2. Todo empezó una mañana, cuando Iván vio lo que vio en el tapial del fondo. Y se desató la gran confusión. Por eso pasó lo que pasó. Hasta ese momento todas las mañanas en la vida de Eulogia y de su hijo Iván habían sido muy iguales.
3. Después de desayunar, ella salía a hacer las compras… Hijo, me voy a hacer las compras, ¡hacé toda la tarea! Sí mamá, quedate tranquila.
4. Pero él se quedaba sentado frente a la ventana y en vez de estudiar se distraía observando el patio del fondo, donde la enamorada del muro se enredaba hasta perderse entre los tapiales vecinos.
5. Allí dejaba apoyados sus ojos por minutos, a veces por horas. Sólo una cosa lo arrancaba de ese estado y era el regreso de su madre cuando abría la puerta y desperramaba todo sobre la mesa .
6. ¿Estabas en la luna hijo? No, mamá, en matemática. ¿Me trajiste algo?
7. Siempre pasaba lo mismo, hasta el día en que Iván vio lo que vio y pasó lo que pasó. Una mañana de abril…
31. Dicen que se cayó del tapial y hay que esperar a los inspectores para sacar el cadáver. Ni los bomberos ni los policías ni la ambulancia pueden hacer nada.
32. ¡ Si le habré dicho que no podara la enamorada del muro !
33. TOC TOC TOC ¿Por qué no me atiende nadie?... Eulogia llegó al primer piso.
34. Presente una nota con lo que desee y pase en 45 días. Es urgente, no puedo esperar.
37. La tengo muerta en el patio. El policía me dijo que para retirar el cadáver tienen que mandar un inspector. Ah, si hay un muerto tiene que ir al subsuelo. Mientras tanto…
38. A Eulogia no le daban las piernas para bajar las escaleras.
52. En ese momento nadie vio que el trapito se movía y la rata pasó por entre las piernas de todos los que no querían perderse la escena de Feliciano.
53. ¿Dónde está el cadáver? Mire inspector, siga a la dueña de casa. Así no hay problemas porque si no después dicen que las vecinas somos unas entrometidas, ¿vio?
54. Feliciano corría. Eulogia corría detrás de Feliciano e Iván detrás de Eulogia. La vecina detrás del panadero y el panadero perseguía a la peluquera
55. El médico perseguía al policía. Más atrás el verdulero que no pudo detener a Iván que iba detrás de Eulogia que ya tenía agarrado a Feliciano.