El documento resume los orígenes y creencias de los cuáqueros. Los cuáqueros fueron fundados en Inglaterra por Jorge Fox en 1647, quien predicaba la doctrina de "Cristo dentro" y más tarde "luz interior". Rechazaban los sacramentos formales y creían que toda persona podía recibir la palabra de Dios. Se expandieron a otros países debido a la persecución, manteniendo creencias como el pacifismo, la simplicidad y rechazo a prácticas como juramentos o guerra.
2. Cuáqueros
INTRODUCCIÓN
Línea dinámica del tiempo
George Fox comienza sus predicaciones
Sociedad de los Amigos, nombre de una comunidad de cristianos
protestantes, más conocidos como cuáqueros. La base de su fe está en creer
que la revelación divina es inmediata e individual y que todas las personas
pueden sentir la palabra de Dios en sus almas si hacen todos los esfuerzos
para oírla y actuar conforme a ella; esta revelación puede recibir el nombre
de "luz de adentro", "Cristo dentro" o "luz interior". Los primeros
cuáqueros identificaban este espíritu con el Cristo histórico. Estaban en
contra de un credo formal, cuyo culto se basa en el silencio; tampoco
querían apoyarse sólo en el clero, un grupo alejado del mundo y a quienes
además debían pagar, considerando que cualquier participante podía ser
receptor de la palabra de Dios.
2 CREENCIAS
Dado su convencimiento de que existe algo de Dios en cada persona, los
cuáqueros hacen especial hincapié en la bondad del ser humano. Sin
embargo, al mismo tiempo reconocen la existencia de la maldad humana, y
trabajan lo más posible para eliminarla. El cuaquerismo es una forma de
vida en la que sus adeptos viven de acuerdo con los principios cristianos.
La verdad y la sinceridad son palabras que pueden considerarse
sinónimas del ser cuáquero. En su intento por emular a Cristo, los
cuáqueros tratan de eliminar todo tipo de lujo y buscan la simplicidad
en el vestir, en sus modales y en su hablar. Hasta los últimos años del
siglo XIX mantuvieron ciertas formas de expresión, más informales, cuyo
empleo servía para nivelar el trato entre las distintas clases sociales, y
demuestra el verdadero sentimiento de compañerismo integral que estaba
impreso en las enseñanzas de los cuáqueros.
Tanto en el plano administrativo como organizativo, no hay ninguna
discriminación entre los sexos dentro de la sociedad. La calificación de
los miembros se basa en sus principios morales y religiosos, y en la
disposición del candidato para aceptar y realizar sus obligaciones como
miembro de la comunidad. Sostienen reuniones para la celebración del
culto, por lo general una o dos veces por semana; con ellas buscan ayudar a
sus miembros a sentir la presencia de Dios, y que ésta se transforme en una
guía espiritual en sus vidas.
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3. Cuáqueros
3 SUS ORÍGENES
Para buscar sus orígenes hay que remontarse a la época de la Reforma.
Muchas de las doctrinas de los cuáqueros fueron tomadas de grupos
religiosos más antiguos, sobre todo de los anabaptistas y de los
independientes, grupos que creen en el liderazgo de los laicos, en las
congregaciones independientes y en la total separación de la Iglesia y del
Estado. Sin embargo, esta sociedad, a diferencia de muchos de sus
predecesores, no comenzó como una organización religiosa formal. En un
principio, los cuáqueros eran seguidores de un predicador laico, el inglés
George Fox, quien en 1647, comenzó a predicar la doctrina de "Cristo
dentro"; más adelante, este concepto se fue desarrollando y enfocando más
hacia la idea de "luz interior". A pesar de que Fox no buscaba establecer
una entidad religiosa independiente, muy pronto sus seguidores
comenzaron a agruparse y a formar una organización autónoma,
haciéndose llamar por nombres tales como los de Hijos de la Luz, Amigos
de la Verdad y, más adelante, Sociedad de los amigos. El nombre de
cuáqueros, por el que fueron popularmente conocidos, lo recibieron por los
agitados movimientos que realizaban antes de sus momentos de revelación
divina (en inglés to quake significa temblar). La primera exposición
completa que hubo de la doctrina de la "luz interior" fue escrita por el
cuáquero escocés Robert Barclay en Apología de la verdadera divinidad
cristiana y en adelante, lo mismo es sostenido y predicado por la gente
llamada despreciativamente cuáqueros (1678), considerada como el trabajo
teológico más importante de esta sociedad.
La Sociedad de los amigos fue víctima de persecuciones desde que se
formaron como grupo. Interpretaban de forma literal las palabras de Cristo
en las escrituras, en especial las siguientes "No juréis de ninguna
manera" (Mt. 5,34) y "No resistáis al mal" (Mt. 5,39). De acuerdo con
ellas, estaban en contra de prestar juramentos, predicaban en contra de la
guerra, incluso el no devolver con agresión las agresiones recibidas, y
con bastante frecuencia encontraban motivos para estar en contra de la
autoridad de la Iglesia o del Estado. Dado que rechazaban toda
organización religiosa, no pagaban el diezmo a la Iglesia de Inglaterra, es
más, se reunían en público para celebrar el culto, una contravención del
Acta Conventual de 1664, que prohibía las reuniones de culto en otro lugar
que no fuera la Iglesia de Inglaterra. A pesar de ello, hubo cientos de
personas que se sintieron atraídas por las enseñanzas de los cuáqueros,
tanto en Europa como en América.
Durante el siglo XIX, surgieron ciertas diferencias de opinión respecto a la
doctrina central, problemas que con el tiempo se fueron afianzando. Como
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4. Cuáqueros
resultado de estas divergencias, dentro de la comunidad surgió un espíritu
nuevo. La mayoría de ellos abandonaron sus extrañas formas de vestir y de
hablar, como también su actitud hostil hacia las artes y la literatura, asuntos
que hasta entonces eran considerados mundanos. Los cuáqueros han
destacado siempre por su espíritu solidario. En 1947 los comités británico
y estadounidense del Socorro Cuáquero Internacional, recibieron el Premio
Nobel de la Paz.
En cuanto a su número de miembros, siempre han constituido un grupo
reducido. A comienzos de la década de 1980, el número total de miembros
era de unos 200.000, distribuidos en 30 países. El grupo más importante se
encuentra en los Estados Unidos donde, según los últimos cálculos
estadísticos, la sociedad contaba con unas 1.100 congregaciones que
albergaban más o menos 117.000 miembros. A continuación se encuentra
la Reunión Anual en África, con unos 39.000, y luego Gran Bretaña e
Irlanda con unos 21.000 miembros. Hay otros grupos en América Central,
Australia, Canadá y Nueva Zelanda. El Comité Mundial de Consulta de los
Amigos constituye la organización internacional de esta sociedad.
HISTORIA
Los cuáqueros fueron fundados en Inglaterra por Jorge Fox (1624-1691).
Al principio se llamaron " Amigos". Después el pueblo los llamó cuáqueros
o " Tembladores", porque en un juicio su fundador le dijo al juez, "Quake"
es decir "Tiembla" ante la Palabra de Dios.
Se extendieron en Estados Unidos por obra de Guillermo Penn,
especialmente en Pennsylvania. Su número queda muy reducido,
comparado con otros grupos protestantes. Son esencialmente pacifistas, con
costumbres severas y sencillas y fuerte exaltación religiosa.
En México sostienen algún centro de beneficencia y proselitismo.
DOCTRINA
El ideal de este grupo es llegar a una religión sin creencias fijas ni culto.
→No se necesita ningún sacramento.
→Cristo ilumina directamente al alma y le proporciona el
conocimiento de las verdades religiosas.
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→Rechazo absoluto del servicio militar, el juramento, el diezmo, el
teatro, el baile, y todas las diversiones mundanas.
→El culto es muy sencillo y se reduce a la oración en silencio.
Los principales motivos por los que su inconformismo de conciencia los
hizo susceptibles a las penas de la ley fueron:
1. Su resolución cristiana de reunirse públicamente para el culto a Dios
de la forma más conforme a su conciencia.
2. Su rechazo a pagar diezmos, que consideraban una ceremonia judía,
abrogada por la venida de Cristo.
3. Su testimonio en contra de las guerras y de las luchas, cuya práctica
consideraban inconsecuente con el mandamiento de Cristo: «Amad a
vuestros enemigos,» Mt 5:44.
4. Su constante obediencia al mandamiento de Cristo: «No juréis de
ninguna manera,» Mt 5:34.
5. Su rechazo a pagar tasas o valoraciones para edificar y reparar casas
de culto con las que ellos no estuvieran de acuerdo.
6. Su uso del lenguaje apropiado y escriturario, «tú» y «ti», para una
persona individual; y su dejación de la costumbre de descubrirse la
cabeza como homenaje a un hombre.
7. La necesidad en que se encontraron muchos de publicar lo que creían
ser la doctrina de la verdad; y ello a veces en los lugares designados
para el culto nacional público.
Historia
Después de la reforma protestante en Inglaterra, algunos miembros
de la Iglesia de Inglaterra, o Anglicana pensaban que la reforma en el país
no era muy radical a la hora de purgar ceremonias como arrodillarse ante el
altar, usar la cruz en los bautismos, o llevar la vestimenta clerical. Éstos,
que más tarde se llamaron puritanos, eran conocidos por su defensa de la
regeneración personal, las oraciones familiares y la estricta moralidad. Bajo
los reinados de Isabel I, Jaime I y Carlos I de Inglaterra, los puritanos
fueron perseguidos pero siguieron reclamando una iglesia de orientación
más calvinista. Un pequeño grupo quiso separarse totalmente de la Iglesia
de Inglaterra y fue castigado duramente por la Corona.
En 1620, unos 120 separatistas, conocidos como los Padres Peregrinos,
zarpó hacia Norteamérica para crear una nueva Inglaterra y se estableció en
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Plymouth (Massachusetts).
Más tarde, se le unió un grupo de radicales, menos puritanos, que
adoptaron su forma congregacionista que daba el poder eclesiástico a la
asamblea de cada iglesia local.
El puritano inglés más conocido fue John Bunyan (1628-1688), que
escribió «El viaje del peregrino», durante su reclusión de doce años en la
cárcel de Bedford, por negarse a abandonar su prédica bajo el reinado de
los Estuardo.
Por otra parte, Menno Simons (1496-1561) fue un predicador itinerante
anapbatista. Este fue un movimiento nacido en Zurich, en la década de
1520, cuyo nombre significa «rebautizador», aunque rechazaban esta
denominación porque se oponían al bautismo de los niños y no
consideraban válidos los propios bautismos recibidos sin consentimiento.
Creían en el bautismo de los adultos, voluntario, y en formas radicales de
vivir el Evangelio: redistribuir la riqueza, pacifismo y separación total de
Iglesia y Estado.
Cuáqueros
Los cuáqueros (llamados también Sociedad de Amigos o simplemente
Amigos, una forma abreviada de Amigos de la Verdad) proceden de los
puritanos ingleses radicales de mediados del siglo XVII y el nombre deriva
de «temblar de pavor» ante la palabra de Dios.
Eran especialmente teatrales en sus predicaciones y, verdaderamente,
oyendo a algunos, se acababa temblando. Su líder era George Fox (1624-
1691) que, por haber pasado seis años de su vida la cárcel, por su oposición
al cristianismo imperante, instó a los cuáqueros a defender la causa de la
justicia social. Fox, sobre todo místico, subraya la importancia de buscar la
«luz interior» del Cristo viviente que existe en todo ser humano.
Para escapar de la persecución, los cuáqueros se trasladaron a
Norteamérica, donde uno de sus líderes, William Penn, estableció la
colonia de Pensilvania. Los cuáqueros fueron de los primeros que se
opusieron a la esclavitud en Norteamérica, siempre han sido pacifistas y
dirigen algunas de las escuelas más prestigiosas del país.
