El documento describe diferentes tipos de relieves rocosos en España, incluyendo roquissares silícicos y calcáreos formados por la acción del hielo y el agua, respectivamente, así como relieves en pizarras, arcillas y rocas volcánicas que muestran la erosión diferencial de diferentes materiales geológicos. Ejemplos notables son el Torcal de Antequera formado en rocas calcáreas y los malpaíses volcánicos de las Islas Canarias.