatas. ¿CUÁL FUE SU PRIMERA IMPRESIÓN SOBRE GARAVITO? Sorpresa. Su imagen es diferente a la de los periódicos. La segunda sensación fluctuaba entre la incomodidad y el asco: el tipo es zalamero, excesivamente amable y con un discurso de pastor cristiano que uno no se lo cree. Cuando me dio la mano y se deslizó entre la mía tuve una sensación horrible de pensar que era la mano de quien le hizo terribles vejaciones a tantos niños. Desde el comienzo fui claro y le dije que no iba a defenderlo, que tenía plena libertad de contar su versión iba a ser confrontada por expertos. Él me dio una lista de personas para que lo defendieran, incluso algunos de ellos aparecen en el documental. Pero en realidad ni siquiera lo defienden porque lo suyo es indefendible.
  • 5. ¿CÓMO TRANSCURRIÓ LA ENTREVISTA? Garavito siempre se pone de víctima y enreda a la gente. Cuando llegué a la cárcel me sorprendió que el guardia me dijera que por favor lo tratara con cariño. Que cuando llegaba la Fiscalía Garavito sufría mucho. Y pensaba que mientras muchos en la cárcel no tienen ningún tipo de garantías por parte del Estado, este tipo las tenía todas, desde celda propia hasta alimentación especial. Además Garavito se ha vuelto una especie de tinterillo que interpone derechos de petición y tutelas por la supuesta violación de sus derechos. Es un asco observar cómo el sistema opera a favor del victimario y no de la víctima. ¿LE AFECTÓ HACER ESA ENTREVISTA? El día de la entrevista no sentí nada diferente al desagrado que sentía por el. Lo duro vino después cuando nos fuimos al Eje Cafetero a conseguir las historias que Garavito nos había contado. Hablamos con las familias, leímos los expedientes, vimos las fotos. Fue horrible cuando nos dimos cuenta que los niños no sólo habían sido asesinados sino sometidos a torturas infames antes de ser asesinados . Ahí es cuando uno se cuestiona ¿Dónde está Dios? ¿Qué hicieron estos niños para merecer una muerte así? Llega el momento en que uno se raya. Un día llegué a mi casa, miré las fotos, apagué la cámara, bajé a la licorera, me compré una botella de whisky y me puse a llorar. Lloraba con una especie de llanto automático, como si quisiera limpiarme por dentro. A veces no puedo dormir, tengo pesadillas.
  • 6. Acababa de llegar a mi primera parroquia. Era un caluroso lunes de Febrero cuando mi párroco me pidió que diera el último adiós y la bendición del Señor a una niña que había fallecido por una infección que los médicos no habían sabido explicar. La niña contaba sólo nueve años y cuando supe que tenía que ir a aquella casa, me dio un vuelco el corazón: era la primera vez que como sacerdote iba a ver un niño muerto. Ciertamente me había encontrado ya con la experiencia de la muerte, pero no estaba en modo alguno preparado para enfrentarme a la muerte de una niña. Confundido, con el dolor en el corazón, tomé lo necesario para la liturgia fúnebre y, lentamente, me dirigí a la casa del trágico duelo. La parroquia donde yo trabajaba se encontraba en un barrio donde había contradicciones evidentes. En medio de ricas viviendas de “señores” había pobres casuchas, con una sola habitación que servía de cocina, comedor y dormitorio. Y yo tenía que ir a una de esas casas. Mil pensamientos se agolpaban en mi mente durante el trayecto. Como un estudiante antes de un examen, me repetía las palabras que iba a decir a los padres para consolarlos. Mis infinitas buenas intenciones se organizaban para poder decir unas palabras oportunas. Pensaba que, al encontrarme ante gente pobre, sería mejor usar palabras más simples, tener un acercamiento más familiar. Además, en estas ocasiones –me repetía – es mejor que no me preocupe tanto, porque el Señor me dará su Espíritu para que encuentre las palabras adecuadas.
  • 7. Al llegar a la casa, percibí en el aire el dolor que había conmocionado no sólo a la familia de la niña sino a todo el vecindario. En la puerta de la casa había apoyada una corona de flores. Era toda de claveles blancos con una cinta de color violeta: “A mi pequeño tesoro. Mamá”. Imaginémonos la emoción al entrar en aquella pobre casa, cómo mi corazón y mi mente estaban oprimidos por mil preguntas: “Tal vez si hubieran sido menos pobres, habrían podido cuidar mejor a la niña. Tal vez si también nosotros, como comunidad parroquial, hubiésemos comprendido mejor el problema de esta familia, habríamos podido ayudarlos de otra manera”. manera Mientras seguía atormentándome con un extraño sentido de culpa, allí sobre la cama, estaba puesta la niña, un cuerpecito delgado vestido con el traje de la primera comunión.
  • 8. La familia estaba compuesta por el padre, la madre y cuatro hijos. Con ellos vivía también la abuela materna, mujer del pueblo y regordeta que, ayudaba a la hija a sacar adelante su familia. El padre no tenía trabajo y la madre iba a servir donde la llamaran. ¡Pero eran muy dignos! Querían que sus hijos fueran a la escuela y hacían cualquier sacrificio para mejorar el futuro de los muchachos. Pobres, si, ¡pero con grandes sueños! Y precisamente en aquella casa el dolor y la desesperación eran más transparentes que en otros lugares. La madre arrodillada junto al lecho de la pobre niña, el padre en un rincón, la abuela sentada a la mesa con los parientes, mientras los otros hermanitos, todos ellos más pequeños, estaban sentados en el suelo junto al peldaño de la entrada.
  • 9. Recordé algo que había leído sobre la segunda guerra mundial a propósito de lo que sucedió en el asedio aliado a los últimos soldados alemanes en Stalingrado. Al final, rodeados y aislados de todo contacto con la base en Alemania, los soldados recibían provisiones por vía aérea. En una de las últimas cartas que llegaron a Alemania en 1942, transportadas por el último avión que consiguió despegar, un joven, que después murió como muchos de sus compañeros, hijo de un pastor protestante, escribía:
  • 10. “Plantear el problema de la existencia de Dios en Stalingrado significa negarlo. Tengo que decírtelo, querido padre, y esto me hace sufrir doblemente. Tú me educaste, porque murió mi madre, y siempre me has puesto a Dios delante de los ojos y del alma. Y estas palabras me hacen sufrir doblemente, porque serán las últimas y nunca más podré decir otras capaces de borrarlas o de expiarlas.
  • 11. Tú eres pastor de almas, padre, y en la última carta se dice la verdad, o lo que se considera verdadero. He buscado a Dios en todas las fosas, en todas las casas destruidas, en todos los rincones, en todos mis camaradas, cuando estaba en la trinchera, y en el cielo. Dios no se mostró cuando mi corazón le gritaba. Las casas eran destruidas, mis camaradas eran tan heroicos y tan cobardes como yo, en la tierra había hambre y homicidios, y del cielo caían bombas y fuego. Lo único que no había era Dios. No, padre, no hay ningún Dios. Lo escribo de nuevo; y sé que es algo terrible y para mi irreparable. Y si tiene que haber un Dios, es sólo junto a vosotros, en los libros de los salmos y en las oraciones, en las palabras piadosas de los sacerdotes y de los pastores, en el sonido de las campanas y en el aroma del incienso. Pero no en Stalingrado”.
  • 12. Del mismo modo había que comprender el dolor de aquella madre que no conseguía explicarse por qué tanta injusticia, y se enojaba violentamente conmigo, porque era el representante de aquel Dios invocado pero sordo, buscado pero imposible de encontrar, que ahora, a través de mí, tenía incluso el capricho de someter a aquella pobre gente. No, para aquella madre era inconcebible la aceptación de la existencia de una justicia divina, donde la injusticia se mostraba en toda su evidencia en el cuerpo mudo de su hijita.
  • 13. Por el mismo motivo los hermanos Karamazov de Dostoievski, Iván, uno de los protagonistas, quería devolver a Dios el billete de entrada en la creación, porque es inconcebible un mundo donde los niños sufren: “Me niego decididamente a aceptar la suprema armonía. Ésta no vale ni una sola lágrima de aquella niña torturada, que se daba golpes de pecho con su pequeño puño y oraba en su rinconcito al “buen Dios”, llorando con lágrimas amargas... Aquella armonía ha sido demasiado apreciada y valorada; nuestros bolsillos no pueden pagar un precio tan caro por la entrada. Por ello me apresuro a restituir mi billete de entrada”.
