1. Institución educativa TECNICO9 COMERCIAL HERNANDO NAVIA VARON
NOMBRE Y APELLIDOS: Luisa Fernanda sinisterra Quiñónez
Materia: filosofía
Tema de álbum filosófico: otras caracterizaciones de Sócrates
Docente: emperatriz vielma balanta
Año lectivo: 2014
Introducción
2. Este proyecto fue desarrollado con el fin de dar a conocer que Sócrates fue un filósofo
reconocido y un gran investigador de la naturaleza que fue muy hábil embaucador en su
trabajo.
Otras caracterizaciones de Sócrates
Las características de Sócrates son:
Investigador de la naturaleza
3. Sofista hábil embaucador
Dice cosas sin sentido
Enseña a los jóvenes a confundir lo justo con lo injusto
Hombre bueno y sencillo
Ciudadano que defiende el pragmatismo
Intereses fundamentales y éticos
Sócrates era una persona que investigaba la naturaleza AEREA, ERA UN SOFISTA MUY
HABIL E EMBAUCADOR QUE ANDA EN LAS NUBES DICE COSAS SIN SENTIDO Y CONFUNDIA A
SUS ESTUDIANTES.
PLATÓN ERA UN DISCIPULO DE SÓCRATES Y LO PRESENTA COMO UN HOMBRE SENCILLO Y
BUENO Y QUE DEFIENDE EL PRAGMATISO, ARISTÓTELES TAMBIEN DIO OUNA OPINION DE
SÓCRATES QUE LOS INTERESES DE EL ERAN FUNDAMENTALES Y ÉTICOS.
BIOGRAFIAS DE FILOSOFOS
ARISTOFANES
Biografía
Vivió durante la Guerra del Peloponeso, época que coincide con
el esplendor del imperio ateniense y su consecuente derrota a
manos de Esparta. Sin embargo, también fue contemporáneo
del resurgimiento de la hegemonía ateniense a comienzos del
siglo IV a. C.
4. Leyendo a Aristófanes es posible hacerse una idea de las
intensas discusiones ideológicas (políticas, filosóficas,
económicas y literarias) en la Atenas de aquella época.
Su postura conservadora le llevó a defender la validez de los
tradicionales mitos religiosos y se mostró reacio ante
cualquier nueva doctrina filosófica. Especialmente conocida
es su animadversión hacia Sócrates, a quien en su comedia
Las nubes lo presenta como un demagogo dedicado a inculcar
todo tipo de insensateces en las mentes de los jóvenes. En el
terreno artístico tampoco se caracterizó por una actitud
innovadora; consideraba el teatro de Eurípides como una
degradación del teatro clásico.1
Obra[editar]
Desde su juventud escribió comedias. Se conservan once obras
suyas, desarrolladas con una estructura definida en la que
alternan el diálogo y el canto:
Los acarnienses, 425 a. C.
Los caballeros, 424 a. C.
Las nubes, 423 a. C. Una sátira contra los nuevos filósofos,
como Sócrates.
5. Las avispas, 422 a. C.
La paz, 421 a. C.
Las aves, 414 a. C. Una sátira del imperialismo ateniense.
Lisístrata, 411 a. C.
Las Tesmoforias, 411 a. C.
Las ranas, 405 a. C.
Las asambleístas, 392 a. C.
Pluto, 388 a. C.
Aristófanes presenta su primera comedia a un certamen
siendo tan joven que no la puede hacer con su nombre, esto es
más por una cuestión tradicional ya que era perfectamente
legal. Esta pieza, hoy desaparecida, se estrenó en el año 427 a.
C. y fue llamada Los convidados. Su segunda obra es Los
babilonios, y fue representada en 426 a. C. Esta comedia
tampoco ha llegado hasta nuestros días.
Miscelánea
En honor a Aristófanes se bautizó al asteroide 2934 con su
nombre.
