1. 1. Introducción al Universo: Origen
Cómo se originó y evolucionó el universo es una de las cuestiones que más perplejidad
causan a los astrónomos: sobre todo a los cosmólogos, especializados en el estudio del
cosmos en su conjunto. Desde antiguo los científicos han tratado de resolver el enigma
del origen del universo, pero hasta el siglo presente no han logrado ningún progreso
significativo.
A comienzos de siglo la mayoría de los astrónomos creían que, aunque todos los
astros se mueven, sus movimientos se «cancelaban» entre sí, con el resultado de un
conjunto universal estático. Se creía también que el universo era infinitamente grande
(y, al ser estático, ni se expandía ni se contraía) e infinitamente antiguo. El universo
había existido siempre en un estado más o menos igual; no había habido comienzo.
Pero en 1917 se plantearon serias dudas a la idea del universo estático como resultado
de la teoría general de la relatividad de Albert Einstein, que sigue siendo la mejor teoría
sobre la gravitación. (La teoría especial de la relatividad de Einstein trata también de los
efectos de la aceleración.)
Cuando Einstein aplicó su teoría al universo, halló que sus ecuaciones sólo permitían la
existencia de universos no estáticos, es decir, dentro de la teoría general de la relatividad
eran posibles varios modelos hipotéticos diferentes del universo, pero ninguno de ellos
estático. V arios años después se descubrió que los espectros de lejanas galaxias
revelaban corrimientos Doppler hacia el rojo (fenómeno consistente en un aparente
cambio de frecuencia de la luz causado por el movimiento relativo existente entre su
fuente y el observador; un corrimiento de frecuencia ,hacia el extremo rojo del espectro
visible significa que el observador y la fuente de luz se separan), indicadoras de que
dichas galaxias se alejaban de la Tierra y, por ende, de que el universo se expande, tal
como exigía la teoría general de la relatividad, de Einstein.
Otros descubrimientos posteriores siguen apoyando la teoría einsteiniana, que
constituye hoy la base de casi todos los modelos cosmológicos y estudios modernos del
universo.
2. 2. Interpretaciones de los antiguos astrónomos
Mesopotamia: En esta región, concretamente Sumeria (primera gran civilización
mesopotámica) se ideó el arado, los vehículos con ruedas, los grandes proyectos de
irrigación y la escritura. Pero además acumularon una gran cantidad de mitos celestes
que pasaron de generación en generación y entre varias civilizaciones. A partir de todo
esto crearon calendarios para la siembra y lograron predecir los eclipses de luna.
Egipto: Los egipcios predecían los desbordamientos de los ríos atendiendo a la fecha en
la cual la estrella Sirio salía justo antes que el sol.
Grecia: los griegos fueron los que nos dejaron las cosas más importantes relacionadas
con el universo: el nombre de los planetas, el zodiaco y el mito de la Vía Láctea.
• Los Planetas:
Mercurio: es el nombre del veloz mensajero divino. Fue denominado así por ser el
planeta que corre más rápido, tarda 88 días en realizar una revolución. Es el más
cercano al sol, del que dista 58 millones de kilómetros.
Venus: de volumen casi igual al de la Tierra, es el planeta más brillante que
podemos observar al amanecer (Fósforo) o al atardecer (Héspero). Aparece envuelto
en una gruesa capa de nubes y su interior mantiene temperaturas abrasadoras. Debe
su nombre a la diosa de la belleza y del amor.
Tierra: nombre de la madre de los dioses, reserva inagotable de fecundidad. Se
encuentra a 149 millones de kilómetros del Sol. Posee un satélite, la Luna
(SELENE), hija del Titán Hiperión y hermana del Sol (HELIOS) y de Eo
(AURORA). La Luna y el Sol acabaron identificándose con Apolo y Artemisa, hijos
gemelos de Zeus y Leto.
Marte: nombre que evoca al dios de la guerra, al que se asoció por su color rojizo
anaranjado. Este planeta posee el mayor volcán de todo el sistema solar, el Monte
Olimpo, de 25 km de altura. La creencia de la existencia de vida en Marte ha
provocado una ingente cantidad de literatura fantástica a su alrededor. En 1877
Asaph Hall, astrónomo americano, descubrió sus dos minúsculos satélites: Fobos y
Deimos, que acompañan siempre a la guerra.
Júpiter: padre de los dioses. Es un planeta gigante, inconfundible por su luz blanca y
fija que resplandece más que cualquier otro durante la noche. Atraviesa una
constelación zodiacal por año. En 1610 Galileo Galilei descubrió los cuatro
primeros de sus dieciséis satélites: IO, EUROPA, GANÍMEDES y CALISTO. En
1892 el astrónomo E. E. Barnard descubrió el quinto, AMALTEA, por la nodriza de
este dios. Los nombres de las lunas de Júpiter están vinculados a historias del
amoroso dios.
3. Saturno: es el más lejano de los planetas visibles. Su nombre procede del Titán
Saturno (CRONOS), derrocado por su hijo Júpiter. Es 763 veces mayor que la
Tierra y tarda 29 años y 6 meses en una revolución alrededor del Sol. Se le conocen
23 satélites. En 1655 Huyghens descubrió sus anillos y uno de sus satélites: TITÁN.
Los demás llevan nombres de titanes, salvo los dos primeros, descubiertos en 1789
por W. Herschel, bautizados con el nombre de dos gigantes: MIMAS y
ENCELADO.
Urano: fue descubierto en 1781 por W. Herschel, astrónomo alemán establecido en
Inglaterra que fabricó su propio telescopio. Lleva el nombre del dios del cielo para
continuar con la tradición de asociar a los planetas con los dioses. Su atractivo color
azul, que evoca al cielo, se debe a la presencia de metano en su atmósfera. Tarda 84
años en realizar una revolución completa y cuenta con un sistema de anillos.
Se le conocen 15 satélites. El último fue descubierto en 1986 por la sonda
Voyager-2. Son los únicos que no están emparentados con la mitología grecolatina,
sino con personajes de W. Shakespeare y A. Pope, como OBERÓN y TITANIA,
también descubiertos por Herschel en 1787.
Neptuno: del nombre del dios del mar y también de color azul verdoso y con anillos.
Se descubrió en 1846 gracias a los estudios de John C. Adams y Urbain J.J.
Leverrier. Posee dos satélites principales, uno fue descubierto inmediatamente
después que el planeta y recibió el nombre del hijo de dios, TRITÓN. G. Kuiper
descubrió en 1950 el segundo, NEREIDA, por las bellas hijas de la divinidad marina
Nereo.
Plutón: su nombre evoca uno de los nombres del dios del mundo subterráneo y de
los muertos. Fue descubierto en 1931 por el astrónomo americano Clyde Tombaugh
tras los cálculos de P. Lowell. Situado en las profundidades del Sistema Solar, se
necesitan telescopios muy potentes para verlo. Fue fotografiado por primera vez en
1996 por el satélite espacial Hubble.
Su satélite CARONTE lleva el nombre del barquero del mundo de los muertos. Fue
descubierto en 1978. Plutón tiene otros dos compañeros de mucho menor tamaño,
HIDRA y NIX, descubiertos en 2005 gracias al telescopio espacial Hubble.