  • 14. No me esperaba aquella reacción de la madre, tan dura, tan provocadora y tan despiadada con mis certezas-. Y sin embargo, era comprensible. ¿Qué me esperaba? ¿Qué hacer frente a tanto dolor? el amor de una madre es asunto serio. Pero me quedé aún más sorprendido cuando la abuela, abrazando entre lágrimas a la hija que seguía protestando, imprecando contra “un Dios” que le parecía injusto, le gritó: “¡Cállate, cállate, que tienes otros tres hijos!” – como si hubiera querido decir: “Cállate, porque si Dios se enfurece, se lleva también a los otros tres”.
  • 15. Esto me puso en crisis, me sentí acorralado. ¿Qué Dios habíamos anunciado, qué monstruosidad había pasado por la mente de aquella pobre gente, si el miedo al castigo divino era más fuerte que la Misericordia de Dios? “¡Cállate!”. Era como si hubiese dicho: “¡Cállate, el enemigo te escucha!”. Y el enemigo – no el Padre – Madre, el misericordioso, el amor, la vida – era aquel Dios a quien yo había elegido, después de que él me había elegido a mí. ¿Cómo podía aquella pobre abuela no advertir el dolor y el sufrimiento todavía más injusto, lacerante, si en su mente se atribuía la idea de la muerte al poder de Dios? ¿Cómo podía no parecer incomprensible el amor de un Dios que no había querido intervenir? Nuestro Dios no era una buena noticia, se imaginaba al Señor dador de vida, como un justiciero y a veces como un tirano. Un titiritero que juega con nuestra vida: éste era el Dios que conocían en aquella casa. ¿Y cómo no comprender tal condición de desesperación, si el sentido de la vida había sido ocultado, porque el anuncio de vida, la buena noticia, había sido realmente silenciada?
  • 16. Comprendí entonces que había un abismo entre la idea de Dios que yo tenía y la que tenían aquella pobre madre y aquella pobre abuela que, de manera tan violenta, me habían echado encima su rabia y su dolor. Algo que había penetrado tanto en la sensibilidad de las personas que traicionaba la posibilidad misma de dialogar sobre la verdadera imagen de Nuestro Dios. Y lo más significativo fue que, precisamente aquel grito doloroso, aquella protesta tan verdadera, aquel miedo que se leía en los ojos de la vieja señora me golpeaban terriblemente y se convirtieron en un momento decisivo de mi vida: ¿qué había sucedido si en la experiencia del dolor el hombre siente a Dios tan distante, tan ausente tan cruel, tan insensible, o llega incluso a negarlo? ¿Qué experiencia de fe ha habido, si el consuelo y la esperanza que deberían nacer de nuestra pertenencia a Cristo están ausentes en el momento de la prueba?
  • 17. Si hoy el hombre contemporáneo, con sus mil “¿por qué?” no respondidos, grita su dolor y su desesperación y no encuentra consuelo en la fe, no podemos refugiarnos simplemente detrás de mil excusas o mil pretextos, echando toda la culpa al consumismo, al materialismo, al hedonismo, al pansexualismo... Si el hombre contemporáneo vive su drama existencial y no sabe dar respuesta a sus “¿por qué?”, ciertamente depende del hecho de que está inmerso en una cultura, en una sociedad distinta de la de las generaciones anteriores, pero, quizá se deba sobre todo al hecho de no hemos sabido dialogar con él, con sus verdaderos problemas le hemos dado respuestas a preguntas que no nos están haciendo.
  • 18. Nosotros, pastores, no hemos sabido adaptar el lenguaje a sus posibilidades; hemos pensado presuntuosamente que nuestra condición de superioridad nos permitía prescindir de la escucha de este mundo, tan complicado, tan fascinado por las mil quimeras que parecen ofrecer gozos fáciles, que después decepcionan. No hemos percibido que este mundo no está hecho de hombres súbditos de una Palabra que es dominio de unos pocos, de personas que ya no son receptores impasibles de nuestros teoremas, ni obedientes catalizadores de nuestras órdenes, sino personas hechas y derechas, que han adquirido nuevos conocimientos, que dialogan con nuevas culturas, con nuevas religiones, que corren a una velocidad nunca experimentada antes en la historia. Y sobre la fe, también sobre todo sobre la fe, no tendríamos que haber dicho nunca: “Si no haces lo que te mando...”.
  • 19. Si la joven madre gritaba su protesta contra “un Dios” considerado ausente, era necesario indagar cuál era la idea que se había hecho de Dios y, aún más, había que comprender por qué la abuela tenía tanto miedo de él. Tal vez en las dos actitudes era posible encontrar sintéticamente los dos motivos por los que el amor de Dios y su presencia en la humanidad son percibidos como ausentes por muchos hombres actuales. Indagar sobre una presunta insensibilidad de Dios sobre el dolor que parece excluir su existencia, reflexionar sobre el miedo a un Dios que castiga, es el punto de partida para reinventar un lenguaje capaz de hablar al hombre de la calle. Hay que salir de aquella perniciosa presunción según la cual, por el hecho de que la mayoría de la gente dice que cree y se dirige a nosotros para pedir los sacramentos y para obtener el apoyo que podamos ofrecerles, el Dios en el que creen, mientras las cosas vayan bien, es el Dios de nuestro Señor Jesucristo.
  • 20. “¡Escúchame!”, oh Dios! Me habían dicho que no existías, y yo, como un idiota, me lo había creído. Pero la otra noche, desde el fondo del agujero abierto por una bomba, vi tu cielo. De pronto me di cuenta de que habían dicho una mentira. Si me hubiese esforzado por ver bien las cosas que tú has hecho, habría comprendido de inmediato que aquellas personas se negaban a llamar a las cosas por su nombre. Ahora me pregunto si me permitirías estrechar tu mano y, no obstante, tengo la sensación de que comprenderás. ¡Resulta extraño que haya sido necesario que yo viniera a este infierno para tener tiempo de ver tu rostro. Te amo apasionadamente: esto es lo que quiero que sepas. Va a tener lugar una batalla espantosa. ¿Quién sabe? Puede ser que me encuentre contigo esta noche. Nunca hemos sido buenos amigos hasta ahora, y ahora me pregunto si me esperarás a tu puerta. ¡Mira!, he aprendido a llorar: estoy llorando! ¡Precisamente yo... ponerme a sollozar! Ah, si te hubiera conocido antes... ¡Vamos! Es necesario que yo parta. ¡Qué extraño! Después de haberte encontrado no tengo miedo a morir. ¡Hasta la vista!” ¡VEN SEÑOR JESÚS! (Palabras encontradas en una trinchera)
  • 21. Fue un día de septiembre cuando Irma, joven mamá de dos criaturas estupendas, conmovida, después de la celebración de la misa dominical, se acercó para hablarme de su hijo Diego. Dieciséis años, un muchacho bellísimo y fuerte, de ojos profundos y verdes, de cabellos tupidos que cubrían su frente. Alegre, despreocupado, amante del deporte, líder entre sus compañeros y deseado por las muchachas. Gran soñador y apasionado, con deseo de conocerlo todo. De mayor habría querido pilotear aviones … Había aparecido un lunar que él había ocultado a los demás, quizá por inconsciencia juvenil o por una vanidad inocua. Sin embargo, su madre logró darse cuenta. Preocupada, pidió ayuda a los médicos para comprender qué tenía que hacer. Los médicos pensaban que Irma era una madre demasiado protectora y le ordenaron, con una sentencia definitiva, que dejara en paz al hijo y su lunar.
  • 22. Pero Irma es madre. Y como todas las madres, conocía a su hijo mejor que los médicos, y con tenacidad – un arte que conocía bien porque había tenido que afrontar muchas dificultades en la vida – empezó a insistir para que le quitaran aquella espina del corazón, extirpando el lunar de la frente de su hijo. Y así, cuando le entregaron, en un frasquito, aquello que había sido el motivo de sus preocupaciones y le aseguraron que no había nada anómalo, pareció que volvía a renacer. Y cuando Diego le echó en cara su inútil preocupación, Irma, incapaz de reaccionar, recibió el reproche como si fuera un regalo. Solo tenía que esperar diez días para obtener la confirmación del examen histológico que, según los médicos, era completamente inútil, pero se hacía sólo para estar más seguros...
  • 23. Pasaron los diez días y empezó el calvario: ¡melanoma! Pero por suerte los médicos decían que habían operado bien a Diego y que no habría problemas. Aquel mes de septiembre el problema era una pequeña glándula que había aparecido en el cuello de Diego. Desde aquel día nos hicimos, más que amigos: padre e hijo. Fue él quien decidió llamarme “Pa’”. Y en aquel sonido truncado percibía yo toda la dulzura de mi ministerio y la belleza de un hijo que el Señor me había dado. Todas las tardes Diego venía a mi despacho y juntos hablábamos de nosotros, de su enfermedad que conocía bien y, aunque tenía dieciséis años, mostraba una madurez extraordinaria. Y sobre todo muchas ganas de vivir, de querer luchar para vivir.
