1. Elena Martín Vivaldi
Nació el 8 de Febrero de 1907 en Granada. Su madre se llamaba
Elena Vivaldi Romero y era italiana y su padre José Martín Barrales y
primer alcalde de Granada.
Estudio en el instituto “Padre Suárez” y su padre le apoyaba en los
estudios. Se licencio en Magisterio, en filosofía y en letras.
Al fallecer su padre en 1939, Elena presentó oposiciones para optar
a una plaza en el Cuerpo de Bibliotecas, Archivos y Museos. Cuando
consiguió el trabajo de archivera y tuvo que
desplazarse a Huelva.
También fue profesora en el instituto
“Esperanza media de Osasuna” en Sevilla desde
1939 hasta 1942.
En 1945 salen a la luz los primeros poemas de Elena, con el titulo
“Escalera de luna”, el hecho de estar rodeada de libros la convirtió
en una de las personas de referencia en el
entorno intelectual.
En 1948, Elena regreso a Granada donde
encontró trabajo en las bibliotecas, y encontró
el titulo como directora hasta que se
jubilara en el año 1977. Es en esos años es
cuando escribe el libro:
“ El alma desvelada” en el año 1953.
En sus versos, Elena, destaca soledad, desengaño
y despecho que eran los sentimientos que sentía entonces.
2. Estaba prometida con José Martínez, que la
engaño casándose con otra mujer, a ella la
marcaría para siempre. Y ese desengaño se ve
escrito con desgarro en “El alma desvelada”.
Luego conoce a Manuel Maldonado que le subió el
animo a Elena.
En el año 1985 se publica su obra completa
“Tiempo a la orilla” en 1942. Después del año
1985 solo aparecen poemas de Elena. En 1990
le rinden homenaje a Federico Garcia Lorca.
Elena Martín Vivaldi murió en 1998.
Y en Granada hay una estatua de Elena Martín Vivaldi y es un
merecido homenaje a la poeta.
Estatua de:
Elena Martín Vivaldi.
3. Este es un poema de Elena Martín Vivaldi:
JUGAREMOS al las cuatro esquinas.
Pediremos lumbre.
Jugaremos a las cuatro esquinas.
Le pondremos nombres.
Primera: Esperanza.
Enfrente: Amor.
Cruzándose: Olvido.
Ultimo: El dolor.
Jugaremos a las cuatro esquinas,
y en el centro le pregunto yo.
¿Hay lumbre, esperanza?
Casa del amor.
(Ya mis pasos corren)
¿Hay lumbre, el amor?
Casa del olvido.
(Despacio me acerco)
¿Hay lumbre, el olvido?
Casa del Dolor.
Jugaremos a las cuatro esquinas.
Jugaremos con mi corazón.
A las cuatro pediremos lumbre,
y en el centro de las 4, yo.
Clara Garrido Almazán 6ºA Pero Xil