1. La posada del silencio
El texto de hoy
Yo soy el pan vivo bajado del
cielo
La lluvia viene del cielo, la tierra reseca enseguida que la
recibe cambia de color, coge tonos diferentes, se hermosea.
Jesús es el que viene del cielo. Cuando nosotros le
acogemos nos revestimos de generosidad, servicialidad,
lealtad.... la tierra es agradecida con la lluvia, también la
tierra de nuestro corazón cuando acoge a Jesús.
EL LUNES SANTO, EN SAN JUAN DE
SAHAGÚN,
“SIETE PALABRAS DE CRISTO EN
LA CRUZ”
3. comentará Mª Ángeles Moreno Plaza, rapsoda, historiadora del
arte y especializada en arte religioso, diplomada en Teología.
RUTA DOMINICANA SUR DE FRANCIA
Por fin, “fumata bianca”. Después del último vaivén de
altas y bajas, hemos llegado al número de personas que
acordamos en la reunión tenida el pasado miércoles. Por
consiguiente, tendrá lugar el viaje programado.De
todos modos, si sabéis de alguien que quiera todavía
apuntarse, puede hacerlo. Tiene de margen hasta finales de
mes.Ya os convocaré a todos los participantes para una
próxima reunión a fin de organizarnos. Gracias a todos los
que estáis haciendo posible el
viaje.
Juan Huarte
VIAJE DE LA ESCUELA DE TEOLOGÍA A
LOS LUGARES DOMINICANOS DEL SUR DE
FRANCIA (21 -27 abril 2014) Recordamos a
todos los interesados que urge apuntarse cuanto
antes. La Agencia encargada de organizar el viaje
quiere saber antes del día 20 el número de
participantes para reservar las plazas de los hoteles,
pues están bastante solicitados en esas fechas. Para
cualquier información, dirigirse a la Secretaria de la
Facultad de San Esteban (tlfno: 923 26 19 79) o al P.
Juan Huarte (tlfno: 923 27 30 85).
Entrevista al Maestro de la Orden
4. Paco Cerdà, del periódico Levante,
entrevista a fray Bruno Cadoré en
Torrent, donde se encuentra en visita
canónica a la Provincia de Aragón.
11 de abril de 2014
Paco Cerdà: Usted era un joven pediatra y un día su vida cambió al pisar la iglesia de un convento
dominico. ¿Qué vio allí?
Bruno Cadoré: Para ser preciso, estaba estudiando para pediatra y aún no había terminado la carrera.
Tenía 23 años y me preguntaba acerca del sentido de todo: de la vida, de la muerte de los niños, de la
pena de los padres. ¿Cuál era el sentido de todo? Esa pregunta me rondaba. Un día me encontré en la
iglesia del convento dominico de Estrasburgo. Vi a una comunidad de hermanos celebrando la Palabra
de Dios, hablando de ella y con una fraternidad alegre. Me pareció que allí había algo de esa búsqueda
de la verdad.
Es el maestro de los predicadores. ¿Qué poder tiene la palabra más allá de la religión?
- La palabra tiene el poder de la promesa, de la presencia, de la autenticidad. Al mismo tiempo, la
palabra también puede ser traicionada y puede ser un medio para mentir.
¿Ahí están los políticos?
- Políticos y mucha otra gente
¿También los religiosos?
- Creo que los seres humanos tienen la tentación de la mentira, de manipular a los demás con la palabra.
Pero la palabra es el lugar donde el ser humano puede llegar a ser verdadero. A la orden de
predicadores el primer papa nos encomendó ser una orden consagrada totalmente a evangelizar la
palabra de Dios. Dios confía en la capacidad del hombre para hablar al prójimo.
Precisamente Sant Vicent Ferrer tuvo una gran oratoria y supo ganarse a las masas con un
discurso apocalíptico propio de su época y una gran capacidad de conexión con el pueblo. ¿Qué
valora de su figura?
- Exactamente eso que dices es un predicador: alguien que desea hablar a sus contemporáneos de Dios y,
al mismo tiempo, dejar a Dios hablarles a través de él. Es lo que hacía Sant Vicent Ferrer: la gente lo
escuchaba porque su palabra tenía sentido y a través de ella permitía escuchar la Palabra de Dios. Eso
es difícil de entender hoy, porque muchas veces, cuando se habla a la gente parece que lo que se
pretende es convencer de las ideas que uno tiene.
Gran parte de la comunicación actual circula por las redes sociales. ¿Cómo hubiera aprovechado
Twitter Sant Vicent Ferrer en esta época? ¿Porque él sabía donde estaban las masas?
- [Sonríe y se queda meditabundo unos segundos] Estoy reflexionando porque una cosa que me choca es
que las redes sociales son, de entrada, un lugar donde uno expresa sus propias emociones y su propia
historia. La gente pasa mucho tiempo en Facebook o Twiter contando cosas sobre ella misma. Antes de
pensar y mirar realmente dónde están, se hacen la foto y la cuelgan en su muro. Se afanan en contar la
relación en vez de vivirla. En cambio, hay que tomarse tiempo para escuchar a los demás. Antes que
hablar de uno hay que escuchar. Y Sant Vicent Ferrer lo hubiera hecho así. Él vivió y predicó en un
contexto impregnado de cristiandad. Hoy,en cambio, se daría cuenta de que el contexto no es el mismo y,
por tanto, sabría que en primer lugar hay que escuchar para saber qué piensa la gente y cómo llegar a
ellos. Se preguntaría cómo utilizar Twitter para hacer comprender a la gente que hay alguien que quiere
hablarles y que quiere decirles algo que no se reduce a lo que ellos cuentan de sí mismos.