  • 24. Y yo con él. Imaginaba lo que podía pasar en el corazón de Irma, si yo, que no era más que un recién llegado, el último, participaba con todo mi ser en aquella dolorosa aventura y hacía míos todos los sufrimientos de Diego. Todas las tardes hablábamos de la curación y sobre todo de Jesús, que no iba a permitir que su vida, tan dinámica, quedara truncada, desviada de su curso natural. Y orábamos juntos, también cuando el dolor era insoportable y los paños calientes no bastaban para calmarlo. Había pedido a Diego que me llamara en cualquier momento, porque yo acudiría, cualquiera que fuera el lugar donde me encontrara. Sabía que por su dignidad, inimaginable a su edad, iba a llamarme sólo cuando se encontrara sin fuerzas, cuando el dolor fuera demasiado fuerte. Siempre lo encontraba exhausto por los sufrimientos, y permanecíamos juntos hasta que el dolor pasaba. Bromeábamos, nos tomábamos el pelo o, mejor dicho, él me tomaba el pelo y, aunque soy un poco quisquilloso, sus bromas eran cumplidos de amistad.
  • 25. Un día me dejó atónito “Pa’”, me dijo: “¿Por qué los curas no se casan?”. Y yo le expliqué que no era una huida del amor, sino un ofrecimiento de amor distinto, que ahora me permitía estar más cerca de él. “Pero ¿no es un poco egoísta?”, replicó Diego. Me sorprendió que un muchacho tan profundo me dirigiese un juicio que no me esperaba. “¿Por qué te parece que soy egoísta?”, le pregunté: “¡Piensa lo felices que habrían sido tus hijos teniendo un padre como tú!”. ¡Ha sido lo más hermoso que me han dicho en la vida!
  • 26. Diego tenía una constitución atlética y amaba inmensamente el mar. Su deseo, aunque la metástasis se había extendido por todo el cuerpo, era poder zambullirse. Me daba mucho miedo lo que estaba a punto de hacer, pero me armé de valor y, de acuerdo con Irma, tomé la decisión de llevar a Diego a pasar unos días a un lugar tranquilo, lejos de miradas curiosas. Una piscina... y su deseo se cumplió. Pero aquellos días de Junio, los primeros de 1993, fueron terribles. Por las noches los sufrimientos eran atroces y no podía digerir la comida. Regresamos a casa y pocos días después la metástasis afectó a la médula espinal. Diego, joven atleta de un metro ochenta de altura, quedó paralizado en la cama con sólo dieciséis años.
  • 27. Todos estábamos preocupados y yo me preguntaba qué podría contarle, cómo estar cerca de él y, sobre todo, cómo hacerle sentir el calor de un Dios que precisamente en aquel momento parecía tan lejano. Pero Diego nos sorprendió a todos: dos días después Irma entró en su habitación y lo encontró llorando. Trató de consolarlo y animarlo con las palabras más adecuadas, abriendo su corazón a la esperanza y garantizándole que podría volver a levantarse muy pronto. Pero Diego lloraba por otro motivo: “Mamá, estoy lamentándome porque llevo tres días en este estado. He caminado durante dieciséis años, ¡piensa en las personas que no han caminado nunca!”.
  • 28. Las fosas cavadas por los 'paras' abrieron heridas a lo largo y ancho del país. Casi en cada departamento hay alguien que espera que salgan de esas tumbas del horror los restos de los que un día se llevaron de la casa, de un arado...Testimonios de los que esperan desde distintos lugares el fin de la incertidumbre.
  • 29. Aunque está viva, Rosalba Velásquez dice que se ha muerto cuatro veces. Una por cada hijo que le han desaparecido. Ya casi completa una década de buscarlos entre pilas de cadáveres y listados de policía, pero nada. Peor que sus muertes -sostiene- es no tener la certeza de si los tiraron al río, a los gallinazos o si levantaron la tierra para meterlos ahí. "Eso último es lo más probable", afirma recia, amargada. Entonces, se acomoda en un sillón rojo. El calor del mediodía adormece y adentro de su casa grande de Amalfi (nordeste antioqueño) huele a chocolate recién hervido. Su mirada se pierde y su memoria vuelve sobre la volqueta roja que solía llegar al pueblo con cadáveres. -¿Toñito, trajiste cuerpos? -Sí señora. Pero ninguno de los suyos-, le respondía el conductor que entonces trabajaba en una mina de oro cercana y que, de vez en cuando, cargaba con cuerpos que encontraba por el camino.
  • 30. Era finales de los noventa, años en que paramilitares y guerrilleros libraban a muerte una guerra por el control del territorio. Muchos de los muertos eran botados a la vera del camino con letreros que prohibían recogerlos. "Toñito -agrega Rosalba- traía los que podía y los descargaba como piedras en el andén, al frente de la morgue". Allá fue que Rosalba se acostumbró al olor a muerte. Muchas veces se untó las manos de sangre ajena. "Yo volteaba los cuerpos, los tocaba y ninguno era de los míos", relata. En la zona operaba el 'Bloque Central Bolívar', comandando por alias 'Macaco'. Los paramilitares se habían llevado a dos de los muchachos y le habían prohibido a Rosalba preguntarlos.
  • 31. Eran Jairo y Freddy, el segundo y el tercero de los hijos, de 29 y 28 años. La última vez que su madre los vio fue la madrugada del 21 de julio de 1997, quince días después del entierro de Guillermo, el mayor, que había sido asesinado por guerrilleros de las Farc. Esa fue la primera vez que Rosalba sintió que moría. Ella resistió, pero su esposo no fue capaz con el dolor. "Después del funeral del mayor se sentó en el comedor, destapó una botella de brandy y siguió bebiendo durante 14 días, hasta que la sangre ya no le corrió más. Los médicos diagnosticaron paro cardíaco", cuenta Rosalba.
  • 32. Fue cuando la muerte tocó otra vez a la puerta. Venía vestida de poncho, sombrero y arma en el cinto. Rosalba abrió como siempre, con una sonrisa seca y una arepa tostada dispuesta en la cocina. MAMÁ, NO DEJE QUE ME MATEN "Doña, llámeme a Freddy, lo necesitamos para una información", le dijo 'Veneno', un jefe paramilitar de poca estatura y ojos verdes. A esa hora, el muchacho dormía en un cuarto contiguo, separado de la sala solo por una cortina. Rosalba hubiera mantenido la calma si no es porque, por esas cosas de madre, alcanzó a distinguir al hombre que llevaban en la silla de atrás de la destartalada camioneta.
  • 33. Era Jairo, su otro hijo. Lo acusaban de informante de las Farc. Rosalba entró en pánico. No podía escuchar a su hijo tras el vidrio empañado por el aliento, pero sabía exactamente lo que estaba gritando. "Mamá, mamá, no dejés que me maten". La mujer entró a la casa llorando. "Escapáte Freddy. Hacelo por el solar. Escapáte, escapáte...". Pero él respondió que no. "Yo no soy un faltón y Jairo tampoco. Vaya y dígales que me esperen porque yo me estoy poniendo los zapatos. Que si me van a matar, que entren y lo hagan aquí porque yo sin zapatos no salgo". Sus hijos, cuenta ella, casi que se habían acostumbrado a estar entre el fuego de guerrillos y paramilitares. Todos, a excepción del menor, trabajaban en el río meneando una batea con la ilusión de sacar uno o dos gramos de oro.
  • 34. Lo que siguió fueron largas jornadas de búsqueda monte adentro en compañía de Wílmar, el hijo que le quedaba. Ambos sabían que donde hay fosas comunes hay peladuras en la maleza porque a los muertos en Amalfi los abrían y los llenaban de cal para que el olor no llamara a los gallinazos. Preguntaban aquí y allá, en un pueblo y en el otro, pero nada. "Era como si jamás hubieran exisitido". Vinieron años de soledad. Wílmar se había enrolado en el Ejército con la consigna de vengar la muerte de sus hermanos y recuperar sus restos. Pero también lo desaparecieron los 'paras'. Fue en el 2002, cuando se iba a reunir con un hombre que dizque sabía en donde habían enterrado a sus hermanos.
  • 35. La esperanza más cercana de encontrar los restos de alguno de sus hijos fue cuando la Fiscalía viajó a La Viborita, una vereda cerca del pueblo, donde les habían dicho que podían estar. Removieron la tierra y no encontraron nada. Rosalba dice que después de tantos años ya no tiene la ilusión de reconocer los restos de sus hijos por la ropa, pero sí espera que los encuentren y las pruebas de ADN le den la paz que lleva esperando 10 años. "A mí me han herido tanto en esta vida que hasta el miedo me lo mataron". Rosalba Velásquez.
