14. Aquí sí que se te caen los palos…¡Parches Porosos!
15. Y si los palos se te cayeron con los parches…ahora con estas cataplasmas…¿cómo lo ves?
16. Sólo para que veas cómo eran las ampollas para los dolores de barriga y la sierrecita que traían para abrirlas…
17. Nunca me las pusieron, pero se decía que quien no las usara podía “pillar” el “BERI-BERI”, que era algo horrible, que le daba a los chinos que sólo comían arroz, o algo así
18. Esto se usaba para el corazón, para las arritmias y bajadas de tensión…
19. Y te las administraban con jeringa de vidrio y agujas reutilizables,esterilizadas con agua hirviendo. La punta de la aguja se mellaba con el uso y, con el tiempo, había que lanzar la jeringuilla como si fuera un dardo contra la nalga para que traspasara la piel...¡mejor no recordarlo! ¡Para intentar hacer pipí y no soltar ni gotita! NO EXISTÍA EL TEMOR AL SIDA…!
21. Una joya de la corona ¡la latita de Mentholatum, servía para todo!Recuerdo a mi madre calentando el Mentholatum en una cucharilla con una cerilla, luego me lo untaba en el pecho para calmarme la tos. Después, me cubría con periódicos o papel estraza y una franela gruesa para calentarme el pecho… ¡Y sobreviví….!
25. Este era para las “Distonías neuro-vegetativas”o, como se dice ahora, el estress…También había el Bellergal-retard.
26. Como dice la caja: Antidoloroso y Estimulante, o sea, te quitaba el dolor y te ponía a dar vueltas a la manzana al trote…¡Claro, aspirina y cafeína, qué otra final se podía esperar!
27. Si tomabas las pastillas Valda cuando tenías dolor de garganta, se te podían caer los calzones. Eran como unas gomitas dulces, al principio, y después con un mentol que te hacía arrojar fuego por todas partes…¡se te salían los ojos!
28. Démosle Gracias a Dios por seguir vivos, a pesar de los “maravillosos remedios” de los que disponíamos en nuestra juventud…ya lejana, en algún caso concreto. ¡AMEN!