El gesto obsceno de levantar el dedo corazón, que muchos
creeríamos contemporáneo, aparece ya en Las Nubes, escrita
cuatrocientos años antes de Cristo. En esa comedia un rústico
6. al que le hablan de un verso dáctilo (en griego, dedo) yergue
el mayor y pregunta: "¿Cuál...? ¿Éste?", con lo que
seguramente despertó las risas del público
JENOFONTE
Biografía[editar]
Nació en las cercanías de Atenas, en la región de Ática,
durante la segunda mitad del siglo V a. C., en el seno de una
familia acomodada. Su infancia y juventud transcurrieron
durante la Guerra del Peloponeso (431-404 a. C.), en la que
participó formando parte de las fuerzas ecuestres.
7. Recorrido de Jenofonte y la Expedición de los Diez Mil.
Fue discípulo de Sócrates y escribió diálogos inspirados en su
persona. Durante el gobierno de los Treinta Tiranos, Jenofonte
se unió a una expedición de mercenarios griegos a Persia
conocida como la Expedición de los Diez Mil, contratados por el
príncipe persa Ciro el Joven (con quien trabó amistad), que se
enfrentaba con su hermano mayor Artajerjes II, el rey de
Persia. A la muerte de Ciro en la batalla de Cunaxa, la
expedición quedó abandonada a su suerte, por lo que se tuvo
que abrir paso a través de 1.500 km de territorio hostil hasta
conseguir volver a Grecia.
El relato de Jenofonte sobre esta expedición lleva por nombre
Anábasis y es su obra más conocida. Alejandro Magno consultó
durante su invasión al Imperio aqueménida este excelente
escrito, que lo ayudó incluso a tomar serias decisiones en el
ataque y asedio a diferentes ciudades y fortificaciones.
8. Tras regresar a Grecia, Jenofonte entra al servicio del rey
espartano Agesilao II, que comandaba un cuerpo
expedicionario griego para proteger las ciudades griegas de
Asia Menor de los persas (396 a. C.).
Sin embargo, la alianza griega pronto se rompió y en el 394 a.
C. tuvo lugar la batalla de Coronea, en la que Esparta se
enfrentó a una coalición de ciudades griegas de la que
formaba parte Atenas. Jenofonte tomó parte en la batalla, al
servicio de Agesilao, por lo que fue desterrado de su patria.
En cualquier caso, los espartanos le distinguieron primero con
la proxenía (honores concedidos a un huésped extranjero) y
más tarde con una finca en territorio eleo, en Escilunte, cerca
de Olimpia, en la que comenzó a escribir parte de su prolífica
obra. Aquí se le unieron su esposa, Filesia, y sus hijos, los
cuales fueron educados en Esparta.
En el 371 a. C. se libró la batalla de Leuctra, tras la cual los
eleos recuperaron los territorios que les habían sido
arrebatados previamente por Esparta, y Jenofonte tuvo que
9. trasladarse a Corinto. Al tiempo, el poder emergente de Tebas
originó una nueva alianza espartano-ateniense contra Tebas,
por lo que le fue levantada la prohibición de volver a su
patria. Sin embargo, no hay evidencia de que Jenofonte
retornara a Atenas.
Jenofonte es considerado por algunos autores, entre ellos
Jacob Burckhardt, como partícipe de la idea del
panhelenismo, ya que, a pesar de su simpatía por Esparta en
detrimento de Atenas, apoyó la idea de unir políticamente
todas las polis griegas.
Obras
En sus obras se manifiesta hostil hacia la democracia
ateniense y se orienta hacia formas más autoritarias, como
las que conoció en Esparta y en Persia.
Históricas y biográficas
Anábasis
10. Ciropedia, una semblanza del rey persa Ciro II el Grande de
intención moralizante.
Helénicas, historia de la Guerra del Peloponeso que continúa la
obra inacabada de Tucídides.
