El documento clasifica los 16 elementos esenciales para las plantas en macronutrientes (nitrógeno, fósforo, potasio, calcio, azufre y magnesio) y micronutrientes (boro, cobre, cloro, hierro, manganeso, molibdeno y zinc), indicando que los macronutrientes son necesarios en mayor proporción mientras que los micronutrientes son necesarios en menor proporción, aunque todos son esenciales para el crecimiento y desarrollo de las plantas.