Existen cinco tipos principales de pruebas de selección: pruebas de rendimiento para evaluar habilidades en tareas específicas del trabajo; pruebas de inteligencia y aptitudes para medir la capacidad de aprendizaje; pruebas de interés para conocer la compatibilidad del candidato con el puesto; pruebas de personalidad para determinar el comportamiento e interacción del candidato; y pruebas psicotécnicas que combinan varios tipos anteriores para evaluar rasgos de personalidad e inteligencia de forma objetiva.