Agesilao1
Sobre la constitución de los atenienses (Περὶ τῆς
Ἀθηναίων πολιτείας); obra en contra de la situación
política de Atenas.2
Obras socráticas y diálogos[editar]
Memorables3
Económico
El banquete4
Apología de Sócrates
Hierón5
Tratados menores[editar]
Sobre la caballería o Sobre la equitación, en el que sienta las
bases de la doma clásica.6
11. Hipárquico, sobre el oficial de caballería.7
Cinegético8
Ingresos9
La Constitución de los lacedemonios o La república de los
lacedemonios.10
Estilo
Como historiador, Jenofonte tiene notables defectos: no es
exhaustivo en la recogida de datos, es olvidadizo y margina
hechos de primera importancia. Cuenta las cosas desde su
propia perspectiva.
Sus escritos son un reportaje de sus propias experiencias en el
ejército. Su escritura es fresca, precisa, rápida, tan sólo
alterada por la longitud de algunos discursos.
La claridad y sencillez de sus escritos hicieron que ganara
multitud de lectores.
12. SÓCRATES
Biografía
Nació en la Antigua Atenas, donde vivió durante los dos
últimos tercios del siglo V a. C.,1 2 3 la época más espléndida
en la historia de su ciudad natal, y de toda la antigua Grecia.
Fue hijo de Sofronisco —motivo por el que en su juventud lo
llamaban Σωκράτης Σωφρονίσκου (Sōkrátēs
Sōfronískou, ‘Sócrates hijo de Sofronisco’)—, de profesión
cantero, y de Fainarate, comadrona, emparentados con
Arístides el Justo.
Según Plutarco, cuando Sócrates nació su padre recibió del
oráculo el consejo de dejar crecer a su hijo a su aire, sin
oponerse a su voluntad ni reprimirle sus impulsos.4 5 No
obstante, ni Jenofonte ni Platón mencionan esta intervención
del oráculo, lo que hace pensar que pueda ser una tradición
popular muy posterior.4
13. Desde muy joven, llamó la atención de los que lo rodeaban por
la agudeza de sus razonamientos y su facilidad de palabra,
además de la fina ironía con la que salpicaba sus tertulias
con los ciudadanos jóvenes aristocráticos de Atenas, a quienes
les preguntaba sobre su confianza en opiniones populares,
aunque muy a menudo él no les ofrecía ninguna enseñanza.
Tuvo por maestro al filósofo Arquelao quien lo introdujo en
las reflexiones sobre la física y la moral.[cita requerida]
Se casó con Xantipa (o Jantipa), que era de familia noble.
Según una tradición antigua, trataba muy mal al filósofo,
aunque en realidad Platón muestra, al narrar la muerte de
Sócrates en el Fedón, una relación normal e incluso buena
entre los dos.
Su inconformismo lo impulsó a oponerse a la ignorancia
popular y al conocimiento de los que se decían sabios, aunque
él mismo no se consideraba un sabio, aún cuando uno de sus
mejores amigos, Querefonte, le preguntó al oráculo de Delfos si
había alguien más sabio que Sócrates, y la Pitonisa le
14. contestó que no había ningún griego más sabio que él
(Apología 21a). Al escuchar lo sucedido, Sócrates dudó del
oráculo, y comenzó a buscar alguien más sabio que él entre los
personajes más renombrados de su época, pero se dio cuenta
de que en realidad creían saber más de lo que realmente
sabían. Filósofos, poetas y artistas, todos creían tener una
gran sabiduría, en cambio, Sócrates era consciente tanto de
la ignorancia que le rodeaba como de la suya propia. Esto lo
llevó a tratar de hacer pensar a la gente y hacerles ver el
conocimiento real que tenían sobre las cosas. Asumiendo una
postura de ignorancia, interrogaba a la gente para luego
poner en evidencia la incongruencia de sus afirmaciones; a
esto se le denominó «ironía socrática», la cual queda
expresada con su célebre frase «Solo sé que no sé nada» (Ἓν
οἶδα ὅτι οὐδὲν οἶδα, hèn oîda hóti oudèn oîda). Su más
grande mérito fue crear la mayéutica, método inductivo que
le permitía llevar a sus alumnos a la resolución de los
problemas que se planteaban por medio de hábiles preguntas
cuya lógica iluminaba el entendimiento. Según pensaba, el
conocimiento y el autodominio habrían de permitir restaurar
15. la relación entre el ser humano y la naturaleza.[cita
requerida]
La sabiduría de Sócrates no consiste en la simple acumulación
de conocimientos, sino en revisar los conocimientos que se
tienen y a partir de ahí construir conocimientos más sólidos.
