Tecnocracia, resistencias y opiniones respetables en la evaluación de la actividad docente universitaria
1. Revista de la Red Estatal de Docencia Universitaria. Vol 3. N.º2
Tecnocracia, resistencias y opiniones respetables en la
evaluación de la actividad docente universitaria.
Joaquín Paredes
Profesor Titular de Escuela Universitaria
Departamento de Didáctica y Teoría de la Educación
Facultad de Formación de Profesorado y Educación.
Universidad Autónoma de Madrid
Hay lecturas sobre las que es difícil quedar sobre los que se abunda en comentarios a lo
indiferentes. Así ocurre con el trabajo del largo del artículo y que sintetizo:
Profesor Vallverdú titulado "Buenos profe-
La ciencia tiene soluciones adecuadas. La
sores vs. profesores bien valorados. El tri-
ciencia universitaria tiene asignaturas hueso
bunal de las encuestas en la Universidad".
y maría.
Es un trabajo que refleja la opinión del au-
La Universidad ofrece la máxima capacita-
tor, compartida por una mayoría silenciosa
ción posible, tiene cupos y es un filtro, aun-
de colegas docentes universitarios, sobre el
que determinadas profesiones no pagan sus
tema de la evaluación del profesorado en la
errores.
Universidad.
Hay secuencias correctas y esperables del
En las secciones de educación de la prensa
ejercicio docente: clases y exámenes, notas
diaria se pueden encontrar reflexiones de
(suspenso); programa, bibliografía, activi-
parecido calado, y en este trabajo se ha
dad complementaria, examen. Contravalor
utilizado la hemeroteca al respecto, lo que
de la clase: exposición facilona, dictado de
ordena el pensamiento, que no es poco.
apuntes, investigación en la clase. Contra-
Leyendo al Profesor Vallverdú se tiene la valor del examen: examen no discriminan-
sensación de que en la Universidad se prac- te, insinuación de preguntas del examen,
tica una enorme broma, sobre la que itera ayuda en el examen, calificación benevo-
este colega, si no fuera por los dramáticos lente.
efectos que el trabajo enuncia con esta
Perfil del buen profesor: bueno, explica, da
evaluación que se practica, como son, creo
enfoque, profundiza, precisa, es indepen-
entender, los siguientes:
diente, no confraterniza, mantiene posicio-
Los mecanismos económicos menoscaban nes, toma decisiones, cumple.
el imperio de la ciencia: el imperativo de la
Valores del universitario (y del profesor):
moda en la educación, valores asociados
esfuerzo, sacrificio, obligación, i nversión
(juventud, simpatía, relación, comunica-
de tiempo, renuncia, autenticidad, fuerza de
ción), así como la clase como escaparate y
voluntad. Valores que no son del universita-
el alumno como cliente.
rio (ni del profesor): comunicativo, cómpli-
La injusticia en el peso de los resultados de ce, permisivo, lúdico, jocoso, simplificador,
la evaluación según centro universitario. cortoplacista, parcial, superficial, simpático,
banal, del mínimo esfuerzo, que repudia de
La perversión en los fines de la ciencia
teoría, vocinglero, dicharachero, con gra-
aplicada que debe ser la evaluación.
cejo, agradable.
Los efectos de la evaluación de los alumnos
Pues bien, como los antropólogos y los
en la situación laboral, salario, plus, con-
sociólogos han señalado, se percibe una
trato, carrera y prestigio del profesor; peli-
amenaza sobre las certidumbres que sobre
grosa descapitalización del profesor, docen-
la profesión de docente (universitario) y, en
cia penalizada.
particular, sobre ciertas esencias de la Uni-
Una evaluación con tales efectos socava los versidad tienen una parte de los colegas.
principios de la docencia, pozos y puntales Esta amenaza se manifiesta ahora con las
evaluaciones, mañana con los cambios de
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planes de estudio y pasado con la nueva procedimientos acrisolados de la práctica
metodología que anuncia el Espacio Euro- educativa.
peo de Educación Superior.
Es más, y sin ánimo de abrir un foco de
Quiero decir que, desgraciada mente, la discusión nuevo, aquella reforma fue un
evaluación que realizan los alumnos es una ejemplo de los preparativos del asalto del
amenaza más. Por lo que la evaluación, enfoque tecnocrático-eficientista con el que
siempre a juicio de Vallverdú, no es una se ha arrasado el sistema educativo público
experiencia aprovechable. durante la década de los noventa y en 2000.
Como no hay alternativa a la amenaza, se Ahora bien, manifestada nuestra co mún
propone volver a las esencias de la profe- abominación del papanatismo, ¿convienen
sión docente que se han exhi bido hasta entonces mecanismos de mejora en la acti-
ahora, se propone pues sostener las certi- vidad docente universitaria? Incluso, ¿es
dumbres que han forjado la manera de con- mejorable esta actividad? Llegando a la
ducirse los profesores universitarios en su raíz, ¿qué tipo de vida académica deseamos
profesión, sostenerse en ellas y sostener las que vivan los alumnos? La respuesta que
de otros. resulta del trabajo del Profesor Vallverdú
para las dos primeras preguntas es que no,
No es otra cosa la que se mantiene hasta que lo que hacen falta son profesores cuya
aquí, y que concuerda con la investigación naturaleza sea la idónea. Para un análisis de
(por ejemplo Hargreaves): cuando se están esta posición sólo remitiremos al clásico de
socavando las certidumbres (ocurre también Ángel Pérez Gómez y José Gimeno (1989)
para otros profesores en otros niveles edu- sobre paradigmas contemporáneos en in-
cativos) la literatura señala que los docentes vestigación didáctica, y sus reflexiones
expresan resistencias. Digamos, de paso, sobre el primero de ellos, el insostenible
que aquella reforma contaba con tales re- profesor con valores inmanentes.
sistencias.
