El poema habla sobre cómo aunque los creyentes no tienen riquezas materiales en esta vida, tienen la promesa de una mansión en la gloria celestial con Dios. A pesar de las pruebas y tentaciones que enfrentan mientras caminan por el mundo, los creyentes son consolados por Cristo. Cristo quiere ofrecer salvación y un hogar en el cielo a toda la humanidad. Los creyentes son peregrinos que van hacia su patria eterna en Sión mientras buscan ser fieles testigos de la caridad en su camino.