Rechazan todos los sacramentos, se visten y hablan con sencillez, y
practican una forma especial de meditación. El florecimiento de estas
comunidades en el nuevo mundo es un fenómeno imparable que dura hasta
nuestros días. Mientras unas siguen fieles a los principios básicos del
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7. Cuáqueros
cristianismo, otras, en tiempo muy reciente, sobre todo en la segunda mitad
del siglo XX, han tomados formas alejadas del Evangelio, hasta constituir
verdaderos grupos destructivos, aislados totalmente del entorno,
fanatizados, con estructuras piramidales y líderes indiscutibles que
impulsan la manipulación y el lavado de cerebro de los adeptos, algunas
con influencia de seudorreligiones orientales, ciencia ficción, etc. que
tienen su último exponente en la New Age, un movimiento no estructurado,
especie de «puré de guisantes» de retorno a la naturaleza y teorías
variopintas sobre la energía, donde hay un poco de todo
Reproduzco el capítulo dedicado a los cuáqueros que se encuentra en el
segundo volumen de "Historia del cristianismo", escrito por Justo L.
González, y publicado por Unilit. Creo que, como introducción a los
cuáqueros, os será suficiente. Entre paréntesis introduciré alguna aclaración
que yo crea importante.
JORGE FOX Y LOS CUÁQUEROS
Jorge Fox nació en una pequeña aldea de Inglaterra en 1624, el mismo año
en que murió Boehme (Jacobo Boheme fue quizás el primer
"espiritualista", pero estaba más cerca al ocultismo que al cristianismo en
muchos aspectos). Sus padres, de origen humilde, lo hicieron aprendiz de
zapatero. Pero a los diecinueve años, disgustado con las costumbres de
algunos de sus compañeros, y sintiéndose impulsado por el Espíritu de
Dios, abandonó su oficio y se dedicó a vagar por el país, asistiendo a
asambleas religiosas de diversas sectas (es decir, distintas denominaciones)
y buscando la iluminación de lo alto, al tiempo que se dedicaba a estudiar
las Escrituras hasta el punto que se decía que las sabía de memoria (cosa
que suelen ignorar los que le acusan de no basar sus doctrinas en la Biblia
sino en la "inspiración" divina). Poco a poco se fue convenciendo de que,
no sólo la religión tradicional de los católicos, sino también la de los
muchísimos grupos protestantes, de jaba mucho que desear, y que buena
parte de ella le repugnaba a Dios.
Andando de lugar en lugar, a veces pasando hambre, otras en medio de
angustias internas, y otras alentado e inspirado por sus experiencias
religiosas, Fox fue formando sus convicciones contra todas las diversas
sectas que pululaban entonces en el país. (De hecho Fox fue el "azote
divino" contra los ranters, los cuales creían, entre otras barbaridades, que
todo cristiano era como Dios) Si Dios no habita en casas hechas de manos
¿por qué llamar "iglesias" a esos edificios en que las gentes se reúnen? Fox
los llamaba entonces "casas con campanarios". Y todos los pastores que
recibían salarios no eran sino "sacerdotes", por muy protestantes que
fuesen, y "asalariados", aunque se llamasen pastores. Los himnos, los
órdenes de culto, los sermones, los sacramentos, los credos, los ministros,
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todo era un obstáculo humano a la libertad del Espíritu.
Frente a estas cosas, Fox coloca la "luz interior". Esta luz es una semilla
que existe en los seres humanos, y es el verdadero camino que debemos
seguir para encontrar a Dios (inexplicablemente, el profesor Justo González
no señala que los cuáqueros creen que esa luz interior es realmente Cristo,
o al menos la luz que Cristo pone en cada corazón humano, como vemos en
Juan 1:9). La doctrina calvinista de la corrupción total de la humanidad le
parecía una negación del amor de Dios y de su propia experiencia. Al
contrario, decía él, en toda persona queda una luz interna, por muy
eclipsada que esté por el momento. A su vez, esto quiere decir que, gracias
a ella, los paganos pueden salvarse (por supuesto, siempre que acepten a
esa luz, que no es otro que Cristo, como guía de sus vidas). Empero esa luz
no ha de confundirse con el intelecto ni con la conciencia. No se trata de
una razón natural, como la de los deístas, ni tampoco de una serie de
principios de conciencia que señalen hacia Dios. Se trata más bien de algo
que hay en nosotros que nos permite reconocer y aceptar la presencia de
Dios. Es por la luz interna que reconocemos a Jesucristo como quien es
(como he señalado, Cristo es la luz que ilumina a todo hombre); y es
también gracias a ella que podemos creer y entender las Escrituras (esto
está relacionado con lo que se nos enseña en 1 Cor 2 y, sobre todo, con 1
Juan 2:27. Este último versículo ha sido uno de los pilares básicos de los
cuáqueros). Luego, en cierto sentido, la comunicación con Dios mediante la
luz interna es anterior a todo medio externo (Una de las historias más bellas
de la Biblia y más clarificadora de la doctrina cuáquera sobre la "luz
interior" y sobre la capacidad de un no-creyente de conocer a Dios, es la
que se nos relata en Hechos sobre Cornelio). Aunque sus más allegados
conocían algo del fuego interno que consumía a Fox, durante varios años
éste se abstuvo de proclamar lo que creía haber descubierto acerca del
verdadero sentido de la fe cristiana. Era la época en que existía en
Inglaterra la multitud de sectas a que nos hemos referido anteriormente, y
Fox asistía a muchas de sus reuniones sin sentirse a gusto en ninguna. Por
fin, en una asamblea de bautistas, se sintió movido por el Espíritu y
comenzó a exponer sus opiniones. Pronto tuvo varios seguidores, y no faltó
quien tuviera visiones acerca de la gran misión que Dios tenía reservada
para el nuevo profeta (más bien eran visiones sobre lo que iba a significar
el nuevo movimiento que sobre el propio Fox, aunque también Fox era
protagonista de varias de aquellas visiones. Aquellas visiones se vieron
cumplidas con creces, lo que da fe de su origen divino). Repetidamente,
Fox se sintió movido por el Espíritu a hablar u orar en alguna asamblea
religiosa. Frecuentemente de tales intervenciones surgían debates, en los
que se mostraba firme y convincente (fruto de su dominio de las
Escrituras). En ocasiones (muchísimas), sus palabras no eran bien
recibidas, y lo golpeaban o echaban a pedradas (leyendo su autobiografía,
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es espeluznante el ver las atrocidades que se cometieron contra él y sus
seguidores. Nada nuevo bajo el sol. A los primeros cristianos les pasaban
también cosas así). Pero esto no le arredraba, y pronto se encontraba en otra
"casa con campanario", interrumpiendo el culto y proclamando su mensaje.
El número de sus seguidores creció rápidamente. Al principio se daban a sí
mismos el nombre de "hijos de la luz" (1ª Tes 5:5). El propio Fox prefería
darles sencillamente el título de "amigos" (así es como gustan de llamarse
los cuáqueros -Hech 27:3, Juan 15:14). Pero el pueblo, viendo que su
exaltación religiosa era tal que temblaban, dio en llamarles "cuáqueros" -
del inglés quake, temblar-, a la postre ése fue su nombre más común (No
hay quien, no sin razón, opina que los cuáqueros eran los pentecostales de
aquella época.) Puesto que Fox y los suyos creían que toda estructura en el
culto podía obstaculizar la obra del Espíritu, el culto de los "amigos" se
celebraba (y se celebra) en silencio. Si alguien se sentía llamado a hablar
o a orar, lo hacía. Cuando el Espíritu las impulsaba a ello, las mujeres
tenían tanto derecho a hablar o a orar en voz alta como los hombres . El
propio Fox no iba a tales reuniones preparado a decir un discurso, sino que
sencillamente dejaba que el Espíritu lo moviera (no creáis que Pablo hacía
algo muy diferente en muchas ocasiones). En ocasiones, aun cuando había
numerosas personas reunidas para escucharlo, se negó a hablar, o a orar en
voz alta, porque no se sentía movido por el Señor. De igual modo, los
cuáqueros no creían en los sacramentos, pues decían que el agua del
bautismo, y el pan y el vino de la comunión, hacían centrar la atención
sobre lo material, y ocultaban a Dios en lugar de revelarlo (respecto al
bautismo, su opinión era, y es, que somos bautizados en el Espíritu, a
diferencia del bautismo en agua practicado por Juan el bautista y sus
seguidores). Este fue el principal punto de conflicto entre los cuáqueros y
los boehmistas, quienes continuaban usando de los sacramentos aunque
llamándolos "ordenanzas". (Yo creo que las coincidencias entre los
cuáqueros y los boehmistas son meramente tangenciales). Al mismo
tiempo, Fox sabía que su énfasis en la libertad del Espíritu podía llevar a un
individualismo excesivo. Repetidamente en la historia del cristianismo se
han dado movimientos que han subrayado hasta tal punto la libertad del
Espíritu para hablar en cada persona, que a la postre se han disuelto, pues
sus miembros insistían en ir cada cual por su lado. Frente a ese peligro, Fox
respondió subrayando la importancia de la comunidad y del amor. En las
reuniones de los amigos no se sometían a votación los asuntos que se
discutían. Si no se llegaba a un acuerdo, se posponía la decisión, a veces
volviendo al silencio hasta que alguien recibiera una inspiración que
resolviera la dificultad, y otras dejando el asunto para otra ocasión. De ese
modo, cuando había algún desacuerdo, lo que se hacía no era ver qué bando
lograba más votos, sino buscar una solución aceptable para todos. (Esa
actitud de los cuáqueros es absolutamente admirable y es un testimonio del
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10. Cuáqueros
espíritu de tolerancia de esas gentes. Tened en cuenta que siempre
buscaban la inspiración del Espíritu para solucionar cualquier problema.
Eso era más efectivo que una simple votación) . Las prédicas y prácticas de
Fox y los suyos no eran del agrado de muchos. Los jefes religiosos (cual
nuevos fariseos) no gustaban de estos "fanáticos" capaces de interrumpir
sus servicios religiosos para discutir sobre las Escrituras o para orar en voz
alta (Esos líderes ignoraban conscientemente que precisamente eso es lo
que hacía Pablo cuando, al llegar a una nueva ciudad, lo primero que hacía
era visitar la sinagoga de aquel lugar. Y no olvidemos la "interrupción" en
el mismísimo Templo de Jesucristo). Los poderosos veían la necesidad de
escarmentar a estos "amigos" que se negaban a pagar diezmos (Gál 5:4),
a prestar juramentos (Mat 5:33-37), a inclinarse ante sus "mejores"
(Santg 2:1-4), o a descubrirse ante cualquiera que no fuese Dios (la
típica imagen del cuáquero era la de un hombre con sombrero, que no se lo
quitaba ante nadie). Además, decían los cuáqueros, si tratamos de "Tú" a
Dios, ¿por qué mostrar más respeto hacia nuestros semejantes? La
dificultad estaba en que muchos de esos semejantes estaban acostumbrados
a que se les rindiera pleitesía (Lucas 20:46), y la ausencia de ella les
parecía una falta de respeto y una insubordinación intolerables. En
consecuencia, Fox fue maltratado repetidamente, y pasó un total de seis
años en prisión. La primera vez fue encarcelado por interrumpir a un
predicador que decía que la verdad última estaba en las Escrituras, y
argüiré que estaba más bien en el Espíritu Santo que las había inspirado
(fantástico argumento, por cierto). Otras veces se le encarceló por
blasfemo, y otras se le acusó de conspirar contra el gobierno. En algunos
casos se intentó librarle mediante un perdón por parte de las autoridades, y
en esas ocasiones se negó a aceptarlo, diciendo sencillamente que no era
culpable, y que aceptar un perdón sería por tanto faltar a la verdad (algo
similar pasó en Hechos 4:18-20). En otra oportunidad, cuando estaba a
punto de cumplir una condena de seis meses por blasfemia, se le invitó a
unirse al ejército republicano. Fox se negó, pues no creía que un cristiano
debía apelar a otras armas que las de índole espiritual (que era exactamente
lo mismo que pensaban los cristianos hasta que llegó Constantino). La
consecuencia fue una nueva pena de seis meses de prisión (por tanto, un
año en total). A partir de entonces los cuáqueros se han distinguido por la
firmeza de sus convicciones pacifistas. Cuando no estaba preso, Fox
pasaba parte del tiempo en su casa de Swarthmore, que vino a ser el cuartel
general de los amigos. Pero el resto lo pasaba viajando por Inglaterra y el
extranjero, visitando asambleas de cuáqueros y llevando su mensaje a
nuevas regiones. Primero fue a Escocia, donde se le acusó de sedicioso;
después a Irlanda; más tarde pasó dos años en el Caribe y Norteamérica; y
por último hizo dos visitas al continente europeo (a Holanda y Alemania).