Uno de los cuerpos celestes más importantes está situado en el Cinturón de Kuiper, es
ERIS (discordia) que tras se descubierto por Michael Brown ya ha alcanzado la
categoría de planeta enano.
4. • El zodiaco:
El zodiaco es la forma adverbial de ZODION, diminutivo de ZÓON: ser vivo.
Aries: el carnero del Vellocino de Oro. Leyenda de Frixo y Hele y Jasón, jefe de la
expedición de los Argonautas.
Tauro: Zeus glorificó a los animales en los que el mismo se convertía. Esta
constelación representa al toro en que se transformó para raptar a la princesa fenicia
Europa. Tras el rapto, la conduce a la isla de Creta. De Europa procede el nombre de
nuestro continente.
Géminis: representa a los gemelos Castor y Pólux, hijos de Zeus, fruto de su unión
con Leda transformado en Cisne. Participaron en la conquista del Vellocino de Oro.
De la misma unión nacerían Helena y Clitemnestra.
Cáncer: “cangrejo”, vivía en el pantano de Lerna. En la lucha de Hércules con la
Hidra del pantano, mordió al Nereo y éste lo aplastó. La diosa Hera para
recompensar su cooperación en el combate contra Hércules, le colocó en el cielo
entre las constelaciones.
Leo: “León”. Se trata del león de Nemea. Primero de los doce trabajos de Hércules.
Zeus, orgulloso, puso al león entre las constelaciones para perpetuar las hazañas de
su hijo.
Virgo: “Partenos”, representa a la joven Erígone, hija de Icario, rey de un demo de
Ática que junto a Procyon son llevados al cielo por Dioniso. Forman parte del mito
de la difusión del cultivo de la vid y del origen del teatro en Atenas.
Libra: “Balanza”, por el equilibrio entre el día y la noche, ya que el Sol entraba en
Libra el 23 de septiembre, equinoccio de otoño. Constelación muy venerada en
Roma por su vinculación con Julio Cesar y Octavio Augusto.
Escorpio: se trata del animal que envió Apolo para matar al gigante Orión por su
jactancia. El escorpión fracasó, pero Apolo engaño a su hermana Artemisa para que
lo hiciera. La diosa al darse cuenta de lo ocurrido, suplicó a Asclepio, dios de la
medicina, que le devolviera la vida. El dios, compadeciéndose de ella, lo llevo a
cabo, pero ante las quejas de Hades, dios del mundo de los muertos, Zeus fulminó
con sus rayos a Orión y a Azclepio pero los colocó en el cielo: Orión y Ofiuco, “el
que tiene la serpiente”.
Sagitario: representa el centauro Quirón, el más célebre y sabio de los centauros y
amigo de los hombres. Fue educador, entre otros, de Aquiles, Jasón y Asclepio. Fue
herido incidentalmente por Hércules. El llamado “Monte de los Centauros”, el
monte Pelión donde habitaba Quirón era y es famoso por si gran cantidad de plantas
medicinales.
5. Capricornio: “Cuerno de la cabra” que pertenece a la cabra Amaltea, colocada en el
cielo por Zeus en reconocimiento por el alimento que recibió de ella, durante su
infancia en la isla Creta. Cuando el sol alcanza el punto más meridional de su
recorrido, sus rayos caen directamente sobre la línea que pasa por el norte de
Argentina, sur de África y centro de Australia. Esta línea recibe el nombre de
Trópico de Capricornio porque en esta época del año el Sol está recorriendo la
constelación del mismo nombre.
Acuarios: bajo este nombre fue colocado entre los astros Ganímedes, joven príncipe
troyano raptado por Zeus y llevado al Olimpo para servir de copero de los dioses. El
Águila en que se transformó el dios para raptarle, también fue convertida en
constelación.
Piscis: representa los peces en que Zeus transformó a Afrodita y a su hijo Cupido
para salvarlos del monstruo Tifón, durante las luchas sostenidas entre Olímpicos y
Gigantes por el poder.
• La Vía Láctea recibió ese nombre por el recorrido que la leche de Hera hizo al
apartar de su pecho a Hércules, hijo de Zeus había mantenido con otra mujer y
que deseaba convertir en inmortal y si lo amamantaba Hera lo sería. Pero ésta al
darse cuenta de que no era su hijo lo apartó y la leche salió disparada dando
luchar a el nombre de nuestra galaxia “VÍA LÁCTEA”
6. 3. Teorías sobre el origen y formación del universo: Nuevas
interpretaciones
• Teoría del Big Bang: Los diversos elementos que hoy se observan se produjeron
durante los primeros minutos de una gran explosión, cuando la temperatura
extremadamente alta y la densidad del universo fusionaban partículas
subatómicas en los elementos químicos. Esta explosión lanzo partículas en
todas direcciones hasta formar los elementos cósmicos que hoy conocemos.
El Big Bang fue bautizado por el astrofísico inglés Fred Hoyle en 1950 como el
instante inicial de la gran explosión que había dado comienzo al espacio y al
tiempo. Sea cual fuera el mecanismo que dio inicio al Big Bang, éste debió ser
muy rápido: el universo pasó de ser denso y caliente (instante “cero” del
tiempo) a ser casi vacío y frío (instante actual). De la situación antes del
fenómeno no se sabe nada, ni siquiera puede imaginarse como comenzó.
Penzias y Wilson (1965) corroboraron la hipótesis cuando captaron con un
radiotelescopio una radiación de microondas que fuera cual fuese la dirección
elegida, no variaba su intensidad, es decir, procedía de todas partes.
7. • Teoría inflacionaria de Alan Guth: explica los primeros instantes luego de la
formación del universo. Postula que este crece continuamente y por ello las
galaxias están cada vez más alejadas unas de otras.
En las primeras versiones de la teoría del universo inflacionaria todo parte de
una explosión inicial. Para ello se requiere una tasa inflacionaria mínima sin
embargo es bastante probable que el factor inflacionario sea mucho mayor.
Esta teoría la propuso Alan Guth en 1980 el cual baso su teoría en trabajos de
físicos como Stephen Hawking que había estudiado campos gravitatorios
sumamente fuertes como las que se encuentran en las proximidades de un
agujero negro en los mismos inicios del universo.
Su obra de Guth utiliza la teoría del campo unificado para mostrar que en los
primeros momentos del universo pudieron tener lugar transiciones de fase y que
en una región de aquel caótico estado original podía haberse hinchado
rápidamente para permitir que se formara una región observable del universo.
8. • Teoría del universo pulsante: Muchos científicos afirman en la actualidad que la
fuerza gravitatoria del universo será capaz de frenar su expansión y comenzar el
proceso contrario, es decir, una contracción del universo (pulsación). Todos los
cuerpos comenzarían a acercarse unos a otros a una velocidad cada vez mayor,
hasta encontrarse de nuevo toda la materia en un mismo punto, denominado
“huevo cósmico”. Esta congregación de materia volvería a estallar, dando origen
a un nuevo universo. Este proceso se repetiría eternamente, por lo que nuestro
universo actual sería el último de muchos otros surgidos en el pasado.
