La cultura castreña se desarrolló en el noroeste de la Península Ibérica entre los siglos VII a.C. y V d.C. Sus características principales incluyen poblados fortificados llamados castros, ubicados en colinas y promontorios para defensa, con casas circulares de piedra y techos de paja. La sociedad galaica estaba organizada en comunidades locales llamadas castella. La llegada de Roma trajo nuevos patrones urbanísticos pero también la continuidad de la tradición castreña en á