1. Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro), dirigida en 1988 por Hayao
Miyazaki, es una de las películas más conocidas y
emblemáticas del Studio Ghibli. Tal fue su éxito que salvó
económicamente al estudio de la quiebra, por lo que el
personaje acabó convirtiéndose en el logotipo del estudio y
apareciendo al principio de cada siguiente película.
2. Las aventuras de dos hermanas, Satsuki y Mei,
que se mudan al campo con su padre y conocen
por casualidad a los Totoros, espíritus benévolos
del bosque, aparentemente no son más que una
película cien por cien infantil (pero igualmente
recomendable para el público adulto), con su
correspondiente "final feliz". Sin embargo existe
una siniestra leyenda urbana sobre el final de
esta película que hace que a partir de ahora sea
casi imposible verla con los mismos ojos, aún
sabiendo que es eso, una leyenda urbana tan
falsa como el "famoso" vídeo de Ricky Martin y la
mermelada. Pero no se puede negar que provoca
escalofríos imaginarse por un momento que esa
pudiera ser su verdadera interpretación...
3. • Según cuenta dicha leyenda urbana, al final de la
película Satsuki y Mei están muertas. Mei, la hermana
pequeña, que se había perdido al tratar de llevarle la mazorca
de maíz a su madre, muere ahogada en el río. Satsuki, al saber
que su hermana está muerta (aunque dice que la sandalia
encontrada en el agua no es suya, miente para no preocupar
a los demás), se dirige al bosque para buscar a Totoro y
pedirle que le lleve con ella, es decir, al reino de los muertos.
Porque Totoro, más allá de ser simplemente un benévolo
espíritu del bosque que planta semillas y hace crecer los
árboles, y al que sólo las personas inocentes y de corazón
puro como los niños pueden ver, en realidad es
un shinigami, un dios de la muerte que se aparece a las
personas que están a punto de morir, y el ekobasu es su