• Teoría del universo eléctrico: las hipótesis que se dan sobre esta teoría son las
siguientes: el espacio no está vacío sino lleno de plasma; los cuerpos celestes no
son eléctricamente neutros sino que están cargados; las interacciones entre los
cuerpos son principalmente electromagnéticas; es un modelo fijo, no hay
principio ni fin; no hay Big Bang; no hay necesidad de agujeros negros, materia
oscura, energía oscura…
9. • Teoría del estado estacionario: Se trata de un modelo presentado, en 1948, por
los astrónomos británicos Hermann Bondi, Thomas Gold y Fred Hoyle.
Consideraban insatisfactoria, desde el punto de vista filosófico, la idea de un
repentino comienzo del Universo.
Su modelo se derivaba de una extensión del "principio cosmológico", que en su
forma previa, más restringida, afirmaba que el Universo parece el mismo en su
conjunto, en un momento determinado desde cualquier posición.
La teoría del Universo Estacionario añade el postulado de que el Universo
parece el mismo siempre. Plantean que la disminución de la densidad del
Universo provocada por su expansión se compensa con la creación continua de
materia, que se condensa en galaxias que ocupan el lugar de las galaxias que se
han separado de la Vía Láctea y así se mantiene la apariencia actual del
Universo.
Esta es una teoría que supone la creación continua. La teoría del universo
estacionario, al menos en esta forma, no la aceptan la mayoría de los
cosmólogos, en especial después del descubrimiento aparentemente
incompatible de la radiación de fondo de microondas en 1965.
El descubrimiento de quásares también aportó pruebas que contradicen la teoría
del universo estacionario. Los quásares son sistemas extragalácticos muy
pequeños pero muy luminosos que solamente se encuentran a grandes distancias.
Su luz ha tardado en llegar a la Tierra varios miles de millones años. Por lo
tanto, son objetos del pasado remoto, lo que indica que hace unos miles de
millones de años la constitución del Universo era muy distinta de lo que es hoy
en día.
• Teoría Aristotélica: En la antigüedad, la única visión posible era la que daban
los ojos cuando contemplaban maravillados la belleza de los amaneceres,
cuando el Sol se levantaba en el cielo, emergiendo de las montañas y cuando las
estrellas iban recorriendo lentamente el cielo nocturno.
• Teoría copernicana: Los conocimientos astronómicos se incrementaron cuando
se hizo posible escudriñar los cielos con instrumentos más potentes que el ojo
humano. Mejores observaciones sugirieron nuevas teorías referentes a la
formación y a la constitución del Universo. Copérnico, Kepler y Galileo. Fueron
tres genios del pensamiento. Descubrieron que era falsa la creencia de que la
Tierra estaba inmóvil y que todos los objetos del cielo giraban en torno a ella.
Con los rudimentarios medios de que disponían, dieron un paso de gigante en el
conocimiento del Universo, al comprobar que la Tierra y los planetas giran
alrededor del Sol.
• Teoría de Newton: Sin apartarse de la teoría geocéntrica de Copérnico, Newton
desarrolló las fórmulas matemáticas apropiadas para calcular el movimiento de
los astros, a partir de la fuerza de gravedad que él postuló.
10. 4. Estructura y composición del universo
• Galaxias: son las unidades que forman el universo. Están compuestas por
estrellas, nebulosas y material interestelar. Pueden tener forma elíptica o de
espiral, y giran lentamente sobre si mismas. La galaxia de la que forma parte
nuestro sistema solar, llamado Vía Láctea, tiene unos cien mil años luz de
diámetro y se cree que en ella existen más de mil millones de estrellas. Existen
también formaciones galácticas compuestas por muchos miles de galaxias. Entre
las galaxias más próximas a la nuestra, cabe citar la de Andrómeda y las Nubes
de Magallanes.
• Estrellas: son astros que emiten luz y calor. La estrella más cercana a la Tierra es
el Sol, a una distancia media de casi ciento cincuenta millones de Kilómetros.
Incluso a simple vista, puede verse que las estrellas tienen colores distintos. El
color depende de la temperatura de su superficie; las azules son más calientes
que las blancas, y éstas más calientes que las amarillas y las rojas. Su tamaño
también es muy variado, desde las supergigantes, cientos de veces mayores que
el Sol (por ejemplo, Betelgeuse), hasta las estrellas enanas blancas, mucho
menores que la Tierra. En los procesos que se producen en las estrellas se
forman las diversas clases de átomos de la tabla periódica.
11. • Astros que no pueden verse: son cuerpos celestes que por sus características, no
emiten ningún tipo de radiación, por lo que no es posible detectarlos. Esto
puede ser debido a que están muy frías (estrellas enanas negras), o bien a que
son muy densas y su gravedad es tan elevada que el astro atrae hacia sí todo
cuanto está a su alrededor, e incluso impide que se escape la luz. A este tipo
pertenecen las diminutas estrellas de neutrones (estrella formada por neutrones.
Es sólida, mide unos treinta kilómetros de diámetro y su densidad es muy
elevada) y los inmensos agujeros negros (punto material de enorme masa, cuya
densidad es tan elevada que ni tan siquiera permite que la luz salga de él, por lo
que no puede verse. Es la etapa final de una estrella grande.). Todos estos astros
son la etapa final de la vida de una estrella, según el tamaño que tuvo en su
juventud.
• Satélites: cualquier objeto que orbita alrededor de un planeta. Generalmente el
satélite es mucho más pequeño y acompaña al planeta en su evolución alrededor
de la Estrella que orbita.
• Planetas: un planeta es un astro que no emite luz propia como las estrellas y
tiene masa para que su gravedad supere las fuerzas del cuerpo rígido, de manera
que asuma en equilibrio orbital e hidrostático una forma como prácticamente
esférica. En nuestra galaxia existen ocho planetas: Mercurio, Venus, Tierra,
Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno aunque Plutón y Ceres son
considerados dos planetas enanos. Mercurio, Venus, la Tierra y Marte son
planetas pequeños y rocosos, con densidad alta. Tienen un movimiento de
rotación lento, pocas lunas (o ninguna) y forma esférica un poco más redonda
que los siguientes.
Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, los gigantes gaseosos, son enormes y ligeros,
hechos de gas y hielo. Estos planetas giran deprisa, tienen muchos satélites,
anillos y un poco más abultamiento ecuatorial que los anteriores.
Planeta Diámetro Masa Radio Periodo Periodo de Satélites
12. orbital orbital rotación naturales
ecuatorial
(UA) (años) (días) (Año 2009)
Mercurio 0.382 0.06 0.38 0.241 58.6 0
Venus 0.949 0.82 0.72 0.615 -243 0
Tierra 1.00 1.00 1.00 1.00 1.00 1
Marte 0.53 0.11 1.52 1.88 1.03 2
Júpiter 11.2 318 5.20 11.86 0.414 63
Saturno 9.41 95 9.54 29.46 0.426 61
Urano 3.98 14.6 19.22 84.01 0.718 27
Neptuno 3.81 17.2 30.06 164.79 0.671 13
• Cúmulos de estrellas: Las estrellas no aparecen de forma aislada, sinó formando
grupos que llamamos "cúmulos". Un cúmulo de estrellas, es un grupo de
estrellas relacionadas que se mantienen juntas por efecto de la gravitación.
