1. HISTORIA DEL ARBOL DE NAVIDAD y
RITO DE BENDICIÓN DEL ÁRBOL NAVIDEÑO
El árbol de Navidad tiene sus orígenes en la antigua creencia germana de que un
árbol gigantesco sostenía el mundo y que en sus ramas estaban sostenidas las
estrellas, la luna y el sol. Esto que explica la costumbre de poner a los árboles
luces.
El árbol era también símbolo de la vida, por no perder en invierno su verde follaje
cuando casi toda la naturaleza parece muerta. En algunas casas en los países
nórdicos durante el invierto se cortaban algunas ramas y se le decoraba con pan,
fruta y adornos brillantes para alegrar la vida de los habitantes de la casa mientras
transcurría el invierno.
El árbol en sí tiene varios significados religiosos ya que ha sido utilizado como
símbolo de la unión del cielo y la tierra: ahonda sus raíces en la tierra y se levanta
hasta el cielo;
El árbol tenía el nombre de Divino Idrasil (Árbol del Universo), en cuya copa se
hallaba el cielo, Asgard y el Valhalla; mientras que en las raíces profundas se
encontraba el infierno.
Cuando los primeros cristianos llegaron al norte de Europa, descubrieron que sus
habitantes celebraban el nacimiento de Frey, dios del Sol la fertilidad, adornando
un árbol perenne, en la fecha próxima a la Navidad cristiana.
Posteriormente con la evangelización de esos pueblos, los cristianos tomaron la
idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo, pero cambiándole totalmente
el significado.
2. Se dice que san Bonifacio (680-754), evangelizador de Alemania, tomó un hacha y
cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol
consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne, simbolizó
el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas.
Las manzanas simbolizaban el pecado original y las tentaciones, mientras que las
velas representaban la luz de Jesucristo como luz del mundo.
Conforme pasó el tiempo, las manzanas y las luces, se transformaron en esferas
y otros adornos.
Después se agregó la tradición de poner regalos para los niños bajo el árbol,
enviados por los Reyes Magos, Olentzero o Papá Noel dependiendo la leyenda de
la región donde se encuentre.
El Árbol de Navidad en Europa
Es posible que el primer árbol de Navidad, como lo conocemos en la actualidad,
se registre en Alemania, donde se implantó por primera vez en 1605 para
ambientar el frío de la Navidad, comenzando así su difusión.
A Finlandia llegó en 1800, mientras que a Inglaterra lo hizo en 1829, y en el
Castillo de Windsor se vio por primera vez en 1841, de la mano del príncipe
Alberto, esposo de la reina Victoria.[2]
La costumbre de adornar el árbol navideño en los hogares españoles fue traída en
el año 1870 por una mujer de origen ruso llamada Sofía Troubetzkoy, que después
de enviudar del duque de Morny, hermano de Napoleón Bonaparte, contrajo
segundas nupcias con el aristócrata español Pepe Osorio, el Gran Duque de
Sesto, uno de los mayores promotores de la Restauración borbónica que permitió
a Alfonso XII reinar.
Por ello, parece ser que la primera vez que se colocó un árbol navideño en
España fue en Madrid, durante las Navidades del año 1870, en el palacio de
dichos nobles.[3]
Significado religioso
En la Biblia, el árbol aparece como un símbolo de la Vida, árbol que Dios coloca
en medio del Paraíso como fuente de la inmortalidad (Gen 2, 9,3,22).
Pero el árbol puede también simbolizar la falsa sabiduría, la soberbia y la muerte
cuando el hombre se aparta de Dios (Gen 2, 16-ss) seducido por la apariencia
engañosa de este árbol y comiendo su fruto (gen 3, 2-6).
3. Pero Cristo vino no únicamente a los hombres, vino como cabeza de una nueva
creación, renovando todo lo que estaba caído.
La presencia de Cristo responde al anhelo de la creación para ser liberada de la
esclavitud y de la destrucción; mientras tanto se queja y sufre, tal como una mujer
en sus dolores de parto tal como nos lo describe San Pablo en la epístola a los
Romanos.
Por eso el árbol de Navidad representa esa naturaleza restaurada y engalanada
para recibir a su redentor; el árbol perennemente verde quiere saludar en nombre
de la naturaleza renovada a su Señor "Alégrense los cielos y la tierra, retumbe el
mar y el mundo submarino. Salten de gozo el campo y cuanto encierra,
manifiesten los bosques regocijo" (salmo 5).
El árbol de Navidad también representa ese árbol que nace y que con el tiempo
madurará en un gran árbol del cual saldrá la cruz que tal como nos recuerda la
liturgia del Viernes Santo: "Cruz amable y redentora, árbol noble y espléndido ,
ningún árbol fue tan rico ni en frutos ni en flor".
