SlideShare uma empresa Scribd logo
1 de 10
Baixar para ler offline
VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis
14
Educación para un nuevo
humanismo
Encuentre este artículo en http://www.javeriana.edu.co/magis
Escrito por GUILLERMO HOYOS-VÁSQUEZ
Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar
Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia
ghoyos@javeriana.edu.co
Resumen
Se parte del tema de la responsabilidad social universitaria, evaluada muchas veces con base en indica-
dores, especialmente de pertinencia. Se advierten los peligros que esto conlleva para la educación en
general, si no se toma como punto de partida el sentido mismo de universidad y de educación, es decir,
si no se parte de la identidad propia de las instituciones educativas. Se sugiere, por tanto, volver a reto-
mar la discusión en torno a la formación humanista en los procesos educativos, para lo cual se analizan
muy brevemente la Carta sobre el humanismo, de Martin Heidegger; las Normas para el parque huma-
no, de Peter Sloterdijk; la Universidad sin condición, de Jacques Derrida y El cultivo de la humanidad, de
Martha Nussbaum. Se cierra el ensayo con la propuesta de Jürgen Habermas de una teoría comunicativa
de la educación para la ciudadanía.
Palabras clave autor
Ciudadanía, comunicación, humanismo, pertinencia, responsabilidad, Ciencia, Tecnología y Sociedad,
CTS.
Palabras clave descriptor
Responsabilidad social, pedagogía crítica, ciencia y civilización.
Education for a new humanism
Educação para um novo humanismo
Para citar este artículo | To cite this article | Para citar este artigo
Hoyos-Vásquez, G. (2009). Educación para un nuevo humanismo. magis, Revista Internacional de Investigación en Educación, 2, 425-433.
VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis
PÁGINA 426
Abstract
Our starting point is university’s social responsibility, many times assessed
using indicators of applicability. We are warning the danger it entails for
education in general, if we do not take as departure point the very same
meaning of university and education, namely, if we do not start from their
own identities. We suggest, thus, to retake the discussion around human-
ist education in education processes, for which we analyze very briefly Let-
ter on humanism by Martin Heidegger; Rules for the human park by Peter
Sloterdijk; The University without condition by Jacques Derrida and Culti-
vating humanity by Martha Nussbaum. The essay closes with the theory of
communicative action of citizenship education by Jürgen Habermas.Pr
Key words author
Citizenship,
communication,
humanism, applicability,
responsibility, Science,
Technology and Society,
STS.
Key word plus
Social responsibility, critical
pedagogy, science and
civilization.
Resumo
Parte-se do tema da responsabilidade social universitária, avaliada muitas
vezes com base em indicadores, especialmente de pertinência. Advertem-
se os perigos que isto implica para a educação em geral, se não se toma
como ponto de partida o sentido mesmo de universidade e de educação,
ou seja, se não se parte da identidade própria das instituições educativas.
Sugere-se, portanto, voltar a retomar a discussão em torno à formação
humanista nos processos educativos, para o qual se analisam brevemente
a Carta sobre o humanismo, de Martin Heidegger; as Normas para o par-
que humano, de Peter Sloterdijk; a Universidade sem condição, de Jacques
Derrida e O cultivo da humanidade, de Martha Nussbaum. Fecha-se o en-
saio com a proposta de Jürgen Habermas de uma teoria comunicativa da
educação para a cidadania.
Palavras-chave
Cidadania, comunicação,
humanismo, pertinência,
responsabilidade, Ciência,
Tecnologia e Sociedade,
CTS.
Palavras-chave
descritor
Responsabilidade Social,
Pedagogia crítica, Ciência e
civilização.
Educaciónparaunnuevohumanismomagis
PÁGINA 427
Quiero1
comenzar citando un recuadro de una reciente edición de
la revista Semana: La responsabilidad social les llega a los abogados. “La
responsabilidad social ha evolucionado. Ya no es mera filantropía, como
se pensaba en el pasado, sino una práctica interna y externa de las em-
presas con la que buscan darle un valor agregado al negocio y hacerlo
sostenible en sus dimensiones económica, ambiental y social. Eso lo tiene
claro Sandra Sarria, una abogada de la Universidad Javeriana que dirige el
área de Responsabilidad Social Empresarial de la firma Rodríguez-Azuero
Abogados, una de las primeras en el país que desarrolla a fondo esta ini-
ciativa. ‘Lo más importante no es qué hacen las empresas, sino cómo lo
hacen’, afirma Sandra, quien reconoce que cada empresa debe tener como
prioridad ser socialmente responsable en toda su estructura para construir
relaciones armónicas entre sus diversos grupos de interés que generen una
mayor rentabilidad económica y un mayor beneficio social. Según la abogada,
la responsabilidad social empresarial es el tema del futuro” (Semana, 2009,
1397, p. 56).
No sé si al leer esto les pasa a muchos lo que a mí, cuando lo leí por
primera vez: ¿cómo así que apenas ahora se enteran nada menos que los
abogados de su responsabilidad social? ¿O necesitaban, como lo dice la
experta de la Universidad Javeriana, llegar a descubrir que se trata de un valor
agregado al negocio que lo hace sostenible en sus dimensiones económica,
ambiental y social (¡ojo al orden!), de suerte que se priorice el tema, pues-
to que es el tema del futuro? Y nos faltan naturalmente los códigos de
responsabilidad social de los arquitectos y politólogos y de muchas otras
profesiones, aunque ya lo tienen los médicos y los comunicadores.
No hace mucho el tema de la responsabilidad social se ha aplicado
a la universidad misma (Hoyos, 2009). Esto ha contribuido a acentuar la
sospecha de que ésta se ha ido convirtiendo gradualmente en empresa,
en el mejor de los casos quizá sólo en ‘empresa del conocimiento’. Pero
ciertamente es un síntoma de que la universidad está perdiendo su identi-
dad, cuando gentes de buena voluntad creen que hay que preguntar por
el sentido de su responsabilidad social en cierta especie de emergencia
terapéutica (Taylor, 2007, p. 618-623). La responsabilidad social es de la
universidad misma, de su identidad, ya que todo el proceso educativo debe
estar orientado a la formación ciudadana, de la cual se sigue todo sentido
de responsabilidad en la sociedad. Esto naturalmente tiene sus condicio-
nes, que no pueden ser tomadas como obvias, evidentes, en el sentido de
que no haya que explicitarlas. No todo sentido de educación y toda idea de
universidad dan lo mismo (Hoyos, Serna & Gutiérrez, 2007; Hoyos, 2008).
Por tanto, no creemos que la universidad en cuanto tal tenga que
aprender responsabilidad social, por ejemplo, de la religión o de la política, y
menos aún de la administración. Recientemente, parece que el indicador rei-
na de la responsabilidad social universitaria y en general de la educación es
pertinencia. Es el eufemismo para no decir su funcionalidad, en otros tiem-
pos para la industria militar y el desarrollo de la productividad, luego para la
seguridad nacional, ahora naturalmente para la seguridad democrática.
En sus famosas conferencias radiales de los años 60 en Frankfurt bajo
el título genérico ¿Para qué todavía filosofía?, Theodor Adorno sustentó
la tesis de que la filosofía cuanto más inútil tanto más filosofía (Adorno,
1972; Habermas, 1971). No sólo la filosofía, la educación en general y la
universidad especialmente deben ser impertinentes y cuanto más imper-
tinentes tanto más críticas y tanto más abiertas a la utopía. La teología, la
1
	 Recojo en este texto algunas de las ideas expuestas en la Lectio inauguralis del primer semestre
de 2009 en la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana.
VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis
PÁGINA 428
psicología, las ciencias sociales y el derecho han de ser
impertinentes, si quieren ser responsables con una so-
ciedad que espera precisamente de la educación aná-
lisis críticos, propuestas de cambio, compromiso con
aquello que nos falta en un horizonte de utopía, de
acuerdo con lo planteado recientemente por Jürgen
Habermas en Una conciencia de lo que falta (Reder &
Schmidt (Hrsg.), 2008), un librito que recoge la recien-
te discusión sobre filosofía de la religión en esta socie-
dad postsecular, entre el filósofo alemán y jesuitas de
la Facultad de Filosofía de Munich.
Pero no, se sigue insistiendo en la pertinencia, la
que garantice sostenibilidad: sostenibilidad del mode-
lo económico que hace crisis, sin que las escuelas de
economía se inmuten; sostenibilidad de la guerra, sin
que las ciencias políticas y jurídicas se den por aludi-
das. Y si la universidad se manifiesta impertinente pa-
rece justificarse su intervención por parte de la fuerza
pública, si no se pasa directamente a deslegitimar la
misión de los intelectuales cuando no son pertinentes,
como lo manifiestan los gobiernos autocráticos o lo
añoran intelectuales de derecha en su maridaje con
los tiranos.
Frente a las exigencias de pertinencia a las uni-
versidades, es necesario que ellas recuperen primero
su identidad para poder realizar su proyecto en el hori-
zonte de la utopía y de la crítica. Para ello, fomentarán
las ciencias del espíritu, se ocuparán de los problemas
más relevantes de la sociedad, en especial de los de-
rechos humanos tanto civiles y políticos, como ma-
teriales. Así podrán constituir el sentido mismo de la
responsabilidad social como tarea para la sociedad ci-
vil, para sus estamentos y sus egresados, partiendo de
las famosas preguntas de Immanuel Kant: ¿Qué puedo
conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me es permitido es-
perar? ¿Qué es el hombre? (Kant, 1978, p. A805; Tu-
gendhat, 2008, p. 19).
Lo primero que debería resolverse al preguntar
por la responsabilidad social es si la universidad ac-
tual puede todavía y está dispuesta a comprender este
vocabulario. Me temo que las condiciones para la pro-
ducción actual de conocimientos y en especial para la
formación de personas responsables socialmente no
son lo suficientemente propicias a este tipo de filoso-
fía de la educación. Porque si bien, por ejemplo, las
recientes declaraciones de la Conferencia regional de
educación superior en América Latina y el Caribe, ce-
lebrada en 2008 en Cartagena, reconocen que en la
región “se necesita una educación que contribuya efi-
cazmente a la convivencia democrática, a la tolerancia
y a promover un espíritu de solidaridad y de coope-
ración que construya la identidad continental”, y así
reivindiquen “el carácter humanista de la Educación
Superior, en función del cual ella debe estar orienta-
da a la formación integral de personas, ciudadanos y
profesionales, capaces de abordar con responsabilidad
ética, social y ambiental los múltiples retos implicados
en el desarrollo endógeno y la integración de nuestros
países, y participar activa, crítica y constructivamente
en la sociedad”; creo que, a pesar de todo ello, la con-
cepción de la ciencia y la tecnología en Colombia sigue
siendo reduccionista, en el sentido más tradicional del
positivismo científico.
Quiero sustentar esta afirmación recurriendo a la
reciente Ley 1286 del 23 de enero de 2009, por la cual
se transforma a Colciencias en Departamento Admi-
nistrativo y se fortalece el Sistema Nacional de Ciencia,
Tecnología e Innovación en Colombia. Ya desde el Ar-
tículo 1º en las disposiciones generales se define el ob-
jetivo general de la ley: “fortalecer el Sistema Nacional
de Ciencia y Tecnología y a Colciencias para lograr un
modelo productivo sustentado en la ciencia, la tecno-
logía y la innovación, para darles valor agregado a los
productos y servicios de nuestra economía y propiciar
el desarrollo productivo y una nueva industria nacio-
nal”. Se ha perdido por completo el sentido de los pro-
gramas de Ciencia, Tecnología y Sociedad, CTS, con
los cuales se identificaba Colciencias no hace mucho,
programas de reconocida tradición no sólo anglosajo-
na, sino también para quienes pensamos en español
(López-Cerezo, González-García & Luján, 1996; López-
Cerezo & Sánchez-Ron, 2001) y en lusitano (Dagnino,
2008).
Y la diferencia entre CTeI, Ciencia, Tecnología
e Innovación, y CTS, Ciencia, Tecnología y Sociedad,
