1. Congreso Solo “Marx”
Ponencia del Movimiento de Mujeres Ana Soto: Marxismo y la cuestión de la mujer.
Comencemos por definir al marxismo: como una guía para el avance revolucionario de la
clase explotada y oprimida. Y seguimos por exponer que aunque el Congreso trata sobre la
visión de Marx, es necesario en nuestros tiempos al tocar el tema de la Mujer no sólo hablar
de la visión del marxismo en cuanto a este tema, sino hablar del marxismo-leninismo, que
es aplicado no como un dogma sino como una herramienta científica permitiéndonos con
cada libro, con cada clásico marxista comprender lo que una vez fue la concepción de Marx
y Lenin del mundo, que ahora no es más que la visión de toda una clase, que en las
condiciones de su tiempo y entregada completamente a la causa del proletariado
internacional logra develarnos la historia de la humanidad. Marx y Engels con sólo una
frase, en una de sus grandes obras, una frase que nos revoluciona la vida cada vez que la
leemos y que nuestra conciencia se identifica más con su clase cada vez que lo
pronunciamos, “la historia de todas las sociedades hasta nuestros días es la historia de
la lucha de clases” tomada del Manifiesto del Partido Comunista.
Con esta gran frase queremos entrar en el tema que nos mueve hoy, La Mujer. Y
precisamente este fragmento del manifiesto ya nos dice mucho sobre el tema de la Mujer,
porque todo en este mundo está concatenado, porque ningún suceso ni fenómeno ocurre
aislado, porque la historia de la humanidad no puede por menos distar de la historia de la
Mujer, porque si la historia de la humanidad es la de la lucha de clases, entonces la historia
de la mujer también lo es, y esa es nuestra primera premisa para enfocar el trabajo en las
masas femeninas. Porque he ahí nuestro norte que NO permitirá desviación, porque así
como la sociedad actual y las anteriores divididas en clases sociales, obedecen a una base
económica fundada en la explotación y opresión de una minoría sobre la gran mayoría, la
historia de opresión y explotación de la mujer, nuestra historia como mujeres que somos la
mitad del mundo inserta en esta realidad, se ha movido por intereses económicos y ha
avanzando en el seno de la lucha de clases.
Importantísimo destacar que entre las obras de Marx no conseguiremos textos dedicados
específicamente hacia la mujer, o al menos hasta el momento en nuestra investigación no
los hemos conseguido aún. Sin embargo si entendemos al Marxismo como una guía,
entonces algunas respuesta conseguiremos en sus planteamientos y aquí citamos
nuevamente uno de sus planteamientos en el manifiesto, porque al parecer Marx no tuvo el
reparo o quizás el tiempo o quizás lo deja simplemente entre líneas para que se entendiera
la necesidad de tratar este tema, lo cierto es que si el no se permitió escribir
específicamente de la mujer, estará claro que no se olvido de su condición de oprimida y
explotada, de su llamado a integrarse a la lucha como mujer, de su sometimiento a la
inferioridad en las sociedades, de los opresores y explotadores de las femeninas viéndolas
como un instrumento más que debe es avasallado por el gran monstruo del lucro. Marx
2. escribió estas pequeñas frases por su forma, pero grandes en contenido ideológico, político,
económico, social y revolucionario.
En el capítulo Proletarios y Comunistas del Manifiesto del Partido Comunista, Marx
escribe lo siguiente cuando habla de lo que acusan los burgueses a aquellos que
pretenden construir una Nueva sociedad:
“¡pero es que vosotros, los comunistas, queréis establecer la comunidad de las mujeres!-nos
grita a cono toda la burguesía.
Para el burgués, su mujer no es otra cosa que un instrumento de producción. Oye decir que
los instrumentos de producción deben ser de utilización común y, naturalmente, no puede
por menos de pensar que las mujeres correrán la misma suerte de la socialización.
