1. Yo siento Señor que Tú
me amas, Yo siento
Señor, que te puedo
amar.
Háblame Señor que tu
siervo escucha, háblame,
que quieres de mí. Señor
tú has sido grande para
mi, en el desierto de mi
vida Hárbame.
Yo quiero estar dispuesto
a todo, toma mi ser mi
corazón es para ti.
Por eso canto tus
maravillas, por eso canto
tu amor.
Te alabo Jesus por tu
grandeza,, mil gracias te
doy por tu gran amor,
heme aquí Señor para
acompañarte. Heme aquí
que quieres de mis. Señor
tu has sido grande para
mi, en el desierto de mi
vida habar.
Yo quiero estar dispuesto
a todo toma mi ser mi
corazón es para ti.
Poe eso canto tus SEMANA VOCACIONAL
maravilla, por eso canto MERCEDARIA
tu amor.
VOCACION DE SAMUEL
2. Objetivo: leer el propio itinerario de fe y de compromiso con el evangelio a
la luz del proceso de maduración del profeta Samuel, que es llevado a dar
una respuesta de fe, desde la escucha y el acompañamiento.
Cita: Samuel 3,1-18
Servía el niño Samuel a Yahvé a las órdenes de Elí; en aquel tiempo era rara
la palabra de Yahvé, y no eran corrientes las visiones. Cierto día, estaba Elí
acostado en su habitación. Sus ojos iban debilitándose y ya no podía ver. No
estaba aún apagada la lámpara de Dios; Samuel estaba acostado en el
Santuario de Yahvé, donde se encontraba el arca de Dios. Llamó Yahvé a
Samuel. Él respondió: «¡Aquí estoy!», y corrió donde Elí diciendo: «Aquí
estoy, porque me has llamado.» Pero Elí le contestó: «Yo no te he llamado.
Vuelve a acostarte.» Él se fue y se acostó. Volvió a llamar Yahvé a Samuel. Se
levantó Samuel y se fue donde Elí diciendo: «Aquí estoy, porque me has
llamado.» Elí le respondió: «Yo no te he llamado, hijo mío; vuelve a
acostarte.» Aún no conocía Samuel a Yahvé, pues no le había sido revelada la
palabra de Yahvé. Por tercera vez llamó Yahvé a Samuel y él se levantó y se
fue donde Elí diciendo: «Aquí estoy, porque me has llamado.» Comprendió
entonces Elí que era Yahvé quien llamaba al niño, y dijo a Samuel: «Vete y
3. acuéstate, y si te llaman, dirás: Habla, Yahvé, que tu siervo escucha.» Samuel
se fue y se acostó en su
sitio.
Vino Yahvé, se paró y
llamó como las veces
anteriores: «¡Samuel,
Samuel! » Respondió
Samuel: «¡Habla, que tu
siervo escucha!».
Elí le llamó y le dijo:
«Samuel, hijo mío»; él
respondió: «Aquí
estoy.» Él preguntó:
«¿Qué es lo que te ha
dicho? ¡No me ocultes
nada! Que Dios te haga
esto y añada esto otro si me ocultas una palabra de lo que te ha dicho.»
Entonces Samuel se lo manifestó todo, sin ocultarle nada; Elí dijo: «Él es
Yahvé. Que haga lo que bien le parezca.»
Canción: Yo siento Señor que tú me amas. Grupo Kairoi
Caemos en la cuenta de:
La condición inicial: Samuel, era un joven, común y corriente, salvo
que su Madre como todas las madres, quiso orientarlo y formarlo es de
las cosas de Dios. Samuel era un niño, significa muy joven. Un
adolescente, un joven que tenía conocimiento de Dios a muy temprana
edad.
El Método de Dios: A pesar de la cercanía que tenia Samuel de las cosas de
Dios. Dios no da por supuesto
que Samuel sabe todo acerca de
Él. Dios se acerca con respeto,
con delicadeza y llama a Samuel
por su nombre.
La escucha: En la
experiencia de la llamada no
siempre se entera uno a la
primera de que se trata. Muchas
4. coas nos distraen, nos entretienen: los amigos, las juergas, los
botellones. Entonces es importante preguntar. Preguntar es el camino
para el verdadero aprendizaje. Vengo porque me has llamado.
Podríamos decir: Qué pasa? Que hubo? Oye, que pasa? Me llamas a mí?
El acompañamiento: hoy en día parece que han desaparecido los guías
espirituales, los líderes políticos no defraudan, los modelos artísticos se
prestan a confusión, muchos terminan en la droga, en suicidios, porque
su aparente vida feliz, puede ser una farsa que no se puede mantener por
mucho tiempo.
En el texto aparece una figura particular, la figura de Eli, que hace de
consejero de Samuel. Estamos acostumbrados a contar con alguien de
mayor experiencia para que ilumine nuestras decisiones? O sólo
contamos con nuestro amigos para contarles nuestras cosas? Que no está
mal en contar con los amigos. Pero qué pasa cuando ni mi amigo ni yo
las tenemos tan claras? A quien acudimos?
Concluyo: A Samuel Dios lo
llama en medio de la noche.
La noche es símbolo de
silencio, de soledad, de
encuentro con alguien en la
intimidad. Las citas de amor
se hacen de noche, a la luz de
la luna. Dios quiere
encontrarse contigo en un
ambiente de soledad, en el
que él puede hablar y tu le
puedes escuchar porque no estás distraído/a con de otras cosas, en donde tú le
puedas prestar realmente atención.
Te atreves a hacer silencio? Prueba a apagar todos os distractores: televisión
internet, teléfono, compañía.
Por una hora en un lugar en donde no lleguen los ruidos del ambiente. Que
sientes? Qué te produce? Qué escuchas? Tomas nuevamente la palabra que
acabas de leer. Qué te sugiere Samuel. Qué actitudes de Samuel te producen
admiración?
Ve el siguiente vídeo y continúa tu reflexión. Comparte con un amigo/amiga,
tus inquietudes.