1. ¡QUÉ DIVERTIDO!
Que si los toros sufren, que si son animales y tienen sentimientos…
“Tampoco nos parece normal que la gente disfrute viendo matar de esa
manera a un ser vivo”. “Y cómo no hablar de todas las demás
“celebraciones” que sin ser corridas de toros son incluso peor que las
mencionadas”.
Pues no. Los toros son animales que sirven sola y únicamente para eso,
no tienen derechos y tampoco sufren porque son animales y por ello su
vida vale mucho menos que la de las personas porque nosotros somos
superiores y más importantes que ellos aunque seamos también
animales.
Además, ¿cómo se va a quitar una costumbre tan antigua? Decid que
sí, aquí cogemos las costumbres antiguas que nos da la gana y
normalmente suelen coincidir con las que más morbo dan o con las que
más vemos sufrir a otros seres vivos, como ya apuntaba Larra en algún
que otro escrito.
Pues eso, que parece que en vez de evolucionar volvemos atrás, ¿pero
no pasa nada eh? ¡QUE ES FIESTA NACIONAL!
Mejor dejar las cosas así y no pararse a reflexionar, como personas que
somos, que en realidad no podemos disfrutar con el maltrato a ningún
ser vivo. Solo apuntar dos cosas: la primera, que aquellos que dicen
que es una honra para los toros morir así es un argumento que no tiene
ni pies ni cabeza porque dudo mucho que los toros se sientan honrados
cuando les clavan una espada después de haber sido torturados tanto
tiempo. Y lo segundo, había un dicho que comentaba que las personas
que se divertían haciendo daño a los animales no eran buenas
personas.
¿Pero para qué reflexionar, verdad?
Laura Martínez Suero, 4º ESO
2. AMAMOS LA CRISIS
¡Oh! Amada crisis que a todos nos llena de felicidad y nos hace estar
cada vez más unidos y más a gusto en nuestro querido país. ¡Porque
nos dan igual los recortes en las cosas más importantes como la
sanidad y la educación!
¡Y dicen que lo más importante es la familia, pero ya ni eso porque con
nuestra querida prima que nos lleva a la ruina no se sabe cómo va a
acabar la cosa...!
Yo soy una persona a la que le encanta viajar por todo el mundo , pero
creo que el mejor viaje que podría hacer ahora sería el de ir a Estados
Unidos durante sus actuales procesos de elecciones y visitar al
candidato republicano Mitt Romney para darle las gracias por poner a
España de ejemplo en todos sus discursos hablando siempre de los
pocos problemas que tiene, etc.
Por último quería darle gracias a la crisis por estar afectando al mundo
entero y espero que dure muchos años más ya que no hace daño a
nadie. VOTAD SÍ A LA CRISIS.
Laura Fernández Soler, 4º ESO
3. EL MITO DEL Colegio
El colegio... qué bonito lugar...donde tus padres te dicen que vas a
ver a tus amiguitos, juegas con ellos, habláis de lo que hicisteis el fin de
semana, habláis del partido de anoche, "aprendes" cosas y juegas al
fútbol en el patio.
¿ Suena bien eh?, sobre todo si no te dicen que vas a un sitio a
estudiar 5 horas, a tener 200 exámenes con los que vas a coger otras
200 depresiones, solo hablas de si estudiaste esto o lo otro, no hablas
del partido de ayer que no viste porque estuviste estudiando hasta las
12 de la noche, lo de jugar al futbol o peleándote con otro, luego decir
que fue sin querer y entonces piensas en lo que te dijo tu profesor: " Sin
querer mató un hombre a una mujer". Todo esto se hacía en los patios
hasta 6º de primaria ya que desde este curso pasas todos los patios o
haciendo los deberes que no te dio tiempo ( o no te apetecía ),
estudiando el examen de la hora siguiente o leyendo el libro del que te
examinas la semana siguiente.
Todos van al colegio tu padre, tu madre, tu mejor amigo, hasta tus
mayores ídolos...... así que será por algo.......no vayas......
Enol Cuesta, 4º ESO
4. ¡Una Pizza 4 estaciones, por favor!