En todos estos lugares el movimiento se extendía, y a la muerte de Fox, en
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1661, sus seguidores se contaban por decenas de millares. Esos seguidores
fueron también perseguidos (por los "protestantes"). Repetidamente se les
encarcelaba, acusándoles de ser vagabundos, de blasfemar, de incitar a
motines, o de no pagar los diezmos (comparar con las acusaciones contra
Cristo). Cuando, en 1664, Carlos II prohibió las asambleas religiosas, otros
grupos continuaron reuniéndose en secreto. Pero los cuáqueros decidieron
hacerlo en público, y millares de ellos fueron encarcelados. Cuando, en
1689, Jaime II promulgó la tolerancia religiosa, los cuáqueros contaban con
varios centenares de mártires, que habían muerto en la cárcel. (Como veis,
no sólo Roma es culpable)
El más famoso de los seguidores de Fox, fue Guillermo Penn, cuyo nombre
lleva el actual estado norteamericano de Pennsylvania. Penn era hijo de un
almirante británico, quien se esforzó en proveerle la mejor educación
posible. Pero mientras era estudiante, el joven Guillermo se hizo puritano.
Después su madre lo mandó a Francia, donde estudió bajo célebres
maestros hugonotes. De regreso a Inglaterra se hizo cuáquero en 1667.
Algún tiempo más tarde, su enfurecido padre lo echó de la casa. Pero Penn
no se arredró, sino que continuó dando muestras de sus convicciones
cuáqueras, y hasta tuvo que pasar siete meses preso en la Torre de Londres.
Se dice que en esa ocasión le hizo llegar al Rey un mensaje en el sentido de
que la Torre era el peor de los argumentos para tratar de convencerlo, ya
que, no importa quién tenga la razón, quien usa de la fuerza por motivos
religiosos está necesariamente errado (lo cual es una verdad como un
templo de grande). Por fin, gracias a la intervención de su padre y de otras
personas de prestigio, fue libertado, y entonces pasó varios años viajando
por Europa, escribiendo tratados en defensa de los amigos, y estableciendo
un hogar.
Empero sus argumentos en pro de la tolerancia religiosa no eran bien
recibidos y hasta se llegaba a decir que era jesuita, y que lo que deseaba era
sencillamente devolverles a los católicos los privilegios que habían perdido
(desde luego, algunos hacían el ridículo con esas acusaciones tan absurdas).
Fue entonces que Penn concibió la idea de lo que llamó su "experimento
santo". Algunos amigos le habían hablado de Nueva Jersey, en
Norteamérica. Puesto que la corona le debía una fuerte suma de dinero, y
no estaba deseosa de pagarla en metálico, Penn logró que Carlos II le
concediera territorios en lo que hoy es Pennsylvania.
Su propósito era fundar una nueva colonia en la que hubiera completa
libertad religiosa. Anteriormente otros ingleses habían fundado varias
colonias en Norteamérica. Pero, excepto Rhode Island, la intolerancia
reinaba por doquier. En Massachusetts, la más intolerante de todas, se
perseguía a los cuáqueros, y se les condenaba a destierros, mutilaciones y
hasta muerte (como botón de muestra os diré que una de las torturas típicas
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12. Cuáqueros
era taladrar la lengua de los cuáqueros.
Por supuesto, todo en el nombre de Dios. Si eliminaban sin ningún
miramiento a los nativos, no había ninguna razón para no eliminar a los que
no eran de la religión "oficial" del estado).
Lo que ahora Penn se proponía hacer era una nueva colonia en la que cada
cual pudiera adorar como mejor le pareciera. Pero había otro elemento de
ese "experimento santo" que lo hacía parecer todavía más descabellado.
Aunque la corona inglesa le había concedido esas tierras, Penn se proponía
comprárselas a los indios, que según él creía eran sus legítimos dueños, y
establecer con ellos relaciones tan cordiales que no hubiera necesidad de
fuerzas armadas para defender a los colonos (desde luego, si el modelo
cuáquero hubiese sido el modelo a seguir en el resto de Norteamérica las
cosas hubieran sido muy diferentes. Pero no fue así, sino todo lo contrario.
No es extraño que prácticamente los únicos que tenían éxito evangelizando
a los nativos fueron los cuáqueros).
La capital del santo experimento llevaría el nombre de "Filadelfia", que
quiere decir "amor fraternal".
Por muy descabellado que algunos dijeran ser el experimento de Penn,
pronto hubo gran número de personas, no sólo en Inglaterra, sino también
en otros países de Europa, dispuestas a tomar parte en él. Muchos de ellos
eran cuáqueros, y por tanto los seguidores de Fox dominaron la vida
política de la nueva colonia por algún tiempo. Pero no faltaron gentes de
diversas persuasiones. Bajo la dirección de Penn, quien fue el primer
gobernador de la nueva colonia, las relaciones con los indios fueron
excelentes, y durante largo tiempo se pudo cumplir el sueño de Penn, de
una colonia sin fuerzas armadas. Cuando, tres cuartos de siglo después de
fundada la colonia -es decir, en 1756- el Gobernador les declaró la guerra a
los indios, los cuáqueros se retiraron de sus cargos públicos. Pero la
tolerancia religiosa que era parte fundamental del "santo Experimento" de
Penn pasó a formar después parte de la Constitución norteamericana, y
también de las de muchas otras naciones. (Lástima que no sirviera para
evitar la legitimación del espíritu de violencia que podemos ver en la
enmienda que permite a todos los norteamericanos poseer armas de fuego) .
Ahí acaba el capítulo dedicado a los cuáqueros en el libro anteriormente
nombrado. La evolución en los siglos posteriores de los amigos ha sido
muy desigual. Hubo grupos de cuáqueros que acabaron dando cada vez
más importancia a las "revelaciones" espirituales, en detrimento de las
Escrituras. Incluso cuando esas revelaciones iban claramente en contra de
la Biblia, se decía que había que creer en las revelaciones del Espíritu. Con
eso, lo único que hacían era ignorar el hecho de que el mismísimo Fox
utilizó la Biblia como legitimadora de todas sus doctrinas. Esos cuáqueros
son lo que ahora se llama el ala liberal del cuaquerismo. Pero, gracias a
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13. Cuáqueros
Dios, en las últimas décadas los cuáqueros tradicionales vuelven a levantar
la bandera que hace tres siglos fue alzada por un hombre de Dios. Quiero
también destacar que los cuáqueros han recibido por dos veces el premio
Nobel de la Paz y que su labor social de ayuda a los necesitados y de
defensa de los derechos humanos es mundialmente reconocida. No en
vano, el sistema penitenciario norteamericano, cuyas cárceles eran poco
menos que lugares indignos para las ratas, fue modificado gracias a la labor
de una mujer que era cuáquera.
Los cuáqueros.
⇒La fe de la Sociedad Religiosa de los Amigos (Cuáqueros) se basa en los
principios de igualdad, verdad, simplicidad, y el pacifismo. Los Cuáqueros
crean que la Luz Divina se refleja a través de cada persona y que nuestro
camino religioso está marcado con la búsqueda para la Luz interior adentro
de nosotros y otros.
⇒Recibiendo abiertamente las ideas y las opiniones para llegar a
decisiones en unidad demuestra no solo como los Cuáqueros conducen sus
asuntos de negocios, pero también sus vidas personales.
⇒Siendo Cuáquero significa algo diferente para cada persona, pero un
elemento constante es que el Cuaquerismo es mucho más que una religión,
es un estilo de vida.
⇒Se lleva a cabo la Reunión de Adoración semanal en silencio para hacer
una conexión abierta entre los presentes en el espíritu del fe. En ocasión
alguien hablará, dando testimonio o compartiendo una reflexión espiritual.
Mensaje a la Sesión Plenaria de la Junta Trienal del
Comité Mundial de Consulta de Los Amigos
por Simón C. Lamb23 - vii- 2000
Geneva Point, New Hampshire, EE.UU.
Hay un punto de sosiego, en el meollo de nuestro ser, en el fondo del alma.
Es el lugar donde se encuentran Dios y lo humano. Es en ese lugar que, al
tratar de comprender y conocer a Dios, buscaremos razón a pesar de la
pobreza y del hambre alrededor de la tierra. Es allí que nos refugiamos
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14. Cuáqueros
buscando consuelo en momentos de pérdida y pena personal. Allí es que
podemos volver cuando luchamos con los retos de la realidad en la
experiencia del Cristo viviente, interior. Porque es ahí en el lugar callado
que hallamos el silbo apacible.
El año pasado he estado explorando y tratando de comprender las ideas de
la Iglesia primitiva celta, la que originándose en Irlanda entre los siglos V y
VII después de Jesucristo, envió misioneros a todas partes de Europa,
transmitiendo el Evangelio en la época que se conoce ahora como la Edad
Media Baja o Edad Bárbara. Hombres y mujeres como Patricio, Columba,
Hilda y Cutberto nos parecen personas de tan honda convicción, que su
ejemplo me resulta un desafío personal. Hay bastante de su teología con la
cual no estoy de acuerdo y hasta una parte que se basa puramente en la
superstición, pero no obstante sus flaquezas, veo aquí un grupo algo
reducido de gente que trataba de publicar el mensaje de Cristo haciendo
hincapié en muchos de los valores que Los Amigos hemos ensalzado
durante los últimos 350 años. Aceptaban el liderazgo espiritual de las
mujeres. Ponían atención a las necesidades de los humildes y los pobres.
Creían que el vivir en sencillez era requisito para el bienestar espiritual. Y a
la vez que reconocían los poderes políticos que los rodeaban, estos monjes
y monjas se daban cuenta de que el poder mundanal no valía nada en
comparación con la autoridad de Dios. Es triste que en el Sínodo de Whitby
de 664, Roma recuperó la autoridad sobre esta rama disidente de la iglesia
cristiana y desde entonces muchos de los valores de la tradición celta
comenzaron a desaparecer.
Les digo todo esto porque aunque todos ellos eran mujeres y hombres de
acción, su esfuerzo se basaba en una vida de disciplina espiritual. Su
influencia pudo haberse sentido en toda Europa, y hay quienes reclaman a
fray Brendan el irlandés como el primer europeo en llegar a América, mil
años antes de Colón. Pero el énfasis que ponían en la oración y la
contemplación era la esencia de quiénes eran. Cutberto es buen ejemplo.
Aunque era el obispo de Lindisfarne y posiblemente el predicador más
estimado de su tiempo, y aunque se preocupaba tanto por los más pobres
que de los más pudientes del mundo, también pasó muchos años viviendo
como ermitaño en unas pequeñas isletas de la costa del norte de Inglaterra
para buscar la voluntad del Todopoderoso.
Es probable que esta clase de vida, los que habitamos esta edad moderna no
la podemos ni imaginar. Es probable que muchos en el mundo actual
protestarían que eso no tiene cabida hoy. Pero es aquí que yo quiero que
comencemos a explorar el lema de nuestra reunión: «Los Amigos: un
Pueblo llamado a escuchar ».
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15. Cuáqueros
Mientras preparaba este mensaje me di cuenta de que sería imposible
abarcar todos los aspectos del tema. Me doy cuenta perfecta de cuántas
voces distintas hay que escuchar en el mundo de hoy - ojalá algunas estén
representadas aquí y se escuchen durante las plenarias. Aquí me he
concentrado en la Voz Única que tiene que escucharse antes de todas las
demás en la vida de un cuáquero: la voz de Dios.
Si los Amigos vamos a considerar cómo mejor escuchar, debemos
preguntarnos antes: - ¿Qué se nos brinda como ministerio y aliento
espiritual para que valga la pena escuchar?
