1. Mucho se ha hablado de la leyenda del padre Almeida, pero poco o casi nada se sabe de
quién fue verdaderamente este sacerdote franciscano.
Su tragicómica historia pertenece al colectivo imaginario del Ecuador.
Se dice que el padre Almeida, según explica el historiador y padre John Castro, del
monasterio de San Diego, lugar donde vivió y realizó sus famosas correrías el sacerdote,
fue una persona de ‘vida alegre’ dedicada a los mundanos placeres y a la bebida, pero su
biografía muestra otra realidad muy diferente.
Cuenta la leyenda que Manuel de Almeida Capilla, hijo de don Tomas de Almeida y
doña Sebastiana Capilla, ingreso a los 17 años de edad a la Orden de los Franciscanos
, cuando era un novicio, renunciando a todos sus bienes materiales, que se los cedió a su
madre y a sus hermanas. Igualmente, abandonó la vida de la ciudad, ya que el
monasterio estaba en las afueras. En su biografía se puede conocer que desempeñó los
cargos de definidor, guardián, mesero de novicios, secretario de provincia llegando a ser
visitador general, todos estos de gran importancia. Estos cargos son del todo
incompatibles con la vida que se le otorga”, comenta el padre Castro.
Toque de queda
Según cuenta el padre Castro, en la primera mitad del siglo XVII, época en la que vivió
el padre Almeida, se anunciaba el toque de queda para evitar problemas con la sociedad
local, así que “no había vida nocturna”.
Es posible que algún ciudadano viera a Almeida a deshoras volviendo al monasterio y
que eso ayudara a construir la leyenda. Pero esto también tiene su explicación: “Mucha
gente no lo sabe, pero los alrededores del Convento de San Diego eran una zona plagada
de árboles frutales. Allí los hermanos franciscanos tenían unas pequeñas construcciones
de madera donde iban a orar y a realizar penitencia. Por eso es posible que algunos
ciudadanos lo vieran retornar por la noche al convento. Venía de orar”, añade el padre
Castro.
Además estaba la figura del Ángel. Los padres franciscanos de la época vivían en un
semiretiro y, cuando salían del monasterio, “siempre lo hacían acompañados de otro
hermano, llamado ‘El Ángel’, que estaba allí para evitar la llamada de la tentación.
Otro factor que ayudó a construir la leyenda es que el Padre tocaba la guitarra, además
de otros instrumentos. En esa época las serenatas estaban mal vistas, puesto que se
asociaban a la vida “entregada al vicio” y muchos quiteños iban a la antigua calle del
2. sapo de agua, actual calle Cuenca, a tomar mistela y a cortejar a las damas. Por eso tuvo
esa mala fama.
La leyenda
Cuenta la leyenda que los frailes debían estar en encierro y la oración para vencer sus de
seos carnales peor estas dos cosas hicieron poco para vencer sus ímpetus juveniles.
Pronto la tentación llamo a su celda en la forma de un compañero de encierro que le
converso sobre sus evasiones nocturnas para visitar a unas damiselas de la vida alegre
que se prestaban a compartir sus encantos con los buscadores de aventuras. Así, una
noche, con varios compañeros de la Orden, miembros de este grupo de "chullas
quiteños" vestidos con sotanas saltaron el muro del Convento de San Diego al que
pertenecían y fueron a una fiesta previamente concertada con una de las damiselas, que
a pretexto de llegar a misa, se ponía en contacto con cualquiera de los frailes cuando
pasaba el cepillo de recoger las limosnas durante la misa. Tomaron su ruta
acostumbrada y se dirigieron hacia Santa Clara por la quebrada de Auquy, de allí hacia
la esquina del "sapo de agua" donde se encontraba ubicada la casa donde les esperaba
una noche de música, baile, parranda y algunos pecadillos inmencionables con las
divertidas jóvenes que los esperaban.