queda consignada en toda la ley que constituye el nue-
vo Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innova-
ción, liderado por Colciencias, a la que se le perdió la
S. Tomo casi al azar dos numerales de la misma: uno
de sus objetivos específicos de la ley será “orientar el
fomento de actividades científicas, tecnológicas y de
innovación hacia el mejoramiento de la competitividad
en el marco del Sistema Nacional de Competividad”.
De acuerdo con estos objetivos, uno de los principales
propósitos de esta novedosa política de Ciencia, Tec-
nología e Innovación será “Incorporar la investigación
científica, el desarrollo tecnológico y la innovación a
los procesos productivos, para incrementar la produc-
tividad y la competitividad que requiere el aparato pro-
ductivo nacional”. Más adelante, quedará claro lo que,
desde un nuevo humanismo, puede llegar a significar
la sublimación de la competitividad en educación.
La ausencia vergonzante de la sociedad en el
corazón mismo de la política de ciencia y tecnología
apenas les alcanzó a los autores de la ley para recor-
darse en el Capítulo V, el último, el de las Disposiciones
Varias del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e
Innovación, SNCTI, como en una especie de cuarto de
San Alejo para formular, antes del artículo dedicado
a la vigencia y derogatorias, este producto de cierta
Educaciónparaunnuevohumanismomagis
PÁGINA 429
“misericordia hermenéutica”: Artículo 34. Ciencia,
Tecnología e Innovación en el Ámbito Social. Las cien-
cias sociales serán objeto específico de la investigación
científica y recibirán apoyo directo para su realización.
La implementación de esta concepción lineal
y reduccionista del conocimiento, de la investigación y
del saber y la educación en general ya ha comenzado.
El Documento CONPES 3582 del Consejo Nacional de
Política Económica y Social ha fijado ya la Política Na-
cional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Allí ya se
definen la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTeI)
con base en actividades de ciencia, tecnología e inno-
vación (ACTI) por parte de los agentes que componen
el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innova-
ción (SNCTI). Es casi una ironía, si la S en CTS, ciencia,
tecnología y sociedad, fuera sólo una etiqueta, el que
ahora reaparece la S pero para el sistema, naturalmen-
te no en el sentido de la teoría de sistemas de Niklas
Luhmann, para quien la sociedad antes que todo es
la “sociedad de la sociedad” (die Gesellschaft der Ge-
sellschaft) (Luhmann, 1998), como lo enfatizan tanto
el epígrafe del primero de los dos tomos de esta obra:
Id quod per aliud non potest concipi, per se concipi
debet (Lo que no puede ser concebido por medio de
otro ser, debe ser concebido por sí mismo) (Spinoza,
Ethica I, Axiomata II), como también las primeras líneas
de su Introducción: “Al ser recibido en la Facultad de
Sociología de la Universidad de Bielefeld, fundada en
1969, me encontré confrontado con la exigencia de pre-
sentar proyectos de investigación en los que trabajara.
Mi proyecto rezaba entonces y hasta ahora: Teoría de
la Sociedad; duración: 30 años; costos: ninguno. Las
dificultades del proyecto, en lo que a su duración se
refiere, se calcularon realísticamente. La situación de la
bibliografía en la sociología ofrecía en aquel entonces
pocos puntos de apoyo para considerar un tal proyec-
to como posible. Y esto, en último término, incluso
porque la ambición de una teoría de la sociedad es-
taba entonces bloqueada por anticipaciones neomar-
xistas”.
Para mostrar que la S que venimos reclamando
es más que una etiqueta, quiero en una segunda par-
te analizar si la universidad puede recobrar su iden-
tidad reconociendo en tiempos de secularización su
compromiso con un nuevo humanismo.2
Y hablo de
nuevo humanismo, porque estoy consciente de que el
término goza de mala fama en varios ambientes y por
diversas razones. Científicos serios sospechan que con
humanismo se quiere volver al tradicionalismo propio
de modelos educativos rancios y de menos calidad.
2
	 Quiero remitir a los lectores a dos trabajos míos recientes en torno al
tema de la filosofía de la educación: mi introducción al Volumen 29 de
la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía (Hoyos, 2008) y el colec-
tivo con los Borradores para una filosofía de la educación (Hoyos et
al., 2007).
Religiones de diversa procedencia temen que el nuevo
humanismo excluya toda visión de trascendencia y fije
sus objetivos en el fortalecimiento de un sujeto auto-
suficiente, no creyente. Queremos con la denotación
nuevo buscar un humanismo que reconozca el valor
de la ciencia, la técnica y la tecnología sin absoluti-
zarlas y valore la formación de la persona en un ho-
rizonte de trascendencia en el que como creyente o
no creyente (Taylor, 2007) sepa comprometerse ética
y políticamente con el bien común y con la sociedad
como un todo.
En su Carta sobre el humanismo, Martin Heidegger
en 1946, inmediatamente después de la guerra, critica
toda forma de humanismo, en especial el cristiano, el
marxista y el existencialista, por pretender dar razón
de la existencia humana, sin tener en cuenta el sen-
tido mismo del existir (Dasein), como diferente del de
realidad de los entes en el mundo. No podemos acudir
a humanismos que hablan del hombre desde fuera y
hacen de la educación una actividad instrumental para
lograr determinadas metas, mucho menos las que
sean fijadas por criterios funcionales en el ámbito de la
economía o de la política. Para mostrar lo que estamos
discutiendo, Heidegger acude a una metáfora, suge-
rida por la nostalgia de la filosofía de ser reconocida
como ciencia, con lo cual se ubica también en cuan-
to paideia, como estudios científicos de la educación,
fuera de su elemento. “Se juzga al pensar según una
medida que le es inadecuada. Este juzgamiento se ase-
meja al procedimiento que intenta aquilatar la esencia
y virtud del pez en vista del tiempo y modo en que es
capaz de vivir en lo seco de la tierra. Hace tiempo, hace
demasiado tiempo, que el pensar está en lo seco. ¿Se
puede pues llamar “irracionalismo” al empeño por re-
conducir el pensar a su elemento?” (Heidegger, 1981,
p. 67).
El pensar está en lo seco. Un sentido de edu-
cación reduccionista orientado sólo a la ciencia, la
técnica y la innovación, ignorando los fundamentos
culturales de la paideia ubica la educación en lo seco,
la mide por resultados, por indicadores de pertinencia
y por competitividad en el ámbito de las destrezas. Es
necesario, por tanto, retornar la educación a su ele-
mento, así parezca irracionalismo apreciarla a partir
de la intersubjetividad del comprender, de su apertura
a las diversas opiniones y a un humanismo que reco-
nozca otras culturas en su diferencia como diferentes.
Sólo entonces tiene sentido hablar de objetividad del
saber a partir del diálogo, la argumentación y la inter-
culturalidad.
Pero cuando Heidegger explica el sentido del
existir insiste en una visión unilateral del ser humano
al pensarlo en la vecindad del ser y no en la vecindad
del otro, en la cual se nos da la comprensión intercul-
tural del mundo. Este vacío de intersubjetividad es el
VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis
PÁGINA 430
que aprovecha Peter Sloterdijk en su ensayo de 1999,
Normas para el parque humano. Respuesta a la Car-
ta sobre el humanismo de Martín Heidegger; allí hace
suyo el veredicto del fin del humanismo, aunque por
razones muy distintas a las del autor de Ser y Tiempo.
Más aún: su crítica estaba destinada a mostrar el fra-
caso de los valores de la Ilustración y de todo intento
de reconstruirlos en cualquier tipo de paradigma que
no fuere el de las ciencias.
Sloterdijk sabe diferenciar entre los aciertos del
autor de la Carta sobre el humanismo, en desacreditar
a los diversos tipos de humanismo: “¿Qué amansará al
hombre humano, si fracasa el humanismo como escuela
de domesticación del hombre? ¿Qué amansará al ser hu-
mano, si hasta ahora sus esfuerzos por autodomesticarse
a lo único que en realidad y ante todo lo han llevado es a
la conquista del poder sobre todo lo existente?” (Sloterdi-
jk, 2001, p. 53). La respuesta a estas preguntas debería
cuestionar radicalmente –es la tesis de Sloterdijk– la idea
de educación de la especie humana con base en moralis-
mos tradicionales, de los cuales sólo queda el descrédito
de la ciencia y la tecnología, negando toda posibilidad de
reivindicar ciertos recursos cognitivos como triunfo del
espíritu humano y como forma de habitar racionalmente
el hombre la tierra.
Pero Sloterdijk parece querer ir más allá al ins-
pirarse en lo que ya sugirió Friedrich Nietzsche: el
problema podría solucionarse en clave de crianza y
selección. Y esta figura lo lleva a ofrecer una alterna-
tiva cientifista a la educación humanista. El remedio,
parece sugerirlo el autor de las Normas para el parque
humano, consiste en que en el presente contamos con
la maravilla de la tecnología genética. “Podemos crear
una antropotécnica que sí logre la domesticación, o
sea, los propósitos fallidos del humanismo literario. Se
trataría de reemplazar la literatura por la tecnología.
Sustituir la ética por la genética” (González, 2005, p.
205).
De esta manera, tanto Heidegger como su críti-
co Sloterdijk están esquivando el verdadero problema
del humanismo en la sociedad contemporánea. Una
lectura alternativa del humanismo, apoyándose sobre
todo en su versión latina y renacentista, nos propor-
ciona posibilidades de crítica al reduccionismo de la
ciencia y la técnica y a cierto racionalismo de las huma-
nidades en la tradición del idealismo alemán. Se trata
de la defensa del humanismo de Ernesto Grassi en sus
ensayos en torno a Heidegger y el problema del huma-
nismo (2006) y en su libro dedicado al mismo Martin
Heidegger, su maestro, La filosofía del humanismo.
Preeminencia de la palabra (1993). Allí se rescata una
tradición que Heidegger parece ignorar: la del huma-
nismo latino, originada en Cicerón y los estoicos, la del
renacimiento, Dante Alighieri, Giambattista Vico, Juan
Luis Vives y Baltasar Gracián, la literatura, la poesía, la
metáfora como teología y la teología como metáfora.
Se trata de una propuesta muy semejante a la de las
cartas Sobre la educación estética del hombre, de Frie-
drich Schiller.
El nuevo humanismo que estamos buscando es
el de la Universidad sin condición (gracias a las “huma-
nidades”), en el sentido propuesto por Jacques Derrida
en Stanford en abril de 1998 y de nuevo en Frankfurt
en 2000 y en Murcia un año después. Allí dijo que
la universidad del futuro debería ser totalmente libre:
en ella no debería obstaculizarse de ninguna forma la
investigación. Y enfatizó: de lo que se trata en última
instancia en la universidad es de la verdad; y hablaba
especialmente de las ciencias del espíritu: Las pregun-
tas orientadoras que habría que considerar en esta
universidad deberían ser, por ejemplo, las preguntas
por los derechos humanos, la diferencia de género o
el racismo. En esta universidad, hay que trabajar filo-
sóficamente. Se desean análisis de conceptos, pero
también resistencia. Una universidad libre es también
una universidad sin poder; la universidad se comporta
con respecto al poder como un extraño. Finalmente, la
verdadera universidad debería ser un lugar donde lo
impredecible pudiera volverse acontecimiento.
Se hace pues necesario rescatar un paradigma
humanista para la educación contemporánea, pero to-
mando el humanismo en su forma más amplia y com-
pleja como propósito y como programa. No es otro el
objetivo del nuevo doctorado en ciencias sociales y hu-
manas de la Pontificia Universidad Javeriana. El riesgo
de un paradigma cientifista para la educación contem-
poránea ha sido señalado por Richard Smith, profesor
de la Universidad de Durham en el Reino Unido, en su
ensayo Abstracción y finitud: educación, azar y demo-
cracia (Smith, 2006, p. 19-35). Allí critica el grado de
abstracción en el que ha caído la educación al poner
todo su empeño en una especie de formación edípica
para la perfección, la pertinencia y la competitividad,
olvidando la tragedia del Edipo de Sófocles, ciego ante
todo lo que significa la contingencia y finitud de lo hu-
mano. La paideia tendría que recordarnos que la edu-