Los cúmulos de estrellas se clasifican en dos grupos: cúmulos abiertos, que no
poseen forma definida, y cúmulos globulares, que son esféricos o casi esféricos.
Los abiertos están formados por unos cientos estrellas jóvenes, mientras que los
cúmulos globulares contienen más de mil veces esa cantidad, y generalmente
son estrellas muy viejas.
Los cúmulos globulares forman un halo alrededor de nuestra galaxia, la Vía
Láctea, mientras que los abiertos se sitúan en los brazos de la espiral.
Los cúmulos abiertos son mucho más numerosos que los globulares: se conocen
unos 1.000 en nuestra galaxia mientras que sólo hay 140 globulares.
13. • Asteroides: Son una serie de objetos rocosos o metálicos que orbitan alrededor
del Sol, la mayoría en el cinturón principal, entre Marte y Júpiter. Algunos
asteroides, sin embargo, tienen órbitas que van más allá de Saturno, otros se
acercan más al Sol que la Tierra. Algunos han chocado contra nuestro planeta.
Cuando entran en la atmosfera, se encienden y se transforman en meteoritos. A
los asteroides también se les llama planetas menores. El más grande es Ceres,
con 1.000 Km. de diámetro. Después, Vesta y Pallas, con 525. Se han
encontrado 16 que superan los 240 Km., y muchos pequeños. Ida, el de la foto
lateral, tiene unos 115 Km. de punta a punta y Gaspra, abajo, no llega a los 35.
• Cometas: Parecen manchas de luz, a menudo borrosas, que van dejando un
rastro o cabellera. Esto los hace atractivos y los rodea de magia y misterio. Los
cometas son cuerpos frágiles y pequeños, de forma irregular, formados por una
mezcla de substancias duras y gases congelados.
14. • Meteoritos: La palabra meteorito significa fenómeno del cielo y describe la luz
que se produce cuando un fragmento de materia extraterrestre entra a la
atmosfera de la Tierra y se desintegra.
• Cuásares: son objetos lejanos que emiten grandes cantidades de energía, con
radiaciones similares a las de las estrellas. Los cuásares son centenares de miles
de millones de veces más brillantes que las estrellas. Posiblemente, son agujeros
negros que emiten intensa radiación cuando capturan estrellas o gas interestelar.
La luz que percibimos ocupa un rango muy estrecho en el espectro
electromagnético y no todos los cuerpos cósmicos emiten la mayor parte de su
radiación en forma de luz visible. Con el estudio de las ondas de radio, los
radioastrónomos empezaron a localizar fuentes muy potentes de radio que no
siempre correspondían a objeto visibles.
15. 5. Vía Láctea: conocimientos y propuestas antiguas y
actuales.
Según los últimos estudios realizados por los astrónomos, contiene unas 150.000
millones de estrellas dispuestas en 6 brazos espirales, además de 126 cúmulos
globulares, 1.055 cúmulos estelares abiertos y 70 asociaciones de estrellas. Posee 21
galaxias satélites, varias de las cuales están siendo asimiladas (o canalizadas) debido a
las inmensas fuerzas de la marea gravitatoria, lo que produce torrentes de estrellas que
se entrelazan con sus brazos. Complementa la estructura de nuestra galaxia, densas
nubes que viajan a alta velocidad (HVC) sin ninguna correspondencia con la rotación
galáctica.
Debe su nombre a la apariencia lechosa con la que observamos sus zonas más densas en
las noches oscuras. Ciklos Galácticos (la rueda lechosa) la llamaron los griegos,
mientras que para nuestra etnia Kariña, se trata de El camino de Pororu, el inmenso
sapo sagrado, que cayendo del cielo, lo dejó impregnado de su leche.
Los griegos llenaron el cielo con sus historias y la Vía Láctea no escapó a ello. Según su
mitología, tal portento lácteo surgió del pecho de la diosa Hera, al amantar al hijo de
Zeus y Alcmena (esposa de Anfitrión), Heracles - Hércules para los romanos. Al ser
mordida por el infante, la diosa separó abruptamente de su pecho al niño y la leche
despedida, se regó por el firmamento, formando la gran rueda lactosa.
Posteriormente, la apariencia que asume la Vía Láctea observada desde la Tierra, llevó a
los cristianos católicos a denominarla, el Camino de Santiago, en alusión a la travesía
que realizó el apóstol Santiago el Zebedeo, de retorno desde el Norte de España hasta
Jerusalén. Este hecho no es convalidado por los arqueólogos, pero hoy, la ciudad de la
hipotética partida recibe el nombre de Santiago de Compostela.
El conocimiento sobre nuestra galaxia es muy reciente. Apenas a comienzos del siglo
pasado fue que se descubrió su rotación. Tal descubrimiento se debe al trabajo realizado
por Jacobus Kapteyn (1851-1922) en 1904 al encontrar estrellas con movimientos
propios en direcciones opuestas.
Diez años después, en 1914, Arthur Eddington (1882-1944) estableció que nuestra
galaxia era apenas una parte muy pequeña del Universo. Es importante señalar que en
ese momento se pensaba que todo el Universo estaba confinado a la Vía Láctea.
En 1918, Harlow Shapley realiza un estudio de los cúmulos globulares y descubre que
se encuentran distribuidos en torno al centro galáctico. Determina la posición del Sol en
la galaxia, ubicación que es la aceptada en la actualidad.
16. 6. Sistema Solar: teorías antiguas y actuales
• Teoría Geocéntrica
Una estructura del Universo fue elaborada en el siglo II d.C. por el astrónomo
griego Claudio Tolomeo.
La teoría de Tolomeo sostenía que la Tierra está inmóvil y se encuentra en el centro
del Universo; el astro más cercano a la Tierra es la Luna y, según nos vamos
alejando, están Mercurio, Venus y el Sol casi en línea recta, seguidos sucesivamente
por Marte, Júpiter, Saturno y las llamadas estrellas inmóviles.
Posteriormente, los astrónomos enriquecieron este sistema con una novena esfera,
cuyo movimiento se supone que lo causa la precesión de los equinoccios. También
se añadió una décima esfera que se pensaba era la que conducía a los demás cuerpos
celestes.
Para explicar los diversos movimientos de los planetas, el sistema de Tolomeo los
describía formando pequeñas órbitas circulares llamadas epiciclos, los centros de los
cuales giraban alrededor de la Tierra en órbitas circulares llamadas deferentes. El
movimiento de todas las esferas se produce de oeste a este.
Tras el declive de la cultura griega clásica, los astrónomos árabes intentaron
perfeccionar el sistema añadiendo nuevos epiciclos para explicar las variaciones
imprevistas en los movimientos y las posiciones de los planetas. No obstante, estos
esfuerzos fracasaron en la solución de muchas incoherencias del sistema de
Tolomeo.
