Los números complejos amplían el conjunto de los números reales para incluir números como la raíz cuadrada de -1. Un número complejo consiste de una parte real y una parte imaginaria y puede representarse como z = a + bi, donde a es la parte real e i es la unidad imaginaria cuya cuadrado es -1. Las operaciones con números complejos, como suma, resta, multiplicación y división siguen reglas algebraicas similares a los números reales.