1. Investigaciones individuales para un producto grupal.
Las herramientas necesarias para que nuestros chicos puedan continuar durante toda su vida
con un aprendizaje autónomo, más allá de la sistematización que les brinda la escolaridad, no se
adquieren de un día para otro, ni en un grado determinado de la escolaridad.
Como estoy convencida de que la apropiación de estas herramientas es un proceso lento, de
larga duración, en el que es fundamental la participación de todos los que integramos los planteles
docentes, considero que todas las acciones que podamos aportar desde los primeros contactos con
los chicos, formarán parte de ese proceso.
Es en primer ciclo el momento en el que construyen el significado de la tarea escolar, por lo
tanto, las actividades que se promuevan, serán los cimientos de toda su forma de aprender.Y es
también en el primer ciclo, cuando construyen un modelo de aprendizaje que no sólo les aporta el
dominio de los conceptos de las distintas áreas, sino las prácticas y procedimientos que utilizarán
luego fuera del ámbito de la escuela.
Planteadas estas inquietudes creo que, es la biblioteca el lugar y los bibliotecarios las
personas, que podemos contribuir a la coordinación que lleve a buen destino la difusión y el uso de
estas herramientas: la lectura, la búsqueda de información, su selección y la comunicación de la
misma a otros que puedan valorarla y utilizarla.
De estos supuestos, partí cuando la maestra de segundo grado deslizó como tema para
trabajar durante el año “animales”. Tal vez, en su idea, estaba realizar actividades diversas que
tuvieran como protagonistas a estos seres cuando le propuse trabajar para armar con los chicos una
enciclopedia de animales.
Por la vertiente literaria, en cambio, surgió la posibilidad de armar la enciclopedia de flores
con tercer grado. En este caso, la necesidad estuvo presente, porque leyendo Solomán, descubrimos
todos que los chicos desconocían qué era una “amapola” y por lo tanto, pensamos con la maestra
que desconocerían también muchas otras flores. Para nuestra sorpresa, no sólo los chicos
desconocían otras flores... nosotras también.
La secuencia que seguimos, a pesar de los distintos orígenes de los proyectos, fue la misma
y la intervención didáctica desde el aporte que hizo la biblioteca, también. Siempre sin perder de
vista el planteo original del trabajo con los chicos para la adquisición de herramientas relacionadas
con la búsqueda de información y la lectura de distintos formatos textuales en variados soportes
para su posterior selección y reelaboración.
2. Las intervenciones didácticas de las dos docentes, fueron distintas porque partieron creo de
concepciones pedagógicas tal vez antagónicas, distintos niveles en la lectura y comprensión del
Diseño Curricular y una experiencia en el grado desarrollada una en la gestión privada y otra en la
pública. La docente de segundo, por ejemplo, en el primer encuentro, como habíamos hablado de
enciclopedia, se llevó una sorpresa cuando llegó a biblioteca con una enciclopedia de animales de
su propiedad, muy interesante y adecuada al nivel de los chicos, pero encontró sobre las mesas
enciclopedias generales y diccionarios. Le gustó la idea cuando le comenté que lo que ella traía era
algo así como el final del recorrido, porque si les dábamos desde el principio la enciclopedia de
animales no habría proceso de elaboración de parte de los chicos. En este caso, creo que se ve
claramente que “la biblioteca debe convertirse en un centro de promoción y fomento de la lectura y
la escritura, en un centro que contribuya a la formación del espíritu científico e investigativo, en un
espacio interesante que satisfaga la curiosidad intelectual y artística de los docentes” 1
Detallo la secuencia:
Planteamos a los chicos el tema y definimos las características de los primeros documentos
que utilizaríamos: diccionarios enciclopédicos y enciclopedias alfabéticas.
Analizaron los libros: buscaron los títulos, observaron que había muchos con el mismo
nombre, les hicimos notar que era una misma obra compuesta por varios tomos, miraron si tenía
autor, les comentamos la tarea de la editorial y nombraron algunas.
Buscaron a través de la imagen animales en un caso y flores en otro. A los chicos de tercero,
les pedimos especialmente que trataran de buscar imágenes de flores que no conocieran.
