1. Concepto de Texto . Propiedades
Concepto de Texto.
Un texto es cualquier estructura lingüística cuyos enunciados tienen sentido unitario y transmiten
una comunicación completa.
Para que texto actúe como una unidad de comunicación, de modo que el receptor comprenda su
significado y su intención , debe cumplir tres condiciones que también se denominan propiedades del texto:
adecuación, coherencia y cohesión.
Adecuación
Un texto se considera adecuado cuando se ajusta a la situación comunicativa. Para que se produzca
esa adecuación a la situación, se deben tener en cuenta factores como: la relación entre los
interlocutores(determinada por las relaciones sociales y culturales; interviene decisivamente la competencia
comunicativa del emisor), la intención comunicativa y las circunstancias que rodean la creación
textual(situación: determina la tipología textual y el modo de expresión empleado).
La coherencia del texto.
La coherencia proporciona a un texto un sentido global, reconocible para el receptor. Para
conseguirla es necesaria la conexión de las partes que lo forman en un todo con un sentido unitario.
Por medio de la coherencia, las distintas ideas del texto se ordenan de tal forma que el receptor lo
percibe como una unidad significativa ( el tema) y puede advertir su desarrollo interno ( la información que
se aporta sobre el tema).
La coherencia se basa en las normas universales de la expresión: pensamientos lógicos, claridad,
compatibilidad semántica, variedad léxica.
La coherencia de un texto se consigue teniendo en cuenta los siguientes aspectos:
• El texto no puede incluir oraciones cuyo significado sea absurdo o inaceptable.
• Se evitan oraciones vacías de contenido e información.
• No se pueden contradecir los conocimientos comunes a todos.
• Se deben tener en cuenta los conocimientos previos que se presuponen en el receptor y aclarar aquello
que sea necesario para su comprensión.
Las causas más frecuentes de incoherencia en los textos son: la presencia caótica de temas muy diversos, las
afirmaciones contradictorias, las explicaciones apenas aclaradas, la ausencia de un tema central, la repetición
innecesaria de ideas, la incompatibilidad semántica de las palabras, la falta de concordancia entre las
distintas partes del texto, y la inadecuación de la forma de expresión al ámbito y al fin para los que se realiza
el texto.
2. La organización del texto.
Un texto coherente debe ir aportando progresivamente informaciones nuevas, y estas, a su vez,
deben referirse a la idea principal.
La organización debe tener en cuenta los siguientes aspectos:
Unidad: Las ideas se articulan en torno a la idea central para ampliarla, desarrollarla y justificarla.
Dinamismo: Consiste en la progresión de los enunciados y de las ideas.
El desarrollo temático puede realizarse de tres maneras:
• Manteniendo un tema constante que se repita a lo largo del texto sobre el que se dan
distintas informaciones.
• Derivando a otros temas, de forma que los nuevos sean parte del anterior (Medios de
Comunicación: medios tradicionales: la televisión…)
• Enlazando temas que compartan una información común.
Cohesión: Son los recursos de la lengua que sirven para conectar las ideas del texto: la recurrencia, la
sustitución, la elipsis y el empleo de marcadores textuales son los más importantes.
La cohesión del texto
La cohesión está constituida por todos los elementos lingüísticos que marcan las relaciones entre los
enunciados de un texto.
Los recursos de cohesión permiten la conexión entre oraciones, párrafos, apartados, capítulos, etc…;
es decir, entre las partes en que se organiza un texto.
Recurrencia: repetición de un elemento dentro de un texto. Recurrencia léxica: repetición de palabras en un
mismo texto para reforzar las ideas clave. Recurrencia fónica: establece rima, el número de sílabas…
Sustitución: se basa en la reiteración de un contenido mediante el empleo de elementos lingüísticos que
desempeñan esta función sustitutoria ( sinónimos, hiperónimos, palabras comodín, paráfrasis…)
Elipsis: consiste en la supresión de los elementos lingüísticos redundantes que no aportan nueva información
en el texto.
Marcadores textuales: palabras, partículas o locuciones que sirven para indicar las relaciones lógicas entre las
diversas ideas de que consta un texto ( por supuesto, es más, y, sin duda, tampoco…)