Salgo a la calle. Llueve. El día está encapotado y los buses
disparan charcos de agua hacia los adormilados transeúntes... Críos,
adolescentes, adultos y despistados abuelos sin paraguas se refugian
bajo los portales o en la cálida madriguera de una tienda con
calefacción. El cielo eructa y un ronco carraspeo de truenos rompe
momentáneamente el sonido de las gotas de agua contra el suelo, las
bocinas y un grito lejano de voces histéricas, adolescentes... No puede
ser... indiscutible y por encima de cualquier otra onomatopeya su voz:
frívola, tímbrica y en cierto modo exasperante:"¡Plim!". El sueño, el
hambre y mis ojeras se disponen a enfrentarse al primer whatsapp del
día. El tecnicolor de la Blackberry ciega mis ojos y me dirige lentamente
a una sociabilidad sin límites...
Por la radio anuncian que ya es invierno y que será el más largo
de una década. Me río. Lleva siendo invierno desde hace año y medio,
aunque uno más bien diferente: el de nuestra existencia. ¡Sí! Puede
usted encontrarnos en los ambientes más variopintos: discotecas unos,
portales otros, cines, centros comerciales, tiendas, bibliotecas, librerías
y bajo la manta de nuestras camas luchando contra el insomnio, el pelo
enmarañado, indecisos ante la idea de asomar el dedo gordo del pie y
apoyarlo contra el frío parquet...¡ADOLESCENTES!
En el baño carga el móvil: está ahí porque el muchacho en
cuestión leyó en la revista de la sala de espera de su dentista (autor de
sus multicolores brackets) que las ondas son cancerígenas. A duras
penas lo enciende y descubre los primeros tres mensajes del día: uno le
pregunta por los deberes, otro le invita a salir el sábado y el último
afirma que se aburre, "¿Qué me cuentas?"- dice. Sobrecargado por
tanta energía y cercanía, el adolescente se hace un ovillo encima de la
tapa del váter y se queda profundamente dormido...
¡Pero eso no es todo! Fuera le depara un destino aún más cruel:
con tan solo 15 años debe tener claro qué querrá hacer el resto de su
vida... o simplemente la sociedad se lo sirve en bandeja y cifras de
parados, crisis, imposibles notas de corte, Erasmus en peligro de
extinción y desastrosos planes políticos se convierten en una mosca
inseparable que le zumba el oído. Lo murmuran profesores,
preocupados; padres, preocupados, e incluso sus amigos...
preocupados. Y el adolescente se convence de que lo tiene claro:
Alemania, Noruega, Chile... Medicina, Relaciones Internacionales,
Ingeniería... ¿Qué significan todos estos destinos y carreras? ¿Por qué?
¿Quién tuvo la maravillosa idea? Unos murmuran que el gobierno, otros
5. que la cultura...¿ Y todo para qué? Ya lo reveló Paloma en la metáfora
de su pecera en La Elegancia del Erizo: somos esclavos de la sociedad
que transforma cual hada madrina calabazas en carrozas, deseos en
necesidades... El adolescente no sabe lo que quiere aunque en
ocasiones lo sospecha: encerrarse en su habitación y bajo la comodidad
de sus sábanas devorar libros, uno tras otro mordisqueando su
bocadillo de chorizo acompañado de zumo de melocotón. La máquina
está desconectada, las cortinas corridas y la habitación en penumbra...
Mañana tiene examen de mates. La digestión estropeada y la presión de
la tarea lanzan al "pequeño hombre" fuera de la habitación, de su
descanso."¿Por qué crear mi propia vida si puedo disfrutar de las
alegrías y desventuras de Frankenstein, Belleza Negra, Wendy, Piglet o
Siddharta?", se pregunta.
Se lamenta, está condenado: a amar, llorar, reír, estudiar,
volverse loco por alguien, aguantarse, obedecer... está condenado a ser
"él".
En los momentos más difíciles sueña con escapar; saltar de una
vez fuera de la pecera, aunque esto le suponga la muerte; agarrar su
bici y pedalear, simplemente pedalear hacia el atardecer y abrazar la
naturaleza; vivir en un bosque como todos aquellos príncipes y
princesas de los cuentos infantiles que su padre le contaba todas las
noches...
