La estructura organizacional divide el trabajo en tres niveles jerárquicos: gerencia general, gerencia intermedia y empleados. Existen dos criterios principales para agrupar las actividades de una empresa: por función, en departamentos basados en roles como finanzas o marketing, o por producción, en áreas relacionadas a productos o servicios. Un organigrama representa gráficamente esta estructura y las relaciones formales entre los niveles, mientras que las relaciones informales surgen de simpatía entre empleados.