1. LA SOCIALIZACIÓN EN UN
MODELO DE ABP
Luis Hens
@luisbrn
http://luisbrn.wordpress.com/
¿QUÉ HAY QUE CAMBIAR EN NUESTRO MUNDO?
2. TIPOS DE SOCIABILIZACIÓN
- Dentro del aula
- Hacia dentro del aula
- Hacia fuera del aula
Partimos del hecho de que todo proyecto ha de cuidar la
dimensión social para considerarse un buen
proyecto, memorable. Cada una de estas dimensiones tiene su
sentido. Las tres son eficaces.
3. La dimensión dentro del aula implica el aprendizaje cooperativo. Me
interesa de este modelo los puntos que destaca el GIAC
•Motivación por la tarea
•Actitudes de implicación y de iniciativa
•Grado de comprensión de lo que se hace y del porqué se hace
•Volumen de trabajo realizado
•Calidad del mismo
•Grado de dominio de procedimientos y conceptos
•Relación social en el aprendizaje
El trabajo colaborativo en pequeños grupos
posibilita que se cumplan los factores
anteriores.
Comenzaríamos a trabajar en parejas para
llegar a pequeños grupos de 4 o 5 miembros.
Desde un enfoque individualista no
podríamos conseguir los objetivos arriba
citados.
4. Está claro que por los beneficios antes citados el trabajo colaborativo supera
al modelo individual, si bien se ha de aplicar con conocimiento y previsión. La
planificación es fundamental. Los alumnos no deben percibir improvisación o caos. Esto
les desmotivaría.
Cada elemento del proyecto, desde la pregunta inicial, desde la
confección de los grupos y hasta el producto final, todo ha de estar bien
planificado.
5. Elijo, por otra parte, la socialización hacia afuera por una razón
fundamental: planteo este modelo de sociabilización pensando en una interacción
con adultos.
Estamos de acuerdo que una conexión con adultos enriquece nuestro
modelo de ABP, y la razón fundamental es el potencial educativo que posee una
actividad que la incluya.
Los alumnos saldrían para realizar una entrevista a miembros de la ONG
elegida. Es importante esta socialización pues las interacciones educativas fuera del
centro educativo hacen madurar a nuestros jóvenes, les dota de responsabilidad y
autonomía.
6. En nuestra sociedad nuestros jóvenes no están muy acostumbrados a
interactuar de manera autónoma con adultos que no sean familiares o sus docentes. Sus
encuentros con adultos suelen estar mediatizados por sus padres.
Una actividad que incluya esta dimensión tiene un alto poder educativo, pues
bien elegida hace a nuestros alumnos participar en estructuras democráticas de nuestra
sociedad (Ayuntamiento, asamblea de distrito), o instituciones que han de ser de gran
importancia en su vida adulta (delegaciones gubernamentales, oficina de
consumo, centro de salud…).
7. Planteamos, por último, una socialización hacia dentro del aula, cuando
invitamos a representantes de ONG a participar en una charla-debate que sirva
de estímulo y referencia para el proyecto que han de realizar nuestros
alumnos/as.
Esta socialización se realizaría justo en la mitad del proyecto; en el
momento en el que los grupos han de planear su modelo de ONG a crear.
Este modelo de socialización es el más utilizado en los centros educativos, si
bien no hay que despreciar su potencial de referencia educativa.
El punto de vista más positivo de esta socialización se encuentra en que los
alumnos se sienten más cómodos y relajados para interactuar, participar y
cuestionar con los participantes en esta socialización, pues la actividad se
produce en el aula, en su entorno cotidiano.
8. Por último hemos tenido en cuenta una última dimensión social en nuestro
proyecto, su proyección social dentro de la comunidad educativa.
El producto final, el vídeo, y algunos productos intermedios
(cartelería, storyboard…), serían expuestos en el centro, aprovechando la semana
cultura, y también serían colgados en la página web del instituto, para que familias y el
resto de la comunidad pueda acceder a estas muestras. Esta repercusión social de los
productos le daría más responsabilidad a nuestros alumnos/as a la hora de afrontar el
esfuerzo de cada tarea.