Ingredientes: masa, pepperoni, tomate y queso. Masa para la
infancia y libertad; pepperoni para la edad adulta y las preocupaciones;
tomate para la vejez, el olvido y los recuerdos... y la adolescencia,
aquella fina capa de queso rallado condenada a caerse y esparcirse por
la caja de cartón, sin llegar nunca a la boca del consumidor.
¡Solo nos queda rezar, compañeros! Usted estudie una carrera
universitaria que le cueste un pastón a sus padres y al resto de los
contribuyentes españoles y múdese a Alemania para poder comprar por
Amazon la edición coleccionista de El Mago de Oz. Colóquela en un sitio
bien visible de su salón Ikea, sumérjase en un buen vino francés y a
continuación comience la lectura de la obra de Baum en su libro
electrónico "Made in China".
A pesar de todos los factores, gastos, estrés... encontrará en su
orejero un frasco de tiempo para olisquear la tinta de la obra y acariciar
las esmaltadas páginas... Poco a poco, y en algún sentido gracias a su
costosa preparación, descubrirá la sátira política fruto del debate entre
los partidarios del patrón oro y aquellos que preferían la plata durante
la crisis económica estadounidense de finales del siglo XIX, que supone
6. el trasfondo pícaro de la "novela para niños". Al ritmo de las agujas de
un reloj inexistente, una ventana sin reflejo ni fondo y un espacio sin
límites, relacionará a McKinley y su áureo gobierno republicano con la
antes timadora pero cariñosa figura del Mago de Oz (se arquean sus
cejas: "Oz" de "onza de oro") y al aparentemente inocente minino del
león cobarde con el candidato demócrata William Jennings. En ese
momento exhalará y se reirá de buena gana identificando a la pajil y
desenfrenada juventud de Ray Bolger en la también bancarrotil peli con
los agricultores endeudados acusados ignorantes de la complejidad del
cambio de patrón y al argénteo hombre de hojalata sin corazón (a
simple vista mortecino personaje de tonalidad grisácea y dramas
shakesperianos) con los trabajadores de la potente industria americana
que habían perdido sus empleos.
Ciudad Esmeralda y Washington (capital vestida del color verde
de los billetes de dólar) y el camino de baldosas amarillas y el ganador
patrón oro... La tarde se desliza y es usted prisionero de la burlesca
obra que critica otra farsa, de otro gobierno, de otro Estado, de otros
tiempos... Pero al fin y al cabo ¿no es siempre la misma historia? La
suya, la nuestra; aquella, la de ahora...
Ni se inmuta. Calzado con sus zapatos de plata, saca la lengua a
un aturdido patrón bimetálico y se duerme junto a Totó en un mar de
amapolas... El libro le resbala de las manos y cae rendido ante la
somnolencia. No tiene por qué golpear la punta de sus zapatitos; sabe
que está en casa...
En fin... ¡humanos teníamos que ser! Mientras tanto, disfrutemos
de la dulce ironía que supone ser esclavos de un sistema que nos
impone una dolorosa y larga educación que, sin embargo y a su vez nos
permite discernir la trampa de un gobierno humano e imperfecto.
Inés Moreno Río. 4º ESO.
7. MI MEJOR DÍA
Entre mis aficiones favoritas se encuentran ir de compras con mi
bisabuela Juana, que como todo el mundo sabe tiene un gusto
estupendo, también ir de fiesta con las amigas de mi prima, la de
Albacete, que son supermarchosas, ir a la playa por el verano con el
abuelo y echarle aceite por la espalda hasta dejarlo como un pollo,
comprar zapatos de tacón y estrenarlos bailando con ellos en la
discoteca toda la noche…
Pero sin duda con lo que más disfruto es madrugando todos los días
para ir
al cole.
Qué maravilla ir escuchando a los niños pequeños en el autobús; ver
todas esas caras de alegría por las mañanas que animan a cualquiera;
ver a ese niño delante de ti recitando poesía y oliendo a colonia; el
simpático del bus que no para de echarme cumplidos nada más
subirme, en fin tantas y tantas cosas antes de llegar a clase que
consiguen sacarme una sonrisa.
Bueno, y qué decir de ese pequeño paseo antes de empezar los lunes
con esa maravillosa clase de inglés que hace que solo con pensar en ella
me emocione… y luego para tonificarme educación física. Quizás el
único momento que detesto sea el recreo por estar tan aburrida, pero
solo pensar en volver a clase y hacer los ejercicios de mates ya me
anima.
