2. Un glaciar es una gruesa masa de hielos que se
origina en la superficie terrestre por
acumulación, compactación y re cristalización de la
nieve, mostrando evidencias de flujo en el pasado o
en la actualidad. Su existencia es posible cuando la
precipitación anual de nieve supera la evaporada en
verano, por lo cual la mayoría se encuentra en zonas
cercanas a los polos, aunque existen en otras
zonas, en montañas.
Glaciares
3.
4. Un lago (del latín lacus) es un cuerpo de agua dulce, de una
extensión considerable, que se encuentra separado del
mar. El aporte de agua a los lagos viene de los ríos, de
aguas freáticas y precipitación sobre el espejo de agua.
Los lagos se forman en depresiones topográficas creadas
por una variedad de procesos geológicos como
movimientos tectónicos, movimientos de
masa, vulcanismo, formación de barras, acción de glaciares
e incluso impactos de meteoritos. También existen lagos
creados artificialmente por la construcción de una presa.
Lagos
5.
6. Ríos
Un río es una corriente natural de agua que fluye con
continuidad. Posee un caudal determinado, rara vez es
constante a lo largo del año, y desemboca en el mar, en un lago
o en otro río, en cuyo caso se denomina afluente. La parte final
de un río es su desembocadura. Algunas veces terminan en
zonas desérticas donde sus aguas se pierden por infiltración y
evaporación; es el caso de los ríos alóctonos (llamados así
porque sus aguas proceden de otros lugares con clima más
húmedo), como el caso del Okavango en el falso delta donde
desemboca, numerosos uadis (wadi en inglés) del Sáhara y de
otros desiertos. Los cursos fluviales que son muy estrechos, se
secan en alguna parte del año o tienen poco caudal reciben los
nombres de «riacho», «riachuelo», «quebrada» o «arroyo».
7.
8. Agua Subterránea
El agua subterránea representa una fracción importante de la masa de agua
presente en los continentes. Esta se aloja en los acuíferos bajo la superficie
de la Tierra. El volumen del agua subterránea es mucho más importante que
la masa de agua retenida en lagos o circulante, y aunque menor al de los
mayores glaciares, las masas más extensas pueden alcanzar millones de km²
(como el acuífero guaraní). El agua del subsuelo es un recurso importante y
de este se abastece a una tercera parte de la población mundial, pero de
difícil gestión, por su sensibilidad a la contaminación y a la sobreexplotación.
Es una creencia común que el agua subterránea llena cavidades y circula por
galerías. Sin embargo, no siempre es así, pues puede encontrarse ocupando
los intersticios (poros y grietas) del suelo, del sustrato rocoso o del
sedimento sin consolidar, los cuales la contienen como una esponja. La
única excepción significativa, la ofrecen las rocas solubles como las calizas y
los yesos, susceptibles de sufrir el proceso llamado karstificación, en el que
el agua excava simas, cavernas y otras vías de circulación, modelo que más
se ajusta a la creencia popular.