cación antes de ser sólo para el éxito, es para la vida en
sociedad, para la constitución de ciudadanía y para el
entendimiento entre las culturas. Esta propuesta parte
de una crítica al así llamado positivismo científico en
el que no sólo las ciencias de la naturaleza ignoran
un sentido de responsabilidad propio de las relaciones
entre ciencia, tecnología y sociedad, sino también las
ciencias sociales se han positivizado en aras de la me-
todología empírico-analítica, perdiendo de vista el ho-
rizonte teleológico (Hoyos, 1976) que las faculta para
hablar de la humanidad y del ser humano concreto en
términos de fin y no sólo de medios.
En la conclusión, Smith opta por un paradigma
humanista de la educación en términos de formación
Educaciónparaunnuevohumanismomagis
PÁGINA 431
para la democracia: “una cultura racional, calculadora
y utilitaria, que asocia valor con elección y satisfacción
mensurable de preferencias, obsesionada por el con-
trol y la rendición de cuentas, cuyos rituales más signi-
ficativos parecen ser los de verificación…, diríase que
está necesitada de algo así como el mito o la tragedia
que le hiciese ver la posibilidad de un orden diferente
de las cosas, y le recordase la contingencia y finitud de
los asuntos humanos. Porque la democracia… puede
ser provechosamente entendida como la manifestación
pública de la situación individual de la adolescencia, un
tiempo de posibilidades bajo presión del consentimiento
para hacerlas realidad”. Es decir, una de las caracterís-
ticas más vívidas y significativas de la democracia no es
su capacidad de llevar al máximo ninguna condición
particular, tal como la libertad o la felicidad individual.
No se trata de una democracia formal, que en muchas
naciones de Occidente amenaza con volverse fetiche.
Es más bien la educación para la ciudadanía que cons-
tituye la disposición “para permitir a una sociedad mo-
verse en las encrucijadas, preguntándose cuál de sus
jóvenes aspiraciones desea realizar. Y eso, diría yo, no
es simplemente un proceso racional, y menos todavía
uno aprendido. Es uno que nos requiere escuchar otras
voces, en un lenguaje más antiguo y menos abstracto.
Si Edipo hubiera esperado y escuchado de esta manera
en su ‘encrucijada’, le hubiera ido mejor. Y, claro, en-
tonces tendríamos un recordatorio de la contingencia
y de la finitud; pero el mito y la tragedia tienen muchos
otros” (Smith, 2006, p. 34-35).
Esta crítica a una educación que ignora los re-
cursos del humanismo de Occidente y desprecia todo
proyecto de educación en valores (Hoyos, 2004), es
también la que inspira, a partir de la tradición huma-
nista griega y latina, a Martha Nussbaum en su estudio
acerca de la situación actual de las humanidades en la
educación superior en Norteamérica. Sus cuatro pro-
puestas para El cultivo de la humanidad nos ayudan a
construir un paradigma intermedio entre los extremos
de un humanismo abstracto, basado en la compren-
sión del existir en la cercanía del ser, y un sentido de
educación con base sólo en la ciencia y la tecnología.
En Las nubes, la gran comedia de Aristófanes, encuen-
tra ya la contradicción entre una concepción tradicio-
nalista a ultranza de educación y una basada en el
diálogo socrático: “la habilidad para un examen crítico
de uno mismo y de las propias tradiciones, que nos
permita experimentar lo que podríamos llamar vida
examinada” (Nussbaum, 2005, p. 28).
Una segunda capacidad para el cultivo de la hu-
manidad nos lleva a vernos “no sólo como ciudadanos
pertenecientes a alguna región o grupo, sino también,
y sobre todo, como seres humanos vinculados a los
demás seres humanos por lazos de reconocimiento y
mutua preocupación. El mundo a nuestro alrededor es
ineludiblemente internacional” (Nussbaum, 2005:29).
Somos ciudadanos del mundo (Cortina, 1997).
La tercera característica es motivada por la limi-
tación de un conocimiento basado sólo en la razón, en
la reflexión sobre lo factual, lo cual lleva al desarrollo
de “la destreza que debe poseer el ciudadano… como
imaginación narrativa. Esto significa la capacidad de
pensar cómo sería estar en el lugar de otra persona,
ser un lector inteligente de la historia de esa persona,
y comprender las emociones, deseos y anhelos que al-
guien así pudiera experimentar” (Nussbaum, 2005:30).
Se trata de reconocer el valor fundamental de la di-
mensión estética en la formación, la importancia de la
literatura para la sensibilidad moral, para el reconoci-
miento de la finitud y de la necesidad de comprender
otras culturas y aprender de ellas. Finalmente, la ciu-
dadanía cosmopolita necesita de los saberes desarro-
llados en las ciencias sociales y humanas en general,
y especialmente de la economía política (Nussbaum,
2005, p. 30). Ésta última ayudará a comprender por
qué sin derechos humanos fundamentales, econó-
micos, sociales y culturales, la idea de ciudadanía es
abstracta, no es incluyente, con lo cual tampoco es
posible una democracia en la que todos los ciudada-
nos puedan desarrollar sus capacidades.
Todos los testimonios citados nos permiten pen-
sar que el proyecto de una educación para un nuevo
humanismo es realizable, si se profundiza en la es-
tructura esencialmente comunicacional de todo pro-
ceso formativo: la educación, como comunicación,
enriquece significativamente nuestras relaciones con
otros grupos sociales y con otras naciones, a partir de
lo cual se pueden desarrollar y validar las más diver-
sas actividades para el entendimiento intercultural y
la constitución de ciudadanía desde un punto de vista
cosmopolita.
“Ciencias de la discusión” (Habermas, 1995) ca-
lificó hace mucho Jürgen Habermas a las ciencias so-
ciales y humanas para distinguirlas de las así llamadas
“ciencias positivas”. Con ello, quiso enfatizar lo comu-
nicativo de este tipo de saberes. Su punto de partida
es un cambio de paradigma, que me saca de la filo-
sofía de la reflexión en el diálogo del alma consigo
misma y me reinstala en el mundo de la vida, lugar
de la sociedad civil y de la interacción con los demás.
Es allí, en el comprender al otro como diferente en su
diferencia y por tanto como interlocutor válido, donde
se va conformando una ética de mínimos a partir de los
máximos de las diversas culturas en un diálogo inter-
cultural que rescata no sólo el valor de la tolerancia,
sino su fundamento mismo en el principio ontológico
del pluralismo. Es el ethos de la Universidad (Hoyos,
1998), asumido como principio de la educación para
un nuevo humanismo.
VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis
PÁGINA 432
Sobre el autor
Guillermo Hoyos-Vásquez, Doctor en Filosofía por la Universidad de Colonia
en Alemania (1973). Profesor de Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia
(1975-2000). Director del Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar de la
Pontificia Universidad Javeriana desde 2000. Entre 1995 y 1998, miembro de la
Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías de Colombia y entre 2000 y 2005,
miembro del Consejo Nacional de Acreditación, CNA, de la calidad de la educación
superior de Colombia. Miembro del Comité Académico de la Enciclopedia Ibero-
americana de Filosofía, EIAF, y coordinador del Volumen “Filosofía de la Educación”.
Autor, entre otros, de Intentionalität als Verantwortung. Geschichsteleologie und
Teleologie der Intentionalität bei Husserl. Phaenomenologica 67, M. Nijhoff, Den
Haag, 1976; Los intereses de la vida cotidiana y las ciencias, Universidad Nacional de
Colombia, Bogotá, 1986; (con Julián Serna y Elio Fabio Gutiérrez), Borradores para
una filosofía de la educación, Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 2007.
Referencias
Adorno, Theodor W. (1972). Filosofía y superstición. Madrid: Alianza/
Taurus, pp. 9-25.
Congreso de la República de Colombia (2009). Ley 1286. Diario Oficial, No.
47241 (enero 23 de 2009).
Consejo Nacional de Política Económica y Social, Conpes (2009, 27 de
abril). Documento Conpes 3582. Departamento Nacional de Planea-
ción, República de Colombia, DNP. Política Nacional de Ciencia, Tec-
nología e Innovación.
Cortina, Adela (1997). Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciu-
dadanía. Madrid: Alianza.
Dagnino, Renato (2008). Neutralidade da ciência e determinismo tecnoló-
gico. Campinas, São Paulo: Editora da Unicamp, Universidade Esta-
dual de Campinas.
Declaración de la Conferencia Regional de Educación Superior en Amé-
rica Latina y el Caribe (2008). Conferencia Regional de Educación
Superior de América Latina y el Caribe (CRES), 4-6 de junio de 2008.
Cartagena de Indias, Colombia. Disponible en: www.cres2008.
com/2008/06/declaracin-cres2008.html.
Derrida, Jacques (2003). Universidad sin condición. Madrid: Trotta.
González, Juliana (2005). Genoma humano y dignidad humana. Barcelona:
Anthropos/UNAM, Universidad Nacional Autónoma de México.
Grassi, Ernesto (1993). La filosofía del humanismo. Preeminencia de la pa-
labra. Barcelona: Anthropos.
Grassi, Ernesto (2006). Heidegger y el problema del humanismo. Barcelo-
na: Anthropos.
Habermas, Jürgen (1971). Wozu noch Philosophie? Philosophisch-politische
Profile. Frankfurt am Main: Suhrkamp, Verlag, pp. 11-36.
Habermas, Jürgen (1995). Sobre la situación de las ciencias sociales y cien-
cias humanas (Geisteswissenschaften) en Alemania. Una mirada a su
evolución en la postguerra. Diálogo Científico, 4, (½). Tübingen: Ins-
tituto de Colaboración Científica, pp. 11-21.
Heidegger, Martin (1981). Carta sobre el humanismo. Buenos Aires: Edi-
ciones del 80.
Hoyos, Guillermo (1976). Intentionalität als Verantwortung. Geschichste-
leologie und Teleologie der Intentionalität bei Husserl. Phaenomeno-
logica 67. Den Haag: M. Nijhoff.
Educaciónparaunnuevohumanismomagis
PÁGINA 433
Hoyos, Guillermo (1998). El ethos de la universidad. UIS-Humanidades, 27 (1),
Bucaramanga, pp. 13-23.
Hoyos, Guillermo (2004). Ética y educación en valores. En Miquel Martínez
& Guillermo Hoyos. ¿Qué significa educar en valores hoy? Barcelo-
na: Octaedro-OEI, Organización de Estados Iberoamericanos para la
Educación, la Ciencia y la Cultura, pp. 45-75.
Hoyos, Guillermo (2008). Presentación a varios autores. En Filosofía de la
educación. Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, EIAF, volumen
29. Madrid: Trotta.
Hoyos, Guillermo (2009). Responsabilidad social universitaria: autonomía,
acreditación, “accountability”. RS. Responsabilidad Sostenibilidad,
marzo. Bogotá: Gatos Gemelos Comunicación, pp. 28-29.
Hoyos, Guillermo, Serna, Julián & Gutiérrez, Elio Fabio (2007). Borradores
para una filosofía de la educación. Bogotá: Siglo del Hombre Edito-
res.
Kant, Immanuel (1978). Crítica de la razón pura. (Prólogo, traducción, no-
tas e índices de Pedro Ribas). Madrid: Alfaguara.
La responsabilidad social les llega a los abogados (2009, 9 de febrero).
Revista Semana, 1397, pp. 56.
López-Cerezo, José Antonio, González-García, Marta Isabel & Luján, José
Luis (1996). Ciencia, tecnología y sociedad: una introducción al estu-
dio social de la ciencia y la tecnología. Madrid: Tecnos.
López-Cerezo, José Antonio & Sánchez-Ron, José Manuel (eds.) (2001).
Ciencia, Tecnología, Sociedad y Cultura en el cambio de siglo. Ma-
drid: Biblioteca Nueva.
Luhmann, Niklas (1998). Die Gesellschaft der Gesellschaft (La sociedad de
la sociedad). Frankfurt am Main: Suhrkamp.
Nussbaum, Martha C. (2005). El cultivo de la humanidad. Una defensa clá-
sica de la reforma en la educación liberal. Barcelona: Paidós.
Reder, Michael & Schmidt, Josef (Hrsg.) (2008). Ein bewusstsein von dem,
was fehlt. Eine diskussion mit Jürgen Habermas. Frankfurt am Main:
Surhkamp.
Schiller, Friedrich (1968). La educación estética del hombre. Madrid: Espasa
Calpe.
Smith, Richard (2006). Abstraction and finitude: education, chance and
democracy. Studies in Philosophy and Education, 25, 1-2 / March, pp.
19-35. (Traducción al español de Laura Galera, disponible en: http://
www.dur.ac.uk/r.d.smith/absfinsp.html).
Taylor, Charles (2007). A secular age. Cambridge, Massachusetts and Lon-
don, England: The Belknap Press of Harvard University Press.
Tugendhat, Ernst (2008). Antropología como filosofía primera. En Antro-
pología en vez de metafísica. Barcelona: Gedisa, pp. 17-36.
VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis
PÁGINA 434