Al empujar la puerta de calle, esta se abrió con facilidad, indicando que se los esperaba;
y, con la confianza de quien llegaba a casa propia, los cuatro compinches ingresaron por
el largo zaguán en dirección a una pieza del fondo, donde brillaban las luces de las velas
de cebo con las que se iluminaban las habitaciones. Sin embargo, al llegar, se
sorprendieron al encontrar que la habitación estuviese vacía, puesto que habían
escuchado algunas voces y hasta el tañer de una arpa criolla, que evidenciaba que allí se
celebraba una fiesta.
Sorprendidos, los novicios franciscanos se miraron unos a otros sin saber que hacer,
cuando de pronto, de atrás de unos biombos que dividían la sala, saltaron sobre ellos un
grupo de frailes dominicanos tomados de las manos de las señoritas de la casa que
vestían sus mejores galas, burlándose de ellos por la cara de susto que pusieron ante
semejante recibimiento. El arpa volvió a manos del cura dominico y se reinicio el baile
y el festejo, entre risotadas, besos, manoseos y escapadas ocasionales de alguna
damisela con cualquiera de los legos, a la misteriosa habitación que se trataba de ocultar
con el biombo.
Manuel Almeida quedo fascinado con la aventura, sumado a que debido a su buen porte,
saber pulsar la guitarra y tener una bien timbrada voz de tenor, logro conquistar los
favores de las anfitrionas que se disputaban por colmarle de mimos. Y es así como
empezó una sucesión de noches en las que la libido del joven aspirante a cura
franciscano despertó, hasta convertirse en una fuerza incontenible que lo obligaba a
escaparse del convento todas las veces que era posible, con o sin la compañía de sus
primeros compañeros de juerga.
El invitado, Manuel Almeida pasó a ser promotor de las escapadas; y, sus exigencias
eran tantas, que los compañeros que lo iniciaron, preocupados tuvieron que romper su
amistad por temor a ser sorprendidos. Una cosa era un pecadillo eventual, y otra,
hacerlo todas las noches. Además, el cura superior que sospechaba de los desmanes de
3. algunos de los miembros de la congregación, un día mando a que se elevase la altura de
los muros del convento de tal manera que ya no era tan fácil escaparse.
. El novicio Manuel Almeida, obsesionado, busco la manera de salir de su encierro y se
percato que podía lograrlo, saliendo por una ventana de la capilla. Pero, para alcanzarla
debía utilizar la escultura de un Cristo Crucificado a manera de escalera hasta alcanzar
sus hombros y saltar a la plazoleta fuera del convento. Pues bien, hecho el intento, logro
conseguir su camino a la libertad y repitió la salida e ingreso en muchas ocasiones, hasta
que, cansado el Cristo de servir de vía de escape al pecador, una noche, al sentir el peso
del cuerpo del novicio sobre sus hombros, abrió sus labios y recrimino: ¡HASTA
CUANDO PADRE ALMEIDA
Sorprendido al escuchar que el Cristo de madera le hablaba, con la rapidez de su ingenio
el joven atinó a responderle: ¡HASTA LA VUELTA, SENOR..! y continuo su camino
para volver a la madrugada, cuando los gallos empezaban a cantar en los patios del
convento. ‘La noche siguiente se repitió la escena y el Cristo volvió e recriminar a
Manuel Almeida ¡HASTA CUANDO PADRE ALMEIDA! Y la respuesta fue la misma
……!HASTA LA VUELTA, SENOR..!
Sin embargo, cuenta la leyenda, que una madrugada en la que se había pasado de tragos,
el padre Almeida regresada al convento, cuando en el camino se encontró con un
funeral que subía hacia el Cementerio y curioso pregunto a uno de los acompañantes
quien era el difunto y la respuesta fue: "Es el Padre Almeida" al que llevamos a
sepultar.
Efectivamente, al acercarse al andamio en que se solía llevar a los difuntos; y levantar la
manta con la que se lo había cubierto, se vio a si mismo muerto lo cual le produjo un
terrible impacto. Apresuro su paso, llego a la muralla del convento, la trepo con la
agilidad que le había dado la practica; y, cuando se deslizaba abrazado al Cristo, este
pronuncio su acostumbrada frase: ¡HASTA CUANDO PADRE ALMEIDA! pero no
recibió la respuesta acostumbrada.
