La ley de prensa establece los derechos y deberes de los dueños de medios de comunicación y periodistas, así como las sanciones por modificar trabajos publicados o no respetar la reserva de fuentes. Aunque fortalece la libertad de prensa y pluralismo, presenta debilidades como el desconocimiento de la cláusula de conciencia y falta de penas cuando no se cumple el pluralismo. La ley también determina quiénes son considerados periodistas y su derecho a ejercer la profesión dos años después de titularse.