Mais conteúdo relacionado

Mais procurados

Hannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves Loja
Hannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves LojaHannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves Loja
Hannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves Lojaeraser Juan José Calderón
 
Mitos, estereotipos y arquetipos en los mc
Mitos, estereotipos y arquetipos en los mcMitos, estereotipos y arquetipos en los mc
Mitos, estereotipos y arquetipos en los mcAlexia Ávalos
 
Carlos ossa de nada sirve un cumulo de ideas
Carlos ossa de nada sirve un cumulo de ideasCarlos ossa de nada sirve un cumulo de ideas
Carlos ossa de nada sirve un cumulo de ideasjairo
 
Competencias aleatorias e integrales
Competencias aleatorias e integralesCompetencias aleatorias e integrales
Competencias aleatorias e integralesParticular
 
Illich la sociedad_desescolarizada
Illich la sociedad_desescolarizadaIllich la sociedad_desescolarizada
Illich la sociedad_desescolarizadafradaar
 
Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...
Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...
Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...Jurjo Torres Santomé
 
Juan Carlos Tedesco Nuevos Desafios De La Educacion Y Tic
Juan Carlos Tedesco    Nuevos Desafios De La Educacion Y TicJuan Carlos Tedesco    Nuevos Desafios De La Educacion Y Tic
Juan Carlos Tedesco Nuevos Desafios De La Educacion Y TicUNP
 
Paradojas posmodernismo
Paradojas posmodernismoParadojas posmodernismo
Paradojas posmodernismoAlexianilla
 
Selección de contenidos en el currículo básico - Jurjo Torres Santomé, 2005
Selección de contenidos en el currículo básico -  Jurjo Torres Santomé, 2005Selección de contenidos en el currículo básico -  Jurjo Torres Santomé, 2005
Selección de contenidos en el currículo básico - Jurjo Torres Santomé, 2005Jurjo Torres Santomé
 
Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...
Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...
Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...Jurjo Torres Santomé
 
Juan carlos tedesco
Juan carlos tedescoJuan carlos tedesco
Juan carlos tedescoCarmen Cano
 
Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...
Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...
Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...Evelyn Anaya
 
Piaget y demás reportes
Piaget y demás reportesPiaget y demás reportes
Piaget y demás reportesSol Maza
 
conociendo-limites-sociedad-conocimiento
conociendo-limites-sociedad-conocimientoconociendo-limites-sociedad-conocimiento
conociendo-limites-sociedad-conocimientorodrichfv
 

Mais procurados (19)

Hannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves Loja
Hannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves LojaHannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves Loja
Hannah Arendt y el problema de la educación.Gerardo Miguel Nieves Loja
 
El lugar de la ie
El lugar de la ieEl lugar de la ie
El lugar de la ie
 
Ana belen maestre-2
Ana belen maestre-2Ana belen maestre-2
Ana belen maestre-2
 
Mitos, estereotipos y arquetipos en los mc
Mitos, estereotipos y arquetipos en los mcMitos, estereotipos y arquetipos en los mc
Mitos, estereotipos y arquetipos en los mc
 
Carlos ossa de nada sirve un cumulo de ideas
Carlos ossa de nada sirve un cumulo de ideasCarlos ossa de nada sirve un cumulo de ideas
Carlos ossa de nada sirve un cumulo de ideas
 
Competencias aleatorias e integrales
Competencias aleatorias e integralesCompetencias aleatorias e integrales
Competencias aleatorias e integrales
 
Pedagogia critica2
Pedagogia critica2Pedagogia critica2
Pedagogia critica2
 
Illich la sociedad_desescolarizada
Illich la sociedad_desescolarizadaIllich la sociedad_desescolarizada
Illich la sociedad_desescolarizada
 
558 2675-1-pb
558 2675-1-pb558 2675-1-pb
558 2675-1-pb
 
Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...
Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...
Curriculum intercultural, redes y comunidades globales de aprendizaje colabor...
 
Juan Carlos Tedesco Nuevos Desafios De La Educacion Y Tic
Juan Carlos Tedesco    Nuevos Desafios De La Educacion Y TicJuan Carlos Tedesco    Nuevos Desafios De La Educacion Y Tic
Juan Carlos Tedesco Nuevos Desafios De La Educacion Y Tic
 
Paradojas posmodernismo
Paradojas posmodernismoParadojas posmodernismo
Paradojas posmodernismo
 
Selección de contenidos en el currículo básico - Jurjo Torres Santomé, 2005
Selección de contenidos en el currículo básico -  Jurjo Torres Santomé, 2005Selección de contenidos en el currículo básico -  Jurjo Torres Santomé, 2005
Selección de contenidos en el currículo básico - Jurjo Torres Santomé, 2005
 
Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...
Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...
Yo me esfuerzo, tú debes esforzarte. Y ellos, ¿también se esfuerzan? - Jurjo ...
 
Juan carlos tedesco
Juan carlos tedescoJuan carlos tedesco
Juan carlos tedesco
 
Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...
Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...
Iintegralidad universitaria (Universidad Autónoma Chapingo, José Antonio Anay...
 