  • 36. 2.1. INTRODUCCIÓN No cabe duda que el mal es lo más irritante que hay en el mundo. Perturba a la vez el corazón y la razón, poniéndolos frente a los grandes interrogantes. ¿Dios o la idea de Dios pueden ayudarnos a pensar en esta realidad desconcertante? Si no hablamos del hombre tal como es en su fragilidad, ¿de quién o de qué estamos hablando? Dejando todo lo demás – el hombre, Dios, el mundo – en suspenso, hay que comenzar por esta cuestión que no permite – no debería permitir – ningún engaño, ninguna trampa del pensamiento. Es una cuestión fundamental.
  • 37. 2.2 ASPECTOS CLAVES DE LA CUESTIÒN DEL MAL La cuestión del mal es de tal categoría que no solamente parece rebelarse ante las respuestas, sino incluso unirse al mismo cuestionamiento. Como si se tratara de un cuestión que se resistiera a sí misma, confesando así una radical irracionalidad. Las grandes preguntas:  ¿De dónde viene el mal?  ¿A qué se debe el mal?  ¿Cómo es posible el mal?  ¿Es un misterio insoluble el mal, el sufrimiento?
  • 38. Pero, a pesar de todo, a costa de caer en un mal todavía peor,  ¿podemos dejar los hombres de seguir llamando a la puerta?  No sería eso renunciar a nuestra humanitas? Somos unos seres que no podemos renunciar a preguntar. La cesión de este derecho sería ya conceder la victoria, la más sutil de las victorias, a los que no tienen ningún mérito para ello. ¿Y entonces? Entonces surge la sospecha de que quizás se haya eludido la cuestión por no haber sido bien planteada. Queda en pie la posibilidad de intentar la explicación de las cuestiones sin respuesta. Y entonces, en nuestro caso, cabe plantear una hipótesis y una tesis.
  • 39. LA HIPÓTESIS: Nos hemos entretenido demasiado en cuestiones anónimas y “seculares” – de dónde provienen el mal? Por que? De qué manera?, etc.-. No nos hemos atrevido a hacer del cuestionamiento un problema específico del creyente, que consiste en confrontarlo directamente con su nombre propio. Como lo hace por otra parte, a su manera, el hombre de cada día, que no deja, en esta materia, de preguntar a su Dios – “Por qué te duermes Señor?” Sal 43,23; “Señor si hubieras estado aquí”, Jn 11,21.
  • 40. LA TESIS: Es que deberíamos intentar en teología esta misma audacia. Convencidos de que allí se encuentra una respuesta original. Es verdad que el mal pueden y deben ser estudiados en sí mismos, filosóficamente, cara a cara, ya que es el mal del hombre, el sufrimiento de la persona humana. Pero no es ninguna distracción, ningún olvido ni evasión, sino todo lo contrario, mirarlo de cara a Dios. Quizás sea solamente entonces, por haber llegado hasta allí, cuando se vea mejor y Si aquí el hombre levanta a veces sus gritos para “insultar” a Dios. ¿no deberá el creyente ser el que lleva toda esa cuestión “hasta el altar de Dios”?
  • 41. Por tanto, no hay duda de que a veces hay que llegar hasta el borde de la locura para encontrar las palabras que digan lo que hay que decir. “Esta disputa entre el hombre y Dios podría parecer inconveniente, debido a “la distancia” que los separa. Pero hay que tener en cuenta que la diferencia de las personas no cambia para nada la verdad. Cuando se busca la verdad, sea quien sea el adversario, uno es invencible”.
  • 42.  Contra Dios: Existe el mal, luego no existe Dios. Dios considerado como responsable directo o indirecto del mal es la forma más clásica, la más popular del ateísmo decepción que recae sobre la imagen que uno se forma de Dios. El Dios que no ha podido o querido impedir el mal no existe, ni puede existir a no ser que se le considere como perverso o inútil y entonces se destroza su imagen. Su Dios es omnipotente todo lo puede. Si todo lo puede, por qué no evitó el maremoto? Si no lo evitó es señal de que o no es omnipotente o no es bueno – como dijo el poeta: si era para deshacerlo, para qué hacerlo? Objeción: Acá está en cuestión no la existencia de Dios, sino la imagen de Dios. El problema adquiere una dimensión muy distinta: una cuestión abierta: cuando el hombre reacciona porque sufre y sangra y porque está animado por un elevado deseo, la cuestión debe ser planteada de nuevo. Excluye a Dios por defecto: no hay Dios.
  • 43. En defensa de Dios: Hacer a Dios inocente de toda responsabilidad culpable en el mal, en el sufrimiento. Únicamente se introduce el principio de la permisión del mal a fin de salvaguardar la libertad del hombre. Objeciones:  Se deja la impresión de querer disculpar a Dios demasiado a prisa, sacarle de un apuro, “El Dios de Job, de Jacob y de Jesús no señaló nunca sus preferencias por los discursos tranquilizantes y prematuros”.  “Excusa no pedida, es acusación manifiesta”.  Todo depende de la imagen que tengamos de Dios.  La teodicea no debe impedir a Dios oír el clamor de su pueblo. La blasfemia suele ser más bien un grito contra el mal, que un grito contra Dios: el mal es algo demasiado monstruoso para que se le pueda mirar con otros ojos que no sean los del escándalo. El discurso sobre Dios, el mal y el sufrimiento no puede acallar el grito que el hombre dirige a Dios. Excluye a Dios por exceso: está por encima de la cuestión. Se llegaría casi a decir que el mal no le importa.
  • 44. Opiniones: Estos dos tópicos dejan el problema del mal al margen de Dios y esto es una pena ya que esta terrible cuestión ganaría mucho si la relacionamos con él. Entonces, una de dos. O bien la hipótesis no era pertinente, pero esto está por probar, o bien y es lo que nos parece más acertado la relación que se establece entre Dios y el mal no estaba bien planteada y hay que plantearla de otro modo. Hay una mayor preocupación por Dios que por el mal y por el hombre. Se excusa o se defiende a Dios y llegamos a olvidar el mal – Heidegger habla del “olvido del ser”. No se ha llegado al fondo de un problema que tiene sus repercusiones incluso en Dios; al orillar a Dios, se ha eludido un problema tremendamente humano. Ha habido preocupación por Dios - su defensa o negación, de qué Dios se trata - no por el hombre – su problema: el mal.
  • 45. Hacia Dios: Sin maldecir, pero sin callarse. Hablar diciendo algo. Asumir con valentía este problema. El cristiano y Job se dirigen a Dios con vehemencia. Esta vehemencia es la de la fe: reproche – Gen 3,12 – proceso – Job 13,3 pregunta bien planteada Salmo 115,10. El mayor error en este caso es sin duda el de encerrarse en el silencio frente a Dios. Hay que romper el silencio. Hablar es creer en una presencia. Y creer en una presencia es creer en la posibilidad de una respuesta. El grito dirigido a Dios no se lo podemos dejar solo a los increyentes. Jacob, Job y Jesús se dirigieron a Dios, le hablaron bien para preguntarle - “por qué Señor” – bien para orarle- “Padre si es posible...” bien para expresar su rechazo– “Daré rienda suelta a mis quejas” o su aceptación “que no se haga mi voluntad”. En vez de conservar estas actitudes para si, el creyente las dirige a Dios. Esta actitud vincula la fe con el coraje. Es la lógica de la fe.
  • 46. En Dios: Mientras la teodicea mantenía a Dios a distancia y habla de la permisión del mal, la escritura nos muestra a Dios escandalizado por el mal y en combate contra él. Dios es el adversario del mal. Es el primero que se plantea esta cuestión ya que no pertenece a su plan, a su Proyecto de Vida Plena. Dios “cae desmayado” ante el mal. El hombre descubre que el combate que ha emprendido, por ser el mismo combate que de Dios, lo lleva a cabo EN DIOS. Nuestro clamor coincide con el de Dios; más aún le permite a Dios manifestarse tal como es el. En el combate contra el mal es Dios quien lleva la iniciativa, es el primero en sentirse afectado. El mal es irracional e inadmisible. Dios es en cierto modo la respuesta al mal. El mal no es entonces una objeción contra Dios, sino que es más bien Dios el que se convierte en objeción contra el mal. Es el combate de Dios. Es un Dios totalmente distinto el que aquí se descubre Job 42,5. El Dios de Abraham y de Jesús, el que se conmueve ante el mal, “misericordia motus” – Evangelio – y no “inmóvil” – Aristóteles -, que se pone de parte de las víctimas, haciéndose el mismo víctima y poniendo su poder en este servicio y para este servicio es un DIOS DISTINTO, un Dios que asume el mismo la rebelión.