No sospecha que se trata precisamente de acabar con esta situación de la mujer como
simple instrumento de producción.
Nada más grotesco, por otra parte, que el horror ultramoral que inspira a nuestros burgueses
la pretendida comunidad oficial de las mujeres que atribuyen a los comunistas. Los
comunistas no tienen necesidad de introducir la comunidad de las mujeres: casi siempre ha
existido.
Nuestros burgueses, no satisfechos con tener a su disposición las mujeres y las hijas de sus
obreros, sin hablar de la prostitución oficial, encuentran un placer singular en seducirse
mutuamente las esposas.
El matrimonio burgués es, en realidad, la comunidad de las esposas. A lo sumo, se podría
acusar a los comunistas de querer sustituir una comunidad de las mujeres hipócritamente
disimulada, por una comunidad franca y oficial. Es evidente, por otra parte, que con la
abolición de las relaciones de producción actuales desaparecerá la comunidad de las
mujeres que de ella se deriva, es decir, la prostitución oficial y no oficial.”
En el capítulo I del Manifiesto del Partido Comunista: Burgueses y Proletarios.
Hablando del desarrollo de la industria en el capitalismo.
“Cuanto menos habilidad y fuerza requiere el trabajo manual, es decir, cuanto mayor es el
desarrollo de la industria moderna, mayor es la proporción en que el trabajo de los
hombres es suplantado por el de las mujeres y los niños. Por lo que respecta a la clase
obrera, las diferencias de edad y sexo pierden toda significación social. No hay más que
instrumentos de trabajo, cuyo coste varía según la edad y el sexo.”
La sagrada Familia-capítulo VIII-Sección que toca Marx :
"El cambio de una época histórica puede determinarse siempre por la actitud de progreso de
la mujer ante la libertad, ya que es aquí, en la relación entre la mujer y el hombre, entre el
3. débil y el fuerte, donde con mayor evidencia se acusa la victoria de la naturaleza humana
sobre la brutalidad. El grado de la emancipación femenina constituye la pauta natural de la
emancipación general."
Nada menos que esperar de Marx, cómo sin necesidad de enfocarse específicamente en el
tema de la mujer y dedicarle un libro, no deja de lado la importancia de tocar la necesidad
de acabar con la condición a la que se somete a la Mujer. Toca temas fundamentales como
la visión de la burguesía sobre la mujer, que es la ideología dominante en nuestra sociedad
y la introducción de la mujer en el aparto productivo. Toca también que en la condición de
la mujer se ve reflejado el avance y desarrollo de la sociedad en general.
Pero así como hemos dicho antes que el Marxismo es un guía para el avance, entonces no
nos quedemos sólo con lo que ha dicho Marx sino tomemos también lo que plantearon
aquellos que continuaron enriqueciendo y desarrollaron sus planteamientos.
Hablemos de Engels, gran Amigo y Camarada de Marx, que esencialmente en su
libro: “El origen de la familia, la propiedad privada y el estado”, trata el tema de la
mujer más detallado, el mayor contenido del tema femenino en el libro está en el
capitulo IX- llamado “Barbarie y civilización”, hace un breve esbozo sobre el
transcurso de las distintas sociedades hasta la sociedad actual:
“La división del trabajo en la familia había sido la base para distribuir la propiedad entre el
hombre y la mujer. Esta división del trabajo continuaba siendo la misma, pero ahora
trastornaba por completo las relaciones domésticas existente por la mera razón de que la
división del trabajo fuera de la familia había cambiado. La misma causa que había
asegurado a la mujer su anterior supremacía en la casa (su ocupación exclusiva en las
labores domésticas), aseguraba ahora la preponderancia del hombre en el hogar: el trabajo
doméstico de la mujer perdía ahora su importancia comparado con el trabajo productivo del
hombre; este trabajo lo era todo; aquél, un accesorio insignificante. Esto demuestra ya que
la emancipación de la mujer y su igualdad con el hombre son y seguirán siendo imposibles
mientras permanezca excluida del trabajo productivo social y confinada dentro del trabajo
doméstico, que es un trabajo privado. La emancipación de la mujer no se hace posible sino
cuando ésta puede participar en gran escala, en escala social, en la producción y el trabajo
doméstico no le ocupa sino un tiempo insignificante. Esta condición sólo puede realizarse
con la gran industria moderna, que no solamente permite el trabajo de la mujer en vasta
escala, sino que hasta lo exige y tiende más y más a transformar el trabajo doméstico
privado en una industria pública.”