Podemos decir que de alguna manera el árbol de Navidad nos recuerda la
redención.
Decoración de un árbol de Navidad.
El árbol de Navidad recuerda al árbol del Paraíso de cuyos frutos comieron Adán y
Eva, y de donde vino el pecado original; y por lo tanto recuerda que Jesucristo ha
venido a ser Mesías prometido para la reconciliación.
Pero también representa al árbol de la Vida o la vida eterna, por ser de tipo
perenne.
La forma triangular del árbol (por ser generalmente una conífera), representa a la
Santísima Trinidad.
LA ESTRELLA. Al igual que en Belén hace dos mil un años una estrella se detuvo
sobre el lugar donde estaba el niño Jesús, con María su Madre, causando este
acontecimiento una gran alegría en los Reyes Magos (ver Mt 2, 9 - 10). Hoy una
estrella corona nuestro árbol recordándonos que el acontecimiento del nacimiento
de Jesús ha traído la verdadera alegría a nuestras vidas y representa la fe que
debe guiar la vida del cristiano, recordando a la estrella de Belén
• LAS LUCES nos recuerdan que el Señor Jesús es la luz del mundo que
ilumina nuestras vidas, sacándonos de las tinieblas del pecado y
guiándonos en nuestro peregrinar hacia la Casa del Padre. Encendidas la
vida y la resurrección de Cristo y apagadas el pecado y la muerte.
4. • Esfera: al parecer en un principio San Bonifacio adornó el árbol con
manzanas, respresentando con ellas las tentaciones. Hoy día, se
acostumbra a colocar bolas o esferas, que simbolizan los dones de Dios a
los hombres.
• Lazos: Siempre se ha pensado que los lazos representan la unión de las
familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar y
recibir.
LOS REGALOS colocados a los pies del árbol simbolizan aquellos dones con los
que los reyes magos adoraron al Niño Dios. Además nos recuerdan que tanto amó
Dios Padre al mundo que le entregó (le regaló) a su único hijo para que todo el
que crea en Él tenga vida eterna.
Las oraciones que se realizan durante el Adviento se diferencian por un color
determinado, y cada uno simboliza un tipo:
• El azul las oraciones de reconciliación.
• El plata las de agradecimiento.
• El oro las de alabanza.
• El rojo las de petición.
RITO DE BENDICIÓN DEL ÁRBOL NAVIDEÑO
Todos los presentes, santiguándose, dicen:
En el nombre del padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El padre de familia dice:
Bendito sea Dios,
Padre de nuestro Señor Jesucristo,
Que nos ha bendecido con toda clase de bendiciones espirituales.
En los cielos, en Cristo.
Todos responden:
Bendito sea el Señor por los siglos.
LECTURA
Uno de los presentes, lee el siguiente texto de la Sagrada Escritura:
Escuchemos con atención la lectura del profeta Isaías:
5. "Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino,
para adornar el lugar de mi santuario y ennoblecer mi estado".
ORACIÓN DE BENDICIÓN
Luego el padre de familia, con las manos juntas, dice la oración de bendición:
Oremos.
Bendito seas, Señor y Padre nuestro,
Que nos concedes recordar con fe
En estos días de Navidad
Los misterios del nacimiento del Señor Jesús.
Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol
Y lo hemos embellecido con luces,
Con la ilusión de celebrar
La navidad del nuevo milenio
Que podemos vivir también a la luz de los ejemplos
De la vida plena de tu Hijo
Y ser enriquecidos con las virtudes
Que resplandecen en su santa infancia.
Gloria a Él por los siglos de los siglos.
Todos responden:
Amén.
Al final, todos los presentes, santiguándose, dicen:
En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.
6. "Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, con el ciprés y el abeto y el pino,
para adornar el lugar de mi santuario y ennoblecer mi estado".
ORACIÓN DE BENDICIÓN
Luego el padre de familia, con las manos juntas, dice la oración de bendición:
Oremos.
Bendito seas, Señor y Padre nuestro,
Que nos concedes recordar con fe
En estos días de Navidad
Los misterios del nacimiento del Señor Jesús.
Concédenos, a quienes hemos adornado este árbol
Y lo hemos embellecido con luces,
Con la ilusión de celebrar
La navidad del nuevo milenio
Que podemos vivir también a la luz de los ejemplos
De la vida plena de tu Hijo
Y ser enriquecidos con las virtudes
Que resplandecen en su santa infancia.
Gloria a Él por los siglos de los siglos.
Todos responden:
Amén.
Al final, todos los presentes, santiguándose, dicen:
En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.