Lástima que el tiempo pase tan deprisa y se acabe tan pronto. A veces
pienso lo feliz que sería si pudiese quedarme a dormir en el colegio
aunque fuese en un colchón en el suelo.
¡Es tan triste quedarse en casa sin nada que hacer tirada en el sofá
viendo una película que odio tener unas décimas de fiebre y no poder ir
al cole!
Lucía Morollón López, 4º ESO.
8. SIEMPRE PASA LO MISMO…
Siempre la misma historia… Empiezas una canción muy bonita en tu
superpiano comprado por tus papis, pasan tres o cuatro meses y…
¿qué fue de esa canción que tanto te gustaba? Siempre pasa lo mismo…
Pero siempre te queda ese gustillo cuando acabas esa canción que tanto
te gusta…
Cuando los amigos de tus papis vienen a casa y ellos les dicen que eres
una virtuosa del piano, los amigos siempre preguntan lo mismo “¿Y qué
estas tocando ahora? ¿Cuántos años llevas tocando el piano?” Y tú muy
educadamente les dices “Llevo seis años tocando el piano. Actualmente
estoy tocando el Nocturne opus 9 no 2de Frederick Chopin” y siempre la
misma respuesta “Ah. Es muy bonita esa canción…” En realidad no la
conoce nadie pero tú asientes… Si ni siquiera tú, que se
supone que tienes que tener ya un cierto conocimiento, sabes
diferenciar un “nocturne” de una “sonata” o un “réquiem”, van a saber
ellos las diferencias. Es así como va nuestro país con gente que actúa
como si supiesen todo y tuviesen cinco carreras…
Pero luego subes a tu habitación seguida de tu “pequeño público” y
empiezas a tocar ese “nocturne” y te empiezas a dejar llevar por la
melodía, el ritmo, el acompañamiento y es como si viajaras en tu propio
universo… no se lo recomiendo a nadie… es como una pequeña
atadura. Y eso es lo mejor que te puede pasar si tocas el piano, porque
después empiezas a tocar otra canción y ahí es cuando la liamos,
porque no solo te atas a ese “nocturne” sino que te empiezas a atar a
esa “sonata” y ese ”réquiem”. Y como llevas mucho tiempo tocando
música clásica y te acabas cansando de ella, empiezas a tocar “Imagine”
de John Lennon, “Bohemian Rhapsody” de Queen y otras cuantas
canciones de La Oreja de Van Gogh. A partir de ese momento no hay
vuelta atrás…. Y después le echáis la culpa a vuestros padres por
aceptar vuestra petición para ir a piano y a vuestro profesor o profesora
que os animó a tocar canciones cada vez más difíciles.
Por favor… NO OS ATÉIS AL PIANO, POR FAVOR… NO TOQUÉIS EL
PIANO… SERÁ VUESTRA CONDENA…
Patricia San Martin Solana 4ºESO
9. Nos están diciendo todo el día por los medios de comunicación que si
bebes en la adolescencia no vas a crecer, etc… Pues es mentira!! SI
BEBES CRECES MÁS!!!.
Cuando sales con los amigos y ellos se ponen a beber, si tú no bebes
quedas mal, etc… Entonces, ¿qué prefieres, quedar de pringado, mal?
NO. Pues entonces bebe que está bien, te diviertes, quedas como el
guay del grupo y por un momento piensas estar en una nube.
Lo mejor que podéis hacer es beber, emborracharse. Si lo hacéis os
miraran bien. Si lo hacéis seréis el crack de clase, el guay, etc… Si no
bebéis empezareis a hacer otras cosas, como estudiar o alguna tontería
así… así que no le hagáis caso a la sociedad que lo único que quiere es
que seáis unos aburridos y que no os integréis en vuestro grupo de
amigos.
ASÍ QUE YA SABÉIS, A BEBER!!!
Mario Sánchez Hérnandez. 4º E.S.O
10. ¿Para qué estudiar idiomas?
¿PARA QUÉ ESTUDIAR IDIOMAS? Ni siquiera es necesario hablar bien
nuestro propio idioma. ¿A quién le gusta expresarse bien y tener un
amplio vocabulario?¡Qué tontería! Si al final no nos entendemos igual. Y
conocer más idiomas ¿para qué? ¿Qué importa entenderse o no con
personas de otros países? Si no hay nada de qué hablar con ellas.