Ciñéndonos entonces al aspecto de la eva-
Sin embargo, ¿cabría valorar estas resisten- luación, y conviniendo con el autor que
cias como algo negativo? ¿Son una mera poner bases para la evaluación de la activi-
negación de modernidad, si la modernidad dad docente requiere más consideraciones
fuera el contravalor deseable no se sabe que la de un instrumento contestado por
bien por quién para la Universidad españo- alumnos y el acto de rellenarlo, esbocemos
la? tales bases y remitamos al lector interesado
Pues, y aquí lo que a mi juicio es la princi- a la abundante literatura sobre el tema.
pal virtud de éste y similares artículos, esta No es un problema de validez y fiabilidad
resistencia argumentada parece que es una de instrumentos, es un problema de sentido
resistencia al papanatismo, cuestión ya se- y alcance del trabajo emprendido en las
ñalada en la literatura sobre resistencias. Universidades. Tampoco se trata ahora de
Porque no toda reforma, como la que se plebiscitar el trabajo (tal y como se vaticina
configuró con el RD 1086/1989 para valo- en el artículo; por cierto, conviene una revi-
rar la actividad docente universitaria, está sión de Senge (1992), que se manifiesta en
bien diseñada ni se ha valorado su alcance parecidos términos en su diagnóstico sobre
en la vida de organizaciones vivas como las la influencia de la comunidad en los centros
universidades, y el Profesor Vallverdú lo educativos pero ofrece soluciones bien dis-
expresa en voz alta, aquello que otros mu- tintas), se trata de hacer explícitos hoy los
chos colegas dicen sólo en sus despachos. significados de los aspectos de la docencia
Es un mecanismo parcial e incompleto de que cristalizaron ayer en rutinas e imágenes
mejora, pensado para individuos cuando mentales de los padres de los alumnos que
convienen acciones paralelas en los Depar- llegan a las aulas. Son precisamente esas
tamentos, las Facultades y las Universida- imágenes mentales las más peligrosas ene-
des. Es una medida individual para una migas de la ciencia, allí donde se da por
tarea que se construye colectivamente, co- sentado lo que no deja de ser una explica-
mo ocurre con normas, hábitos, valores y ción provisional del estado de un problema.
Y son los padres de esos alumnos, con opi-
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niones, y los propios alumnos que escuchan sobre la posibilidad de investigar en las
las respetables opiniones de quienes vivie- aulas. Edgar Morin, Lu is Díaz Godino,
ron hace demasiado tiempo la realidad aca- André Giordan, Gabriel Travé, Rafael Por-
démica, quienes con mayor fuerza difunden lán, José Manuel Sánchez Ron y otros quizá
estereotipos sobre lo esperable de la vida puedan ilustrarnos al respecto.
universitaria.
Éstas no dejan de ser algunas bases para
Porque a fuerza de disfrutar de alumnos que una evaluación en la actividad docente en la
aprendían por sí solos la naturaleza del ser Universidad. Hay una abundante literatura
universitario, quizá olvidamos que los valo- científica, desgraciadamente poco divulga-
res, normas, hábitos y formas de trabajo da a tenor de la persistencia tanto de este
universitarias no se aprenden por mera ob- estado de opinión como de prácticas tecno-
servación de pares más mayores, por poner cráticas –otra vez– acrisoladas. Un reperto-
por caso, sino mediante un trabajo cotidiano rio para la ocasión puede ser el excelente
cuyo sentido también debemos explicar a Boletín Documental del Departamento de
nuestros alumnos, una parte más del camino Análisis y Planificación de la Universidad
a la ciencia. Complutense de Madrid de junio de 1998
(http://www.ucm.es/info/DAP/pr2/3_ibyd/3
Enseñar a valorar entonces el sentido de lo _06_dc/3_06_marco.htm). Este Departa-
que hacemos en las aulas universitarias mento tiene sus homólogos en gabinetes de
puede ser una parte de la formación que estudio de otras universidades donde tam-
propiciamos. La evaluación del proceso (y bién se pueden encontrar referencias sobre
no de un supuesto resultado) en varios mo- la educación superior, con investigación
mentos del mismo (no uno final) quizá ayu- sobre la realidad educativa a la que hemos
de en nuestra tarea, a los alumnos sobre sus hecho referencia. Para evitar una lógica,
errores en el proceso de aprendizaje y a los esperable, desgraciada y atenazante resis-
docentes sobre los errores al abordar los tencia. Para evitar más papanatismo pseu-
problemas científicos que trabajamos, y a docientífico. Para repensar la práctica. Para
ambos a hacer ciencia. dejar las opiniones respetables donde deben
Esta forma de trabajar tampoco convence al estar, en la plaza.
Profesor Vallverdú, a tenor de su reflexión
REFERENCIAS
Gimeno, J. y Pérez Gómez, A. (1989): La enseñanza: su teoría y su práctica. Madrid: Akal (3ª
ed.)
Senge, P.M. (1992). La quinta disciplina, el arte y la práctica de la organización abierta al
aprendizaje. Buenos Aires: Granica