Esto le convierte en una de las figuras más extraordinarias y
decisivas de toda la historia; representa la reacción contra el
relativismo y subjetivismo sofista, y es un singular ejemplo
de unidad entre teoría y conducta, entre pensamiento y
acción. A la vez, fue capaz de llevar tal unidad al plano del
conocimiento, al sostener que la virtud es conocimiento y el
vicio ignorancia.
El poder de su oratoria y su facultad de expresión pública
eran su fuerte para conseguir la atención de las personas.
16. Sócrates no escribió ninguna obra porque creía que cada uno
debía desarrollar sus propias ideas. Conocemos en parte sus
ideas desde los testimonios de sus discípulos: Platón,
Jenofonte, Aristipo y Antístenes, sobre todo. Tales
testimonios no son convergentes, por lo que no resulta fácil
conocer cuál fue el verdadero pensamiento de Sócrates.[cita
requerida]
Además de los discípulos mencionados, tuvo otros discípulos y
oyentes, entre los que pueden recordarse a Euclides de
Megara, Fedón de Elis y Esquines de Esfeto.
Muerte[editar]
El envenenamiento por cicuta era un método empleado
habitualmente por los griegos para ejecutar las sentencias de
pena de muerte. Sócrates fue juzgado y, declarado culpable,
cumplió esta pena en el año 399 a. C.
17. Murió a los 70 años de edad, aceptando serenamente esta
condena, método elegido por un tribunal que le juzgó por no
reconocer a los dioses atenienses y corromper a la juventud.
Según relata Platón en la Apología que dejó de su maestro,
éste pudo haber eludido la condena, gracias a los amigos que
aún conservaba, pero prefirió acatarla y morir.
A su muerte surgen las escuelas socráticas, la Academia
Platónica, las menores, dos de moral y dos de dialéctica, que
tuvieron en común la búsqueda de la virtud a través del
conocimiento de lo bueno.[cita requerida]
Platón no pudo asistir a los últimos instantes y éstos fueron
reconstituidos en el Fedón, según la narración de varios
discípulos. Aquí está el paso que describe los síntomas:
La muerte de Sócrates. Óleo de Jacques-Louis David de 1787.
18. Él paseó, y cuando dijo que le pesaban las piernas, se tendió
boca arriba, pues así se lo había aconsejado el individuo. Y al
mismo tiempo el que le había dado el veneno lo examinaba
cogiéndole de rato en rato los pies y las piernas, y luego,
apretándole con fuerza el pie, le preguntó si lo sentía, y él
dijo que no. Y después de esto hizo lo mismo con sus
pantorrillas, y ascendiendo de este modo nos dijo que se iba
quedando frío y rígido. Mientras lo tanteaba nos dijo que,
cuando eso le llegara al corazón, entonces se extinguiría.
Ya estaba casi fría la zona del vientre, cuando
descubriéndose, pues se había tapado, nos dijo, y fue lo
último que habló:
—Critón, le debemos un gallo a Asclepio. Así que págaselo y no
lo descuides.
—Así se hará, dijo Critón. Mira si quieres algo más.
Pero a esta pregunta ya no respondió, sino que al poco rato
tuvo un estremecimiento, y el hombre lo descubrió, y él tenía
rígida la mirada. Al verlo, Critón le cerró la boca y los ojos.
19. Este fue el fin, Equécrates, que tuvo nuestro amigo, el mejor
hombre, podemos decir nosotros, de los que entonces
conocimos, y, en modo muy destacado, el más inteligente y el
más justo.
FILOSOFOS IMPORTANTES
SOCRATES
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PLATON
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ARISTOFANES