Hoy en día en el mundo de los medios electrónicos se espera recibir el
saber en "sound bites" - «bocadillos de sonidos» que son una clase de
trocitos de información, chiquitos y fáciles de tragar. Es más: se espera que
todo se presente en un lenguaje suave y en un contexto social que nos
complazca. Es triste que así sea tanto en la Iglesia como en el resto de
nuestro mundo . Luchamos para meter en un paquete cómodo cualquier
mensaje que ofrezcamos, poniéndolo en un estilo que ni espera ni exige
mucho del público. Esta tendencia que se sigue intensificando durante la
época de la Internet es un dilema que los Amigos han enfrentado desde
hace por lo menos un siglo.
Mientras que el problema se arraiga desde mucho antes, durante este siglo
que se cierra creo yo que las tradiciones principales del cuaquerismo se han
contentado con un producto de baja calidad: una forma y experiencia de
vida religiosa de segunda clase. En mi propia tradición evangélica, se ha
mantenido el enfoque en las Escrituras y la doctrina incuestionable. Los
evangélicos hemos adoptado en un grado alto un énfasis muy calvinista en
la palabra escrita que los Amigos primitivos rechazaron. Parece que hemos
olvidado esas maravillosas palabras escritas como posdata a la epístola
emitida por la primera Junta de Ancianos en Balby, Inglaterra, en 1656:
Muy queridos Amigos, estas cosas no os las imponemos
como una regla o forma según la cual debéis caminar, sino a
fin de que todos seáis guiados con la medida de Luz que es
pura y santa; y de esta manera caminando y permaneciendo
en la Luz, podáis cumplir estas cosas en el Espíritu - no
según la letra, ya que la letra mata, sino en el Espíritu que
da vida.
Nos hemos atado al texto en vez de a la experiencia del Verbo. Y no
solamente eso. Con raras excepciones como mi propia Junta Anual y tal
vez unos cuantos Amigos más, hemos establecido una forma de culto
basada en el pastor para asegurar un ministerio consistente y confiable en la
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16. Cuáqueros
adoración. Casi sin excepción (¡y benditas sean las excepciones!) la
tradición evangélica ha reemplazado el sacerdocio de todos los creyentes
por el sacerdocio de unos pocos.
Pero no sólo los evangélicos tenemos problemas.
Dentro de la tradición liberal, con el curso del siglo, se ha reemplazado la
claridad espiritual de Rufus Jones o John Wilhelm Rowntree por una
incertidumbre que perturba y es nociva. Ese afán entre los liberales de
acomodarse al más amplio espectro de expresión espiritual ha resultado en
confusión y falta de dirección. Ha producido una enseñanza muy diluida de
las doctrinas de los Amigos primitivos, hasta tal punto que supongo dentro
de muchas juntas anuales causaría una enorme incomodidad la carta de
Jorge Fox al Gobernador de Barbados. He aquí un extracto de la carta:
Y confesamos y creemos en Jesucristo, Su Hijo amado y
unigénito, en quien se complace, concebido por el Espíritu
Santo y nacido de la Virgen María. En Él tenemos redención
por su sangre hasta el perdón de todo pecado, y Él es la
imagen exacta del Dios invisible, el primero de todas las
criaturas, por quien todo lo que hay en los cielos y en la
tierra fue creado, lo visible e invisible, sean tronos o
dominios o principados o poderes, por Él fueron todos
creados.
Lo interesante es que mientras que la epístola de Balby es muy aceptable a
los Amigos liberales, la carta a Barbados reconforta a los Amigos
evangélicos. Creo firmemente que nos hace falta tanto el énfasis en la
espiritualidad basada en la experiencia expresada en Balby como el
fundamento doctrinal que proporciona la carta de Barbados. Una Junta
Anual que pueda vivir conforme con las dos declaraciones es una junta
anual con madurez espiritual. Si va a valer la pena escuchar el ministerio de
nuestras juntas e iglesias debemos empezar a desarrollar estos dos aspectos
de nuestra fe. ¿Y qué mejor manera que la de aprender los unos de los
otros?
Esto no disminuye la necesidad del crecimiento y alimento espiritual de la
iglesia, sino lo enfatiza. Los Amigos programados dirán que ya tienen un
sistema de Escuela Dominical para Adultos, y que en el culto el pastor les
da doctrinas muy bien fundadas. Los Amigos no-programados insistirán
que su forma de adoración exige y permite un compromiso más personal al
estudio. Algo hay de verdad en las dos ideas. No obstante, sospecho que si
se le preguntara a los miembros de su junta cuántos habrán leído la Biblia
entera o estudiado con cuidado los Diarios de Fox y Woolman, o la
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17. Cuáqueros
Apología de Barclay o el Testamento de Devoción de Kelly, la respuesta
sería bastante pobre.
Últimamente alguien me comentó durante un grupo de estudio de
cuaquerismo en nuestra junta que el Señor me había dado mucha libertad
para hablar abiertamente sobre los principios básicos de los Amigos: por
ejemplo, de nuestra actitud hacia los sacramentos, o la Luz del Cristo
Interior. Sin embargo, creo que al Señor no le resulta más fácil emplear a
los que están bien preparados. Si de veras reconocemos el sacerdocio de
todos los fieles, pues tenemos que preparar a todos los miembros para
servir en ministerio. Esto nos exige disciplina, tanto individualmente como
en la comunidad de adoración. La pereza espiritual no justifica nada.
Dejarlo que lo haga el Espíritu Santo o la Luz Interior no sirve de excusa.
Esperar que el pastor o los ancianos lo atiendan todo no sirve de excusa. Si
queremos que la iglesia o la junta sea un grupo que de verdad sabe
escuchar, entonces también tenemos que prepararnos para un ministeri o
eficaz.
Si es cierto que Fox definitivamente dijo que para él ‘el Espíritu era más
fuerte que el Libro’, también se ha dicho de él que si todas las Biblias de
Inglaterra hubieran sido destruidas, él habría podido volver a escribirla. Eso
es lo que yo llamo la preparación espiritual.
Ahora vayamos a la cuestión del escuchar. He encontrado un número de
disciplinas esenciales que me han sido muy útil en la tarea de escuchar a la
voz de Dios. Descubrí muchas de ellas y las exploré por primera vez
cuando era estudiante. Unos cuantos años después me topé con el
maravillosos libro de Richard Foster La celebración de la disciplina, y me
di cuenta que él también había explorado estas cuestiones de manera muy
cuáquera. Recomiendo este libro plenamente. Repasa estos principios de
forma más amplia de lo que se puede esperar en este breve discurso. Sin
embargo intentaré compartir con ustedes algunos pensamientos acerca de lo
que más me ha ayudado a escuchar a Dios.
Creo que la oración es la médula de la disciplina espiritual de escuchar
plenamente. La oración es vital para el bienestar espiritual.
Lamentablemente muchos la ven sólo como una forma de desahogarnos de
nuestras preocupaciones entregándoselas al Todopoderoso. Sin duda Cristo
prometió cargar nuestras penas, pero la oración nos ofrece una oportunidad
mucho más amplia. La oración debe establecer una relación de doble vía.
No sólo nos sirve para comunicarnos con nuestro Dios, sino que es una
disciplina que exige que esperemos, que escuchemos, y que seamos
obedientes a la Luz del Cristo Interior. A menudo me acuerdo de las
palabras de la carta a la Iglesia de Laodicea que encontramos en el tercer
17
18. Cuáqueros
capítulo del Apocalipsis, en la cual se nos dice que nuestra relación con
Cristo debe ser igual a nuestro primer amor, lleno de pasión y compromiso.
A pesar de mi fe en la oración, para mí siempre es una lucha continua.
Quizás por mi carácter desorganizado y por mi estilo de vida tan atareado,
no me es fácil dedicar el tiempo necesario para tan esencial actividad. Pero
si no soy capaz de encontrar el tiempo para atender a mi Creador, ¿de qué
sirve tener tiempo para cualquier otra cosa? Como muchos de los Amigos
me justifico diciendo que es comprensible, que trabajo en muchos comités
que hacen buenas obras. Pero en todas partes del mundo los Amigos tienen
que tener muy presente que nuestra influencia en el mundo no viene de la
colaboración en comités, ni de las oficinas en la ONU, ni del Premio Nobel
de la Paz, ni de todos los hechos magníficos de los Amigos históricos que
llamamos nuestra herencia. No, nuestra autoridad viene de la realidad de
que el Dios viviente está en medio de nosotros mismos. Esto se fortalece al
saber que cada día podemos co municarnos - y son muchos que lo hacen -
con el Príncipe de la Paz. Y otra vez me acuerdo de Jorge Fox y de las
palabras de Willian Penn para describirlo:
Pero sobre todo se distinguía en la oración. La interioridad y
gravedad de su espíritu, la reverencia y solemnidad en su
comportamiento y forma de hablar, la brevedad y cabalidad
de sus palabras, con frecuencia admiraron a los
desconocidos, y consolaron a los demás. La figura humana
más asombrosa, viva y reverente que he visto o sentido, debo
decir, era la de él en oración. Y verdaderamente es un
testimonio que él conocía al Señor y vivía más cerca de Él
que otros humanos, porque los que más lo conocen, más
razón tendrán de acercarse con reverencia y temor.
No es de maravillarse que Oliver Cromwell, el Rey Carlos II y miles más
fueron afectados por las palabras y la naturaleza de este hombre. Este era
un hombre que caminaba en la presencia del Dios viviente. Y lo más
emocionante de todo esto es que ese privilegio no es sólo para unos pocos.
Se nos ofrece a todos y cada uno mientras luchamos día tras día con las
tareas cotidianas.
Bien cercana a la oración, y también muy al centro de la adoración
cuáquera es la disciplina de la espera. A través de las escrituras y en los
escritos de los primeros Amigos se encuentran referencias continuas a la
necesidad de esperar en Dios. En el libro de Lamentaciones (3: 24-26) se
lee:
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19. Cuáqueros
Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto en el esperaré.
Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le
busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.
Y al referirse al Culto Público, Roberto Barclay en la Apología dijo lo
siguiente:
Cuando os juntáis debe ser la tarea común de todos y cada
uno esperar en Dios. Debe ser un tiempo para apartarnos del
pensamiento propio y suspender la imaginación para sentir
la Presencia del Señor en medio y conocer una unión
verdadera en su Nombre según su promesa. Entonces al
estar así juntos todos, cuando todos se reúnen tanto en la
interioridad del espíritu como en la exterioridad de sus
personas, el poder secreto y la virtud de la vida suelen
refrescar el alma. Allí es que los movimientos verdaderos y el
aliento del Espíritu de Dios se sienten ascender.
Hay solamente dos expresiones básicas en el centro mismo del
cuaquerismo. ¿Qué más se puede pedir en nuestro intento de escuchar a
Dios que experimentar el impacto y el soplo del Espíritu Santo de Dios en
nuestra vida?
Otro instrumento que me ha sido útil en el intento de escuchar a Dios es la
disciplina del ayuno. Ayunar se ha considerado siempre una de las
expresiones más estrafalarias de la vida religiosa. Pero también tiene una
tradición larga y valiosa en el cristianismo, comenzando con Cristo mismo.
Yo mismo empecé a ayunar por un motivo muy específico.
En 1982, cuando tenía alrededor de veinte años , fui a la Trienal en
Kaimosí (Kenia), y durante la semana me sentí ilusionado con la idea de
una reunión mundial para jóvenes cuáqueros. Acepté con ganas sevir como
contacto para los Amigos jóvenes de Irlanda, y luego ya no supe nada del
asunto durante un año. Pero en junio del 83 el Amigo responsable de
organizar a los Amigos jóvenes europeos consiguió un empleo en Belice.
