El documento describe el absolutismo monárquico en Francia desde la Guerra de los Cien Años hasta el reinado de Luis XIV. El estado absolutista francés se caracterizó por un ejército destinado a mantener el control social, una burocracia formada por la venta de cargos públicos, y una diplomacia basada en embajadas y alianzas matrimoniales. El documento también analiza eventos como las guerras de religión, la Fronda, y las reformas de Luis XIV para fortalecer el poder central de la monarquía.