17. • Teoría Heliocéntrica
Al parecer, el primer hombre en la historia que propuso el sistema heliocéntrico —
según el cual la Tierra gira alrededor del Sol en un año y sobre su propio eje en un
día— fue Aristarco de Samos, quien vivió en Alejandría en el siglo III a.C.
Desgraciadamente, no se conserva ningún documento escrito originalmente por
Aristarco y todo lo que se conoce de él es por referencias en escritos de otros
filósofos. No sabemos en qué se basó para elaborar una teoría que se anticipó a la de
Copérnico en más de diecisiete siglos.
No todos los filósofos griegos aceptaban que la Tierra, aparentemente tan firme y
sólida, pudiera poseer algún movimiento propio. De hecho, los dos más importantes,
Platón y Aristóteles, sostuvieron lo contrario, y fueron ellos quienes más influyeron
en los siglos siguientes.
Esta fue una época de ilustración. Un avance fundamental fue el alfabeto. La
tradición de la poesía oral alcanzó su mayor expresión casi al mismo tiempo que la
épica escrita atribuida a Homero.
Respecto al arte griego, esta fue la época de las grandes vasijas decoradas con
sistemáticos dibujos geométricos, el llamado estilo geométrico. Muchas de estas
grandes vasijas se colocaron para señalar la ubicación de las tumbas.
18. • Las teorías actuales conectan la formación del Sistema Solar con la formación
del Sol, ocurrida hace 4.700 millones de años. La fragmentación y el colapso
gravitacional de una nube interestelar de gas y polvo, provocada quizá por las
explosiones de una supernova cercana, puede haber conducido a la formación de
una nebulosa solar primordial. El Sol se habría formado entonces en la región
central, más densa. La temperatura es tan alta cerca del Sol que incluso los
silicatos, relativamente densos, tienen dificultad para formarse allí. Este
fenómeno puede explicar la presencia cercana al Sol de un planeta como
Mercurio, que tiene una envoltura de silicatos pequeña y un núcleo de hierro
denso mayor de lo usual. (Es más fácil para el polvo y vapor de hierro
aglutinarse cerca de la región central de una nebulosa solar que para los silicatos
más ligeros.) A grandes distancias del centro de la nebulosa solar, los gases se
condensan en sólidos como los que se encuentran hoy en la parte externa de
Júpiter. La evidencia de una posible explosión de supernova de formación previa
aparece en forma de trazas de isótopos anómalos en las pequeñas inclusiones de
algunos meteoritos. Esta asociación de la formación de planetas con la
formación de estrellas sugiere que miles de millones de otras estrellas de nuestra
galaxia también pueden tener planetas. La abundancia de estrellas múltiples y
binarias, así como de grandes sistemas de satélites alrededor de Júpiter y
Saturno, atestiguan la tendencia de la nubes de gas a desintegrarse
fragmentándose en sistemas de cuerpos múltiples.
19. 7. Nuevas teorías sobre el universo.
El reloj del universo no tiene comienzo ni final, pero pese a ello el tiempo es finito,
según un teórico de Nueva Zelanda. La teoría, que aborda el misterio histórico del
origen del universo junto con otros problemas y paradojas de la cosmología, plantea un
nuevo modo de ver el concepto del tiempo; uno que tiene más en común con la visión
"cíclica" del tiempo sostenida por pensadores antiguos tales como Platón, Aristóteles y
Leonardo Da Vinci, que con la creencia influenciada por el calendario cristiano y la
Biblia sobre un tiempo "lineal", ahora tan profundamente enraizado en el pensamiento
occidental moderno.
La teoría de Peter Lynds involucra a la segunda ley de la termodinámica, uno de los
pilares de la física, y la explicación subyacente de por qué en la naturaleza siempre
experimentamos acontecimientos que sólo se desarrollan en una dirección del tiempo.
Esta ley se relaciona con el hecho de que el calor nunca puede pasar espontáneamente
de un cuerpo más frío a otro más caliente. La capacidad del calor para dispersarse le
hace fluir hacia zonas frías. Debido a esto, los procesos naturales que implican
transferencia de energía tienden a tener una dirección y a ser irreversibles. Sin embargo,
¿qué sucedería si, debido a ciertas condiciones físicas extremas, el calor no pudiera fluir
hacia una zona fría y fuera forzado a fluir hacia una zona más caliente?
En su teoría, Lynds postula que en lugar de que esto inevitablemente suceda y se
quiebre la segunda ley de la termodinámica, justo antes de que el universo se colapse
gravitacionalmente en un "big crunch" o que la materia alcance el centro de un agujero
negro, el orden de los eventos debería invertir su dirección.
Asumiendo que todas las leyes de la física (con la excepción de la segunda ley de la
termodinámica) son reversibles en el tiempo y funcionan igualmente bien en ambas
direcciones, Lynds afirma que no se contravendría ninguna ley de la física por tal
reversión, y que también permitiría que se continuase sosteniendo la segunda ley de la
termodinámica.
20. 8. Existencia de vida: ovnis…
• Mercurio: Sabemos que no podría sobrevivir la vida en Mercurio porque la
atmósfera es tan fina que es prácticamente imperceptible y las temperaturas van
del calor extremo durante el día, a temperaturas bajo cero durante la noche.
• Venus: La posibilidad de la existencia de formas de vida en Venus se convirtió a
partir de la década de 1950 en algo aparentemente imposible. Hechos como el
que el planeta Venus esté situado mucho más próximo al Sol que la Tierra,
elevando las temperaturas de la superficie del planeta hasta casi los 500 grados
centígrados (700 K), el hecho de que la presión atmosférica sea 90 veces la de la
Tierra, así como el impacto extremo del efecto invernadero, hacen de la vida tal
como nosotros la conocemos, un fenómeno en extremo improbable, y sólo en las
capas altas de la atmósfera, distantes de la superficie, se dan condiciones
lejanamente aceptables para el sostenimiento de organismos.
• Marte: Es evidente que las actuales condiciones del planeta Marte no podrían
permitir la existencia de vida en él. Sin embargo, puede que ella haya existido en
el pasado, al menos en una forma primitiva. El análisis de un meteorito
proveniente de Marte hace presumir que podría haber sido así. Sin embargo, no
todos están de acuerdo.
La existencia de vida en otros lugares del Universo, es una de las más profundas
incógnitas científicas y filosóficas que el hombre desea intensamente resolver.
Existencialmente hablando, resignarse a aceptar que somos los únicos habitantes
en toda la inmensidad del Universo, es muy diferente a aceptar que también
otros mundos estuviesen habitados. Si ello se llegara a comprobar, cambiarían
mucho los conceptos básicos filosóficos y científicos existentes.
Desgraciadamente, a la luz de los conocimientos y tecnologías actuales, no es
posible resolver tan crucial incógnita. Tan grandes son las distancias que nos
separan de otros posibles mundos, que tal vez nunca lleguemos a tener una
respuesta que nos satisfaga.