Unos pocos días antes de partir me envió una carta pidiéndome que
aceptara esa responsabilidad. No conocía a casi ningún Amigo joven fuera
de mi propia junta anual. Aunque me alegré por esta nueva oportunidad, no
tenía ni la menor idea de lo que tenía que hacer. Durante los meses
siguientes, mientras se integraba este comité que se convertiría en el más
fructífero, agradable, y concentrado grupo de trabajo del que hubiera
tenido el privilegio de formar parte, en seguida me di cuenta de que esta
Reunión Mundial de Amigos Jóvenes iba a ser una pérdida de tiempo si
Dios no jugaba el papel principal. Para corroborar la seriedad de mi
19
20. Cuáqueros
compromiso en esta empresa, y del papel de Dios, me comprometí a ayunar
durante 24 horas cada semana hasta que se celebrara el evento. No fue por
deseo de escuchar a Dios más claramente que adopté esta disciplina. Sin
embargo, lo que encontré fue que al ayunar continuamente me acordaba de
la presencia de Dios. En última instancia los ruidos de mi estómago
hambreado no me dejaban olvidarlo. En un mundo demasiado ocupado,
¿no es de vital importancia que se nos recuerde que Dios está presente y en
control, con tan sólo darnos cuenta. Entonces muy a menudo durante los
dos años siguientes, mientras nos preparábamos esta reunión, Dios utilizó
mi ayuno para recordarme que tuviera fe en el plan divi no.
Recuerdo estar sentado en el jardín de la Universidad de Guilford la
primera noche de la reunión y haber llorado. Había dado dos años de mi
vida para realizar este evento. Quedé cansado y me di cuenta de que había
hecho todo lo posible para que el mismo fuera un éxito. Sabía que había
que entregarlo a todos los Amigos jóvenes que habían llegado de todas
partes del mundo para participar - ya era suyo. Pero aún más importante y
más difícil para uno como yo que disfruta controlándolo todo, era el que
tenía que confiar en Dios que su Espíritu Santo estaría trabajando en la
reunión. Tenía todavía que aprender que Dios iba a hacer uso de esa
reunión como a él mismo le placiera. Por medio de un joven Amigo
británico que pasó y se dió cuenta de que estaba llorando, Dios me dio lo
que faltaba para tranquilizarme.
Al reconsiderar esa reunión y el impacto de la misma sobre nuestra
Sociedad Religiosa, sé que Dios tuvo el control de la misma y que su
Espíritu Santo también trabajó en la misma. Esto para mí fue una lección
sobre la confianza..
Al escuchar lo que Dios quiso decirme por medio de aquel Amigo joven es
un ejemplo de la última disciplina que quiero considerar. Es la habilidad de
oír la voz de Dios en el momento menos esperado. Anque pueda parecerles
extraño, yo creo que esta concientización nos llega como producto de la
disciplina. Como ya he dicho, por experiencia sé que para Dios es más fácil
utilizar a una persona bien preparada. En mi propia vida tengo he
experimentado que Dios me habla a través de lo muy místico así como por
lo más explícitamente mundano, pero sobre todo, Dios me habla a través de
la gente.Con algunas personas, son sus palabras que golpean el corazón;
mientras que con otros,Dios usa su manera de vivir sus vidas como retos
para mi alma.
En este punto quisiera pasar a una cuestión que es relevante no sólo para
este tema sino a cada uno de Los Amigo/as aquí reunidos. Si nosotros
vamos a aprender de verdad a escuchar a Dios, también debemos aprender
20
21. Cuáqueros
a escucharnos los unos a los otros dentro de la Sociedad Religiosa de Los
Amigos. Supongo que estoy predicando a los ya convertidos puesto que
ustedes todos son los que han venido a esta Trienal. Peo es triste que en
casi todas nuestra Juntas Anuales, hay Amigos que quieren distanciarse de
los que creen ellos contanimarán su idea del cuaquerismo. Creen en una
política de «Salid de entre aquéllos y sed separados». Aunque les sorprenda
a algunos de ustedes, creo que el problema es igualmente grande entre los
liberales como entre los evangélicos. Un Amigo de la tradición liberal,
presente en esta reunión, me comentó una vez: - Los Amigos liberales
toleran a todo el mundo menos a los Amigos evangélicos .
La Junta Annual de Irlanda es una cosas muy rara. Según tengo entendido,
será tal vez la única Junta Anual en el cuaqerismo de hoy que mantiene alas
liberal y evangélica, fuertes y distintas bajo su cuidado. Estas tradiciones
diferentes han luchado a veces para mantenerse en unidad y seguir juntas.
En ciertos momentos alguna persona de una u otra tradición ha sentido
miedo de que su grupo sufra amenazas por influencias tanto internas como
de afuera de nuestra Sociedad Religiosa. Pero mientras crecía en esta Junta
Anual, he visto que estos temores han sido desafiados por la preocupación
tierna de muchos individuos entre nosotros que de veras aman nuestra
diversidad. Comprenden que la uniformidad no es una bendición, que no
hay beneficio mayor para el alma, que el que un Amigo desafíe tu posición
y te pide explicar lo que crees. Muy pronto me di cuenta de que si mi
experiencia personal con el Cristo vivinete interior era re alidad - como yo
lo sabía - no tenía nada que temer el que me confnrontaran en esa realidad.
Todos necesitamos de vez en cuando una espina en el costado …o hasta un
aguijonazo.
Nunca creí que se puedan hacer tratosque nos comprometan tan
fácilmente.. La fe ganada arduamente no se abandona tan fácilmente. Los
Amigos que transan o llegan a acomodos fácilmente suelen ser poco de
todo para todos y por lo tanto no valen nada para nadie. Pero hay una
necesidad de que cada Amigo/a escuche con ternura y amor, de qué manera
Dios habla en las vidas de otros. Bien puede ser que no corresponde a
nuestra experiencia; o ciertamente la misma puede ser tan distinta que nos
desanime o nos estorbe. Pero si como Amigos siempre hemos creído, que
el Cristo Interior labora en cada uno, entonces tenemos que confiar que el
Dios viviente trabaja en la vida de todos. Al escuchar a los otros Amigos
podemos ser nutridos, animados, desafiados y tranformados por las fuerzas
maravillosas del Espíritu Santo.
Antes de cerrar este punto, debo agregar una cosita más: hablando de cada
una de las disciplinas, lo he hecho desde una perspectiva personal e
21
22. Cuáqueros
individualista. Pero todas sirven igualmente a la comunidad de adoración
como al Amigo o Amiga de manera individual..
Para concluir con esta parte, quiero dejarles unos pensamientos adicionales:
Si nuestra vida de oración sufre una lucha, también sufrirá nuestra
habilidad de escuchar. Si hay límites a nuestra voluntad de obedecer de
verdad el llamado de Dios, también se limitará la capacidad de escuchar. Si
creamos un dios que nos convenga para nuestras propias necesidades,
entonces el verdadero Cristo viviente que vive adentro mengua y también
disminuye nuestra habilidad de escuchar. Si andamos cargando culpas
pasadas y vergüenza de modo que no podamos ni perdonar ni ser
perdonados, otra vez dañamos la capacidad de escuchar. Dios quiere que
todos seamos liberados de nuestros fardos, liberados de las cadenas de
todas las expectativas, de modo que al final quedemos desnudos delante del
Todopoderoso, listos y abiertos y dispuestos a oír de verdad lo que tenemos
que oír.
Y ahora, una advertencia: es importante, al tratar de escuchar la voz de
Dios, que tengamos cuidado para distinguir esa Voz verdadera de otros
pensamientos que vienen de nuestras ideas o de las de otros.Por creer que
el Espíritu Santo es la autoridad máxima antes de la escritura, Los Amigos
tenemos que tener más cuidado que no nos dejemos desorientar por
mociones caprichosas del corazón. Tanto la Iglesia primitiva como los
primeros Amigos establecieron unas guías claras y métodos para discernir
la voluntad de Dios. No obstante, casi todos los Amigos de hoy o han
abandonado o se han alejado de algunos de estos salva vidas. Si hemos de
asegurarnos que las inquietudes y direcciones que sentimos, sea como
grupo, o individualmente, son de Dios, es esencial que probemos estas
direcciones tanto con la Biblia y también por la junta de la comunidad en
adoración. Creo que ha surgido bastante confusión en varias Juntas Anuales
al pasar los años, simplemente porque los Amigos no quisieron revisar
cuidadosamente las guías de esta manera.
Ya sabía yo desde el momento que me pidieron dar este mensaje, que me
tocaba hablar en lo personal. Siempre pienso que debo ser honesto y debo
compartir mi propia lucha para oír y escuchar la voz de Dios. Jamás me ha
resultado una tarea fácil. Aunque me describo como evangélico, no he
comprendido nunca porqué algunos evangélicos presentan nuestra relación
con el Dios vivo como algo fácil y simple. No me ha parecido así nunca. A
veces sé con gran certeza cuando hay algo específico que Dios quiere de
mí, mientras en otras ocasiones me pregunto para qué molestarme porque
no encuentro claridad para ver el camino hacia adelante. Sin embargo he
descubierto que hasta en lo más oscuro e incierto de una lucha, en los
22
23. Cuáqueros
momentos cuando no parece nada claro, Dios está allí. Muchas veces he
descubierto que muy al final de mi búsqueda de la claridad en dirección,
que mi incertidumbre se deb e a los obstáculos que yo mismo he puesto en
el camino hacia la Verdad. Me recuerdo a menudo de un cartel que leí
afuera de una cuando tan sólo era un estudiante, que decía : «Si te sientes
lejos de Dios, adivina quién fué el que se alejó».
Para mí una de las luchas más fuertes ha sido con mi propio Yo, con mi
propio ego. Como muchos cristianos, tengo una lucha con ese asunto
central: ¿quién está en control de mi vida? Ya sé bien que en la vida diaria
tengo la responsabilidad de levantarme y lavarme la cara cada mañana. No
me preocupan estos quehaceres cotidianos. La cuestión a revisar es mucho
más fundamental. En esencia me reta de verdad para poner mi confianza en
el Dador de la Vida. Muchas veces encuentro entre los Amigos que hacen
mucho énfasis en el auto-control. Aunque no quiero de manera alguna
cuestionar el hecho de que es vital para cada uno de nosotros que debamos
sentirnos contentos y amarnos por lo que somos, esto tampoco debe
impedir que nos entreguemos en las manos de Dios. En mi propia vida la
lucha de comprometerme totalmente, de entregarme completamente en los
brazos de Dios todavía continúa.
¿Cómo es que el asunto del control nos atañe a los que queremos escuchar?
Es tan simple como esto: ¿de qué sirve esforzarse para escuchar la vocecita
callada de Dios en nuestros corazones si al oírlo no decimos más que «qué
interesante pues,» y seguimos haciendo lo mismo? Poca razon hay para oír
la voz de Dios si sólo sirve para divertirse. Más vale mirar televisión. El
propósito de escuchar espiritualmente es hallar la voluntad de Dios para
nuestras vidas y luego para la vida de la comunidad de la que formamos
parte. Es de igual necesidad vital que cada junta o iglesia de Amigos
busque como comunidad en adoración el sendero que les ha señalado Dios.
Intentando hablar de lo personal, me queda una cosa que puedo decir con
toda certidumbre; es algo que lo sé por experiencia. Hay un Dios que es
real y que puede hablarte en el mismo fondo de tu corazón. Y hallarás que
hay en ese lugar de sosiego la verdadera Luz del Cristo esperando
fielmente, como prometió en el primer capítulo del Evangelio de Juan,
esperando con ternura que cada uno responda con obediencia y
compromiso igual que san Patricio o Juan Woolman. Esta Luz de Cristo no
es una cosa de comodidad porque además revela las faltas y pecados de
nuestra vida. Por esta misma razón puede retarnos, sacudirnos, voltearnos
al revés. La Luz no se nos impone. Nos espera con paciencia que nosotros
escojamos escuchar su dirección. Ya cuando hayamos decidido seguir la
guia del Cristo interior, nos demandará todo lo que somos. Dios no busca
23
24. Cuáqueros
un compromiso a medias. Simplemente su Iglesia no necesita los que dan
sólo medio corazón.
Los Amigos, los cuáqueros en gran medida necesitamos examinar nuestro
compromiso al Cristo interior, ahora más que nunca. Somos, como los
Hijos de Israel al salir del cautiverio para reconstruir los muros de
Jerusalén bajo dirección de Nehemías y Esdras, ¿tenemos que volver a
dedicarnos como un pueblo al Dios viviente?