Piaget y demás reportes
Piaget y demás reportesPiaget y demás reportes
Piaget y demás reportes
 
conociendo-limites-sociedad-conocimiento
conociendo-limites-sociedad-conocimientoconociendo-limites-sociedad-conocimiento
conociendo-limites-sociedad-conocimiento
 
Derechos humanos
Derechos humanosDerechos humanos
Derechos humanos
 

Semelhante a Educación para un nuevo humanismo

LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO Moises Logroño
 
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO ...
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO ...LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO ...
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO ...Moises Logroño
 
Breviarios agora
Breviarios agoraBreviarios agora
Breviarios agoraagoraunerg
 
El Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina Oei
El Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina OeiEl Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina Oei
El Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina Oeitunegocioweb
 
Lectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióN
Lectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióNLectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióN
Lectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióNsocioeduca
 
08022006 educacion socializacion_accion_comunicativa
08022006 educacion socializacion_accion_comunicativa08022006 educacion socializacion_accion_comunicativa
08022006 educacion socializacion_accion_comunicativaVictor Hugo Pitalua Serna
 
Sociedad del conocimiento
Sociedad del conocimientoSociedad del conocimiento
Sociedad del conocimientoRafaelvillacis
 
Reflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docx
Reflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docxReflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docx
Reflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docxjosealonzoespinozael1
 
Plan de area_de_sociales_2015
Plan de area_de_sociales_2015Plan de area_de_sociales_2015
Plan de area_de_sociales_2015Ronald Torres
 
Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3
Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3
Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3Giselle Bartz
 
Relación entre medios de comunicación y democracia
Relación entre medios de comunicación y democraciaRelación entre medios de comunicación y democracia
Relación entre medios de comunicación y democraciaSimón Ruiz Tobar
 
Aportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derecho
Aportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derechoAportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derecho
Aportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derechoIgui
 
Modulo 2 pedagogia social y educación social
Modulo 2   pedagogia social y educación socialModulo 2   pedagogia social y educación social
Modulo 2 pedagogia social y educación socialsalomongaray
 
José amar mar función social de la educación
José amar mar función social de la educaciónJosé amar mar función social de la educación
José amar mar función social de la educaciónDiana Paola Salas Suarez
 
diccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdf
diccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdfdiccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdf
diccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdfCARLOSQUEZADA89
 
Diccionario de política y trabajo social
Diccionario de política y trabajo socialDiccionario de política y trabajo social
Diccionario de política y trabajo socialTrabajo Social
 
Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440
Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440
Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440Felipe Apaza
 

Semelhante a Educación para un nuevo humanismo (20)

INTRODUCCION A LA RSU VALEY.pdf
INTRODUCCION A LA RSU VALEY.pdfINTRODUCCION A LA RSU VALEY.pdf
INTRODUCCION A LA RSU VALEY.pdf
 
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO
 
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO ...
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO ...LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA  EN EL MUNDO ...
LA PERTINENCIA RAZÓN PRIMORDIAL DE LA EXISTENCIA DE LA ACADEMIA EN EL MUNDO ...
 
Breviarios agora
Breviarios agoraBreviarios agora
Breviarios agora
 
El Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina Oei
El Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina OeiEl Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina Oei
El Universo De La Ciencia Educativa Social Ficha De P†Gina Oei
 
Lectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióN
Lectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióNLectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióN
Lectura TeoríAs SociolóGicas De La EducacióN
 
08022006 educacion socializacion_accion_comunicativa
08022006 educacion socializacion_accion_comunicativa08022006 educacion socializacion_accion_comunicativa
08022006 educacion socializacion_accion_comunicativa
 
Sociedad del conocimiento
Sociedad del conocimientoSociedad del conocimiento
Sociedad del conocimiento
 
Reflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docx
Reflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docxReflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docx
Reflexionen sobre el siguiente tema acerca de la definición de.docx
 
Plan de area_de_sociales_2015
Plan de area_de_sociales_2015Plan de area_de_sociales_2015
Plan de area_de_sociales_2015
 
Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3
Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3
Seleción universidades latinoamericanas undav tsc 3
 
La responsabilidad social universitaria
La responsabilidad social universitariaLa responsabilidad social universitaria
La responsabilidad social universitaria
 
Relación entre medios de comunicación y democracia
Relación entre medios de comunicación y democraciaRelación entre medios de comunicación y democracia
Relación entre medios de comunicación y democracia
 
Aportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derecho
Aportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derechoAportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derecho
Aportes a la comprensión e intervención transformadora del hábitat como derecho
 
Modulo 2 pedagogia social y educación social
Modulo 2   pedagogia social y educación socialModulo 2   pedagogia social y educación social
Modulo 2 pedagogia social y educación social
 
José amar mar función social de la educación
José amar mar función social de la educaciónJosé amar mar función social de la educación
José amar mar función social de la educación
 
diccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdf
diccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdfdiccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdf
diccionariodepoliticaytrabajosocial-161111210421.pdf
 
Diccionario de política y trabajo social
Diccionario de política y trabajo socialDiccionario de política y trabajo social
Diccionario de política y trabajo social
 
Betty
BettyBetty
Betty
 
Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440
Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440
Dialnet la formacioneticay-civicaenlauniversidad-4406440
 

Último

PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docxPLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docxJUANSIMONPACHIN
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024gharce
 
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfFisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfcoloncopias5
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfManuel Molina
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADOJosé Luis Palma
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxdanalikcruz2000
 
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfLA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfNataliaMalky1
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialpatriciaines1993
 
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdfÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdfluisantoniocruzcorte1
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfEDILIAGAMBOA
 
Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdf
Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdfTarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdf
Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdfCarol Andrea Eraso Guerrero
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxMartín Ramírez
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxOscarEduardoSanchezC
 
TRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIA
TRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIATRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIA
TRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIAAbelardoVelaAlbrecht1
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdfOswaldoGonzalezCruz
 
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDUFICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDUgustavorojas179704
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFAROJosé Luis Palma
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleJonathanCovena1
 

Último (20)

PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docxPLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
PLANIFICACION ANUAL 2024 - INICIAL UNIDOCENTE.docx
 
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
SISTEMA INMUNE FISIOLOGIA MEDICA UNSL 2024
 
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdfFisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
Fisiologia.Articular. 3 Kapandji.6a.Ed.pdf
 
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdfTarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
Tarea 5_ Foro _Selección de herramientas digitales_Manuel.pdf
 
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADODECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
DECÁGOLO DEL GENERAL ELOY ALFARO DELGADO
 
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptxLINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
LINEAMIENTOS INICIO DEL AÑO LECTIVO 2024-2025.pptx
 
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdfLA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
LA OVEJITA QUE VINO A CENAR CUENTO INFANTIL.pdf
 
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptxPPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
PPTX: La luz brilla en la oscuridad.pptx
 
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundialDía de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
Día de la Madre Tierra-1.pdf día mundial
 
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdfÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
ÉTICA, NATURALEZA Y SOCIEDADES_3RO_3ER TRIMESTRE.pdf
 
Sesión La luz brilla en la oscuridad.pdf
Sesión  La luz brilla en la oscuridad.pdfSesión  La luz brilla en la oscuridad.pdf
Sesión La luz brilla en la oscuridad.pdf
 
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdfPPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
PPT_Formación integral y educación CRESE (1).pdf
 
Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdf
Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdfTarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdf
Tarea 5-Selección de herramientas digitales-Carol Eraso.pdf
 
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptxc3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
c3.hu3.p1.p2.El ser humano y el sentido de su existencia.pptx
 
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptxPPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
 
TRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIA
TRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIATRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIA
TRIPTICO-SISTEMA-MUSCULAR. PARA NIÑOS DE PRIMARIA
 
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
5° SEM29 CRONOGRAMA PLANEACIÓN DOCENTE DARUKEL 23-24.pdf
 
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDUFICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO  2024 MINEDU
FICHA DE MONITOREO Y ACOMPAÑAMIENTO 2024 MINEDU
 
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARONARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
NARRACIONES SOBRE LA VIDA DEL GENERAL ELOY ALFARO
 
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo SostenibleIntroducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
Introducción:Los objetivos de Desarrollo Sostenible
 