Cuentan que esa fue la última vez que Manuel Almeida escapo del convento. Desde ese
día, se convirtió en el mas devoto de los novicios e inicio una carrera que llego casi
hasta la santidad.
En el Convento de San Diego ha desaparecido un "Diario" en el que se dice que el
Padre Almeida escribió sus memorias. Sin embargo, los quiteños insisten que entre las
muchas obras que dejo para la posteridad, esta el villancico que se suele cantar en la
época navideña y que dice:
Dulce Jesús mió
mi niño adorado
ven a nuestras almas
ven no tardes tanto.
4. El dato
La leyenda también cuenta que existe un diario donde el padre Almeida escribió sus
memorias. El manuscrito habría desaparecido.
Much has beenmade of the legend of FatherAlmeida,butlittle ornothingisknownabout
whowas truly the Franciscanpriest.
His tragicomicstory belongstothe collective imagination of Ecuador.
It issaid thatFather Almeida,sayshistorianand fatherJohnCastro, the monasteryof San
Diego, where he lived andperformedhis famous raidsthe priestwasa person of 'happylife'
devoted toworldlypleasures anddrink, buthisbiography showsaverydifferent reality.
Legendhasit that Manuel de AlmeidaChapel,sonof Mr. and Mrs. Thomas AlmeidaSebastiana
Chapel income at17 yearsof age at the FranciscanOrder
WhenI was a novice,renouncingall theirworldlygoods,whichis the yieldtohismotherand
sisters. He alsoleftthe citylife since the monastery wasinthe suburbs. Inhisbiography canbe
found whoheldthe positionsof setter,keeper, waiternovices, provincial secretary becoming
inspectorgeneral, all theseextremelyimportant.Thesecharges are completely incompatible
withthe life thatisgiven,"saysFatherCastro.
Curfew
Accordingto Castrosays Father,inthe firsthalf of the seventeenth century,when the
Almeida'sfatherlived,the curfew wasannounced toavoidproblemswith the local society,so
"there wasno nightlife."
You may see a citizen Almeidaafterhours backtothe monasteryand thathelpbuild the
legend. Butitalsohas an explanation: "Manypeople donotknow, butaroundthe Conventof
San Diegowasan area full of fruittrees. There Franciscan brothershad a small wooden
buildings whichwere toprayand performpenance. Therefore itispossible thatsome people
see himreturnat nightto the convent. Came to pray,"FatherCastro added.
Thenthere was the figure of the Angel. The Franciscanfathersof the time livedinsemi-
retirement,andtheyleftthe monastery, "didalwaysaccompaniedby anotherbrother,called
'The Angel',whowasthere toavoid the call of temptation.
Anotherfactorthat helpedbuild the legendis thatFatherplayedguitar,andother
instruments. Atthattime serenades were frowned,aswere associatedwith life "giventovice"
and many wentto QuitoOldToad Water Street,BasinStreettoday,totake mistelaandwoo
the ladies. SoI hadthis bad reputation.
5. the Legend
Legendhasit that the monks should be inconfinementandprayertoovercome his carnal
desires worsttwothings didlittle toovercome hisyouthfulimpetuosity.Soonthe temptation
to call hiscell in the formof a co-closure thatI talkabouttheirnightto visita gay life damsels
whowere willing toshare theircharmswithadventure seekers evasions.So,one night,with
several companionsof the Order,membersof thisgroupof "Quitochullas"dressedin cassocks
overthe wall of the Conventof SanDiegowhere theybelonged andwere previouslyagreed to
party with one of the ladies,whopretexttogettochurch, came intocontact withanyof the
friarswhenpassingbrushcollectingalms duringmass. Theytook hisusual route andheaded
towardsSanta ClaraCloughAuquy,thence tothe cornerof "frogwater"where waslocated the
house where theyhad a nightof music,dancing, partyingandsome unmentionable
peccadilloes withyoungfunthanexpected.