Algunas veces en mis noches de tinieblas del alma cuando no hay dirección
clara y cuando el escuchar me parece un ejercicio inútil, me acuerdo de las
palabras de uno de los grandes jugadores de crikett ingleses, C.T. Studd,
que abandonó la fama y bastante fortuna para ir a servir al Señor en China.
Cuando se le preguntó por qué hizo tal cosa, simplemente contestó: -- Si
Cristo mi Dios ha ofrecido morir por mí, no queda nada demasiado grande
para que yo lo haga por él. - Me quedo preguntándome ¿cuánto es mi
compromiso a Dios? ¿Cuánto anhelo, y con cuánta diligencia me esfuerzo
para que el Reino de Dios sea una realidad aquí en la tierra , ahora al
comienzo de un tercer milenio? ¿Dejo revelar la Luz de Cristo claramente
en mí? ¿Todavía escucho?
LAS PRÁCTICAS Y CREENCIAS DEL COMITÉ DE SERVICIO DE
LOS AMIGOS AMERICANOS
La Sociedad Religiosa de los Amigos (conocidos también como cuáqueros
1
fue fundada en 1640 por el inglés George Fox. Fox predicaba que era
necesario tener una experiencia religiosa interior, y que Dios le había dado
a cada ser humano una luz interior que es el mismo Espíritu de Dios vivo.
Para Fox esa luz interior debe ser la guía suprema de nuestra conducta, y no
24
25. Cuáqueros
los libros sagrados o la autoridad de los sacerdotes. Fox y sus seguidores
veían la Biblia como una hermosa crónica de la historia del conocimiento
de Dios por parte de la humanidad, conocimiento que se revela en forma
especial en la vida de Jesús y en sus enseñanzas.
A través de los años las características más conocidas de los Amigos han
sido: su empeño en expresar sus creencias en las acciones de su vida diaria,
su apego a la vida sencilla y su creencia en la meditación silenciosa como
una forma de adoración comunitaria. Desde el principio los Amigos han
estado en contra de la guerra y de la esclavitud. Su historia está llena de
momentos en que se han tenido que oponer a las leyes o prácticas que el
resto de la sociedad aceptaba, pero que en alguna forma negaban la
igualdad de todos los seres humanos o el valor de cada persona.
En los Estados Unidos los cuáqueros se han preocupado siempre por
mejorar las condiciones de los hospitales para enfermos mentales y las
prisiones, por aliviar el sufrimiento de los desempleados y los desposeídos
y por lograr la igualdad racial. A nivel internacional han trabajado para
reducir las tensiones globales a través de medios noviolentos.
1 "Quakers" que en inglés significa "los que tiemblan".
Las creencias se ponen en acción
Al presente hay cerca raza, religión o credo político. de 200,000 cuáqueros
en todo el mundo, de los cuales 20,000 viven en Inglaterra e Irlanda,
109,000 en los Estados Unidos y Canadá, 43,000 en África y 28,000 e
América Latina. También hay grupos pequeños en el resto del mundo.
Estos grupos regionales se conectan a través de una organización
internacional, el Comité Mundial de Consulta de los Amigos, cuya oficina
central se encuentra en Londres. El Comité goza de un estatus especial
como asesor de las Naciones Unidas. El Comité de Servicio de los Amigos
Americanos (CSAA) (the American Friends Service Committee) fue
fundado en 1917 por cuáqueros de los Estados Unidos. Se trataba por
entonces de ofrecer una alternativa al servicio militar para las personas
cuyas creencias religiosas les impidieron participar en la Primera Guerra
Mundial (los "objetantes de conciencia"). Algunos de ellos trabajaron
ayudando a víctimas civiles de la guerra, por ejemplo.
Hoy en día el Comité de Servicio de los Amigos, cuyo centro internacional
se encuentra en Filadelfia, cuenta con nueve oficinas regionales y más de
40 programas locales en los Estados Unidos, además de los muchos
proyectos de base en todo el mundo. Son pro gramas de servicio,
desarrollo, justicia y paz. El trabajo del Comité empezó con servicios
25
26. Cuáqueros
auxiliares y médicos durante la Primera Guerra, primero en Francia y
Rusia, y después de la guerra. en Alemania. Estos primeros esfuerzos y
muchos otros programas posteriores se llevaron a cabo con la cooperación
de una organización de Amigos ingleses que ahora se llama Paz y Servicio.
Desde entonces el CSAA ha seguido dando asistencia a personas
necesitadas en muchas partes del mundo, sin considerar su raza, religión o
credo político.
En 1947 el CSAA, con el Consejo de Servicio de los Amigos de Inglaterra,
recibió el Premio Nobel de la Paz por su "ayuda silenciosa y anónima a
tanta gente anónima".
Pero al CSAA se le conoce no solamente por su trabajo humanitario y pro
paz. Desde sus orígenes ha demostrado un hondo compromiso por defender
la justicia y los derechos humanos en los Estados Unidos, como cuando
hace ya tantos años apoyó a las familias de los obreros textiles huelguistas
y los mineros desempleados.
Para los cuáqueros la autoridad de la conciencia, la experiencia religiosa
personal y el esfuerzo comunitario por buscar la verdad son valores más
altos que los credos y las tradiciones. El CSAA se basa en estos principios
de la Sociedad Religiosa de los Amigos, representada en su mesa directiva.
Muchos miembros del personal del Comité de Servicio son cuáqueros.
Todos buscan, dentro del CSAA, darle sentido a la exhortación de George
Fox: "camina con alegría en la tierra, respondiendo a la presencia de Dios
en cada persona con quién te encuentres".
La creencia cuáquera en la presencia de Dios en todos los seres humanos es
la base del respeto de los Amigos a la diversidad religiosa, racial y cultura¡.
Así, el CSAA ha tratado trabajar en maneras que apoyen el carácter único
de cada comunidad y de cada cultura. El personal y los comités asesores
del CSAA reflejan la maravillosa diversidad de la familia humana. De la
misma forma, esta creencia ha llevado al Comité de Servicio a buscar la
igualdad de todas las mujeres, dentro y fuera de la organización.
El CSAA cuenta con numerosos comités que asesoran a las más de 400
personas del personal. Cientos de voluntarios cooperan con todos sus
programas, y miles de contribuyentes de distintas religiones ayudan a
sostener el trabajo.
Socorro, reconstrucción, desarrollo
26
27. Cuáqueros
Una buena parte de los esfuerzos del CSAA ha sido destinada a la
protección de refugiados y víctimas de la guerra a través de programas de
emergencia y proyectos de reconstrucción a largo plazo que enfatizan la
autosuficiencia de la comunidad.
El CSAA tiene fe en las personas y en las comunidades y en su capacidad
de responder creativamente. La ayuda del comité a menudo consiste en
propiciar la confianza de la comunidad en su propia habilidad de resolver
sus problemas. El valor que los cuáqueros dan a cada persona hacen que el
CSAA trabaje en situaciones marginales, con gente excluida, con los más
pobres, con los que no tienen poder. En África, Asia y América Latina los
proyectos suelen iniciar un proceso autónomo de cambio social a partir de
situaciones de vida concretas.
Hacia una reconciliación internacional
Desde la Segunda Guerra Mundial los representantes cuáqueros han
viajado a las zonas de conflicto con la responsabilidad de evaluar la
situación y tratar de entender los términos de la disputa, buscando medios
noviolentos de resolución. Su táctica consiste en identificar posiciones
moderadas y establecer puentes entre ellas. Los análisis que estas personas
producen suelen ser recursos muy valiosos para los programas del CSAA
en los Estados Unidos.
La Oficina Cuáquera para las Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York
representa la adhesión de los Amigos al concepto y los principios de la
organización mundial. Su misión es apoyar la labor de las Naciones Unidas
organizando seminarios y reuniones privadas. presentando ponencias ante
los diversos comités de la organización y trabajando sigilosamente con los
delegados.
Justicia e igualdad
Uno de los principios cuáqueros que le ha dado más fuerza al trabajo del
CSAA en los Estados Unidos es la convicción sobre el valor infinito de
cada persona humana. Este principio se refleja en la honda participación
del CSAA en la vida de las comunidades pobres y desposeídas de diversas
razas y culturas.
El CSAA defiende los derechos de los trabajadores indocumentados. de los
agricultores en pequeño. los trabajadores agrícolas o jornaleros y los
refugiados. Aboga por las necesidades de la gente que sufre hambre o falta
27
28. Cuáqueros
de vivienda adecuada, o de personas desempleadas y sin hogar,
ayudándoles a identificar sus problemas y buscar soluciones. Los
programas del CSAA pueden encontrarse lo mismo en reservaciones
indígenas que en escuelas secundarias, zonas rurales, ciudades populosas y
prisiones.
De esta experiencia directa con las comunidades surge un entendimiento de
sus situaciones que se utiliza para afectar la opinión pública y las políticas
gubernamentales respectivas.
La paz
La fe de los Amigos está opuesta a la guerra y propone la reconciliación y
las soluciones noviolentas a los conflictos humanos. En más de 25
comunidades por todo el país los programas del CSAA educan al público
sobre la realidad de lugares tan explosivos como el Medio Oriente,
Centroamérica, África del Sur, Asia y la región del Pacifico enfocándose
principalmente en el papel de la política estadounidense en esas área
Con frecuencia se trabaja con otros grupos pacifistas u organizaciones
religiosas y comunitarias en al tarea de detener, la intervención militar, el
sistema de apartheid, las violaciones de derechos humanos y el crecimiento
del presupuesto militar, que ha sobrepasado ya la capacidad de los Estados
Unidos de responder a las necesidades humanas.
El personal del CSAA analiza e interpreta los hechos y transmite sus
perspectivas a las organizaciones religiosas y comunitarias, a los lideres
gubernamentales, a las escuelas y al público en general a través de
programas de diapositivas, los medios masivos de difusión, conferencias,
folletos, ponencias y reportes sobre investigaciones originales.
De vez en cuando alguien pregunta por el significado de la
estrella rojinegra, que ya tiene 117 años de existir. El símbolo fue
utilizado por primera vez por el Fondo del Daily News de
Londres, que socorría a los campesinos franceses durante la
guerra francoprusiana. Al mismo tiempo los vagones de comida y las
ambulancias de los Amigos ostentaban por un lado la insignia de la unión
británica, y por otra la cruz roja, creando gran confusión. En noviembre de
1870 el periódico Daily News invitó a los cuáqueros a compartir su
emblema, añadiendo el letrero Fondo de Socorro Cuáquero." Desde
entonces la estrella doble ha sido un símbolo de compasión y auxilio en
medio de muchas catástrofes, El CSAA la adoptó seis meses después de su
fundación, en 1917.
28
29. Cuáqueros
Reproduzco el capítulo dedicado a los cuáqueros que se encuentra en el
segundo volumen de "Historia del cristianismo", escrito por Justo L.
González, y publicado por Unilit. Creo que, como introducción a los
cuáqueros, os será suficiente. Entre paréntesis introduciré alguna aclaración
que yo crea importante.
JORGE FOX Y LOS CUÁQUEROS.
Jorge Fox nació en una pequeña aldea de Inglaterra en 1624, el mismo año
en que murió Boehme (Jacobo Boheme fue quizás el primer
"espiritualista", pero estaba más cerca al ocultismo que al cristianismo en
muchos aspectos). Sus padres, de origen humilde, lo hicieron aprendiz de
zapatero. Pero a los diecinueve años, disgustado con las costumbres de
algunos de sus compañeros, y sintiéndose impulsado por el Espíritu de
Dios, abandonó su oficio y se dedicó a vagar por el país, asistiendo a
asambleas religiosas de diversas sectas (es decir, distintas denominaciones)
y buscando la iluminación de lo alto, al tiempo que se dedicaba a estudiar
las Escrituras hasta el punto que se decía que las sabía de memoria (cosa
que suelen ignorar los que le acusan de no basar sus doctrinas en la Biblia
sino en la "inspiración" divina). Poco a poco se fue convenciendo de que,
no sólo la religión tradicional de los católicos, sino también la de los
muchísimos grupos protestantes, dejaba mucho que desear, y que buena
parte de ella le repugnaba a Dios.