Educación para un nuevo humanismo

  • 1. VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis 14 Educación para un nuevo humanismo Encuentre este artículo en http://www.javeriana.edu.co/magis Escrito por GUILLERMO HOYOS-VÁSQUEZ Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar Pontificia Universidad Javeriana, Bogotá, Colombia ghoyos@javeriana.edu.co Resumen Se parte del tema de la responsabilidad social universitaria, evaluada muchas veces con base en indica- dores, especialmente de pertinencia. Se advierten los peligros que esto conlleva para la educación en general, si no se toma como punto de partida el sentido mismo de universidad y de educación, es decir, si no se parte de la identidad propia de las instituciones educativas. Se sugiere, por tanto, volver a reto- mar la discusión en torno a la formación humanista en los procesos educativos, para lo cual se analizan muy brevemente la Carta sobre el humanismo, de Martin Heidegger; las Normas para el parque huma- no, de Peter Sloterdijk; la Universidad sin condición, de Jacques Derrida y El cultivo de la humanidad, de Martha Nussbaum. Se cierra el ensayo con la propuesta de Jürgen Habermas de una teoría comunicativa de la educación para la ciudadanía. Palabras clave autor Ciudadanía, comunicación, humanismo, pertinencia, responsabilidad, Ciencia, Tecnología y Sociedad, CTS. Palabras clave descriptor Responsabilidad social, pedagogía crítica, ciencia y civilización. Education for a new humanism Educação para um novo humanismo Para citar este artículo | To cite this article | Para citar este artigo Hoyos-Vásquez, G. (2009). Educación para un nuevo humanismo. magis, Revista Internacional de Investigación en Educación, 2, 425-433.
  • 2. VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis PÁGINA 426 Abstract Our starting point is university’s social responsibility, many times assessed using indicators of applicability. We are warning the danger it entails for education in general, if we do not take as departure point the very same meaning of university and education, namely, if we do not start from their own identities. We suggest, thus, to retake the discussion around human- ist education in education processes, for which we analyze very briefly Let- ter on humanism by Martin Heidegger; Rules for the human park by Peter Sloterdijk; The University without condition by Jacques Derrida and Culti- vating humanity by Martha Nussbaum. The essay closes with the theory of communicative action of citizenship education by Jürgen Habermas.Pr Key words author Citizenship, communication, humanism, applicability, responsibility, Science, Technology and Society, STS. Key word plus Social responsibility, critical pedagogy, science and civilization. Resumo Parte-se do tema da responsabilidade social universitária, avaliada muitas vezes com base em indicadores, especialmente de pertinência. Advertem- se os perigos que isto implica para a educação em geral, se não se toma como ponto de partida o sentido mesmo de universidade e de educação, ou seja, se não se parte da identidade própria das instituições educativas. Sugere-se, portanto, voltar a retomar a discussão em torno à formação humanista nos processos educativos, para o qual se analisam brevemente a Carta sobre o humanismo, de Martin Heidegger; as Normas para o par- que humano, de Peter Sloterdijk; a Universidade sem condição, de Jacques Derrida e O cultivo da humanidade, de Martha Nussbaum. Fecha-se o en- saio com a proposta de Jürgen Habermas de uma teoria comunicativa da educação para a cidadania. Palavras-chave Cidadania, comunicação, humanismo, pertinência, responsabilidade, Ciência, Tecnologia e Sociedade, CTS. Palavras-chave descritor Responsabilidade Social, Pedagogia crítica, Ciência e civilização.
  • 3. Educaciónparaunnuevohumanismomagis PÁGINA 427 Quiero1 comenzar citando un recuadro de una reciente edición de la revista Semana: La responsabilidad social les llega a los abogados. “La responsabilidad social ha evolucionado. Ya no es mera filantropía, como se pensaba en el pasado, sino una práctica interna y externa de las em- presas con la que buscan darle un valor agregado al negocio y hacerlo sostenible en sus dimensiones económica, ambiental y social. Eso lo tiene claro Sandra Sarria, una abogada de la Universidad Javeriana que dirige el área de Responsabilidad Social Empresarial de la firma Rodríguez-Azuero Abogados, una de las primeras en el país que desarrolla a fondo esta ini- ciativa. ‘Lo más importante no es qué hacen las empresas, sino cómo lo hacen’, afirma Sandra, quien reconoce que cada empresa debe tener como prioridad ser socialmente responsable en toda su estructura para construir relaciones armónicas entre sus diversos grupos de interés que generen una mayor rentabilidad económica y un mayor beneficio social. Según la abogada, la responsabilidad social empresarial es el tema del futuro” (Semana, 2009, 1397, p. 56). No sé si al leer esto les pasa a muchos lo que a mí, cuando lo leí por primera vez: ¿cómo así que apenas ahora se enteran nada menos que los abogados de su responsabilidad social? ¿O necesitaban, como lo dice la experta de la Universidad Javeriana, llegar a descubrir que se trata de un valor agregado al negocio que lo hace sostenible en sus dimensiones económica, ambiental y social (¡ojo al orden!), de suerte que se priorice el tema, pues- to que es el tema del futuro? Y nos faltan naturalmente los códigos de responsabilidad social de los arquitectos y politólogos y de muchas otras profesiones, aunque ya lo tienen los médicos y los comunicadores. No hace mucho el tema de la responsabilidad social se ha aplicado a la universidad misma (Hoyos, 2009). Esto ha contribuido a acentuar la sospecha de que ésta se ha ido convirtiendo gradualmente en empresa, en el mejor de los casos quizá sólo en ‘empresa del conocimiento’. Pero ciertamente es un síntoma de que la universidad está perdiendo su identi- dad, cuando gentes de buena voluntad creen que hay que preguntar por el sentido de su responsabilidad social en cierta especie de emergencia terapéutica (Taylor, 2007, p. 618-623). La responsabilidad social es de la universidad misma, de su identidad, ya que todo el proceso educativo debe estar orientado a la formación ciudadana, de la cual se sigue todo sentido de responsabilidad en la sociedad. Esto naturalmente tiene sus condicio- nes, que no pueden ser tomadas como obvias, evidentes, en el sentido de que no haya que explicitarlas. No todo sentido de educación y toda idea de universidad dan lo mismo (Hoyos, Serna & Gutiérrez, 2007; Hoyos, 2008). Por tanto, no creemos que la universidad en cuanto tal tenga que aprender responsabilidad social, por ejemplo, de la religión o de la política, y menos aún de la administración. Recientemente, parece que el indicador rei- na de la responsabilidad social universitaria y en general de la educación es pertinencia. Es el eufemismo para no decir su funcionalidad, en otros tiem- pos para la industria militar y el desarrollo de la productividad, luego para la seguridad nacional, ahora naturalmente para la seguridad democrática. En sus famosas conferencias radiales de los años 60 en Frankfurt bajo el título genérico ¿Para qué todavía filosofía?, Theodor Adorno sustentó la tesis de que la filosofía cuanto más inútil tanto más filosofía (Adorno, 1972; Habermas, 1971). No sólo la filosofía, la educación en general y la universidad especialmente deben ser impertinentes y cuanto más imper- tinentes tanto más críticas y tanto más abiertas a la utopía. La teología, la 1 Recojo en este texto algunas de las ideas expuestas en la Lectio inauguralis del primer semestre de 2009 en la Facultad de Educación de la Pontificia Universidad Javeriana.
  • 4. VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis PÁGINA 428 psicología, las ciencias sociales y el derecho han de ser impertinentes, si quieren ser responsables con una so- ciedad que espera precisamente de la educación aná- lisis críticos, propuestas de cambio, compromiso con aquello que nos falta en un horizonte de utopía, de acuerdo con lo planteado recientemente por Jürgen Habermas en Una conciencia de lo que falta (Reder & Schmidt (Hrsg.), 2008), un librito que recoge la recien- te discusión sobre filosofía de la religión en esta socie- dad postsecular, entre el filósofo alemán y jesuitas de la Facultad de Filosofía de Munich. Pero no, se sigue insistiendo en la pertinencia, la que garantice sostenibilidad: sostenibilidad del mode- lo económico que hace crisis, sin que las escuelas de economía se inmuten; sostenibilidad de la guerra, sin que las ciencias políticas y jurídicas se den por aludi- das. Y si la universidad se manifiesta impertinente pa- rece justificarse su intervención por parte de la fuerza pública, si no se pasa directamente a deslegitimar la misión de los intelectuales cuando no son pertinentes, como lo manifiestan los gobiernos autocráticos o lo añoran intelectuales de derecha en su maridaje con los tiranos. Frente a las exigencias de pertinencia a las uni- versidades, es necesario que ellas recuperen primero su identidad para poder realizar su proyecto en el hori- zonte de la utopía y de la crítica. Para ello, fomentarán las ciencias del espíritu, se ocuparán de los problemas más relevantes de la sociedad, en especial de los de- rechos humanos tanto civiles y políticos, como ma- teriales. Así podrán constituir el sentido mismo de la responsabilidad social como tarea para la sociedad ci- vil, para sus estamentos y sus egresados, partiendo de las famosas preguntas de Immanuel Kant: ¿Qué puedo conocer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué me es permitido es- perar? ¿Qué es el hombre? (Kant, 1978, p. A805; Tu- gendhat, 2008, p. 19). Lo primero que debería resolverse al preguntar por la responsabilidad social es si la universidad ac- tual puede todavía y está dispuesta a comprender este vocabulario. Me temo que las condiciones para la pro- ducción actual de conocimientos y en especial para la formación de personas responsables socialmente no son lo suficientemente propicias a este tipo de filoso- fía de la educación. Porque si bien, por ejemplo, las recientes declaraciones de la Conferencia regional de educación superior en América Latina y el Caribe, ce- lebrada en 2008 en Cartagena, reconocen que en la región “se necesita una educación que contribuya efi- cazmente a la convivencia democrática, a la tolerancia y a promover un espíritu de solidaridad y de coope- ración que construya la identidad continental”, y así reivindiquen “el carácter humanista de la Educación Superior, en función del cual ella debe estar orienta- da a la formación integral de personas, ciudadanos y profesionales, capaces de abordar con responsabilidad ética, social y ambiental los múltiples retos implicados en el desarrollo endógeno y la integración de nuestros países, y participar activa, crítica y constructivamente en la sociedad”; creo que, a pesar de todo ello, la con- cepción de la ciencia y la tecnología en Colombia sigue siendo reduccionista, en el sentido más tradicional del positivismo científico. Quiero sustentar esta afirmación recurriendo a la reciente Ley 1286 del 23 de enero de 2009, por la cual se transforma a Colciencias en Departamento Admi- nistrativo y se fortalece el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación en Colombia. Ya desde el Ar- tículo 1º en las disposiciones generales se define el ob- jetivo general de la ley: “fortalecer el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología y a Colciencias para lograr un modelo productivo sustentado en la ciencia, la tecno- logía y la innovación, para darles valor agregado a los productos y servicios de nuestra economía y propiciar el desarrollo productivo y una nueva industria nacio- nal”. Se ha perdido por completo el sentido de los pro- gramas de Ciencia, Tecnología y Sociedad, CTS, con los cuales se identificaba Colciencias no hace mucho, programas de reconocida tradición no sólo anglosajo- na, sino también para quienes pensamos en español (López-Cerezo, González-García & Luján, 1996; López- Cerezo & Sánchez-Ron, 2001) y en lusitano (Dagnino, 2008). Y la diferencia entre CTeI, Ciencia, Tecnología e Innovación, y CTS, Ciencia, Tecnología y Sociedad, queda consignada en toda la ley que constituye el nue- vo Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innova- ción, liderado por Colciencias, a la que se le perdió la S. Tomo casi al azar dos numerales de la misma: uno de sus objetivos específicos de la ley será “orientar el fomento de actividades científicas, tecnológicas y de innovación hacia el mejoramiento de la competitividad en el marco del Sistema Nacional de Competividad”. De acuerdo con estos objetivos, uno de los principales propósitos de esta novedosa política de Ciencia, Tec- nología e Innovación será “Incorporar la investigación científica, el desarrollo tecnológico y la innovación a los procesos productivos, para incrementar la produc- tividad y la competitividad que requiere el aparato pro- ductivo nacional”. Más adelante, quedará claro lo que, desde un nuevo humanismo, puede llegar a significar la sublimación de la competitividad en educación. La ausencia vergonzante de la sociedad en el corazón mismo de la política de ciencia y tecnología apenas les alcanzó a los autores de la ley para recor- darse en el Capítulo V, el último, el de las Disposiciones Varias del Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, SNCTI, como en una especie de cuarto de San Alejo para formular, antes del artículo dedicado a la vigencia y derogatorias, este producto de cierta