De esto se ratifica que las condiciones de sometimiento de la mujer obedecen a un orden
económico. Tanto por cómo se dio en su inicio, como por lo que ha obedecido a través de la
historia y por lo que obedece ahora. Si es cierto que gran cantidad de mujeres están insertas
en el terreno laboral, su liberación no ha sido completa, simplemente estas condiciones de
4. avance en su desarrollo en el trabajo, en la educación, en su participación en la
transformación de la sociedad, no han hecho más que incrementar su trabajo, si es cierto
que algunas han salido del “claustro del hogar” como lo llamó Lenin, no se ha dado el paso
a la sociedad nueva, y la situación de la Mujer está aún en una gran contradicción que cada
día la hace avanzar más, pero también la hace cumplir con una doble y hasta triple jornada,
porque sale del hogar a trabajar pero sigue encargada a solas de las labores del mismo,
porque sólo en casos excepcionales reciben ayuda, toda la carga de los quehaceres del
hogar está en los hombros de la mujer.
Seguimos con los planteamientos de Augusto Bebel: “Camarada de Marx, militante del
Partico Comunista Alemán”, tuvo la fortuna para él y para nosotras y nosotros de escribir,
hace más de 100 años, sobre el tema de la Mujer de manera más específica y detallada.
Escribió un libro bastante extenso que llamo “La Mujer y el Socialismo” que trata sobre
todo el desarrollo histórico de la situación de la mujer con la visión de clase. En este
interesante libro, Bebel divide uno de sus tomos en tres partes y lleva el nombre de – “La
mujer en el pasado, en el presente y en el porvenir”. De este autor no me permitiré citar
mucho porque terminaría citando todo el libro, sin embargo recomendamos afanadamente
su lectura a aquellas y aquellos interesados en el tema de la lucha femenina. Bebel toca
entre tantos temas, la prostitución, la religión, la homosexualidad, la monogamia, la
poligamia, la poliandria, las leyes que apoyaban la opresión de la mujer, el caso particular
de la mujer de oriente, derecho materno, la herencia, la propiedad privada, matriarcado,
rapto de mujeres, la no humanización de la mujer, matrimonio, patriarcado, aborto, la
historia de la mujer en la lucha política, entre otros.
De aquí por ahora entre tantas frases nos permitiremos citar las siguientes a modo de
reflexión de lo que plantea Bebel:
“Si he dicho que la mujer y el trabajador tenían por dote común, desde tiempo inmemorial,
el ser oprimidos, he de acentuar esta declaración respecto de la mujer. La mujer es el primer
ser humano victima de servidumbre. Ha sido esclava incluso antes de que hubiese
esclavos”.
“No se crea que todos los socialistas sean emancipadores de la mujer; los hay para quienes
la mujer emancipada es tan antipática como el socialismo para los capitalistas.”
Por eso es necesaria la presencia constante tanto en la activación como en la discusión
sobre el tema de La Mujer de los compañeros y Camaradas para ir avanzando en conjunto
sobre las soluciones en cuanto al tema de la lucha femenina. En una de nuestras tareas el
orientar a los hombres sobre la situación de la mujer y la necesidad de su lucha.