  • 47. Ese Dios en sí, al hacerse Dios para nosotros, nos recuerda que el problema del mal es cuestión teológica. Más aún si hay alguna pregunta teológica, es esta. Mucho más teológica que filosófica. Se trata de “encontrar en Dios la discusión interior del hombre”.
  • 48. 2.3. DIOS EN EL ENIGMA DEL MAL Objetivo: Dirigir sobre el mal y sobre el sufrimiento una mirada algo distinta de la que solíamos tener hasta ahora; para esto nos apoyamos en la Escritura.
  • 49.  Como se presenta el mal al hombre... y a Dios? Lectura Hermenéutica del Texto: Génesis 3  Para el Génesis, el mal es lo que no estaba previsto. No pertenece al plan, a la idea de la creación. El mal, por tanto, está desprovisto de sentido, es un irracional absoluto, es una SORPRESA.  Pero el mal existe. Después de la creación, el relato bíblico constata la aparición del mal proveniente de un personaje desconocido, del demonio – serpiente única responsable del mal, que no es de este mundo; ha entrado en él, ha venido de fuera.
  • 50. La desgracia del mal Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y  La aparición del mal radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de buscarse del no debe una responsabilidad sino el de un accidente, de lado de Dios. Todo en el un desastre, de una desgracia, de algo edén -, el diluvio, Génesis – El “demoníaco” (“lugar de un enigma”). y Gomorra. Babel – Sodoma El supremo sin sentido. Quizás no pueda pasa salir a uno como si Dios se luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, escandalizara, se escandalizado. sorprendiera, se indignara ante el mal. Y en el Nuevo Testamento Jesús también se sorprenderá frente al mal.  En estos relatos de los orígenes la primera aparición del mal tampoco se buscó de parte del hombre. Es verdad que el hombre consciente, pero el mal le precede. Es el adversario.
  • 51. La desgracia del mal Esto nos desgracia el mal, en este nivel primero y La enseña que del mal radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de una responsabilidad sino el de un accidente, de un desastre, de que el desgracia, de algo Esto nos enseña una “demoníaco” nivel primero mal, en este (“lugar de un enigma”). El supremo sin sentido. de una no pueda uno salir a y radical, no es el Quizás luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, culpabilidad, ni tampoco el escandalizado. de una responsabilidad sino el de un accidente, de un desastre, de una desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, escandalizado.
  • 52. La Malicia de lo demoníaco La desgracia del mal El mal no entra en ningún discurso de Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y justificación, ni moral, ni racional. Es algo radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de impenetrable, incomprensible. Al mal se le una responsabilidad sino el de un accidente, de llama mal, es su verdadero nombre a un desastre, de una desgracia, de algo saber, irracional. Al mal, que en “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El términos filosóficos se le designa supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a como un desastre, una desgracia, en luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, términos teológicos es llamado escandalizado. demoníaco, sin esperanza alguna de justificación. Ahora hay un culpable, tiene un nombre: demonio. Como vemos la cuestión de la culpabilidad no ha quedado en el olvido, pero se plantea en su verdadero lugar lo demoníaco. No se trata ni de Dios ni del hombre. El mal no es de este mundo; ha entrado en el; ha venido de fuera. Se le designa como lo no – admisible pertenece a “un orden del desorden”. El mal tiene la característica de parecerse al azar: des-orienta al hombre respecto a su finalidad.
  • 53. La desgracia del mal La prioridad de la víctima Esto nos enseña que el mal, en este nivel primero y El occidente cristiano preocupado por la radical, no es el de una culpabilidad, ni tampoco el de culpabilidad se ha regido por una una responsabilidad sino el de un accidente, de búsqueda prioritaria del culpable. un desastre, de una desgracia, de algo “demoníaco” (“lugar de un enigma”). El Por el contrario el Evangelio se interesa supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a mucho menos por el culpable que por la luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, víctima que se encuentra bajo la presión del escandalizado. mal, por el inocente que sufre un mal inmerecido. La Parábola del Buen Samaritano, nos muestra claramente la prioridad evangélica no desviar la atención del verdadero lugar en el cual se encuentra el mal irracional y trágico que es donde debe aportarse prioritariamente la salvación. Así el lugar de “una responsabilidad de perdición” queda ocupado por “una responsabilidad de salvación”.
  • 54. La desgracia del mal Lalógica desconcertante del Evangelio llega hasta el punto de que esté como ausente del mismo, la Esto nos enseña que el favor del cuidado de persecución del culpable amal, en este nivel primero y la víctima. el de una culpabilidad, ni tampoco el de radical, no es Condenar no es olvidarse de que lo importante es combatir el malde un mismo sitio en de una responsabilidad sino el en el accidente, que ha dejado los desastres de desgracia, si de algo un desastre, de una su “victoria”? hay que juzgar, condenar, hagámoslo ciertamente porque El “demoníaco” (“lugar de un enigma”). hay que hacerlo, pero siempre pensando en supremo sin sentido. Quizás no pueda uno salir a salvar, no por otras razones. Como dice el luchar contra el mal más que sorprendido, extrañado, comisionado de paz “mi línea es la justicia escandalizado. restaurativa. No creo en las penas largas de cárcel. Ese es un viejo modelo de venganza”. La Condición Humana Entramos en un último aspecto: El pecado del hombre. se trata del tema de la tentación. La entrada del hombre en el mal no fue más que un consentimiento. La culpabilidad humana que ciertamente existe entra en juego relativamente tarde. Por esto, no se debe plantear todo el problema en términos de culpabilidad.
  • 55. 2.4. SITUACIONES DE LA PERSONA HUMANA FRENTE AL MAL El hombre frágil: Ante la sorpresa del mal la vulnerabilidad a lo que viene de fuera, a la seducción: el arte de presentar el mal bajo la apariencia del bien. La fragilidad ante la emboscada que Satanás había preparado y la magnitud de la tentación. La fragilidad en el hombre que no puede estar siempre alerta. Alguna vez nos adormecemos todos. La fragilidad por superficiales más que por malos . La fragilidad casi infantil, ante el espejismo del mal disfrazado de bien.
  • 56. El hombre tentado: Fue sorprendido y cayó víctima de la tentación. Dejó que “el orden del desorden” “el orden demoníaco” sustituyera el orden divino, el proyecto de Dios, su plan de Vida Plena. El pecado no es una perversidad verdaderamente inmanente al hombre, de lo contrario habría que llamar diabólico al hombre y esto no es así. El pecado desvía al hombre de su finalidad. Es un consentimiento no una invención. El pecado no es el mal, sino el consentimiento en el mal. El pecado puede ser perdonado; el mal no se puede absolver.
  • 57. El hombre desviado: Por la seducción y la tentación que revelan el misterio más profundo del mal, el que mejor manifiesta la alienación inconsciente que nos amenaza a todos, culpables y víctimas. Somos desviados impedidos de llegar a ser nosotros mismos. Impedidos de conseguir nuestra plenitud como personas. Nuestra humanidad. Somos desviados por la tentación. El problema está ahí: Ilustra el tema del mal como extravío, como desliz, como resbalón. El consentimiento abre el camino de entrada para el mal.
  • 58. El hombre víctima: Es más urgente la ayuda a las víctimas que la denuncia de los culpables. Víctima para el cristianismo, en el tema de la tentación, es el mismo culpable sin que por esto minimicemos la responsabilidad de los que oprimen y destruyen. A ellos los debemos combatir. la víctima como el culpable, el culpable como la víctima, necesitan de salvación. La salvación se dirige al culpable y a la víctima. para la visión cristiana el culpable no es un culpable absoluto Víctimas somos todos y de la tentación del dinero, del poder, del saber, del placer. En este terreno no hay monopolios.
  • 59. El hombre liberado: El mal radical está delante de mi y no en mi mismo Esta liberación evita que nos hundamos en una culpabilización excesiva. La culpabilidad no es lo único grave y su comprensión y sus castigos no son lo único importante. Esta liberación nos hace comprender que el mal puede y debe ser combatido. Es un adversario seductor al que hay que vencer. Esta liberación no resta importancia a la seriedad de nuestro pecado que nos hace perder nuestro horizonte. Esta liberación nos lleva a insistir más en la víctima que en el culpable.
  • 60. 2.5. CÓMO SE VA ENTRETEJIENDO LA TRAMA DEL MAL?  La Ética: Des- moralización de la cuestión del mal El problema del mal más que un problema moral – subjetividad, culpabilidad, conciencia, intenciones... es un problema de destino, de significado.  Aspecto positivo de la moralización del mal: Desfatalizar el mal autorizando la lucha contra él. la culpabilidad solo adquiere sentido con la responsabilidad.  Aspectos Negativos de la Moralización del Mal:  Moralismo de Culpabilidad: Ha hecho creer que la culpabilidad ocupa todo el terreno del mal. Responsabilidad, no coincide exactamente con culpabilidad. Hay que luchar por la sana culpabilidad.