Después de descubrir el telescopio, los astrónomos se han dedicado a escudriñar
hacia lo más cercano posible, tratando de encontrar allí vestigios de vida.
Obviamente han dirigido su mirada y su búsqueda hacia planetas de nuestro
sistema solar. Más específicamente hacia el planeta Marte, que sería tal vez el
único candidato en que ciertas condiciones se pudiesen haber dado como para
que en algún momento hubiese existido allí la vida, al menos como nosotros la
concebimos.
Fue así como el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli, aprovechando la
mayor cercanía de Marte en el siglo XIX, lo observó cuidadosamente y afirmó
haber visto en su superficie lo que él llamó "canales". Más tarde a comienzos del
siglo XX, otro astrónomo llamado Percival Lowell, insistió que dichos canales
habrían sido construidos por una muy avanzada civilización. La ciencia ficción
halló terreno propicio para especular acerca de la vida en Marte, todo lo cual
desató un gran interés. Pero más tarde, cuando la Unión Soviética envió las
primeras naves a observar el planeta, se confirmó que las líneas no corresponden
a canales sino que a grandes cañones naturales. La idea se desechó
21. completamente cuando lograron aterrizar las naves en la superficie del planeta y
no encontraron ninguna evidencia que allí hubiese existido alguna vez la vida
inteligente ni ahora ni antes.
Ahora, si bien ya no se piensa que la vida inteligente haya existido en Marte, la
discusión se centra en la posibilidad remota, que haya existido allí la vida
primitiva, hace miles de millones de años. Si esto hubiese sido así, también el
hecho tendría una gran importancia, ya que ello indicaría que la vida podría
surgir en cualquier parte, si las condiciones para ello fueran apropiadas. Pudieran
por ejemplo existir en muchos otros planetas, tanto en nuestra galaxia como en
otras en que las condiciones fueran favorables. Si la vida surge, podría también
pensarse que en función del tiempo, pudiese también evolucionar hasta llegar a
la vida inteligente y al desarrollo de civilizaciones avanzadas.
Por ello es que ahora el hallazgo de posibles restos fósiles de vida en Marte, ha
abierto de nuevo una gran controversia. En Agosto de 1996, científicos de
NASA afirmaron haber encontrado en un meteorito proveniente de Marte,
vestigios de una antigua vida bacteriana en él. También este hecho ha llevado a
especulaciones, de que no sólo en el pasado habría existido esa vida primitiva,
sino que también podría ésta existir en la actualidad. Ello apoyado por el hecho
que durante los últimos tiempos se ha comprobado la vida microbiana en el
interior de la Tierra, bajo condiciones muy adversas, como nunca se había
imaginado que fuera posible (Los extremófilos) (Bacterias en las profundidades
del infierno). Bien pudieran existir entonces también microorganismos en las
profundidades del planeta Marte, siempre que allí existiese agua líquida.
• Júpiter: Se cree que la luna joviana Europa es uno de los lugares más probables para
la vida microscópica en nuestro sistema solar. Quizá bajo la costra helada se reúnan
los tres ingredientes necesarios para la supervivencia de organismos vivos: agua,
energía y compuestos orgánicos.
Se sospecha que la tonalidad ocre-rojiza de las grietas en la corteza helada pueden
estar causadas por la presencia de microorganismos atrapados en el hielo.
• Saturno: La existencia de agua es uno de los requisitos básicos para la vida tal como
la conocemos en la tierra. Pero si se encuentra completamente congelada como
parecía estarlo en Encélado las posibilidades de encontrar algún ser vivo en él se
reducen prácticamente a cero. Sin embargo, Cassini-Huygen ha revelado que debajo
del hielo, Encélado parece ser un lugar relativamente templado.
La fuente de calor que hace posible la existencia de vapor en una luna que está
congelada hay que buscarla en su interior. Una de las hipótesis más firmes para
explicar la existencia de estos verdaderos volcanes de vapor es la existencia de unas
fuertes mareas gravitatorias provocadas por los satélites vecinos (Dione y Jano) que
estrujan y estiran el interior geológico de la luna. Esta fricción entre las rocas que
conforman el satélite es la responsable de la existencia de agua en forma de líquido
y vapor.
22. El punto más caliente de Encélado se encuentra en su polo sur. Aparentemente, el
calentamiento debido a las mareas ha causado el ascenso de material cálido de baja
densidad. Esta redistribución de la masa del satélite es el origen de que su eje de
giro sea inestable. Esta “migración” de materiales dentro de la luna seria la
explicación de los geíseres y también de las llamadas “rayas de tigre”, o líneas de
falla, que pueden verse en el hielo del polo sur y que miden unos 130 kilómetros de
largo.
Es en esta zona donde se podrían encontrar formas primitivas de vida, ya que el
calor haría posibles procesos metabólicos relacionados con la vida de tipo terrestre.
La temperatura superficial de Encélado es de -193 C, pero en las “rayas de tigre” se
eleva a -133 C, lo que permite deducir que su interior se encuentra aún más caliente.
Según los científicos que han analizado el problema, Encélado tiene los químicos
necesarios (o al menos sus precursores), para la existencia de vida.
• Urano: Urano está hecho de metano, etano y otros gases sofisticados. Estos
materiales, combinados con la energía de los rayos, luz ultravioleta y partículas
cargadas, constituyen los elementos básicos de las condiciones que los científicos
consideran que existieron para que comenzara la vida. Pero la vida en la Tierra
creció y cambió, y este tipo de condiciones ya no son adecuadas para que exista la
vida que conocemos.
El interior de Urano posee un medio ambiente de presiones mayores, tres millones
de veces mayor a la presión existente al nivel del mar en la Tierra, y tiene
temperaturas que ascienden hasta 10 000 grados. Este medio ambiente parece ser
muy poco amigable para que haya vida como la conocemos en la Tierra.
• Neptuno: El interior de Neptuno es muy caliente y líquido, pero las temperaturas
son tan elevadas que llegan hasta los 10 000 grados.
En conclusión, el medio ambiente de Neptuno parece ser muy poco amigable para
que haya vida como la conocemos en la Tierra.
23. 9. Explorando el Universo
En la inmensidad del espacio cósmico, poblado por miles de millones de galaxias, que a
su vez tienen cientos de miles de millones de estrellas, los científicos buscan planetas,
pequeños cuerpos estelares oscuros y rocosos, que quizás contengan vida.
En un pequeño trozo de roca que orbita a una insignificante estrella, grupos de
moléculas se han organizado de tal forma que han adquirido consciencia. Son
conscientes del enorme abismo que les separa de la estrella más cercana, de las
constelaciones y de las remotas galaxias. Observando desde debajo de una capa de aire
pueden medir a qué distancia están de sus compañeros en 'el gran juego'. Poder
determinar el significado de estas luces distantes es una de las grandes metas de la
cultura humana. Este párrafo de "Fin", de Frank Close, plantea con claridad un tema
que, en su tiempo, supuso una auténtica revolución: el Sol no gira alrededor de la
Tierra, la Tierra ni siquiera está en el centro del sistema solar, el sistema solar tampoco
está en el centro de la galaxia... Lo único exclusivo de lo que, por ahora, puede
vanagloriarse nuestro planeta reside en la posibilidad de originar vida. Pero también
esto se pone en duda.