Con esto pasamos, a los escritos V.I Lenin, continuador de la teoría marxista y fue más allá,
pues, desarrolló la teoría y la táctica para hacer la revolución. Y por eso hoy se hablamos
del marxismo-leninismo, como una herramienta científica que nos orienta en la lucha
5. revolucionaria. Lenin dio mucha importancia a la participación de la mujer en la lucha
política e hizo énfasis por impulsarla a la inserción en el trabajo productivo, para la
liberación de la sociedad y de ella misma.
Sobre lo que escribió acerca del tema de la mujer hay un compendió llamado “La
emancipación de la Mujer”. Ahí dice en 1919 a dos años de triunfar la Revolución en Rusia
lo siguiente: “la mujer continua siendo esclava del hogar, a pesar de todas las leyes
liberadoras, porque está agobiada, oprimida, embrutecida, humillada por los pequeños
quehaceres domésticos, que la convierten en cocinera y en niñera, que malgastan su
actividad en un trabajo, absurdamente improductivo, mezquino, enervante, embrutecedor y
fastidioso. La verdadera emancipación de la mujer y el verdadero comunismo no
comenzarán sino en el país y en el momento en que empiece la lucha de masa (dirigida por
el proletariado dueño del Poder del Estado) contra esta pequeña economía doméstica, o más
exactamente, cuando empiece su transformación en masa en una gran economía socialista.”
Lo que nos dice Lenin ratifica, luego de más de 50 años, lo que Marx plantea en un
momento, la verdadera emancipación de la mujer sólo será posible en una nueva sociedad.
Y preguntémonos, ¿acaso con todas las reivindicaciones y lo logros de las luchadoras
femeninas, está situación ha cambiado? Pues no camaradas, revisemos las estadísticas
venezolanas y las del mundo, entonces con fundamento podemos afirmar que el marxismo-
leninismo sigue teniendo vigencia en sus planteamientos en cuanto a la lucha femenina, si
tocamos el tema que nos compete desarrollar a nuestro movimiento hoy.
Pero Lenin no sólo se limitó a escribir y a transformar la realidad de la Mujer en Rusia,
pues en este mismo libro Clara Zetkin escribe la conversación con Lenin que da pie a la
unión del Movimiento Femenino Internacional, entre tantas hojas de esta conversación
Lenin y Clara discuten sobre la importancia de la integración de la mujer al trabajo
transformador de la sociedad y la humanidad desde la producción y la lucha revolucionaria,
de lo fundamental de su papel propulsor de los aportes para la construcción del socialismo,
lo necesario para lograr su propia emancipación dentro de la emancipación de la
humanidad. Entre la conversación Lenin hace una crítica sobre varias desviaciones,
necesarias abordar para nosotras en este trabajo femenino, los planteamos así.
1. Las desviaciones en las reuniones de mujeres organizadas: las compañeras tendían a
tomar las reuniones como simples momentos para plantear sus problemas maritales y
sexuales, cuestión que no encuentra mucho acomodo dentro de la discusión para lograr al
hombre y a la mujer nueva, porque los esfuerzos que realizasen las mujeres para reunirse y
el tiempo dedicado a su organización debía ser encaminado a visiones más profundas,
porque si es cierto que el tema reivindicativo debe ser tomado en cuenta y discutido y lo
sentimientos equivalen a una parte importante de nuestra vida, no debe opacar el trabajo y
los esfuerzos por la organización política, el esfuerzo por aportar al avance colectivo. Y
entre tantos problemas que tienen las mujeres en la sociedad a transformar, no debe estar
6. enfocada principalmente en discutir sólo su situación sentimental, pero es algo que
debemos ir trabajando en nosotras porque la historia de la humanidad y la imposición de la
clase dominante, nos ha inducido a estar abstraídas en esos asuntos para dividirnos y
desligarnos de la lucha revolucionaria.
