1. El aprender es un acto que va surgiendo desde que las personas nacen, pero se
va especializando en el momento que adoptamos estrategias determinadas para
aprender de una mejor forma. Para las distintas situaciones que el adolescente
experimenta existen estilos de aprendizajes que dependen según su edad, por
tanto se apoyan en un método a la hora de aprender. En este ensayo se verá que
no hay una definición exacta sobre estos, ya que hay muchos autores que dan su
propia definición. Por consiguiente, este escrito tiene como propósito mostrar el
punto de vista de por lo menos dos autores, y como entre ellos proponen que sus
teoría son eficaces a la hora de aprender. Pero ¿Cuál será la más eficaz? ¿Puede
el adolescente identificar su estilo de aprendizaje? De la información que se
puede encontrar sobre las posturas de los autores, se puede deducir que aunque
hay buenos estilos de aprendizaje, pero no todos son efectivos al momento en que
el adolescente trata de integrar algún conocimiento, es muy probable que al
indagar en esta tesis se pueda encontrar respuestas de las preguntas señaladas
anteriormente.
El concepto “estilo” hoy en día es utilizado alrededor de todo el mundo, pero en
diferentes ámbitos por ejemplo “estilo de vida” “estilo de moda” “estilo culinario”,
etc. Pero en cuanto al tema que nos convoca, Villalobos (2003) señala: “El estilo
se construye integralmente como todo proceso de aprendizaje, desde lo cognitivo,
actitudinal y el desarrollo de las habilidades intelectuales y motoras”. Al leer esta
afirmación, se puede decir que de las distintas etapas por las que pasa el ser
humano, la adolescencia es donde hay más problemas para llegar a un estilo de
aprendizaje, ya que las características del joven en esta etapa son inestables,
generalmente de inestabilidad. De hecho los rasgos cognitivos, es decir la forma
en que los estudiantes ordenan los contenidos o utilizan conceptos al interpretar
información, no son adaptados a la importancia que tienen, ya que muchas veces
memoriza contenidos, y posiblemente de esa manera no logrará contener la
información al momento que necesite aplicar los conocimientos.
Al problema señalado anteriormente, puede encontrar solución en algunos de los
modelos o teorías existentes sobre los estilos de aprendizaje, ya que muchos de
2. ellos permiten comprender el comportamiento en el aula y la forma de entender de
los adolescentes según su edad y características correspondientes. Revilla (1998),
nos menciona las características de estos estilos, que son estables aunque
pueden cambiar; pueden ser diferentes en situaciones diferentes; son susceptibles
a mejorarse; y cuando a los alumnos se les enseña según su propio estilo de
aprendizaje, aprenden de manera más eficaz. Sin duda, estas son importantes
características, pero la última afirmación no siempre va a ser la más efectiva, ya
que es obvio que todos tienen distintos rasgos cognitivos, y por lo mismo en un
aula puede ser que parte de la minoría no logre entender los contenidos al
generalizar los estilos de aprendizajes.
Kolb señala el estilo activo, el cual se caracteriza por ser ágil y dinámico, donde el
estudiante es de mente abierta, se destaca principalmente por ser animador,
improvisador o espontaneo; el estilo reflexivo involucra más el razonamiento, allí
destaca la observación y el análisis, generalmente los adolescentes que poseen
este estilo son prudentes y reflexionan profundamente antes de decidir alguna
conclusión o determinación al actuar o dar una opinión; el estilo teórico se refiere a
la especulación donde predomina la observación dentro de la teoría y la práctica,
las personas que tienen este estilo son tienden a ser perfeccionistas y no
concuerdan con lo subjetivo; y por último se encuentra el estilo pragmático, el cual
es ordenado, el adolescente se caracteriza por ser experimentador, ordenado y
bastante eficaz que al momento de resolver problemas busca soluciones
concretas y realistas.
3. Bibliografía:
Villalobos, E. (2003)Educación y estilos de aprendizaje-enseñanza.México: Ed.
Publicaciones cruz.
Navarro, M. (2008) como diagnosticar y mejorar los estilos de aprendizaje. Ed.
Procompal publicaciones.