San Martín le dio a su hija Merceditas 12 máximas para vivir que incluyen ser compasiva hacia todos los seres vivos, amar la verdad y odiar la mentira, respetar la propiedad ajena, guardar secretos, ser indulgente con todas las religiones, ser amable con los sirvientes, pobres y ancianos, hablar solo lo necesario, comportarse formalmente en la mesa, amar la limpieza y despreciar el lujo, e inspirar amor por la patria y la libertad.