2. La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a
una persona superdotada como "aquella que cuenta
con un coeficiente intelectual superior a 130". Sin
embargo, reconocer a un niño superdotado no es
fácil. Sólo un 2% de la población infantil iguala o
supera el coeficiente intelectual para ser calificado
como tal y casi la mitad suelen ser niños
problemáticos con bajo rendimiento académico y en
algunos casos, fracaso escolar.
Si no se detecta a tiempo la superdotación puede
ocurrir que el niño se sienta desmotivado y se aburra
en el colegio ya que el profesorado no suele estar
preparado para identificar esta cualidad intelectual
y no saben potenciar sus capacidades.
3. - Dedican más energía para resolver un problema concreto
o una actividad específica que cualquier otra persona.
- La perseverancia es una característica significativa
común a la mayoría de los superdotados.
Normalmente, esta característica no se detecta en el
colegio, porque las tareas que se realizan no obligan a estar
mucho tiempo concentrado en algo concreto.
- Suelen ser personas originales, ingeniosas, y poco
corrientes. Si bien, normalmente, estamos de acuerdo
acerca de las cosas que connotan creatividad, la
dificultad ha sido siempre cómo medirla.
- Sin embargo, el tipo y la naturaleza de los trabajos de
esos estudiantes superdotados
(mapas, poesías, experimentos
científicos, juegos, bailes, disfraces, etc.) son
indicadores mucho más fiables de la existencia de
creatividad.
4. INFANCIA:
El bebé superdotado muestra gran precocidad en el
aprendizaje y en la interacción con el entorno. Son
muy sensibles y responden antes que un bebé normal a
los estímulos tanto visuales como auditivos.
Su desarrollo comunicativo es prematuro. Comienzan a
hablar antes que un niño normal y su vocabulario será
más extenso, pero aún así el lenguaje expresivo será
igual al de los demás niños de su edad. Lo que sí se
aprecia es un mayor uso de formas
interrogativas, fruto de su gran curiosidad.
La familia es muy importante para que el bebé
desarrolle su capacidad intelectual, pues una buena
respuesta familiar facilitará una correcta evolución.
5. ADOLESCENCIA:
Este periodo se complica aún más en los superdotados ya
que existen grandes transformaciones.
Las capacidades cognitivas cambian y los jóvenes
reflexionan sobre sus propios pensamientos, tienen
opiniones sobre conceptos relacionados con los valores
sociales y morales cada vez más concretos y afianzados.
También en este periodo el papel de los padres es
crucial, ya que existe un porcentaje muy importante de
superdotados que si no reciben el apoyo necesario optan
por abandonar los estudios, a pesar de su alto
coeficiente intelectual.
Deben de tener libertad para tomar decisiones y cierta
independencia, aunque sin descuidar el apoyo familiar.
Este tipo de jóvenes, aunque no suelen tener problemas
con sus compañeros, prefieren compartir su tiempo
extraescolar con personas mayores, con desarrollo
intelectual parecido al suyo y sus amigos suelen ser más
escasos que los de cualquier adolescente de su edad.
6. MADUREZ:
El superdotado que ha conseguido un nivel de formación
apropiada suele conseguir un buen puesto de trabajo y en
el que se desempeñará con total comodidad.
Es corriente que trabaje aislado pero que sea valorado
por sus compañeros por su alta capacidad para resolver
problemas o realizar un trabajo de alta calidad.
Si durante la adolescencia abandona los estudios y no
consigue el nivel de formación adecuado es probable que
desarrolle un tipo de trabajo que no exija
especialización, en el que se encontrará con grandes
problemas de aceptación de sí mismo, y dificultades para
aceptar normas.
El alto coeficiente intelectual no es garantía de éxito en
la vida y tampoco exige que el superdotado tenga que
optar por una profesión determinada y ser
físico, matemático o ingeniero aeroespacial. El
superdotado debe desarrollar su inteligencia acorde con
sus circunstancias personales y profesionales con el fin
de conseguir su bienestar.
7. Los superdotados desarrollan una serie de habilidades
que suelen ser inusuales para su edad y que si no se
identifican a su debido tiempo y no pueden potenciar
estas aptitudes, se producirá un retraso en su desarrollo
intelectual.
Se puede producir un desajuste entre la esfera
intelectual y las otras facetas de la personalidad debido
a un proceso acelerado de madurez mental, lo cual
implica que su desarrollo emocional y social no sea como
el del resto de los niños.