• MUNDOS INFINITOS
Ya en el siglo IV a.C., el filósofo griego Epicuro anunciaba la existencia de mundos
infinitos, más allá de nuestro universo visible; dos milenios más tarde, después de que
Copérnico afirmara que la Tierra gira alrededor del Sol y no al revés, algunos, como
Giordano Bruno, dedujeron que otras estrellas también podrían alojar planetas. Bruno
fue condenado a la hoguera por contradecir las creencias de la Iglesia. En el siglo XVII,
las observaciones telescópicas de Galileo Galilei mostraron la existencia de planetas
vecinos, ocho en total, que fueron descubriéndose en siglos posteriores. Ninguno de
ellos, excepto Marte (en una época muy remota), presenta pruebas de contener vida.
Pero no acababan ahí las posibilidades; los científicos confiaban en que cualquiera de
las estrellas lejanas estuviera rodeada de planetas, habitables quizá. El descubrimiento,
en 1995, de un planeta que giraba en torno a la estrella 51 de la constelación Pegaso
constituyó la evidencia a lo que ya se suponía: el Sol, y en concreto el sistema solar, es
sólo uno de los miles de millones posibles.
• EL EFECTO DOPPLER
La cifra de posibles planetas que describen órbitas en torno a otras estrellas ha
ascendido a 10, gracias a la utilización del efecto Doppler, una técnica de detección
indirecta. El efecto Doppler - explica Antonio Mampaso, coordinador del Área de
Investigación del Instituto de Astrofísica de Canarias - se conoce desde el siglo pasado,
aunque aplicado al sonido. Es un simple efecto geométrico que hace que uno oiga un
sonido, o vea una luz, a una frecuencia más alta cuando el objeto se acerca (con
referencia a la que se percibiría cuando está en reposo) y a una frecuencia más baja
cuando se aleja. Para quitarle complejidad al asunto, sólo hay que pensar en una sirena
de policía y un peatón: el sonido llega al peatón con un tono más agudo al acercarse y
con un tono más grave cuando se aleja. Lo mismo ocurre con la luz que llega de las
estrellas, pero, ¿qué tiene que ver con ellas si el efecto Doppler sólo se da en objetos en
movimiento? Las estrellas sufren la atracción generada por los planetas, en especial los
grandes, y describen una órbita - aunque a una escala muchísimo más pequeña - idéntica
a la que los planetas dibujan alrededor de ellas. En nuestro sistema solar, la masa de
24. Júpiter, el mayor de los planetas, apenas representa una milésima parte de la del Sol.
Cada 11,8 años (la duración del período orbital de Júpiter), el Sol dibuja una órbita que
corresponde a una milésima parte de la del planeta. Lo mismo ocurre con los otros ocho
planetas, pero su masa, menor que la de Júpiter, apenas permite que ejerzan una
influencia notoria sobre el Sol. Antonio Mampaso aclara el desplazamiento estelar del
siguiente modo: imaginemos una niña y una señora muy gorda cogidas de la mano y
girando sobre sí mismas. Por mucho que la señora intente mantenerse en el punto donde
comenzó a girar, el tirón que ejerce el peso de la niña le obligará a describir un pequeño
círculo; lo mismo ocurre con los planetas con respecto al Sol.
• OSCILACIÓN ESTELAR
Desde la Tierra resulta imposible detectar el movimiento orbital de las estrellas, situadas
a millones de kilómetros: si redujéramos el Sol a una escala igual que un balón de
baloncesto situado en la Puerta del Sol de Madrid, la estrella más próxima - otro balón
de baloncesto -, estaría a unos 9.000 kilómetros, más o menos en la Plaza Roja de
Moscú. La oscilación estelar resulta imperceptible a esta distancia, más aún si se tiene
en cuenta su velocidad, que en el caso del Sol no supera los 12,5 metros por segundo. El
desplazamiento Doppler permite a los astrofísicos determinar el movimiento de una
estrella analizando su luz en el espectroscopio. Este aparato descompone la luz en
colores de forma tan fina que se observa entrelazada con centenares de líneas negras,
correspondientes a cada uno de los elementos químicos que forman el objeto; cuando la
estrella se aproxima a nosotros, sus ondas se comprimen y las líneas se desplazan hacia
el color azul, y si la estrella se aleja, se desplazan hacia el rojo. La técnica Doppler
permite medir con una tremenda precisión la velocidad de las estrellas (la precisión
actual es ya de hasta 2 metros/segundo) y así obtener curvas sinusoidales - similares a
las bajadas y subidas de una montaña rusa - que permiten saber si la estrella tiene o no
un planeta girando a su alrededor (y conocer también algunas características de la órbita
de ese planeta, como su distancia a la estrella, el tiempo que tarda en dar una vuelta
alrededor de ella, y una estimación de la masa del planeta).
• OBSERVACIÓN DIRECTA
El efecto Doppler supera las técnicas de detección directas porque no pretende ver el
planeta (recibir con el telescopio la luz que el planeta refleja de su estrella, a modo de
espejo), sino detectar su presencia. Las técnicas directas buscan planetas, bien en luz
visible o en la infrarroja (luz de mayor longitud de onda). La llamamos calor. El hombre
sólo percibe la radiación denominada visible, y la sensación de calor le llega por el
tacto. Cuando alguien está en una habitación oscura, donde hay una estufa encendida,
puede sentirla acercando las manos; es radiación infrarroja. La detección directa de un
planeta presenta tremendas dificultades porque ese planeta, aún del tamaño de Júpiter
(la Tierra se limita a 1/318 de su masa), emite 10.000 millones de veces menos luz que
su estrella. La detección directa en el infrarrojo sería como 10 millones de veces menor,
pero una observación desde la Tierra con infrarrojos no aporta mucho porque la
atmósfera, que actúa como un velo semi-opaco, bloquea gran parte de la luz.
25. Otro problema en la detección directa es la cercanía del planeta y su estrella, a escala
astronómica. Para solventarlo existe una técnica, la interferometría infrarroja, que
consiste en utilizar dos telescopios, que pueden estar muy separados, apuntando al
mismo objeto. La combinación de la luz de ambos permite observar el objeto igual que
con un telescopio tan grande como la separación entre ellos, y así pueden verse por
separado dos objetos que aparecen muy juntos en el cielo.
• PLANETAS EXTRASOLARES
• TEORÍAS SOBRE LA FORMACIÓN Y DESARROLLO DE LOS PLANETAS
Los planetas extrasolares detectados hasta el momento presentan rasgos que desafían la
teoría tradicional de formación de los sistemas solares (elaborada a partir del estudio de
nuestro sistema solar), según la cual los planetas se forman a partir de un disco plano de
gas, polvo y pequeñas rocas en rotación, llamado disco protoplanetario, cuyo centro
alberga la estrella en formación. Este planteamiento impide la formación de planetas en
las zonas más exteriores e interiores del disco, en parte porque se encontrarían a
temperaturas extremas, demasiado bajas o altas respectivamente, y en parte por la falta
de materiales para ello. Sin embargo, nueve de los planetas detectados se caracterizan
por la proximidad a su estrella y guardan una distancia menor que la de Mercurio (el
planeta más cercano) al Sol; uno de ellos concluye una vuelta alrededor de su estrella en
sólo 3,1 días terrestres. También el carácter masivo de muchos de ellos, que oscila entre
la mitad y siete veces más la masa de Júpiter, el gigante de nuestro sistema, preocupa a
los científicos.