  • 5. Educaciónparaunnuevohumanismomagis PÁGINA 429 “misericordia hermenéutica”: Artículo 34. Ciencia, Tecnología e Innovación en el Ámbito Social. Las cien- cias sociales serán objeto específico de la investigación científica y recibirán apoyo directo para su realización. La implementación de esta concepción lineal y reduccionista del conocimiento, de la investigación y del saber y la educación en general ya ha comenzado. El Documento CONPES 3582 del Consejo Nacional de Política Económica y Social ha fijado ya la Política Na- cional de Ciencia, Tecnología e Innovación. Allí ya se definen la Ciencia, la Tecnología y la Innovación (CTeI) con base en actividades de ciencia, tecnología e inno- vación (ACTI) por parte de los agentes que componen el Sistema Nacional de Ciencia, Tecnología e Innova- ción (SNCTI). Es casi una ironía, si la S en CTS, ciencia, tecnología y sociedad, fuera sólo una etiqueta, el que ahora reaparece la S pero para el sistema, naturalmen- te no en el sentido de la teoría de sistemas de Niklas Luhmann, para quien la sociedad antes que todo es la “sociedad de la sociedad” (die Gesellschaft der Ge- sellschaft) (Luhmann, 1998), como lo enfatizan tanto el epígrafe del primero de los dos tomos de esta obra: Id quod per aliud non potest concipi, per se concipi debet (Lo que no puede ser concebido por medio de otro ser, debe ser concebido por sí mismo) (Spinoza, Ethica I, Axiomata II), como también las primeras líneas de su Introducción: “Al ser recibido en la Facultad de Sociología de la Universidad de Bielefeld, fundada en 1969, me encontré confrontado con la exigencia de pre- sentar proyectos de investigación en los que trabajara. Mi proyecto rezaba entonces y hasta ahora: Teoría de la Sociedad; duración: 30 años; costos: ninguno. Las dificultades del proyecto, en lo que a su duración se refiere, se calcularon realísticamente. La situación de la bibliografía en la sociología ofrecía en aquel entonces pocos puntos de apoyo para considerar un tal proyec- to como posible. Y esto, en último término, incluso porque la ambición de una teoría de la sociedad es- taba entonces bloqueada por anticipaciones neomar- xistas”. Para mostrar que la S que venimos reclamando es más que una etiqueta, quiero en una segunda par- te analizar si la universidad puede recobrar su iden- tidad reconociendo en tiempos de secularización su compromiso con un nuevo humanismo.2 Y hablo de nuevo humanismo, porque estoy consciente de que el término goza de mala fama en varios ambientes y por diversas razones. Científicos serios sospechan que con humanismo se quiere volver al tradicionalismo propio de modelos educativos rancios y de menos calidad. 2 Quiero remitir a los lectores a dos trabajos míos recientes en torno al tema de la filosofía de la educación: mi introducción al Volumen 29 de la Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía (Hoyos, 2008) y el colec- tivo con los Borradores para una filosofía de la educación (Hoyos et al., 2007). Religiones de diversa procedencia temen que el nuevo humanismo excluya toda visión de trascendencia y fije sus objetivos en el fortalecimiento de un sujeto auto- suficiente, no creyente. Queremos con la denotación nuevo buscar un humanismo que reconozca el valor de la ciencia, la técnica y la tecnología sin absoluti- zarlas y valore la formación de la persona en un ho- rizonte de trascendencia en el que como creyente o no creyente (Taylor, 2007) sepa comprometerse ética y políticamente con el bien común y con la sociedad como un todo. En su Carta sobre el humanismo, Martin Heidegger en 1946, inmediatamente después de la guerra, critica toda forma de humanismo, en especial el cristiano, el marxista y el existencialista, por pretender dar razón de la existencia humana, sin tener en cuenta el sen- tido mismo del existir (Dasein), como diferente del de realidad de los entes en el mundo. No podemos acudir a humanismos que hablan del hombre desde fuera y hacen de la educación una actividad instrumental para lograr determinadas metas, mucho menos las que sean fijadas por criterios funcionales en el ámbito de la economía o de la política. Para mostrar lo que estamos discutiendo, Heidegger acude a una metáfora, suge- rida por la nostalgia de la filosofía de ser reconocida como ciencia, con lo cual se ubica también en cuan- to paideia, como estudios científicos de la educación, fuera de su elemento. “Se juzga al pensar según una medida que le es inadecuada. Este juzgamiento se ase- meja al procedimiento que intenta aquilatar la esencia y virtud del pez en vista del tiempo y modo en que es capaz de vivir en lo seco de la tierra. Hace tiempo, hace demasiado tiempo, que el pensar está en lo seco. ¿Se puede pues llamar “irracionalismo” al empeño por re- conducir el pensar a su elemento?” (Heidegger, 1981, p. 67). El pensar está en lo seco. Un sentido de edu- cación reduccionista orientado sólo a la ciencia, la técnica y la innovación, ignorando los fundamentos culturales de la paideia ubica la educación en lo seco, la mide por resultados, por indicadores de pertinencia y por competitividad en el ámbito de las destrezas. Es necesario, por tanto, retornar la educación a su ele- mento, así parezca irracionalismo apreciarla a partir de la intersubjetividad del comprender, de su apertura a las diversas opiniones y a un humanismo que reco- nozca otras culturas en su diferencia como diferentes. Sólo entonces tiene sentido hablar de objetividad del saber a partir del diálogo, la argumentación y la inter- culturalidad. Pero cuando Heidegger explica el sentido del existir insiste en una visión unilateral del ser humano al pensarlo en la vecindad del ser y no en la vecindad del otro, en la cual se nos da la comprensión intercul- tural del mundo. Este vacío de intersubjetividad es el
  • 6. VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis PÁGINA 430 que aprovecha Peter Sloterdijk en su ensayo de 1999, Normas para el parque humano. Respuesta a la Car- ta sobre el humanismo de Martín Heidegger; allí hace suyo el veredicto del fin del humanismo, aunque por razones muy distintas a las del autor de Ser y Tiempo. Más aún: su crítica estaba destinada a mostrar el fra- caso de los valores de la Ilustración y de todo intento de reconstruirlos en cualquier tipo de paradigma que no fuere el de las ciencias. Sloterdijk sabe diferenciar entre los aciertos del autor de la Carta sobre el humanismo, en desacreditar a los diversos tipos de humanismo: “¿Qué amansará al hombre humano, si fracasa el humanismo como escuela de domesticación del hombre? ¿Qué amansará al ser hu- mano, si hasta ahora sus esfuerzos por autodomesticarse a lo único que en realidad y ante todo lo han llevado es a la conquista del poder sobre todo lo existente?” (Sloterdi- jk, 2001, p. 53). La respuesta a estas preguntas debería cuestionar radicalmente –es la tesis de Sloterdijk– la idea de educación de la especie humana con base en moralis- mos tradicionales, de los cuales sólo queda el descrédito de la ciencia y la tecnología, negando toda posibilidad de reivindicar ciertos recursos cognitivos como triunfo del espíritu humano y como forma de habitar racionalmente el hombre la tierra. Pero Sloterdijk parece querer ir más allá al ins- pirarse en lo que ya sugirió Friedrich Nietzsche: el problema podría solucionarse en clave de crianza y selección. Y esta figura lo lleva a ofrecer una alterna- tiva cientifista a la educación humanista. El remedio, parece sugerirlo el autor de las Normas para el parque humano, consiste en que en el presente contamos con la maravilla de la tecnología genética. “Podemos crear una antropotécnica que sí logre la domesticación, o sea, los propósitos fallidos del humanismo literario. Se trataría de reemplazar la literatura por la tecnología. Sustituir la ética por la genética” (González, 2005, p. 205). De esta manera, tanto Heidegger como su críti- co Sloterdijk están esquivando el verdadero problema del humanismo en la sociedad contemporánea. Una lectura alternativa del humanismo, apoyándose sobre todo en su versión latina y renacentista, nos propor- ciona posibilidades de crítica al reduccionismo de la ciencia y la técnica y a cierto racionalismo de las huma- nidades en la tradición del idealismo alemán. Se trata de la defensa del humanismo de Ernesto Grassi en sus ensayos en torno a Heidegger y el problema del huma- nismo (2006) y en su libro dedicado al mismo Martin Heidegger, su maestro, La filosofía del humanismo. Preeminencia de la palabra (1993). Allí se rescata una tradición que Heidegger parece ignorar: la del huma- nismo latino, originada en Cicerón y los estoicos, la del renacimiento, Dante Alighieri, Giambattista Vico, Juan Luis Vives y Baltasar Gracián, la literatura, la poesía, la metáfora como teología y la teología como metáfora. Se trata de una propuesta muy semejante a la de las cartas Sobre la educación estética del hombre, de Frie- drich Schiller. El nuevo humanismo que estamos buscando es el de la Universidad sin condición (gracias a las “huma- nidades”), en el sentido propuesto por Jacques Derrida en Stanford en abril de 1998 y de nuevo en Frankfurt en 2000 y en Murcia un año después. Allí dijo que la universidad del futuro debería ser totalmente libre: en ella no debería obstaculizarse de ninguna forma la investigación. Y enfatizó: de lo que se trata en última instancia en la universidad es de la verdad; y hablaba especialmente de las ciencias del espíritu: Las pregun- tas orientadoras que habría que considerar en esta universidad deberían ser, por ejemplo, las preguntas por los derechos humanos, la diferencia de género o el racismo. En esta universidad, hay que trabajar filo- sóficamente. Se desean análisis de conceptos, pero también resistencia. Una universidad libre es también una universidad sin poder; la universidad se comporta con respecto al poder como un extraño. Finalmente, la verdadera universidad debería ser un lugar donde lo impredecible pudiera volverse acontecimiento. Se hace pues necesario rescatar un paradigma humanista para la educación contemporánea, pero to- mando el humanismo en su forma más amplia y com- pleja como propósito y como programa. No es otro el objetivo del nuevo doctorado en ciencias sociales y hu- manas de la Pontificia Universidad Javeriana. El riesgo de un paradigma cientifista para la educación contem- poránea ha sido señalado por Richard Smith, profesor de la Universidad de Durham en el Reino Unido, en su ensayo Abstracción y finitud: educación, azar y demo- cracia (Smith, 2006, p. 19-35). Allí critica el grado de abstracción en el que ha caído la educación al poner todo su empeño en una especie de formación edípica para la perfección, la pertinencia y la competitividad, olvidando la tragedia del Edipo de Sófocles, ciego ante todo lo que significa la contingencia y finitud de lo hu- mano. La paideia tendría que recordarnos que la edu- cación antes de ser sólo para el éxito, es para la vida en sociedad, para la constitución de ciudadanía y para el entendimiento entre las culturas. Esta propuesta parte de una crítica al así llamado positivismo científico en el que no sólo las ciencias de la naturaleza ignoran un sentido de responsabilidad propio de las relaciones entre ciencia, tecnología y sociedad, sino también las ciencias sociales se han positivizado en aras de la me- todología empírico-analítica, perdiendo de vista el ho- rizonte teleológico (Hoyos, 1976) que las faculta para hablar de la humanidad y del ser humano concreto en términos de fin y no sólo de medios. En la conclusión, Smith opta por un paradigma humanista de la educación en términos de formación
