La nitroglicerina tiene un efecto vasodilatador que relaja los músculos lisos vasculares, reduciendo la presión arterial y aumentando el flujo sanguíneo a los músculos cardíacos. Si se administra nitroglicerina, se recomienda un estricto monitoreo hemodinámico para evitar una caída excesiva de la presión arterial o una frecuencia cardíaca alta. Algunos efectos secundarios como cefalea e hipotensión pueden ocurrir pero mejoran al suspender la medicación.