2. Lenin también hace el llamado a que la juventud, que tiene una falsa creencia de la
libertad del ser humano y el amor planteada para la nueva sociedad, sobre librarnos de
prejuicios pequeños burgueses: lo han tomado por el tema de la promiscuidad y sus
principales conversaciones radican en que la libertad de prejuicios hipócritas impuestos es
caer en la promiscuidad. Que lleva al desgaste de nuestra juventud, que debe estar inmersa
en estudiar para el avance de nuestra sociedad, proponer políticas que cambie la realidad
actual que aún no le da respuesta a la juventud, nutrirse con el deporte, trabajo y el arte.
Y eso es aplicable a nuestra sociedad actual, a la sociedad Venezolana y al tema de la
mujer.
Ahí entramos a la diferencia entre las propuestas de los movimientos femeninos de las
burguesas y los movimientos femeninos de las proletarias.
Como bien lo explica Clara en su libro llamado: “La cuestión femenina y el reformismo”.
Ella habla de las diferentes visiones, la mujer burguesa busca el poder económico de los
medios para ser también opresora y explotadora no sólo de una mujer sino principalmente
de una clase, de nuestra clase, en cambio nuestra lucha, la de las proletarias, es la lucha por
lo igualdad, por la justicia para nosotras y para toda la humanidad, la lucha por construir
una nueva sociedad de iguales.
No sólo ese ha sido el aporte de Clara, fue también propulsora del Movimiento Femenino
Internacional y propone en una reunión con mujeres representantes de movimientos y
partidos de izquierda internacional en Copehagen-Dinamarca la Conmemoración del Día
Internacional de la Mujer trabajadora en reivindicación de las obreras textiles asesinadas
por su patrón en respuesta a sus protestas por reivindicaciones laborales y mejoras
condiciones para trabajar. Propuesta que fue aprobada y es así comienza el 8 de marzo de
1911 por primera vez la conmemoración de este día.
Kollontai también escribe sobre el tema de la lucha femenina, en un folleto plantea la
verdadera visión del día internacional de la mujer trabajadora y las fortalezas que da al
movimiento revolucionario general.
En pro de retomar la verdadera visión de este día que la burguesía ha desviado en vísperas
de su beneficio, como lo hace con todo. Surge desde movimientos de izquierda
internacionales la propuesta de la Conferencia Mundial de Mujeres de Base que se realizó
del 4 al 8 de marzo del 2011 en Caracas-Venezuela; con la participación de 1300 mujeres
de más de 40 países de 4 continentes; evento que terminó con una gran marcha mundial por
7. las calles de Caracas. Planteamos la importancia de retomar la integración femenina
internacional de izquierda y su accionar en conjunto. Y decimos: ¡Los tiempos están
maduros para una nueva partida del Movimiento Internacional de Mujeres! Como consigna
principal.
He aquí parte de los planteamientos del marxismo en cuanto al tema de la lucha femenina,
y como se fue desarrollando en conjunto al leninismo. Sigue su vigencia, pues seguimos en
el mismo sistema capitalista, con la misma base de explotación, fundamentos y principios
que cada día degradan más nuestra sociedad. Y aunque los logros reivindicativos han sido
grandes para la Mujer, pueden ser más y mejores, podríamos decir estratégicos que darían
la respuesta integral al problema de la mujer y del mundo.
Por eso planteamos que los objetivos de los movimientos, colectivos, organizaciones que
reivindican la lucha femenina, deben ir encaminados a la necesidad de concientizar a la
mujer sobre su opresión y explotación para insertarla en la activación para cambiar esta
realidad, donde comprenderá por su misma práctica y conocimiento que debe ir más allá y
proponerse en conjunto con nuestros hermanos de clase transformar la sociedad en general
para lograr la igual y la justicia. Hermanos que debemos también invitar a la discusión y
nuestras actividades para que comprendan de manera consciente la importancia de nuestra
liberación y el aporte de nuestra fuerza revolucionaria, y la integración masiva de la mujer
como parte de nuestra clase.
Jeisy Gimenez
Movimiento de Mujeres Ana Soto
Marzo del 2011.