Andando de lugar en lugar, a veces pasando hambre, otras en medio de
angustias internas, y otras alentado e inspirado por sus experiencias
religiosas, Fox fue formando sus convicciones contra todas las diversas
sectas que pululaban entonces en el país. (De hecho Fox fue el "azote
divino" contra los ranters, los cuales creían, entre otras barbaridades, que
todo cristiano era como Dios)
Si Dios no habita en casas hechas de manos ¿por qué llamar "iglesias" a
esos edificios en que las gentes se reúnen? Fox los llamaba entonces "casas
con campanarios". Y todos los pastores que recibían salarios no eran sino
"sacerdotes", por muy protestantes que fuesen, y "asalariados", aunque se
llamasen pastores. Los himnos, los órdenes de culto, los sermones, los
sacramentos, los credos, los ministros, todo era un obstáculo humano a la
libertad del Espíritu.
Frente a estas cosas, Fox coloca la "luz interior". Esta luz es una semilla
que existe en los seres humanos, y es el verdadero camino que debemos
29
30. Cuáqueros
seguir para encontrar a Dios (inexplicablemente, el profesor Justo González
no señala que los cuáqueros creen que esa luz interior es realmente Cristo,
o al menos la luz que Cristo pone en cada corazón humano, como vemos en
Juan 1:9). La doctrina calvinista de la corrupción total de la humanidad le
parecía una negación del amor de Dios y de su propia experiencia. Al
contrario, decía él, en toda persona queda una luz interna, por muy
eclipsada que esté por el momento. A su vez, esto quiere decir que, gracias
a ella, los paganos pueden salvarse (por supuesto, siempre que acepten a
esa luz, que no es otro que Cristo, como guía de sus vidas). Empero esa luz
no ha de confundirse con el intelecto ni con la conciencia. No se trata de
una razón natural, como la de los deístas, ni tampoco de una serie de
principios de conciencia que señalen hacia Dios. Se trata más bien de algo
que hay en nosotros que nos permite reconocer y aceptar la presencia de
Dios. Es por la luz interna que reconocemos a Jesucristo como quien es
(como he señalado, Cristo es la luz que ilumina a todo hombre); y es
también gracias a ella que podemos creer y entender las Escrituras (esto
está relacionado con lo que se nos enseña en 1 Cor 2 y, sobre todo, con 1
Juan 2:27. Este último versículo ha sido uno de los pilares básicos de los
cuáqueros). Luego, en cierto sentido, la comunicación con Dios mediante la
luz interna es anterior a todo medio externo (Una de las historias más bellas
de la Biblia y más clarificadora de la doctrina cuáquera sobre la "luz
interior" y sobre la capacidad de un no-creyente de conocer a Dios, es la
que se nos relata en Hechos sobre Cornelio).
Aunque sus más allegados conocían algo del fuego interno que consumía a
Fox, durante varios años éste se abstuvo de proclamar lo que creía haber
descubierto acerca del verdadero sentido de la fe cristiana. Era la época en
que existía en Inglaterra la multitud de sectas a que nos hemos referido
anteriormente, y Fox asistía a muchas de sus reuniones sin sentirse a gusto
en ninguna. Por fin, en una asamblea de bautistas, se sintió movido por el
Espíritu y comenzó a exponer sus opiniones. Pronto tuvo varios seguidores,
y no faltó quien tuviera visiones acerca de la gran misión que Dios tenía
reservada para el nuevo profeta (más bien eran visiones sobre lo que iba a
significar el nuevo movimiento que sobre el propio Fox, aunque también
Fox era protagonista de varias de aquellas visiones. Aquellas visiones se
vieron cumplidas con creces, lo que da fe de su origen divino).
Repetidamente, Fox se sintió movido por el Espíritu a hablar u orar en
alguna asamblea religiosa. Frecuentemente de tales intervenciones surgían
debates, en los que se mostraba firme y convincente (fruto de su dominio
de las Escrituras). En ocasiones (muchísimas), sus palabras no eran bien
recibidas, y lo golpeaban o echaban a pedradas (leyendo su autobiografía,
es espeluznante el ver las atrocidades que se cometieron contra él y sus
seguidores. Nada nuevo bajo el sol. A los primeros cristianos les pasaban
también cosas así). Pero esto no le arredraba, y pronto se encontraba en otra
30
31. Cuáqueros
"casa con campanario", interrumpiendo el culto y proclamando su mensaje.
El número de sus seguidores creció rápidamente. Al principio se daban a sí
mismos el nombre de "hijos de la luz" (1ª Tes 5:5). El propio Fox prefería
darles sencillamente el título de "amigos" (así es como gustan de llamarse
los cuáqueros -Hech 27:3, Juan 15:14). Pero el pueblo, viendo que su
exaltación religiosa era tal que temblaban, dio en llamarles "cuáqueros" -
del inglés quake, temblar-, a la postre ése fue su nombre más común (No
hay quien, no sin razón, opina que los cuáqueros eran los pentecostales de
aquella época.)
Puesto que Fox y los suyos creían que toda estructura en el culto podía
obstaculizar la obra del Espíritu, el culto de los "amigos" se celebraba (y se
celebra) en silencio. Si alguien se sentía llamado a hablar o a orar, lo hacía.
Cuando el Espíritu las impulsaba a ello, las mujeres tenían tanto derecho a
hablar o a orar en voz alta como los hombres. El propio Fox no iba a tales
reuniones preparado a decir un discurso, sino que sencillamente dejaba que
el Espíritu lo moviera (no creáis que Pablo hacía algo muy diferente en
muchas ocasiones). En ocasiones, aun cuando había numerosas personas
reunidas para escucharlo, se negó a hablar, o a orar en voz alta, porque no
se sentía movido por el Señor. De igual modo, los cuáqueros no creían en
los sacramentos, pues decían que el agua del bautismo, y el pan y el vino de
la comunión, hacían centrar la atención sobre lo material, y ocultaban a
Dios en lugar de revelarlo (respecto al bautismo, su opinión era, y es, que
somos bautizados en el Espíritu, a diferencia del bautismo en agua
practicado por Juan el bautista y sus seguidores). Este fue el principal punto
de conflicto entre los cuáqueros y los boehmistas, quienes continuaban
usando de los sacramentos aunque llamándolos "ordenanzas". (Yo creo que
las coincidencias entre los cuáqueros y los boehmistas son meramente
tangenciales).
Al mismo tiempo, Fox sabía que su énfasis en la libertad del Espíritu podía
llevar a un individualismo excesivo. Repetidamente en la historia del
cristianismo se han dado movimientos que han subrayado hasta tal punto la
libertad del Espíritu para hablar en cada persona, que a la postre se han
disuelto, pues sus miembros insistían en ir cada cual por su lado. Frente a
ese peligro, Fox respondió subrayando la importancia de la comunidad y
del amor. En las reuniones de los amigos no se sometían a votación los
asuntos que se discutían. Si no se llegaba a un acuerdo, se posponía la
decisión, a veces volviendo al silencio hasta que alguien recibiera una
inspiración que resolviera la dificultad, y otras dejando el asunto para otra
ocasión. De ese modo, cuando había algún desacuerdo, lo que se hacía no
era ver qué bando lograba más votos, sino buscar una solución aceptable
para todos. (Esa actitud de los cuáqueros es absolutamente admirable y es
un testimonio del espíritu de tolerancia de esas gentes. Tened en cuenta que
siempre buscaban la inspiración del Espíritu para solucionar cualquier
31
32. Cuáqueros
problema. Eso era más efectivo que una simple votación)
Las prédicas y prácticas de Fox y los suyos no eran del agrado de muchos.
Los jefes religiosos (cual nuevos fariseos) no gustaban de estos "fanáticos"
capaces de interrumpir sus servicios religiosos para discutir sobre las
Escrituras o para orar en voz alta (Esos líderes ignoraban conscientemente
que precisamente eso es lo que hacía Pablo cuando, al llegar a una nueva
ciudad, lo primero que hacía era visitar la sinagoga de aquel lugar. Y no
olvidemos la "interrupción" en el mismísimo Templo de Jesucristo). Los
poderosos veían la necesidad de escarmentar a estos "amigos" que se
negaban a pagar diezmos (Gál 5:4), a prestar juramentos (Mat 5:33-37), a
inclinarse ante sus "mejores" (Santg 2:1-4), o a descubrirse ante cualquiera
que no fuese Dios (la típica imagen del cuáquero era la de un hombre con
sombrero, que no se lo quitaba ante nadie). Además, decían los cuáqueros,
si tratamos de "Tú" a Dios, ¿por qué mostrar más respeto hacia nuestros
semejantes? La dificultad estaba en que muchos de esos semejantes estaban
acostumbrados a que se les rindiera pleitesía (Lucas 20:46), y la ausencia
de ella les parecía una falta de respeto y una insubordinación intolerables.
En consecuencia, Fox fue maltratado repetidamente, y pasó un total de seis
años en prisión. La primera vez fue encarcelado por interrumpir a un
predicador que decía que la verdad última estaba en las Escrituras, y
argüiré que estaba más bien en el Espíritu Santo que las había inspirado
(fantástico argumento, por cierto). Otras veces se le encarceló por
blasfemo, y otras se le acusó de conspirar contra el gobierno. En algunos
casos se intentó librarle mediante un perdón por parte de las autoridades, y
en esas ocasiones se negó a aceptarlo, diciendo sencillamente que no era
culpable, y que aceptar un perdón sería por tanto faltar a la verdad (algo
similar pasó en Hechos 4:18-20). En otra oportunidad, cuando estaba a
punto de cumplir una condena de seis meses por blasfemia, se le invitó a
unirse al ejército republicano. Fox se negó, pues no creía que un cristiano
debía apelar a otras armas que las de índole espiritual (que era exactamente
lo mismo que pensaban los cristianos hasta que llegó Constantino). La
consecuencia fue una nueva pena de seis meses de prisión (por tanto, un
año en total). A partir de entonces los cuáqueros se han distinguido por la
firmeza de sus convicciones pacifistas.
Cuando no estaba preso, Fox pasaba parte del tiempo en su casa de
Swarthmore, que vino a ser el cuartel general de los amigos. Pero el resto
lo pasaba viajando por Inglaterra y el extranjero, visitando asambleas de
cuáqueros y llevando su mensaje a nuevas regiones. Primero fue a Escocia,
donde se le acusó de sedicioso; después a Irlanda; más tarde pasó dos años
en el Caribe y Norteamérica; y por último hizo dos visitas al continente
europeo (a Holanda y Alemania). En todos estos lugares el movimiento se
extendía, y a la muerte de Fox, en 1661, sus seguidores se contaban por
decenas de millares.
32
33. Cuáqueros
Esos seguidores fueron también perseguidos (por los "protestantes").
Repetidamente se les encarcelaba, acusándoles de ser vagabundos, de
blasfemar, de incitar a motines, o de no pagar los diezmos (comparar con
las acusaciones contra Cristo). Cuando, en 1664, Carlos II prohibió las
asambleas religiosas, otros grupos continuaron reuniéndose en secreto.
Pero los cuáqueros decidieron hacerlo en público, y millares de ellos fueron
encarcelados. Cuando, en 1689, Jaime II promulgó la tolerancia religiosa,
los cuáqueros contaban con varios centenares de mártires, que habían
muerto en la cárcel. (Como veis, no sólo Roma es culpable)
El más famoso de los seguidores de Fox fue Guillermo Penn, cuyo nombre
lleva el actual estado norteamericano de Pennsylvania. Penn era hijo de un
almirante británico, quien se esforzó en proveerle la mejor educación
posible. Pero mientras era estudiante, el joven Guillermo se hizo puritano.
Después su madre lo mandó a Francia, donde estudió bajo célebres
maestros hugonotes. De regreso a Inglaterra se hizo cuáquero en 1667.
Algún tiempo más tarde, su enfurecido padre lo echó de la casa. Pero Penn
no se arredró, sino que continuó dando muestras de sus convicciones
cuáqueras, y hasta tuvo que pasar siete meses preso en la Torre de Londres.
