Científica colombiana aclara por qué son mentirosas e imprecisas las declaraciones de la médica española Carme Valls acerca de la vacuna para prevenir el cáncer del cuello uterino.
'La vacuna es eficaz y segura':Texto tomado de el espectador
1. SALUD 23 JUL 2014 - 10:48 PM
Entrevista con Nubia Muñoz
'La vacuna es eficaz y segura'
Científica colombiana aclara por qué son mentirosas e imprecisas las declaraciones de
la médica española Carme Valls acerca de la vacuna para prevenir el cáncer del cuello
uterino.
Lo primero que aclara la científica colombiana Nubia Muñoz al empezar esta entrevista
es que no tiene intereses económicos ligados a las dos vacunas que hoy existen
contra el virus del papiloma humano (VPH). Una es Gardasil, del laboratorio Merck
Sharp & Dohme, y la otra es Cervarix, de GlaxoSmithKline. Al contrario, son las dos
empresas multinacionales las que le deben a ella parte de su éxito. Finalmente fueron
sus investigaciones en los años ochenta las que permitieron demostrar que este virus
es responsable de al menos 90% de los casos de cáncer de cuello uterino.
“Colaboré con una de las compañías (Merck) para que Colombia y otros países
latinoamericanos fueran incluidos entre los países donde se implementaron los
ensayos clínicos para evaluar la eficacia y seguridad de dichas vacunas. Esta
colaboración no implicó ningún contrato de trabajo. Recibí un modesto honorario (unos
US$2.000 por cada reunión de dos días al año), lo cual es irrisorio comparado con el
enorme beneficio que las dos compañías han derivado de nuestras investigaciones”,
aclara.
La razón para volver a hablar con esta mujer que estuvo nominada al Premio Nobel de
Medicina en 2008 es aclarar las afirmaciones que hizo la médica Carme Valls en este
diario. La española, una reconocida activista en su país y muy cercana a los
cuestionados movimientos antivacunas, hizo una serie de afirmaciones imprecisas y
desatinadas que a la luz de la evidencia científica resultan irresponsables y peligrosas.
La señora Valls dice que no hay evidencia científica que indique que la
vacuna cura el cáncer de cérvix.
Eso es correcto, pues las dos vacunas son profilácticas, es decir, no curan el cáncer
sino que previenen la infección con ciertos tipos del virus que son la causa del cáncer.
Los ensayos clínicos que se han realizado en unos 30 países, con unas 40.000
adolescentes y mujeres jóvenes, han demostrado sin lugar a dudas que las dos
vacunas previenen el cáncer in situ del cérvix con una eficacia muy cercana al 100%.
Ella dice que el aluminio que se añade en la fabricación de la vacuna es el
causante de las enfermedades autoinmunes que se han reportado en algunas
niñas que la han recibido.
Esto no es cierto. El aluminio ha sido usado en ciertas vacunas desde hace 60 años y
una revisión reciente de la literatura científica concluyó que la exposición a aluminio
por vacunas es mucho menor que la exposición por dieta y ciertos medicamentos.
2. Además, el comité de expertos sobre la seguridad de las vacunas de la Organización
Mundial de la Salud (OMS) ha revisado periódicamente desde 1999 todas las
publicaciones científicas relacionadas con el aluminio y ha concluido que hasta marzo
de 2014 no hay evidencia científica para afirmar que la vacuna de VPH aumenta el
riesgo de autismo o de enfermedades autoinmunes.
Valls dice que las autoridades sanitarias de Japón y Canadá han puesto en
duda la vacuna.
He contactado a las autoridades sanitarias de Canadá, quienes me han proporcionado
la siguiente información: se han publicado dos casos de muertes de jóvenes de 14 y
19 años dos semanas y seis meses después de haber recibido la vacuna contra el
VPH. El Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos
reunió un grupo de expertos que concluyeron que el estudio de las dos muertes tenía
serias fallas metodológicas que no permitían establecer una relación causal entre la
vacuna del VPH y las muertes de las dos jóvenes.
¿Y qué pasó en Japón?
No es cierto que Japón ha decidido no vacunar, no recomendar la vacuna y no
pagarla. Esto es contrario a lo publicado por el comité de expertos sobre la seguridad
de las vacunas de la OMS. Dicho comité revisó los casos de dolor crónico en los
brazos reportados en Japón después de la vacuna y concluyó en marzo de este año
que no había evidencia para establecer una relación causa-efecto. En Japón se
suspendió la recomendación activa de la vacuna, pero la vacuna continúa siendo
administrada gratis a las personas que lo soliciten.
Valls afirma cosas similares sobre India y Francia.
Siento disentir de nuevo con la doctora. Valls. En India, un comité gubernamental
revisó las siete muertes que erróneamente fueron atribuidas a la vacuna y concluyó
que no había evidencia para atribuir ninguna de ellas a la vacuna. En Francia, el
programa de vacunación continúa.
Una de las críticas a la vacuna es que sólo protege contra dos cepas del virus.
Valls dice que un profesor alemán que inicialmente recomendó la vacuna ahora está
en contra porque la vacuna sólo cubre dos de las 17 cepas de VPH que producen el
cáncer cervical. Nuestros estudios en más de 15.000 mujeres con cáncer cervical en
unos 40 países han demostrado que los tipos 16 y 18 que contienen las dos vacunas
son responsables por un 70% de los cánceres cervicales y en eso se basaron las dos
compañías para fabricar las dos vacunas. Los estudios realizados han demostrado
que ambas vacunas también protegen contra otros tipos de VPH de la misma familia
filogenética de los tipos 16 y 18, por consiguiente la protección conferida puede ser
superior al 70%.
¿Qué otras imprecisiones la sorprenden de lo dicho por Valls?
Estoy bastante preocupada al leer que recomienda que en lugar de invertir dinero en la
vacuna contra el VPH se use ese dinero para fortalecer los programas de tamización
basados en la citología vaginal. La doctora Valls es seguramente competente en su
campo, que es la endocrinología, pero no está bien informada sobre las nuevas
estrategias de prevención del cáncer del cuello del útero.
La OMS ha formulado un plan de prevención para este cáncer que contiene las dos
armas más eficaces de que disponemos hoy: la vacuna contra el VPH administrada
idealmente a las niñas antes de comenzar relaciones sexuales y la tamización para
detectar lesiones precancerosas en las mujeres sexualmente activas, utilizando el test
del VPH, que progresivamente reemplazaría la citología vaginal.
3. ¿Las niñas que son vacunadas pueden sufrir menopausia a los 20 años, como
afirma Valls?
Con relación a la insuficiencia ovárica posterior a la aplicación de la vacuna, hay
algunas publicaciones que sugieren erróneamente una relación, pero después de
revisar dichas publicaciones, el Centro de Control y Prevención de Estados Unidos
concluyó que no hay evidencia que sugiera que la vacuna produce falla ovárica.
¿Qué les diría a los padres de familia que están decidiendo si permiten o no
que sus hijas sean vacunadas?
A las familias colombianas les diría que en lugar de prestar atención a los rumores sin
fundamento que circulan por internet y otros medios de comunicación, confíen en la
evidencia científica publicada por organismos internacionales como la OMS.