La amalgama es un material de obturación dental compuesto principalmente por plata, mercurio, estaño y cobre. Se desarrolló en 1826 y se usa comúnmente para restauraciones pequeñas que no estén sujetas a mucha tensión. Aunque es resistente y duradero, la amalgama no es estética y el mercurio que contiene es tóxico, por lo que se deben tomar precauciones durante su manejo y colocación.