  • 61.  Moralismo de Culpabilización: Que puede llevar a una culpabilización excesiva, verdadera intoxicación de la conciencia que conduce a un fatalismo peor, que envenenaría toda nuestra existencia. Seguro que somos culpables pero no exageremos. Cuidado con las obsesiones. No se debe luchar contra el mal apoyados en otro mal. Cuidado con patologías individuales y sociales.  Moralismo de Justificación: No puede ser verdad que todo mal que se sufre sea debido a un castigo. Una teología de “perro guardián”, “una doctrina demasiado abrupta del castigo, no hace justicia ni honra a Dios. No se puede dar una justificación sutil e inconsciente del mal. “El sufrimiento sigue siendo extraño a la razón”.
  • 62.  La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal  El problema de Dios: con los discursos de justificación es la misma imagen de Dios la que se ve en entredicho y quizás de una forma definitiva. Hay que correr el riesgo del lenguaje de la verdad. Dios no pide aplausos imbéciles. Dios ha de recobrar su verdadera medida. La de un protagonista en el drama del mal: Es el adversario radical del mal. Con el mal tiene una relación de enfrentamiento y de combate, no ya motivado por un ultraje contra él, sino movido por la injuria que ha cometido el adversario contra nosotros. Con esta visión de las cosas percibimos a un Dios que se parece más a lo que el mismo parece ser, a aquel de quien hemos recibido el derecho de esperar y aquel a quien buscamos en nuestro destino. La ofensa a Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  • 63.  El misterio del demonio: Su perversidad está no tanto en engañarnos sobre el bien por adquirir, sino hacernos creer que el pecado es el único medio de acceder al bien. Así es precisamente como el pecado nos hace daño: nos aparta de nuestra realización, de nuestra verdadera humanización. No se trata, por tanto, de un asunto simplemente moral y subjetivo, sino metafísico y objetivo. El mal que es un exceso, en el hombre es un defecto.
  • 64. Sabemos que el problema del mal le preocupa seriamente a Nuestro Dios. Los discursos demasiado ligeros a su favor no le honran demasiado, ya que no respetan su propio “aturdimiento”. Dios, probado en sí mismo, está precisamente a nuestro lado en este asunto. El es el adversario del mal. “Sorprendido” por el mal, escandalizado por el daño que se le hace a su creación que el consideraba buena y hasta muy buena el mal no se le escapa a Dios, que lucha constantemente contra el; pero la lucha es larga pues presupone nuestra libertad que Dios siempre respeta.
  • 65. Dios sabe algo que nuestra teodicea racional ignoraba: que el problema del mal no se resuelve con un discurso, sino con un COMBATE. La muerte del Señor en la cruz, en donde “venció a la muerte con la muerte” no tiene nada de la muerte solemne de Sócrates. Es que no se trata de hablar sino de luchar y combatir. Esta es la verdadera respuesta de la fe, de la Teología al problema del mal. Una cuestión que no soporta ninguna justificación, sino un combate y una victoria.
  • 66. INTRODUCCIÓN El problema del mal, ha sido siempre, incluso para los creyentes, la gran prueba de fuego de la fe. Para el creyente, el mal es una pesada sobrecarga. Además de padecerlo tiene que compaginarlo con la existencia de un Dios bueno y “todopoderoso”
  • 67. 3.1. DOS TRADICIONES SOBRE EL MAL La Paulina prolongada por La Sinóptica que culmina San Agustín en Lucas MAL CULPABLE – MAL DESGRACIA – COMETIDO, BUSCADO SUFRIDA
  • 68. 1. Se alimenta del relato del 1. Hunde sus raíces en el libro de Génesis 3 sobre el pecado Job punto culminante de esta original. tradición. 2. El mal es interpretado en clave 2. Es el mal que destruye al de pecado. inocente, y lo que le es más querido: familia, salud, bienes materiales. El mal es interpretado en clave de sufrimiento. 3. Se dice que es un “mal 3. Es el “mal inmerecido” – merecido”. Es el fracaso de la Lucas 10, 25-37. responsabilidad
  • 69. 4. Pone el acento en los 4. Pone el acento en las culpables. víctimas. 5. Sensible al mal moral. Se 5. Sensible al mal físico: se preocupa por el pecado del preocupa más por el hombre. sufrimiento del hombre. 6. Para enfrentarlo promueve el 6. Para enfrentarlo se preocupa auge del ascetismo individual y por sanar la enfermedad, por de implacables exámenes de luchar contra el hambre, por conciencia. Se rige por el construir la ciudad de la miedo. Misericordia. “La Misericordia libra de la muerte y purifica de todo pecado”.
  • 70. 7. Jesús se alineó dentro de esta 7. Ha prevalecido en occidente: la pastoral del miedo. tradición Jn 9, 2-3, respondía a la Su gran impulsor fue San Anselmo por laimagen de su Dios: El Dios de la imagen de un Dios severo y Misericordia; de su proyecto. La exigente. Con dos grandesllegada del Reino pondría fin al perdedores: llanto, al hambre, la sed, la persecución. Las  El Cristianismo sometido a Bienaventuranzas anuncian importantes desfiguraciones y, comida, risa, gozo y alegría. Sus  el hombre que ha tenido “milagros” están en esta línea. indecibles sufrimientos y angustias. Hubo épocas en que el mal – desgracia – epidemias, terremotos, guerras, Perdona a todo el que cree en el carestías – fue interpretado como perdón. consecuencia del mal – culpa. Su Dios no era un contador público. Esta teología del castigo supuso que el cuerpo era un mal aliado. Sobre el recayeron vigilias, ayunos, azotes y toda clase de desprecios y por otra parte el mal – desgracia el que más subleva tenía una explicación envenenada: no había mal que no fuera culpable.
  • 71. 4.1. EL MAL ASUMIDO También Jesús fue víctima del mal – desgracia: Su crucifixión fue el último eslabón de una cadena de rechazos. Sufrió la muerte que todos procuraban evitar, la más humillante. Como dice hermosamente el mártir luterano Bonhoiffer “Jesús murió ante Dios y sin Dios” Marcos 14. 33,34 – 35,37- Salmo 22. Murió como un excluido en un ambiente de sufrimiento y esperanza. La causa de su muerte fue su vida, su proyecto a favor de los más débiles.
  • 72. 4.2. EL MAL VENCIDO El Antiguo Testamento: Soledad e injusticia La fe en la resurrección fue un intento atrevido de recuperar la historia de los vencidos, de las víctimas, estar seguros que la soledad y la injusticia no se alzarían con la última palabra. Israel concibe otro mundo para arreglar cuentas con este.
  • 73. El Nuevo Testamento: Atrevimiento definitivo La resurrección de Jesús es el problema límite del Nuevo Testamento. Evocar este tema es tan difícil como hablar de Dios. Se considera que la fórmula “resurrección de los muertos “ y el término “Dios” son equivalentes. Por esto solo percibe la dignidad de la resurrección quien no dogmatiza sobre ella, quien la evoca y la narra como el despertar del sueño a una nueva vida, quien la evoca con temor y temblor intentando tres vías de aproximación a ella:  El factor visual: Destacar la corporeidad del resucitado. El que de alguna forma se hiciera, visualmente presente.  El sepulcro vacío: Fuente de extrañeza, sorpresa y consternación.  El testimonio de Pablo: 1 Cor. 15, 3-5 Son el mejor vehículo para aproximarse a la historicidad de la resurrección.  Un texto muy cercano a los hechos que narra. A seis u ocho años de la muerte de Jesús.  El contenido de texto es anterior a la redacción del apóstol: Pablo afirma que trasmite “lo que ha recibido”.  Es una fórmula de catecismo apta para ser memorizada.  Pablo se incluye en la cadena de testigos. En el parece que se produjo una especie de movilización interior, de encuentro con el resucitado que le puso a la escucha de la Palabra de Dios y le dio fuerza para iniciar un nuevo itinerario. Gal 1,15.
  • 74. Del mal objeción contra Dios, se pasa a Dios objeción contra el mal. Dios justificado por el hecho mismo de que es el que objeta y combate contra el mal. Dios prueba a Dios. Y prueba también al hombre. Dios no quiere la muerte del hombre, el trabaja para que pueda comprenderse en el encuentro consigo mismo, es decir, como poder divino. Que viva Dios para que viva el hombre. Dios no es la justificación del mal, es la justificación del hombre Dios no es más que SALVACIÓN. No hay derecho a decir demasiado a prisa que no hay problemas y que todo va bien como en el mejor de los mundos posibles. El redescubrimiento de un Dios ciertamente más frágil y vulnerable es lo único que puede liberarnos. Porque ese Dios que no elude la responsabilidad se muestra mucho más poderoso.