La teoría tradicional presuponía que la mayoría de los sistemas solares contendrían un
planeta semejante a Júpiter nada más pasar la "línea de la nieve" (distancia a partir de la
que las temperaturas bajan tanto que los sólidos helados se condensan) ya que, en
principio, sólo pueden formarse en las zonas más frías de los discos protoplanetarios y a
una distancia mínima de 5 unidades astronómicas, UAs (1 UA = distancia de la Tierra al
Sol).
• TEORÍA DE LAS MIGRACIONES
La detección de esos "júpiteres" tan veloces y próximos a su estrella ha llevado a los
científicos a elaborar una teoría modificada, basada en la formación de los planetas en
porciones del disco más benignas y en su posterior migración hacia el interior. N. C. Lin
y Peter Bodenheimer (Universidad de California en Santa Cruz) y Derek C. Wilson
(Universidad de Washington) propusieron el siguiente modelo: un protoplaneta que se
desgajase de un pesado disco protoplanetario - igual que si una aguja pesadísima
partiera en dos un disco de vinilo - grabaría en él un surco que lo dividiría en una parte
interior y otra exterior; el disco interior perdería energía, provocando un movimiento en
espiral –o "efecto desagüe"– que arrastraría el material, planeta incluido, hacia la
estrella, y que finalizaría con el choque. Se han planteado varias posibilidades de
salvación para esos pobres protoplanetas: una aprovecha la gran velocidad de giro de las
estrellas jóvenes sobre sí mismas, superior a la del protroplaneta rodeándolas. Cuando
éste se acerca, la estrella desarrollará un abombamiento (parecida a las mareas que la
Luna provoca en la Tierra, pero a gran escala) cuya gravedad expulsa al planeta a una
órbita exterior más segura.
26. Otra variación de la teoría de las migraciones, dirigida por el Dr. Norman Murray, de la
Universidad de Toronto, explica que, en los primeros períodos de formación, los
planetas giraban dentro de un disco de planetesimales, pequeños cuerpos rocosos que
chocarían o serían expulsados por los protoplanetas. La interacción desestabilizadora de
los planetesimales podría empujar a los planetas jóvenes hacia una órbita más próxima a
la estrella.
• ÓRBITAS ELÍPTICAS
Otro rompecabezas consiste en explicar la forma elíptica de las órbitas de los planetas
descubiertos, tan diferentes de las órbitas casi circulares de los planetas del sistema solar
(excepto la de Plutón). Pavel Artimowicz (Universidad de Estocolmo) y Pat Cassen
(NASA) sugirieron un mecanismo que expulsara a los planetas de su primitiva órbita
circular: los protoplanetas, en su girar acumulando materia, crean ondas espirales cuya
densidad aumenta y disminuye de forma alterna - semejantes a los brazos de las galaxias
espirales o a la cola de los cometas - que empujan a los planetas en formación y los
expulsan de su movimiento circular.
Otra teoría que explica la excentricidad o forma elíptica de esas órbitas parte de la
suposición de que, por ejemplo, Saturno hubiera adquirido una masa mucho mayor de la
que tiene (la tercera parte de Júpiter), lo que no resultaría inconcebible si el disco
protoplanetario hubiera contenido más material o existido más tiempo. Si los cuatro
gigantes gaseosos –compuestos en su mayor parte por gas– del sistema solar (Júpiter,
Saturno, Urano y Neptuno) hubieran crecido hasta el tamaño de Júpiter, habrían
ejercido fuerzas gravitacionales sobre los otros y causado la excentricidad de las órbitas,
la expulsión de uno de ellos fuera del sistema, o incluso un choque. Esta teoría, análoga
al movimiento de las bolas rebotando en una mesa de billar, implica que todos esos
planetas solitarios de órbitas elípticas deben tener un vecino que provocara esa
perturbación.
Parece de agradecer que Júpiter terminara describiendo una órbita casi circular, pues de
haberla tenido elíptica podría haber arrojado a la Tierra fuera del sistema solar, tal como
sugiere el Dr. Marcy, de la Universidad de San Francisco: "Cuerpos del tamaño de
Júpiter girando alrededor de sus estrellas son como una escoba para los planetas
pequeños, enviándolos al espacio interestelar o a una colisión con la estrella. La
tecnología actual es incapaz para detectar planetas del tamaño de la Tierra, aunque
probablemente no puedan existir cerca de sus estrellas en un sistema ocupado por
planetas grandes con órbitas tan arrolladoras".
27. 10. Interpretaciones y aportaciones de los medios
audiovisuales al aumento del mejor conocimiento del universo.
Mediante los satélites artificiales que emiten imágenes del universo podemos conocer
mejor como es el sistema solar y la Vía Láctea.
Los satélites artificiales son naves espaciales fabricadas en la Tierra y enviadas en un
vehículo de lanzamiento, un tipo de cohete que envía una carga útil al espacio exterior.
Los satélites artificiales pueden orbitar alrededor de lunas, cometas, asteroides, planetas,
estrellas o incluso galaxias. Tras su vida útil, los satélites artificiales pueden quedar
orbitando como basura espacial.
Los cohetes espaciales también son una forma audiovisual de conocer el universo ya
que su función es enviar al espacio satélites, hombres… para conocer más el mundo que
nos rodea.
Hace 48 años se envió al espacio el primer satélite artificial “El Sputnik 1”, tenía una
masa aproximada de 83 kg, contaba con dos transmisores de radio (20,007 y 40,002
Mhz), y orbitó la Tierra a una distancia de entre 938 km en su apogeo y 214 km, en su
perigeo. El análisis de las señales de radio se usó para obtener información sobre la
densidad de los electrones en la ionosfera. La temperatura y la presión internas se
codificaron en la duración de los pitidos de radio que emitía, indicando que el satélite
no había sido perforado por un meteorito.
28. Un nuevo capítulo en la historia aeronáutica comenzó en Julio de 1950, cuando se lanzo
el primer cohete desde Cabo Cañaveral, Florida: el Bumper 2.
El Bumper 2 fue un ambicioso cohete de 2 compartimentos llevando un misil V-2 con
un cohete WAC Corporal. La parte superior era capaz de alcanzar entonces una altitud
record de 400 kilómetros, más alto incluso que lo que las Lanzaderas Espaciales vuelan
hoy en día.
Lanzado bajo la dirección de la Compañía General de Electricidad, el Bumper 2 fue
usado primeramente para probar los sistemas de cohetes y para la investigación de las
altas capas de la atmósfera Llevaba pequeñas cargas para medir la temperatura del aire y
los impactos de rayos cósmicos.