Se dice que en esa ocasión le hizo llegar al Rey un mensaje en el sentido de
que la Torre era el peor de los argumentos para tratar de convencerlo, ya
que, no importa quién tenga la razón, quien usa de la fuerza por motivos
religiosos está necesariamente errado (lo cual es una verdad como un
templo de grande). Por fin, gracias a la intervención de su padre y de otras
personas de prestigio, fue libertado, y entonces pasó varios años viajando
por Europa, escribiendo tratados en defensa de los amigos, y estableciendo
un hogar.
Empero sus argumentos en pro de la tolerancia religiosa no eran bien
recibidos y hasta se llegaba a decir que era jesuita, y que lo que deseaba era
sencillamente devolverles a los católicos los privilegios que habían perdido
(desde luego, algunos hacían el ridículo con esas acusaciones tan absurdas).
Fue entonces que Penn concibió la idea de lo que llamó su "experimento
santo". Algunos amigos le habían hablado de Nueva Jersey, en
Norteamérica. Puesto que la corona le debía una fuerte suma de dinero, y
no estaba deseosa de pagarla en metálico, Penn logró que Carlos II le
concediera territorios en lo que hoy es Pennsylvania. Su propósito era
fundar una nueva colonia en la que hubiera completa libertad religiosa.
Anteriormente otros ingleses habían fundado varias colonias en
Norteamérica. Pero, excepto Rhode Island, la intolerancia reinaba por
doquier. En Massachusetts, la más intolerante de todas, se perseguía a los
cuáqueros, y se les condenaba a destierros, mutilaciones y hasta muerte
(como botón de muestra os diré que una de las torturas típicas era taladrar
la lengua de los cuáqueros. Por supuesto, todo en el nombre de Dios. Si
eliminaban sin ningún miramiento a los nativos, no había ninguna razón
33
34. Cuáqueros
para no eliminar a los que no eran de la religión "oficial" del estado). Lo
que ahora Penn se proponía hacer era una nueva colonia en la que cada cual
pudiera adorar como mejor le pareciera. Pero había otro elemento de ese
"experimento santo" que lo hacía parecer todavía más descabellado.
Aunque la corona inglesa le había concedido esas tierras, Penn se proponía
comprárselas a los indios, que según él creía eran sus legítimos dueños, y
establecer con ellos relaciones tan cordiales que no hubiera necesidad de
fuerzas armadas para defender a los colonos (desde luego, si el modelo
cuáquero hubiese sido el modelo a seguir en el resto de Norteamérica las
cosas hubieran sido muy diferentes. Pero no fue así, sino todo lo contrario.
No es extraño que prácticamente los únicos que tenían éxito evangelizando
a los nativos fueron los cuáqueros). La capital del santo experimento
llevaría el nombre de "Filadelfia", que quiere decir "amor fraternal".
Por muy descabellado que algunos dijeran ser el experimento de Penn,
pronto hubo gran número de personas, no sólo en Inglaterra, sino también
en otros países de Europa, dispuestas a tomar parte en él. Muchos de ellos
eran cuáqueros, y por tanto los seguidores de Fox dominaron la vida
política de la nueva colonia por algún tiempo. Pero no faltaron gentes de
diversas persuasiones. Bajo la dirección de Penn, quien fue el primer
gobernador de la nueva colonia, las relaciones con los indios fueron
excelentes, y durante largo tiempo se pudo cumplir el sueño de Penn, de
una colonia sin fuerzas armadas. Cuando, tres cuartos de siglo después de
fundada la colonia -es decir, en 1756- el Gobernador les declaró la guerra a
los indios, los cuáqueros se retiraron de sus cargos públicos. Pero la
tolerancia religiosa que era parte fundamental del "santo Experimento" de
Penn pasó a formar después parte de la Constitución norteamericana, y
también de las de muchas otras naciones. (Lástima que no sirviera para
evitar la legitimación del espíritu de violencia que podemos ver en la
enmienda que permite a todos los norteamericanos poseer armas de fuego)
Ahí acaba el capítulo dedicado a los cuáqueros en el libro anteriormente
nombrado. La evolución en los siglos posteriores de los amigos ha sido
muy desigual. Hubo grupos de cuáqueros que acabaron dando cada vez
más importancia a las "revelaciones" espirituales, en detrimento de las
Escrituras. Incluso cuando esas revelaciones iban claramente en contra de
la Biblia, se decía que había que creer en las revelaciones del Espíritu. Con
eso, lo único que hacían era ignorar el hecho de que el mismísimo Fox
utilizó la Biblia como legitimadora de todas sus doctrinas. Esos cuáqueros
son lo que ahora se llama el ala liberal del cuaquerismo. Pero, gracias a
Dios, en las últimas décadas los cuáqueros tradicionales vuelven a levantar
la bandera que hace tres siglos fue alzada por un hombre de Dios. Quiero
también destacar que los cuáqueros han recibido por dos veces el premio
Nobel de la Paz y que su labor social de ayuda a los necesitados y de
defensa de los derechos humanos es mundialmente reconocida. No en
34
35. Cuáqueros
vano, el sistema penitenciario norteamericano, cuyas cárceles eran poco
menos que lugares indignos para las ratas, fue modificado gracias a la labor
de una mujer que era cuáquera.
Recordad que las frases entre paréntesis son comentarios míos y no del
escritor del capítulo. Dios os bendiga Luis
Cómo utilizar este folleto
Siendo fieles testigos: sirviendo a Dios en un mundo que cambia es el tema
de la 21a. Trienal del CMCA. Nos invita a reunir las diferentes formas en
que todos/as seguimos el llamado que compartimos, en el contexto de
nuestras diferentes culturas, experiencias y tradiciones Cuáqueras.
Este folleto se ofrece para que lo utilicen los Amigos que piensan asistir
a la Trienal, los grupos de Amigos que ellos representan, y los Amigos en
juntas e iglesias en todas partes. Contiene catorce reflexiones sobre
aspectos del tema por Amigos de una variedad de culturas Cuáqueras. Cada
contribución surge de la experiencia auténtica de un miembro de nuestra
familia mundial de Amigos, cada uno/a buscando ser fiel según su
inspiración personal. Las trienales del CMCA y las conferencias mundiales
de los Amigos ofrecen preciosas oportunidades para que los Amigos de
distintas culturas se conozcan en persona, cara a cara para adorar juntos,
escucharse unos a otros y compartir lo que significa ser Amigo. Este folleto
es una manera de participar en esa oportunidad. Al aprender unos de otros
qué ha sido nuestra experiencia de Dios, nuestra tarea no es juzgar, sino
más bien estar abiertos a la verdad vista desde la perspectiva de nuestros/as
hermanos y hermanas. Es posible que esto amplie nuestro entendimiento de
lo que significa ser Amigo.
Se ofrecen estos ensayos para la lectura y reflexión individual o en
grupos. Los ha editado y organizado para nosotros David Blamires, editor
de Friends Quarterly [Revista Trimestral de los Amigos] y Presidente del
Comité para las Relaciones Mundiales Cuáqueras de la JA Británica.
Esperamos que, junto con las preguntas que los siguen, sirvan de estímulo
para la reflexión personal y compartida. Sugerimos que escojan por lo
menos un ensayo que refleje una tradición Cuáquera distinta de la suya. Al
tomar parte en este estudio, los Amigos pueden participar en la Trienal y
ayudar a sus representantes a prepararse para la experiencia. En la Trienal
misma se alentará a los grupos de adoración y discusión a que pasen algún
tiempo trabajando sobre el tema de la Trienal por medio de estos ensayos y
preguntas.
Octubre 2002
35
36. Cuáqueros
Comité Internacional de Planeación
Contenido
página
Cómo utilizar este folleto
Atendiendo fielmente a Dios David Blamires JA Británica
1
Testimonio Elizabeth Yano JA de Bware
2
La historia de Nadia Max Carter JA de Carolina del Norte (FUM)
3
Siervo/a de Dios Angella Beharie JA de Jamaica
4
Testimonio de fidelidad Rachel Muers JA Británica
5
El mensaje Cuáquero Helmer Batista JA de Carolina del Norte (FUM)
7
Verdades inmutables Phyllis Short JA de Aotearoa/Nueva Zelandia
8
Afirmación Susannah Brindle JA de Australia
9
Fuego en nuestros corazones Diego Chuyma INELA Bolivia
36
37. Cuáqueros
11
Testimonio Anne Thomas JA de Canadá
12
Proclamando las buenas nuevas Dan Cammack JA Noroeste
13
Vigilia por la paz Misha Roschin Junta Mensual de Moscú
15
Testigos fieles Kenneth Co Junta Mensual de Hong Kong
17
Estableciendo las bases para
el testimonio fiel Val Liveoak JA Central Sur
18
Atendiendo fielmente a Dios
David Blamires (Editor)
Junta Anual Británica
Ha sido para mí una tarea amena y provechosa el editar estas
contribuciones al estudio del tema de la Trienal, Siendo fieles testigos:
sirviendo a Dios en un mundo que cambia. Cada colaborador/a escribe
desde su propia experiencia y sus antecedentes culturales Cuáqueros,
queriendo dar gracias, alentarse unos a otros, compartir descubrimientos y
preguntas. Debemos dar gracias por estas respuestas perspicaces frente al
tema de la Trienal. Espero que cada lector pueda apreciar el espíritu al
fondo de lo que cada colaborador/a ha escrito, porque hay desafíos para
cada uno/a de nosotros/as.
Lo que más me ha llamado la atención es el darme cuenta de lo mucho
que nos une. Al centro de nuestro testimonio están nuestra búsqueda,
37
38. Cuáqueros
individual y colectiva, de paz y justicia, y los testimonios de la honestidad,
la sencillez y la igualdad. Estos son los frutos del escuchar fielmente a
Dios. Jesús nos dice que ‘el reino que está preparado desde que Dios hizo
el mundo’ será la herencia de los que dan de comer a los hambrientos, que
dan de beber a los sedientos, que alojan al forastero, dan ropa a los
desnudos, y visitan a los enfermos y a los encarcelados (Mateo 25: 31-40).
Los que no cumplen con esas obligaciones se ven censurados.
Estos son los desafíos de la vida cotidiana. Aunque algunos pueden ser
llamados a servir a Dios en lugares distantes y circunstancias peligrosas, la
mayoría somos llamados a ser testigos fieles precisamente aquí donde
estamos. por medio de nuestro trabajo, nuestra familia y otras
responsabilidades, y nuestro contacto con la tierra y con otros entes vivos.
La vida es suficientemente grande para que todo el mundo tenga una
contribución que hacer, pero es demasiado grande para que todos podamos
hacer todo. Es preciso que nos valoremos unos a otros por nuestros dones y
percepciones diferentes, reconociendo que somos miembros distintos de un
solo cuerpo, cada uno/a con una tarea especial (Romanos 12: 1-21).
En 2002, el año del aniversario 350 del nacimiento del Cuaquerismo, la
Real Casa de la Moneda de Gran Bretaña ha honrado el trabajo de
Elizabeth Fry en la reforma carcelaria imprimiendo su retrato en el nuevo
billete de cinco libras. Cuando primero fue llamada a hacer este trabajo
Elizabeth Fry se sintió insegura y temerosa, pero se mantuvo fiel a su Guía.
Ahora nos toca a nosotros/as ser fieles en las tareas a las que Dios nos
llama. Son tareas que en esta vida nunca podremos terminar de cumplir.
Testimonio
Elizabeth Yano
Junta Anual de Bware
Jesús prometió a sus discípulos que recibirían el poder de ser testigos
después de haber recibido al Espíritu Santo. Ese poder incluía valor,
audacia, confianza, perspicacia, capacidad y autoridad. Los discípulos
necesitaban todos estos dones para cumplir su misión.
Hay trabajo importante que Dios quiere que hagamos para El. La mayor
parte de lo que profetizó Jesús está sucediendo. Tenemos cambios
políticos, sociales y económicos que han acarreado varios problemas:
corrupción, lo costoso de decir la verdad, sequía, hambre, rebeliones
38