Encontradas las imágenes, exploraron los textos para encontrar el nombre y la nota de
enciclopedia correspondiente. En esta etapa, tuvimos varias dificultades por cuestiones que
dábamos por obvias y para los chicos no lo son: muchas veces, la imagen no está cerca del texto
correspondiente por razones de diagramación, no descubrían el distinto tipo de letra en la entrada de
la nota, no podían delimitar en el caso de varias acepciones cuál era la que ellos querían registrar.
Frente a cada dificultad que surgió, mostramos a todo el grupo el problema, propusimos
nuevas búsquedas y promovimos el intercambio de ideas y opiniones.
En algunas enciclopedias temáticas que analizaron, encontraban en una imagen varias flores
o animales, pero luego, no localizaban la información específica sobre ese ejemplar porque el
tratamiento del tema no era tan focalizado, entonces, sugeríamos que buscaran en las obras
alfabéticas la información necesaria.
En cada encuentro, hicieron algún registro: del libro que usaron, datos sobre el animal o la
3. flor elegida.
En uno de los encuentros con segundo, trabajamos con la colección “Cuentos naturales” de
Chanti. Observaron las diferencias con otros materiales que habían utilizado. Leyeron sin dificultad
los textos narrativos con mucho soporte en la imagen, pero tuvimos que trabajar mucho la lectura
del texto informativo.
Esta tarea, la dejé para que la hicieran en el aula, pero hice varias intervenciones para que la
lectura fuera más compartida y conversada, porque me parecía que la tendencia de las actividades
de lectura en clase eran muy individuales y solitarias, y la riqueza de los datos que los chicos
lograban con este tipo de lectura era menor que si participaban grupalmente.
Cuando consideré que teníamos bastante material, pasamos a la sala de informática y
utilizamos la enciclopedia Encarta.
Para segundo grado, el trabajo fue más dinámico porque tuvimos oportunidad de utilizar los
videos de Nacional Geographic y los de la Enciclopedia Encarta, y éstos les aportaron nueva
información. Las animaciones de la Encarta, a la vez dificultaron la selección de la imagen para
insertar en el Power Point porque cuando hacían la búsqueda de material multimedial, estaban
mezcladas las imágenes estáticas con las dinámicas y el procedimiento para la inserción se
complejizó. Pero se iniciaron en la búsqueda digital de imágenes y leyeron los textos. En la lectura
en máquina, la dispersión es mayor. En principio, pensamos que iban a poder extraer más datos de
allí, pero, tuvimos que imprimir los textos y trabajarlos en formato papel para lograr mejores
resultados.
Cada chico, con la plantilla de la página, diseñó el titulo de su participación (el nombre del
animal o la flor), insertó la imagen y el texto. Fue tarea nuestra compaginar luego todos los trabajos.
En grados superiores, podrían participar también de esta etapa, pues se puede plantear en forma de
un problema interesante el armado de los cuadernillos. Es un verdadero desafío.
En la etapa final, ejercitando la inserción de imágenes, armaron el Power Point. Cada chico
insertó las imágenes de todos los animales seleccionados en un archivo, pero trabajó la lectura de
una sola de las notas de enciclopedia: la correspondiente al animal elegido y solamente registró los
datos de ése. También la compaginación final fue nuestra.
Como al principio habíamos analizado las características de los libros, cerramos con el taller
de encuadernación. Previamente, con la participación de las profesoras de Tecnología y de Plástica,
diseñaron las tapas. Cosieron el cuadernillo y cada uno diseñó su portada.
Además de todos los contenidos del diseño curricular que fueron desarrollados en el
proyecto, creo que el objetivo que la biblioteca pudo cumplir es que los chicos participaron
4. activamente de todo el proceso de producción de un libro, y además de todos los conocimientos que
adquirieron, que son intangibles y tal vez jamás tengan el registro de ese aprendizaje, les quedó un
producto material al que podrán volver cuando quieran consultar algo sobre el tema.
Mónica E. Castro
Bibliotecaria Turno Mañana
1. Espinosa Arango, Carolina. Lectura y escritura: teorías y promoción. Buenos Aires :
Novedades educativas, 1998. p.37