Cuando un niño superdotado no recibe una educación
acorde a su nivel de intelecto, pueden aparecer
problemas de comportamiento, estos suelen ser de dos
tipos:
- Agresividad: el niño se rebela y se niega a seguir las
reglas establecidas, da muestras de violencia verbal y
física.
- Pasividad: el niño intenta abstraerse del mundo
exterior y se encierra en su propia burbuja, además no
se defiende si recibe insultos o le pegan.
8. Este tipo de niños son conscientes de que son diferentes a
los demás niños de su edad, por ello se sienten solos y no
tienen interés en hacer amistad con otros compañeros por
miedo a que les rechacen.
Cuando esto sucede aparecen factores comunes entre los
superdotados (ansiedad, inseguridad, impresión de
aislamiento, sentimiento de torpeza manual y
física, sufrimiento al sentir que sus intereses son muy
distintos a los de sus compañeros, deseo incesante de
leer...).
Los problemas más graves suelen aparecer a partir de los
11 años. Los síntomas más evidentes son: falta de interés
por hacer la tarea, mal comportamiento, baja autoestima y
actitud negativa en el colegio.
Los profesores se sienten amenazados porque poseen
elevada observación crítica, una alta capacidad analítica y
una marcada incredulidad que les obliga a cuestionar todo.
Su tiempo de atención es limitado y esto los hace
inconstantes para terminar actividades.
Poseen una marcada capacidad de liderazgo y sus
reacciones suelen ser muy enérgicas lo que en ocasiones
provoca un efecto de dominio sobre los demás.
Tienden hacia la búsqueda de la libertad y sienten gran
tendencia hacia la individualidad.
9. Aplicando el teorema de Tchebichev y el teorema del límite
central al caso del “gen de la inteligencia” del cromosoma X
del par 23, resulta que los varones presentan una
distribución Gaussiana de dicho gen con la misma media y la
misma desviación típica que la población genética
mundial, pues tienen sólo un cromosoma X. En cambio, las
mujeres tienen dos cromosomas X. Se puede ejemplificar un
matrimonio “equilibrado” donde hombre y mujer tienen ambos
una inteligencia de 5 puntos sobre 10. El hombre tiene un gen
de inteligencia con valor 5. La mujer podría tener dos genes
con valores 3 y 7. Supóngase que tienen cuatro hijos; 2 niños
y 2 niñas, se tendría:
Niño 1: cromosoma X de la madre de 7 puntos.
Niña 1: cromosoma X de la madre de 7 puntos más cromosoma
X del padre de 5 puntos. Inteligencia promedio 6.
Niña 2: cromosoma X de la madre de 3 puntos más
cromosoma X del padre de 5 puntos. Inteligencia promedio 4.
Niño 2: cromosoma X de la madre de 3 puntos.
Los cuatro hermanos tienen inteligencias distintas, aún
cuando los padres sean iguales a 5, y además los niños
quedarán en los extremos y las niñas en el centro.
10. Según un estudio realizado por la Universidad de Warwick, sobre
1.057 miembros del "National Academy for Gifted and Talented
Youth", los aficionados al Heavy Metal son a menudo
extremadamente inteligentes, y utilizan su música como forma de
autoayuda para ajustarse mejor a la sociedad.
"Existe literatura que relaciona el heavy metal con la delincuencia y
un pobre rendimiento académico, sin embargo hemos encontrado un
grupo que contradice esto" dice el psicólogo investigador Stuart
Cadwallader. "Observamos a un grupo con autoestima por debajo de
la media que no se sienten bien adaptados. Se sienten estresados y
utilizan el heavy metal como forma de aliviar dicho estrés.
Probablemente las personas de altas capacidades encuentren más
presión que sus compañeros, y usan la música para eliminar la
negatividad".
Los investigadores entrevistaron a 1.057 miembros de la
Academia, en la que 120.000 están entre el 5% de los mejores, en
un rango de edad entre 11 y 19 años. Los fans de heavy metal
presentaban nivel de autoestima más bajo y peores relaciones
familiares y sociales. El investigador Cadwallader mantuvo unas
discusiones online con 19 miembros de la academia, 17 de los cuales
eran fans del heavy, hablaron de escuchar bandas como System of
a Down, Slipknot, Tool, Tool, Dargon Force, Forward Russia and Inn
Flames cuando estaban de mal humor, utilizándola para desahogar
la frustración y el enfado.