La lingüística y la filología son campos de estudio mutuamente dependientes. La lingüística proporciona las herramientas teóricas para comprender el sistema de una lengua y analizar sus diferentes niveles, mientras que la filología es necesaria para comprender y explicar textos en su contexto histórico. Juntas, la lingüística y la filología permiten el estudio sistemático de lenguas como el latín a nivel de lengua y texto.