  • 75. Pensaremos lo mismo que aquellos de los que habla el Corán: que “no existe ningún refugio contra Dios fuera de él” - 9,118-. Porque Dios soporta la crítica. Si no, ¿creemos de verdad en el? Si la teología estudia a Dios en su revelación, la teodicea lo busca en su objeción – Deus absconditus -. Lugar casi tan sagrado, ya que en él se encuentra el hombre que sufre – res sacra homo, incluso y sobre todo entonces -. Este descubrimiento de un Dios frágil, como desnudo ante la objeción, resulta más glorioso para él que los discursos que lo ocultan en una falsa grandeza. Hay que acabar cuanto antes con ese Dios falso, que responde a nuestros sueños infantiles, un Dios a imagen de nuestros fantasmas de omnipotencia nunca perturbada. Los “defectos” de Dios que revela una objeción que no tiene miedo de sí misma, no son muchas veces más que los defectos – en el sentido de defectos - de unos atributos que no son dignos de Dios, sino dignos tan sólo de nuestro infantilismo, incapaz de concebir a Dios tal como es, a saber, no en lo que nosotros le atribuimos – “atributos” -, sino en lo que él es, en sus “propiedades” precisamente.
  • 76. Tan sólo así recobrarán la teodicea su carácter científico y podrá responder a las cuestiones planteadas. Creo que la teodicea tiene ante sí todo un porvenir. El hombre siempre necesitará salvación, justificación. La teodicea recobrará esta función eminentemente de antropodicea. Llegando hasta el final de la nube. Entonces volveremos a encontrar al hombre, ya que habremos llevado con nosotros su contestación. Los creyentes tienen que evitar el error de no mirar la dificultad cara a cara. De lo contrario, si sólo sienten esa dificultad los no creyentes, acabarán creyendo que nosotros no tenemos oídos ni palabras. Serán ellos los únicos que recuerden la realidad de la objeción y nosotros no tendremos derecho alguno a decir que están equivocados. Así pues, esta nueva teodicea volverá a encontrar al hombre. Y de este modo volverá a encontrar al verdadero Dios, al “Dios verdadero nacido del Dios verdadero”. Tan sólo después de pasar por el crisol de la probación llegará la gloria de la prueba.
  • 77. A la gran narración de tanto mal en el mundo, el cristianismo opone otra gran narración: La de la vida, muerte y resurrección de Jesús. Un Jesús a quien Dios no libró del mal, pero protegió en el mal. Lo específico de la respuesta cristiana al problema del mal no consiste en reconciliarse con la negatividad, sino en reconciliarse con Dios a pesar de la negatividad. “En dar razón de nuestra esperanza” 1 Pedro 3,15. “En creer contra toda esperanza” Rom. 4,18.
  • 78. 4.3. ¿QUÉ ENTENDEMOS POR ESPERANZA EN LA REVELACIÓN BÍBLICA? Rom. 15, 42  Esperanza efecto de la paciencia. Rom. 5,3  Esperanza efecto de la paciencia fundamentada en el amor. Gal. 5,5  Esperanza efecto resultante de la fe. 1 Carta a los Tesalonicenses: primer ensayo literario que Pablo hace para configurar de manera unitaria la originalidad del cristianismo. El eje de la carta es la teología de la elección por medio del Evangelio. No un aparato doctrinal abstracto, sino la acción salvadora de Dios por Cristo Resucitado que acontece en nosotros por su Espíritu. Su armazón interna gira alrededor de la fe, el amor y la esperanza como componentes esenciales del Evangelio.
  • 79. La esperanza por tanto es un don - el Resucitado – que nos salva de nosotros mismos, es decir de nuestra tendencia a encerrarnos en los límites de nuestra propia finitud, a gloriarnos de nuestra propia auto- suficiencia y de nuestro esfuerzo por proteger nuestros propios intereses.
  • 80. Érase una vez un viejo que nunca había sido joven. En realidad, en toda su vida no había aprendido nunca a vivir. y como no había aprendido a vivir, tampoco era capaz de morir. No tenía esperanzas ni preocupaciones; no sabía llorar ni sonreír. Nada de lo que sucedía en el mundo le hacía sufrir, ni siquiera le impresionaba. Pasaba los días ocioso a la puerta de su cabaña, sin dignarse mirar nunca al cielo, el inmenso cristal azul que, también para él el Señor limpiaba todos los días con el suave algodón de las nubes. Algunas de las personas que pasaban le preguntaban. Tenía tantos años que creían que era muy sabio y trataban de conocer el tesoro de su experiencia secular. “Qué tenemos que hacer para conseguir la felicidad?”, preguntaban los jóvenes. “La felicidad es un invento de los estúpidos”, respondía el viejo. Pasaban hombres de ánimo noble, deseosos de ser útiles al prójimo. “¿Dé qué modo podemos sacrificarnos para ayudar a nuestros hermanos?”, preguntaban. “Quien se sacrifica por la humanidad está loco”, respondía el viejo, con un gesto siniestro. “¿Cómo podemos dirigir a nuestros hijos por el camino del bien?”, le preguntaban los padres. “Los hijos son serpientes”, respondía el viejo, “de ellos sólo se pueden esperar mordeduras venenosas”.
  • 81. También los artistas y los poetas se acercaban a consultar al viejo, considerado sabio por todos. “Enséñanos a expresar los sentimientos que tenemos en nuestra alma”, decían. “Sería mejor que os callarais”, gruñía el viejo. Poco a poco sus ideas malignas y tristes contagiaron al mundo. desde su ángulo escuálido, donde no crecían flores ni cantaban aves, Pesimismo (porque éste era el nombre del viejo malvado) lanzaba un viento gélido sobre la bondad, sobre el amor, sobre la generosidad que, golpeadas por aquel soplo mortífero, se marchitaban y se secaban. Todo esto disgustó mucho al Señor, que decidió poner remedio. Llamó a un niño y le dijo: “Ve a dar un beso a aquel pobre viejo”. El niño obedeció. Rodeó con sus brazos tiernos y rollizos el cuello del viejo y le dio un beso húmedo y ruidoso en la cara llena de arrugas. Por primera vez el viejo se asombró. De pronto sus turbios ojos se volvieron límpidos. Porque nadie lo había besado nunca. De este modo abrió los ojos a la vida y después murió, sonriendo”.
  • 82. 4.4. TEXTOS BÍBLICOS Por qué? En el principio creó “Puedo rebelarme contra un Dios •Job 21; Dios... que reina felizmente sin ser molestado •3.3-4. •Si 4, 1-4; o en una trascendencia apática, por •11-13; •Isaías 45,7: encima de todo sufrimiento. Pero •3,20-26 •Si 11,14; no puedo rebelarme contra el •Jn 9, 1-2; Dios que en el sufrimiento de •Job 4, 7-9 Jesús me ha revelado toda su •1 Cor 15, 54-55 compasión. Si hubieras estado Lloró amargamente aquí: •Sant. 4, 1-3; •Jn 1,17-21 •Sal 22, 10-12; Puedo rebelarme contra una •Mc 4,37-38 •Jn 11, 28-37; justicia divina considerada como una •Mc 4,40; •1 Jn 4,7-10 entidad abstracta, y contra una •Jn 11,26 •Mc 3, 1-6 armonía del universo preestablecida •Jn 15,13 para el presente y postulada para el •Mt 25, 34-40. futuro. Pero no puedo rebelarme contra el amor del Padre de los perdidos, manifestado en Jesús, contra el amor sin presupuestos y sin límites que abarca también nuestro dolor, aplaca mi indignación, sacude mi frustración y me permite soportar las incesantes desventuras de la vida para resultar al final victorioso. El amor de Dios no me protege de todo sufrimiento. Pero me protege en todo sufrimiento. De este modo se esboza para mi en el presente lo que se cumplirá... en el futuro: la victoria definitiva del amor de Nuestro Dios que no es un ser indiferente e insensible, sordo al dolor y a la injusticia, sino que ha tomado y se tomará siempre en serio el sufrimiento de los hombres” Hans Kung.
