MENSAJE EVANGELÍSTICO EN UN TRATADO QUE TRATA DE LA OCASIÓN CUANDO UN PACIENTE ACUDE A SU MEDICO, ESTE COMPRUEBA QUE SU PROBLEMA ES SERIO Y REQUIERE UNA CIRUGÍA RADICAL, ESTE CASO SIRVE DE ILUSTRACIÓN PARA SABER QUE TENEMOS UN PROBLEMA GRAVE EN NUESTRO INTERIOR QUE REQUIERE ATENCIÓN INMEDIATA POR EL MEDICO DIVINO: EL SEÑOR JESUCRISTO.

1. El Problema Está
Adentro.
El Maestro
Silencioso. No. 225
Un paciente acudió a la
consulta médica y desde lejos
se le veía como una persona
sana, era alta, corpulenta y de
muy buen aspecto. Cuando se
sentó comenzó a decirle al
médico que acudía a él
porque
se
lo
había
recomendado otro paciente a quien él operó de la cadera y quedó muy
bien. El paciente comenzó a narrar su situación y decía: >Tengo un
dolor en la cadera derecha que prácticamente no aguanto, es continuo y
ya los analgésico no me hacen nada, además, estoy algo limitado<. El
médico Ortopedista lo examinó y comprobó que tenía una limitación
mayor de lo que él suponía y además, le dijo que la cadera izquierda así
como la columna lumbosacra también estaban comprometidas. Le indicó
unas Radiografías para comprobar su condición osteoarticular.
Hay personas que han recibido ayuda y motivan a otros a buscar a la
persona indicada. Lo estimulan a buscar la solución a su problema. Así
también es en la vida espiritual, otros que han recibido beneficios lo
recomiendan. Dios dice en su Palabra: De modo que si alguno está en
Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son
hechas nuevas. (2 Corintios 5:17). El ser humano tiene problemas
adentro y muchas veces no toma conciencia del mismo, sino hasta

2. cuando se ve con el agua al cuello. Es allí, cuando el Señor Jesucristo le
dice: Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os
haré descansar. (Mateo 11:28).
Las radiografías del paciente reportaron una artritis degenerativa severa
de las dos caderas con predominio de la derecha, además de una
patología degenerativa en la columna lumbosacra, pero de menor grado
y esto último era para tratamiento médico. El paciente preguntó: >Dr.
¿Qué tengo que hacer?<. El Ortopedista le dijo: >Usted necesita un
Reemplazo Total de la Cadera<. >El paciente respondió: Dr. Proceda<.
Era tal su condición que no perdió tiempo en tomar la decisión. El
paciente después de la cirugía dijo:>Si yo hubiera sabido los resultados
tan maravillosos de esta cirugía, desde cuando me la hubiera hecho<.
El paciente salió muy bien de su operación, se le quitó el dolor, recuperó
la movilidad de la cadera y el acortamiento del miembro inferior
lesionado. ¡Estaba feliz!
Así también pasa en la esfera espiritual. Muchas personas desconocen
los resultados de la obra de Dios o están resistentes a dejar que el Señor
actúe en sus vidas. Cuando ven su necesidad y Dios los llama, algunos
toman la decisión de buscarlo y al descubrir su amor deciden abrir su
corazón al Señor y entonces, Él llena por completo sus vidas y
comienzan a andar en el camino de Dios con nuevos propósitos y metas.
Su vida ahora comienza a tomar sentido. Es evidente que el problema
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está adentro: …Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente.
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Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana, sino
herida, hinchazón y podrida llaga; no están curadas, ni vendadas, ni
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suavizadas con aceite. (Isaías 1:5-6). También Jesús dijo: Porque de
dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos,
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los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las
avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la
maledicencia, la soberbia, la insensatez. (Marcos 7:21-22). Es decir,
somos pecadores, estamos perdidos, sin Dios, sin Cristo y sin esperanza.
Entonces, deja que “El Señor Jesucristo”, quien dio su vida por ti y por
todos nosotros, tome el control de tu vida, él tiene el poder para
cambiarlo todo. Si ahora mismo, te arrepientes de tus pecados de todo

3. corazón y lo recibes por la fe, tendrás una nueva vida. Jesús dijo: “Yo
he venido para que tengan vida, y para que la tengan en
abundancia”. (Juan 10:10). Aprovecha tu oportunidad, mañana puede
ser tarde. Si oyeres hoy la voz del Señor, no endurezcas tu corazón.
Dr. Luis A Silva Cisneros.