Pushingthe frontdoor, itswungopen easily, indicatingthatthe expected;and,withthe
confidence of one who reached home,the fourbuddies entered the longhallway towarda
back room where the lights were brightcandle baitwhichlitrooms.However,uponarrival,
theywere surprisedto findthatthe room wasempty,since theyhadheard some voices and
eventhe ringingof a Creole harp, whichdemonstrated thatthere wasa party.
Surprised,Franciscan novices lookedateach othernot knowingwhattodo, whensuddenly,
frombehind some screens thatdivided the room, jumped onthemagroup of Dominican friars
holdinghands of the ladies of the house wearingtheirfinery,tauntingthem bythe frightened
face that put at such reception. The harp washandedback to the Dominicanpriest and
dancingand celebration, betweenlaughter,kissing, pettingandoccasional breaks some
damsel withanyof the laymen, the mysterious roomthatwashiddenby the screen isreset.
Manuel Almeidabecame fascinated withadventure,addedtothatdue to its greatsize, namely
playthe guitar andhave a well-pitchedtenorvoice,managedtowinthe favorof the hosts who
were fightingforshowerhimwithcuddles.Andthisishow he began a seriesof nightswhen
the libidoof youngaspiringFranciscanpriest awoke intoanunstoppable force thatforcedhim
to flee the conventasoftenas possible, withorwithoutthe company of hisfirstdrinking
companions.
The guest,Manuel Almeidabecame promoterbreaks;andhisdemandswere somanythat
fellow whostartedit, worried theyhadtobreaktheirfriendshipforfearof beingcaught. One
thingwas a possible peccadillo, andagain,Idoit everynight.Additionally,seniorpriest
suspected of the excessesof some members of the congregation,aday to control the heightof
the walls of the conventso that wasnot so easyto escape itariseth.
. The novice Manuel Almeida,obsessed, seekingawayoutof hiscell andrealized Icouldmake
it,leavingawindow of the chapel. Butto reach itwas to use the sculpture of a crucifiedChrist
by way of stairs to reach theirshoulders andjumptothe plazaoutside the convent. Well,I
made the attempt,I manage to gettheirwayto freedom andrepeated entryandexitmany
times, until, tiredChristservetoescape the sinner, one night,feelingthe weightof the novice
body on hisshoulders,she opened herlipsand chide:WHEN FATHERtO ALMEIDA
Surprised tohearthat the woodenChrist spoke withthe speedof theiryoungtalentmanaged
to answer:TURN UP, LORD ..! andcontinuedhis wayback to the morningwhen the roosters
startedsingingin the courtyards of the convent. 'The nextnightthe scene wasrepeated,and
the Christreturned andberate Manuel AlmeidaAlmeidaEVEN WHEN FATHER! Andthe answer
6. was the same ......!TURN UP, LORD ..!
However, legendhasitthat one morninginwhich he had spentondrinks,FatherAlmeida
returned tothe convent,where alongthe way he meta funeral thatwentupto the cemetery
and curious askone of the attendants whowas the deceased andthe answerwas:"isFather
Almeida"thatwe bury.
Indeed,whenapproachingthe scaffoldingthatusedto carry the dead;and liftingthe blanket
that had covered it,washimself killedwhichproduced aterrible impact.Hastenitspassage,
reachedthe wallsof the convent, the climbwiththe agility he hadgiven the practice;and
when he slidembraced Christ,thisutterhisusual phrase:WHEN FATHER TO ALMEIDA! but
received the usual response.
Theysay that wasthe lasttime Manuel Almeidaescapedthe convent. Since thatday, he
became the mostdevoutof novices andbeginningacareerthat wascloserto sainthood.
In the Conventof SanDiegohas gone a 'Journal'in which itis saidthat the FatherAlmeida
wrote hismemoirs. However, Quitoinsistthatamongthe many works thatI leave for
posterity, thiscarol thatis sungduringthe Christmasseason andthat says
SweetJesus mine
my beloved child
see our souls
see donot delay.
the data
The legend alsotellsthatthere is a journal where FatherAlmeidawrote hismemoirs. The
manuscriptwouldhave disappeared.