¿Tiene algún mérito hoy en día conocer varios idiomas?¿Acaso te ayuda
a encontrar trabajo más fácilmente? Si hoy no hay trabajo para nadie,
¿te ayuda a sentirte realizado?
Todo depende de dónde coloques tu propio listón.
Eva Gutiérrez González, 4º ESO
11. Y ¿quién quiere estudiar?
Nos pasamos toda nuestra infancia y adolescencia estudiando. De lunes
a viernes al colegio, desde que empiezas infantil hasta que terminas el
bachiller. Y ¿para qué?¿Para qué pasarte horas estudiando?¿Para qué
estudiar pudiendo ser un ignorante y un inculto?¿Para qué ser un
empollón?¿Para qué aprender?
Estudiar y estudiar, y al final ¿cómo acabas? Con el culo plano de estar
sentado, la espalda doblada, problemas de vista y sin vida social.
Si es que estudiar sólo trae malas consecuencias y nada bueno.
Estudiar te condena a saber, a conocer cosas nuevas, a poder sacarte
una carrera, a poder trabajar y a ganarte la vida.
Y con esto os digo, ¿quién quiere estudiar?
Celia González Martínez, 4º ESO
12. La Caza De Osos
No entiendo esa ley que prohíbe cazar a los osos pardos.
Todos sabemos el estrés que causa estar encerrado en una oficina o en
un aula todo el día y la mayoría de la gente no sabe cómo quitar todo
ese estrés innecesario.
Pues bien,yo les enseñaré una forma que además ayuda al ecosistema:
La caza de osos.
Esta práctica sirve para múltiples acciones buenas para la humanidad:
Para empezar los osos no respetan nuestro territorio, pero nosotros
debemos respetar sus territorios y ayudar a su conservación.
También nos privan de alguna forma,que no dudo que lo hagan
queriendo,el sustento de muchos alimentos como la miel o los
salmones.
Deberíamos dejarles comer la carroña a la que, por cierto, en otoño no
le hacen ascos.
Además su piel serviría como un buen abrigo,o como una buena
alfombra para el salón de banquetes de una mansión o para una
cabaña tirolesa.
Otro problema en el que se unen todos los anteriormente citados es la
cantidad de veces que suceden estos,ya que los osos pardos viven unos
25 años.
¡Debemos impedir que se multipliquen y se hagan dueños de nuestro
ecosistema!
José Mª Gómez de la Torre, 4º ESO
13. ¡ME ENCANTA EL COLEGIO!
Me encanta el colegio, pero no entiendo para qué sirve.
Lo mejor de ir al colegio es que no hace falta madrugar y luego por la
tarde no tienes nunca que hacer nada, aunque a veces es un poco
aburrido. No sé para qué sirve el colegio si no se hace nada en él, ni
aprendemos, ni hacemos ejercicios, ni practicamos otros idiomas,... Lo
peor del colegio son los profesores; son todos muy bordes y muy
antipáticos, me caen todos muy mal. Tampoco entiendo para qué nos
enseñan cosas, si luego no nos va a servir para nada, es una pérdida de
tiempo.
Respecto a las asignaturas, las que más odio son Educación Física,
Ética y EJE (Empresa Joven Europea); son en las que más trabajamos y
no me gusta de lo que tratan.
Las que más me gustan son Matemáticas, Francés e Inglés; son muy
relajadas y los exámenes están muy fáciles.
Lo malo es que el sábado y el domingo no tengo colegio, y lo echo
mucho de menos, aunque lo bueno es que son solo dos días y no más,
qué suerte.
¡Cuánto me gusta el colegio!
Jorge Suárez Recio, 4º ESO
14. Un día cualquiera
Miércoles 17 de octubre de 2012
El maravilloso invento del despertador sonó a las siete de la mañana;
todavía era de noche, hacía un frío horrible y llovía a cÁntaros, pero ya
se sabe que “a quien madruga…” el día se le hace más largo.
Comencé las clases a las nueve y media con francés, por cierto es un
idioma que solo se habla en Francia, Suiza, Alemania, la mayoría de
África y todo Canadá… ¡No sé para qué estudiamos una lengua tan
poco hablada! A las once y media era el turno de Sociales; me pregunto
constantemente si alguien aprendió de los errores de otros.
