3. COL DE BRUCELAS
• Tratamiento del suelo:
La regla básica es una labor en profundidad y abundancia de
estiércol o compost. Necesitan cal si el suelo es ácido. El modo
tra-dicional de cultivarlas es en terreno muy firme. Para
trasplantar-las a bancal profundo hay que enterrarlas a mayor
pro-fundidad de la normal y apretar con las manos la Cuidados
durante el crecimiento:
A las coles de bruselas les beneficia mucho el aporcado durante el
crecimiento; también les favorece el acolchado. Lo mismo que las
restantes coles, no gustan de la competencia de las malas hierbas.
Las coles de Bruselas alcanzan una gran altura y en lugares
expuestos en donde soplen vientos fuertes es necesario a veces
poner tutores, pero en la mayoría de los casos es suficiente con un
buen aporcado. Es importante arrancar las hojas inferiores cuando
comienzan a ponerse amarillas.
4. Suelo y clima
• Las que crecen en lugares donde no hiela
carecen de sabor, pero si hay heladas
constituyen un excelente alimento para finales
del invierno y primavera. Crecen bien en
cualquier suelo.
5. Multiplicación
• El modo tradicional de sembrar las semillas es
hacerlo al aire libre en semillero a principios de la
primavera. Se obtienen mejores resultados con
una siembra en interior en cajas de semillero
(pla-nas) a partir de mediados del invierno. Si se
hizo pronto, se las repica después en cajonera, y
luego cuando miden unos 13 cm de alto, se las
lleva al bancal de mantenimiento y más tarde a su
emplazamiento definitivo, separadas 90 cm. Lo
mismo que a otras coles, parece que el trasplante
las beneficia. En el bancal pro-fundo hay que
dejar una separación de 50 cm entre ellas.
7. Recolección y almacenamiento
• La siembra en interior a mediados del invierno da coles a principios
de septiembre, pero no tienen el mismo sabor que las de más
entrada la temporada, a las que les favorece la acción de los hielos.
Igual que todas las hortalizas, salvo las de raíz, se las recolecta en
cuanto maduran. Se cogen primero las de la parte inferior y se
avanza luego hacia arriba por el tallo hasta llegar a la parte
supe-rior de la planta. Si se tienen gallinas se cuelgan las plantas
desnu-das en el gallinero. En climas templados se recogen las coles
hasta la primavera, de ahí que la idea clásica que se tiene de un
huerto inglés en febrero sea la de un lodazal desnudo y con
manchas de nieve y algunas docenas de coles de Bruselas,
desnudas en su parte inferior, que resisten con bravura el viento
helado, el aguanieve o el granizo.
8. • En las regiones de frío intenso o nevadas
abundantes para reco-lectar las coles se
arranca la planta antes de la llegada del mal
tiempo y se guarda enterrada en tierra o
arena en un sótano o un almacén. Si hace
mucho frío se mantendrán así durante meses.
10. ORIGEN
• El apio es una planta procedente del
Mediterráneo, existiendo otros centros
secundarios como el Caúcaso y la zona del
Himalaya.
Se conocía en el antiguo Egipto. Su uso como
hortaliza se desarrolló en la Edad Media y
actualmente es consumido tanto en Europa
como en América del Norte.
11. Siembra
• Existen dos épocas de siembra en función de los dos ciclos
productivos (invierno y primavera). Las siembras para la campaña
de invierno se realizan desde primeros de julio a finales de agosto,
efectuando los trasplantes desde últimos de agosto hasta final de
octubre.
El trasplante en primavera obliga a una siembra en semillero
durante las primeras semanas de noviembre, teniendo lugar los
trasplantes durante los meses de enero y febrero.
Cuando la plántula alcanza los 15 cm de altura y a desarrollado 3 ó
4 hojas verdaderas, con una longitud de pecíolo de unos 10 cm y de
limbo de hoja de 4 a 5 cm, está lista para el trasplante, siempre que
tenga una adecuado crecimiento radical. Si la plántula alcanza un
desarrollo excesivo de la pare aérea en las primeras fases de
semillero, hay que practicar una poda a unos 10 ó 12 cm de altura,
para evitar descompensaciones en la planta entre la parte aérea y
subterránea.
12. Preparación del terreno
• Es necesario realizar una labor de desfonde
profunda, y a continuación dos pases de
rotovator, seguida de una labor de
acaballonadora, la cual deja el terreno con
surcos de 50 cm de anchura y caballones de
igual medida.
Si la parcela ha tenido cultivos con recolección
mecanizada se recomienda realizar un pase de
subsolador y romper la posible suela que se
puede localizar más profundamente.
13. • Es un cultivo de clima templado, que al aire libre no soporta los fríos del invierno
en las zonas del interior: cuando la planta está en el periodo de desarrollo, si
ocurre una disminución fuerte de temperatura durante algunos días, puede dar
lugar a que la planta florezca antes de tiempo; este problema se ve disminuido
cuando el suelo está acolchado con lámina de plástico.
Necesita luminosidad para su crecimiento.
Las temperaturas depende de la fase de cultivo:
• Fase de semillero: siembra entre 17 y 20ºC. Se debe garantizar una temperatura
mínima de 13-15ºC para evitar la inducción floral prematura.
• Fase de campo: durante el primer tercio del cultivo la temperatura ideal está en
torno a 16-20ºC. Posteriormente se acomoda a temperaturas inferiores a éstas,
pero superiores siempre a 8-10ºC. Temperaturas mínimas frecuentes próximas a
5ºC producen pecíolos quebradizos.
• El apio no es demasiado exigente en suelos, siempre que no sean excesivamente
húmedos. Requiere un suelo profundo, ya que el sistema radicular alcanza gran
longitud vertical. El pH debe estar rondando la neutralidad. Es exigente en boro,
por lo que este elemento no debe faltar en el suelo.
Soporta mal la salinidad, tanto del suelo como del agua de riego.
Este cultivo es exigente en humedad del suelo, pero sin que llegue a ser
exagerada; los riegos deben permitir que el suelo esté en un estado perfecto de
humedad de tempero. Si el suelo sufre sequedad da lugar a un embastecimiento
de los tejidos y, por tanto, a una pérdida de calidad.