  • 7. Educaciónparaunnuevohumanismomagis PÁGINA 431 para la democracia: “una cultura racional, calculadora y utilitaria, que asocia valor con elección y satisfacción mensurable de preferencias, obsesionada por el con- trol y la rendición de cuentas, cuyos rituales más signi- ficativos parecen ser los de verificación…, diríase que está necesitada de algo así como el mito o la tragedia que le hiciese ver la posibilidad de un orden diferente de las cosas, y le recordase la contingencia y finitud de los asuntos humanos. Porque la democracia… puede ser provechosamente entendida como la manifestación pública de la situación individual de la adolescencia, un tiempo de posibilidades bajo presión del consentimiento para hacerlas realidad”. Es decir, una de las caracterís- ticas más vívidas y significativas de la democracia no es su capacidad de llevar al máximo ninguna condición particular, tal como la libertad o la felicidad individual. No se trata de una democracia formal, que en muchas naciones de Occidente amenaza con volverse fetiche. Es más bien la educación para la ciudadanía que cons- tituye la disposición “para permitir a una sociedad mo- verse en las encrucijadas, preguntándose cuál de sus jóvenes aspiraciones desea realizar. Y eso, diría yo, no es simplemente un proceso racional, y menos todavía uno aprendido. Es uno que nos requiere escuchar otras voces, en un lenguaje más antiguo y menos abstracto. Si Edipo hubiera esperado y escuchado de esta manera en su ‘encrucijada’, le hubiera ido mejor. Y, claro, en- tonces tendríamos un recordatorio de la contingencia y de la finitud; pero el mito y la tragedia tienen muchos otros” (Smith, 2006, p. 34-35). Esta crítica a una educación que ignora los re- cursos del humanismo de Occidente y desprecia todo proyecto de educación en valores (Hoyos, 2004), es también la que inspira, a partir de la tradición huma- nista griega y latina, a Martha Nussbaum en su estudio acerca de la situación actual de las humanidades en la educación superior en Norteamérica. Sus cuatro pro- puestas para El cultivo de la humanidad nos ayudan a construir un paradigma intermedio entre los extremos de un humanismo abstracto, basado en la compren- sión del existir en la cercanía del ser, y un sentido de educación con base sólo en la ciencia y la tecnología. En Las nubes, la gran comedia de Aristófanes, encuen- tra ya la contradicción entre una concepción tradicio- nalista a ultranza de educación y una basada en el diálogo socrático: “la habilidad para un examen crítico de uno mismo y de las propias tradiciones, que nos permita experimentar lo que podríamos llamar vida examinada” (Nussbaum, 2005, p. 28). Una segunda capacidad para el cultivo de la hu- manidad nos lleva a vernos “no sólo como ciudadanos pertenecientes a alguna región o grupo, sino también, y sobre todo, como seres humanos vinculados a los demás seres humanos por lazos de reconocimiento y mutua preocupación. El mundo a nuestro alrededor es ineludiblemente internacional” (Nussbaum, 2005:29). Somos ciudadanos del mundo (Cortina, 1997). La tercera característica es motivada por la limi- tación de un conocimiento basado sólo en la razón, en la reflexión sobre lo factual, lo cual lleva al desarrollo de “la destreza que debe poseer el ciudadano… como imaginación narrativa. Esto significa la capacidad de pensar cómo sería estar en el lugar de otra persona, ser un lector inteligente de la historia de esa persona, y comprender las emociones, deseos y anhelos que al- guien así pudiera experimentar” (Nussbaum, 2005:30). Se trata de reconocer el valor fundamental de la di- mensión estética en la formación, la importancia de la literatura para la sensibilidad moral, para el reconoci- miento de la finitud y de la necesidad de comprender otras culturas y aprender de ellas. Finalmente, la ciu- dadanía cosmopolita necesita de los saberes desarro- llados en las ciencias sociales y humanas en general, y especialmente de la economía política (Nussbaum, 2005, p. 30). Ésta última ayudará a comprender por qué sin derechos humanos fundamentales, econó- micos, sociales y culturales, la idea de ciudadanía es abstracta, no es incluyente, con lo cual tampoco es posible una democracia en la que todos los ciudada- nos puedan desarrollar sus capacidades. Todos los testimonios citados nos permiten pen- sar que el proyecto de una educación para un nuevo humanismo es realizable, si se profundiza en la es- tructura esencialmente comunicacional de todo pro- ceso formativo: la educación, como comunicación, enriquece significativamente nuestras relaciones con otros grupos sociales y con otras naciones, a partir de lo cual se pueden desarrollar y validar las más diver- sas actividades para el entendimiento intercultural y la constitución de ciudadanía desde un punto de vista cosmopolita. “Ciencias de la discusión” (Habermas, 1995) ca- lificó hace mucho Jürgen Habermas a las ciencias so- ciales y humanas para distinguirlas de las así llamadas “ciencias positivas”. Con ello, quiso enfatizar lo comu- nicativo de este tipo de saberes. Su punto de partida es un cambio de paradigma, que me saca de la filo- sofía de la reflexión en el diálogo del alma consigo misma y me reinstala en el mundo de la vida, lugar de la sociedad civil y de la interacción con los demás. Es allí, en el comprender al otro como diferente en su diferencia y por tanto como interlocutor válido, donde se va conformando una ética de mínimos a partir de los máximos de las diversas culturas en un diálogo inter- cultural que rescata no sólo el valor de la tolerancia, sino su fundamento mismo en el principio ontológico del pluralismo. Es el ethos de la Universidad (Hoyos, 1998), asumido como principio de la educación para un nuevo humanismo.
  • 8. VOLUMEN1/NÚMERO2/ENERO-JUNIODE2009/ISSN2027-1174/Bogotá-Colombia/Página425-433magis PÁGINA 432 Sobre el autor Guillermo Hoyos-Vásquez, Doctor en Filosofía por la Universidad de Colonia en Alemania (1973). Profesor de Filosofía en la Universidad Nacional de Colombia (1975-2000). Director del Instituto de Estudios Sociales y Culturales Pensar de la Pontificia Universidad Javeriana desde 2000. Entre 1995 y 1998, miembro de la Comisión Nacional de Doctorados y Maestrías de Colombia y entre 2000 y 2005, miembro del Consejo Nacional de Acreditación, CNA, de la calidad de la educación superior de Colombia. Miembro del Comité Académico de la Enciclopedia Ibero- americana de Filosofía, EIAF, y coordinador del Volumen “Filosofía de la Educación”. Autor, entre otros, de Intentionalität als Verantwortung. Geschichsteleologie und Teleologie der Intentionalität bei Husserl. Phaenomenologica 67, M. Nijhoff, Den Haag, 1976; Los intereses de la vida cotidiana y las ciencias, Universidad Nacional de Colombia, Bogotá, 1986; (con Julián Serna y Elio Fabio Gutiérrez), Borradores para una filosofía de la educación, Siglo del Hombre Editores, Bogotá, 2007. Referencias Adorno, Theodor W. (1972). Filosofía y superstición. Madrid: Alianza/ Taurus, pp. 9-25. Congreso de la República de Colombia (2009). Ley 1286. Diario Oficial, No. 47241 (enero 23 de 2009). Consejo Nacional de Política Económica y Social, Conpes (2009, 27 de abril). Documento Conpes 3582. Departamento Nacional de Planea- ción, República de Colombia, DNP. Política Nacional de Ciencia, Tec- nología e Innovación. Cortina, Adela (1997). Ciudadanos del mundo. Hacia una teoría de la ciu- dadanía. Madrid: Alianza. Dagnino, Renato (2008). Neutralidade da ciência e determinismo tecnoló- gico. Campinas, São Paulo: Editora da Unicamp, Universidade Esta- dual de Campinas. Declaración de la Conferencia Regional de Educación Superior en Amé- rica Latina y el Caribe (2008). Conferencia Regional de Educación Superior de América Latina y el Caribe (CRES), 4-6 de junio de 2008. Cartagena de Indias, Colombia. Disponible en: www.cres2008. com/2008/06/declaracin-cres2008.html. Derrida, Jacques (2003). Universidad sin condición. Madrid: Trotta. González, Juliana (2005). Genoma humano y dignidad humana. Barcelona: Anthropos/UNAM, Universidad Nacional Autónoma de México. Grassi, Ernesto (1993). La filosofía del humanismo. Preeminencia de la pa- labra. Barcelona: Anthropos. Grassi, Ernesto (2006). Heidegger y el problema del humanismo. Barcelo- na: Anthropos. Habermas, Jürgen (1971). Wozu noch Philosophie? Philosophisch-politische Profile. Frankfurt am Main: Suhrkamp, Verlag, pp. 11-36. Habermas, Jürgen (1995). Sobre la situación de las ciencias sociales y cien- cias humanas (Geisteswissenschaften) en Alemania. Una mirada a su evolución en la postguerra. Diálogo Científico, 4, (½). Tübingen: Ins- tituto de Colaboración Científica, pp. 11-21. Heidegger, Martin (1981). Carta sobre el humanismo. Buenos Aires: Edi- ciones del 80. Hoyos, Guillermo (1976). Intentionalität als Verantwortung. Geschichste- leologie und Teleologie der Intentionalität bei Husserl. Phaenomeno- logica 67. Den Haag: M. Nijhoff.
  • 9. Educaciónparaunnuevohumanismomagis PÁGINA 433 Hoyos, Guillermo (1998). El ethos de la universidad. UIS-Humanidades, 27 (1), Bucaramanga, pp. 13-23. Hoyos, Guillermo (2004). Ética y educación en valores. En Miquel Martínez & Guillermo Hoyos. ¿Qué significa educar en valores hoy? Barcelo- na: Octaedro-OEI, Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura, pp. 45-75. Hoyos, Guillermo (2008). Presentación a varios autores. En Filosofía de la educación. Enciclopedia Iberoamericana de Filosofía, EIAF, volumen 29. Madrid: Trotta. Hoyos, Guillermo (2009). Responsabilidad social universitaria: autonomía, acreditación, “accountability”. RS. Responsabilidad Sostenibilidad, marzo. Bogotá: Gatos Gemelos Comunicación, pp. 28-29. Hoyos, Guillermo, Serna, Julián & Gutiérrez, Elio Fabio (2007). Borradores para una filosofía de la educación. Bogotá: Siglo del Hombre Edito- res. Kant, Immanuel (1978). Crítica de la razón pura. (Prólogo, traducción, no- tas e índices de Pedro Ribas). Madrid: Alfaguara. La responsabilidad social les llega a los abogados (2009, 9 de febrero). Revista Semana, 1397, pp. 56. López-Cerezo, José Antonio, González-García, Marta Isabel & Luján, José Luis (1996). Ciencia, tecnología y sociedad: una introducción al estu- dio social de la ciencia y la tecnología. Madrid: Tecnos. López-Cerezo, José Antonio & Sánchez-Ron, José Manuel (eds.) (2001). Ciencia, Tecnología, Sociedad y Cultura en el cambio de siglo. Ma- drid: Biblioteca Nueva. Luhmann, Niklas (1998). Die Gesellschaft der Gesellschaft (La sociedad de la sociedad). Frankfurt am Main: Suhrkamp. Nussbaum, Martha C. (2005). El cultivo de la humanidad. Una defensa clá- sica de la reforma en la educación liberal. Barcelona: Paidós. Reder, Michael & Schmidt, Josef (Hrsg.) (2008). Ein bewusstsein von dem, was fehlt. Eine diskussion mit Jürgen Habermas. Frankfurt am Main: Surhkamp. Schiller, Friedrich (1968). La educación estética del hombre. Madrid: Espasa Calpe. Smith, Richard (2006). Abstraction and finitude: education, chance and democracy. Studies in Philosophy and Education, 25, 1-2 / March, pp. 19-35. (Traducción al español de Laura Galera, disponible en: http:// www.dur.ac.uk/r.d.smith/absfinsp.html). Taylor, Charles (2007). A secular age. Cambridge, Massachusetts and Lon- don, England: The Belknap Press of Harvard University Press. Tugendhat, Ernst (2008). Antropología como filosofía primera. En Antro- pología en vez de metafísica. Barcelona: Gedisa, pp. 17-36.