A las doce menos cuarto tocaba lidiar con las matemáticas, los dichosos
números y sus cuentas ¿para qué sirven si, que yo sepa, en ninguna
casa cuadran las cuentas?
Por si hasta aquí fuese poco, a continuación tenía clase de Lengua y la
profesora había pedido un trabajo sobre la ironía. No me quedó más
remedio que decirle que lo sentía mucho, pero que me sentía incapaz de
hacerlo ya que era una persona muy seria y no entendía de ironías.
Ante mi sinceridad, y en un tono un poco irónico, dijo que me iba a
poner una buena nota. ¿Será verdad, o solo será ironía?
Carlos Antón Benito, 4º ESO
15. A
quellas personas en las que es imposible confiar, aquellas
personas que no hacen más de fastidiarte en los malos
momentos.
Nunca estarán a tu lado ya que son las personas más lejanas que
puedes tener para contarles tus problemas sin que ellos te escuchen y
pasen de ti ampliamente.
¡NO! Ese no es el tipo de persona que uno busca para que le apoye y
esté junto a él, uno no tiene que buscar una persona que se preocupe
por él, que se entusiasme por los momentos que han pasado juntos, por
las alegrías, por aquellos malos momentos que uno ha pasado… ¡Pues
NO! Una persona ha de respetar a la otra y si la tiene como amiga
pueees…. No, para nada, los amigos son como los diablos, solo miran
para uno mismo y siempre dicen..: pues al otro que’i den, un buen
amigo ha de preocuparse solo en sí mismo, los demás son como las
moscas, que no valen pa’na.
Y que más os diré yo de los amigos… cuando los necesitas bien sea para
temas sentimentales de uno mismo, temas colectivos o bien a nivel
escolar…están ocupados en sus cosas personales porque como ellos
solo miran para sí mismos…
Hacedme casoooo, los amigos no valen para nada, vale más ser un
single, no hay nada como estar tú solo hundido en la soledad.
Marcos Díaz, 4º ESO
16. EL INVIERNO
El invierno es esa estación del año en la que todos tenemos mucho
calor, podemos ir a la piscina todos los días, hay vacaciones al igual que
en el verano pero estas son mucho mejores. En invierno, podemos salir
de casa a menudo con poca ropa, dado el gran calor que hace. La gente
suele salir con paraguas pero es para que no les den los rayos del sol,
que en esta época son muy fuertes.
Otra gran ventaja del invierno es que estamos todo el rato fuera de casa
haciendo diversas actividades, como por ejemplo: jugar al fútbol,
montar en bicicleta e incluso dar un bonito paseo sin preocuparnos por
la meteorología.
Y por último, en invierno no se estudia NADA porque hay cosas mejores
que hacer y hay unas grandes vacaciones para pasarlo bien estando
con tus amigos por ahí, sin falta de estar todo el día con el ordenador ni
con la consola.
Miguel Iglesias Blanco, 4º ESO
17. NO VAYÁIS AL COLEGIO
Empiezan los anuncios de la vuelta al cole en agosto. Pf. ¿De verdad
pensáis que por unos anuncios en pleno verano va a ir la gente al
colegio? No quiero ver a más gente cogiendo autobuses para ir al colegio
por la mañana o gente yendo al instituto caminando.
No quiero que los profesores vayan diciendo: Esto te va a servir, esto lo
debes estudiar, esto es importante…
Es todo mentira, ir al colegio te quita tiempo, te hace estudiar, te hace
comprar libros, tienes que atender en clase y portarte bien y te hace
muchas cosas peores.
Si vais al colegio y sacáis buenísimas notas seréis los empollones y los
frikis, empezaréis a leer y a estudiar demasiado sin tener tiempo para
divertiros y no podréis volver atrás. Diréis: Estaba pasándomelo bien
en verano hasta que vi ese estúpido anuncio diciendo: ¡VUELTA AL
COLE!
Tuve que volver al colegio, a estudiar, a leer, a salir menos que en
verano… y volver a la rutina.
Os aviso: ¡NO VAYÁIS AL COLEGIO!
Pablo Rodríguez López, 4º ESO