Los japoneses lograron sus objetivos con el ataque a Pearl Harbor al poner fuera de combate temporalmente a la flota del Pacífico de Estados Unidos. Aunque los japoneses dañaron varios acorazados, dejaron intactos los portaaviones, submarinos, astilleros y tanques de combustible, que posteriormente resultarían ser armas clave de Estados Unidos contra Japón. Pearl Harbor pudo desempeñar su papel como importante base naval a pesar del ataque.