  • 83. Escándalo y Tentación Dios mío, Dios mío por •1 Cor 1, 22-23 qué me has abandonado? •1 Cor 1, 20-25 •Mc 8, 34-38 •Mt 16,21-23 •Mt 11,28 •Mt 26, 30-31 •1 Cor 2,2-5 •Gal 3,13 •Mt 27, 39-44 •1 P 2,4-8 •Is 53, 3-8 •Fil 2, 5-8 •Mt 12, 18-21 •Jn 6 •Is 42, 1-4 “¿Qué es morir sino entregarse desnudo al viento y fundirse con el sol? ¿Y qué es dejar de respirar sino liberar el aliento de sus inquietos vaivenes para que pueda elevarse, expandirse y buscar sin trabas a Dios? Sólo cuando bebáis del río del silencio podréis cantar de verdad. Y cuando hayáis alcanzado la cima de la montaña, entonces empezaréis a ascender. Y cuando la tierra reclame vuestros miembros, es cuando bailaréis de verdad”.
  • 84. Libro de la Consolación – Is 44 – 60 La esperanza que el texto nos da: Dios nos amó, nos ama y nos amará siempre: Is 40,1; Is 51,12; Is 40,29; Is 41,10; Is 60, 9-14; Is 64,7; Is 54, 4-5. Los cantos del siervo de Yahvé quieren demostrar que la esperanza del siervo es la solidaridad.
  • 85. 4.5. REALIZACIÓN CONCRETA DE LA ESPERANZA: EL MAL DESDE LA CRUZ Y LA RESURRECCIÓN  Romper el dilema de Epicuro: “O Dios puede y no quiere evitar el mal, y entonces no es bueno o quiere y no puede y entonces no es omnipotente”. Pensar en un mundo finito sin mal equivale a pensar en un círculo cuadrado. El dilema de Epicuro por esto es anacrónico y carece de sentido.  La coherencia de creer en Dios a pesar del mal Si hay mal en el mundo, no es porque Dios – el anti-mal – lo quiera o lo permita sino porque no puede ser de otra manera: porque resulta inevitable. Detrás del mal no se esconde un Dios que abandona, calla o se desentiende, sino de un ABBA, que está volcado en nosotros con toda la fuerza y la actividad de su amor compasivo y liberado.
  • 86. Es Dios y no nosotros el primer empeñado en la lucha contra el mal solicitando nuestra colaboración. Ante el mal del mundo seguir repitiéndole a Dios “que escuche y tenga piedad” significa objetivamente una perversión de las relaciones. Nunca valoraremos bastante el realismo de las nuevas cristologías que, con su proceder “desde abajo”, nos devolvieron a la verdad más elemental: la de ver a Jesús como víctima. Víctima histórica y concreta, golpeada por el mismo mal que, en sus diversas formas, nos acosa a todos. Por esto su destino, ilumina nuestras vidas como acabó iluminando la suya. En la cruz culmina el proceso histórico de la revelación sobre el mal. La resurrección le quita al mal la última palabra. No niega su terrible fuerza histórica, pero no lo reconoce como absoluto. Por esto es posible la esperanza que sabe que nada existe que la obligue a rendirse o resignarse, pues a la experiencia histórica de los pequeños triunfos sobre el mal suma la promesa firme de la victoria final. En este panorama tantas veces desolado habita el amor de un Dios que pone su gloria en acompañar con ternura incansable a todos los crucificados y crucificadas de la tierra y que empeña su poder en rescatar a todas las víctimas de la tierra.
  • 87. Si el mal es una locura, no será otra locura la que pueda oponérsele? 5.1. NECESIDAD DE UNA SALVACIÓN: Todo pude ser recuperado; no hay nada irremediable y fatal. No hay nada definitivo todo puede volver a comenzar de nuevo. Todo puede ser salvado. Si el mal no puede justificarse, solo se pude pensar en combatirlo ya que puede ser derrotado de manera responsable. Si se trata de un desastre en el destino, se necesita una salvación. Primero hay que hablar de salvación allí donde todos los esfuerzos humanos, resultan por lo pronto insignificantes. Es la única respuesta posible al carácter radical del mal.
  • 88. Si el mal es un exceso no había que invocar otro exceso, a Dios, cuyo nombre o título – como bien dijo San Pablo – es gratuidad, salida de sí mismo, gracia, locura, prioridad, sobreabundancia, profusión, desmesura, perdón? Entonces se abre una perspectiva muy distinta. No es ya el mal el que constituye una objeción contra Dios. Es Dios el que constituye una objeción contra el mal. No es esta para nosotros los cristianos la mejor ocasión para recordar que Dios quiere conocer y conoció el mal en su Hijo? El hombre – y este es el mensaje cristiano - no puede pensar en ser responsable más que después de haber comprendido que, en este terreno como en todos los demás, su Señor actuó primero y participó antes de el. Por el perdió el mal todo su prestigio “dónde está muerte tu victoria, dónde está muerte tu aguijón” 1 Cor 15.55. La prioridad absoluta de Nuestro Dios llega hasta estos abismos “Yo os he precedido” – Mt 26,32 “no tengáis miedo” Mc 6,50, “Yo ya he vencido” Jn 16,33 – Ap 1714. Tomemos conciencia no caigamos en el error de creer que la ética puede bastar contra el mal. Tengamos cuidado de no formular pobres recetas, es preciso ir a la raíz.
  • 89. 5.2. LAS MEDIACIONES DE LA SALVACIÓN: Está claro que la salvación que trae Dios necesita las mediaciones humanas. Cuáles deben ser?  Discusión sobre la justicia De todas las virtudes, la justicia es la que a veces parece menos divina. No sucede a veces que la justicia puede implicar en el fondo, ciertos comportamientos arcaicos? Un análisis mostraría quizás los fermentos de agresividad que pueden ocultarse tras las reivindicaciones. La justicia se convierte fácilmente en acusadora, en denunciante, fácilmente se puede dejar animar por la venganza y el resentimiento. Hay en ella una violencia virtual, mal dominada. Se ha hablado de “las enfermedades de la virtud” y hay ciertamente derecho a preguntar si la justicia no es la que se encuentra más expuesta a padecerlas. Hay algo más injusto que una justicia que se absolutiza?.
  • 90. La justicia es siempre, hágase lo que se haga y dígase lo que se diga, un tanto redistributiva, vindicativa, correctiva y justiciera, viendo fácilmente el bien como simple corrección del mal. No se trata, de que dejemos al margen la justicia sino de reconocer sus límites en el debate y en el combate que nos ocupan. Pero no tiene esa pasión, esa “orgía”, esa “erótica”, esa patética, que son las únicas capaces de responder a las proporciones de una salvación. Así pues, ¿No tendremos que ver también las cosas del otro lado, del lado de una “revolución” de todos los cálculos, de toda cuenta y equilibrio? ¿No habrá que hablar entonces de la caridad?
  • 91. La justicia, en sus exigencias, es mucho más un programa de reparación que un impulso de invención. La justicia es quizás la virtud, no solo más difícil de definir, sino la más difícil de practicar... con justicia. Quizás sea la virtud más corruptible, la que más se estropea y nos estropea. En la búsqueda de la justicia uno se convierte fácilmente en justiciero y hasta en perseguidor. El Espíritu de justicia conoce fácilmente desviaciones patológicas.
  • 92. 5.3. ELOGIO DE LA MISERICORDIA, DE LA CARIDAD... Constituye la mediación por excelencia puesto que es pasión, exceso, ausencia de cálculo. Solo busca crear frente a un mal que busca destruir, aniquilar. La re-creación por el amor se corresponde con la primera creación. No es la misericordia, el amor, el camino escogido por Dios en el combate contra el mal? Jesús se acerca al que sufre “movido de misericordia, de compasión” Mt 20,34. Es “la pasión del amor” tan lejos del Dios pagano, inmóvil, impasible. El mal no grita solamente venganza – que sería la mirada hacia el culpable – sino que grita sobre todo misericordia – compasión – que es la mirada hacia la víctima -.
  • 93. La caridad es una virtud teologal y no solamente – como la justicia – una virtud moral. Es el camino de Dios el que se nos propone. No debemos moralizar la caridad. “Aquí está sin duda el gran error histórico del cristianismo”. Se trata de re-inventar la caridad. El amor de Dios es tarea nuestra. Es el verdadero proyecto de Nuestro Dios que nos toca hacer realidad a nosotros empleando toda la diligencia y la vigilancia concreta para que no sea una mera ilusión. “Nosotros creemos en el amor” 1 Jn 4,16. “Por él se nos reconocerá” Jn 13,25 – Mt. 25.

Notas do Editor

  1. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  2. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  3. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  4. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  5. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  6. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  7. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  8. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  9. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  10. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  11. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  12. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  13. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.
  14. La Dogmática: Re-dogmatización del misterio del mal Al hablar de pecado como de una ofensa contra Dios, la misma tradición demostraba que lo que está en discusión es nada más y nada menos que el destino del hombre. La ofensa de Dios no está tanto en que se atente contra sus derechos como en que se atente contra nuestro destino.