¿La vida de un fraile no es del siglo XXI? ¿El siglo XXI está alejado de la vida? ¿O son ambas
cosas?
- No. La vida de los hombres es siempre vida humana. No se puede decir que la vida de hoy está alejada
de una vida idílica en el plano teórico. La vida que tenemos hoy es normal y en ella hay que entender la
vida de Dios.
¿Y los frailes?
- Los frailes quieren dedicar su vida a ayudar a la gente a entender que Dios quiere conversar con ellos.
Y esta tarea es tan grande que toman la decisión de entregar toda su vida a ese fin.
Tenemos un papa jesuita, con un nombre franciscano
5. -...y un hábito dominico.
Exacto. ¿Están las órdenes de moda dentro de la Iglesia?
- Han estado de moda, están de moda y estarán de moda.
¡Es optimista!
- Sí. Más que ser jesuita, lo más importante es que tenemos un Santo Padre que quiere decir a la gente
que Dios está con ellos. Principalmente a los pobres, que podrían pensar que no tienen su lugar en el
mundo.
Y de este mundo, ¿qué problemas le preocupan más: el capitalismo salvaje, el daño al planeta, la
pobreza estructural?
- Los olvidados. La corriente dominante del sistema capitalista pone en el lugar más importante una
carrera que abra caminos a ganar dinero o a tener éxito profesional. Pero hay una corriente olvidada:
los niños que no pueden ir a la escuela, las personas que no pueden comer, las mujeres cuya voz no es
escuchada para construir un mundo donde cada uno tenga su lugar, su voz, su dignidad. Mi misión es
ayudar a las personas a entender que no se puede construir un mundo olvidando a la mayoría.
¡Con este discurso cualquier día lo encarcelan!
- ¿Por qué?
Porque apunta contra las bases mismas del sistema.
- Pues si el sistema construye injusticia, y no sólo en los países del Sur sino también en los nuestros, debe
decirse que no funciona.
Estudió Medicina, vio la miseria de Haití y ha integrado el Consejo Nacional del Sida en Francia.
¿Qué opina sobre el uso del preservativo?
- Frente al riesgo de epidemia del sida, cuando una persona piensa que hay un riesgo de transmitir esta
enfermedad debe evitar transmitirla. Si el único medio de no transmitir la enfermedad es un método
anticonceptivo, pienso que cada uno debe ser responsable.
Los dominicos y dominicas siempre han tenido buenas escuelas. ¿Por qué esa inquietud?
- Porque la inteligencia humana es un camino para construir un mundo más humano y transmitirlo a los
demás.
¿Qué debe hacer un dominico?
- Amar este mundo, el mundo de hoy.
Fuente: Levante. El mercantil valenciano
jueves 10 de abril de 2014
Monseñor Osoro recibe al general de los Dominicos, Bruno
Cadoré
Junto al prior de la provincia dominicana de Aragón, Martín Gelabert
6.
7. VALENCIA, 10 ABR. (AVAN).- El arzobispo de Valencia, monseñor Carlos Osoro, ha recibido esta
tarde al general de la orden de los Dominicos, el francés Bruno Cadoré, que llegó el pasado a Valencia el
pasado martes, dentro de la primera visita canónica que realiza a la provincia dominicana de Aragón
desde que fue elegido en 2010.
En su visita a Valencia, Cadoré “se reunirá con frailes, religiosas, seglares y estudiantes de la orden de
8. predicadores”, según ha indicado hoy a la agencia AVAN Martín Gelabert, prior de la provincia
dominicana de Aragón.
Asimismo, “se trata de la primera visita canónica que realiza, durante su mandato, a la provincia
dominicana de Aragón, que comprende los territorios de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Aragón y
Baleares, ya que como maestro general de la orden debe realizar dos visitas de este tipo a todas las
provincias dominicas”, según las mismas fuentes, que han recordado que “en el año 2016 las tres
provincias dominicas españolas se unificarán en una única provincia”.
Bruno Cadoré fue elegido maestro de los Dominicos en 2010 y es el 86º sucesor de Santo Domingo. Es
doctor en Medicina y en Teología, así como estudioso y especialista en el campo de la Bioética, disciplina
de la que ha sido profesor en la Universidad Católica de la ciudad francesa de Lille. En 2008, el
presidente de la República Francesa le nombró miembro del Consejo Nacional del Sida.
Dentro de la orden, ha sido maestro de estudiantes y provincial, así como presidente de la Conferencia de
Provinciales de Europa. Su madre era francesa y su padre de la isla de la Martinica. Es médico pediatra y
como tal trabajó en Haití.
(Fotos: Inma Miñana)
Fuente: Archidiócesis de Valencia
Mise del maestro de la Orden en la basilica
Reunion dl maestro de la orden con la comunidad
de predicadores y la del pocito d san Vicente
Ferrer
Cena Solidaria El Olivar
El pasado jueves 3 de abril se celebró una Cena Solidaria en la Parroquia Santo Cristo del Olivar, en
Madrid. El objetivo era recaudar fondos para financiar el proyecto que la Delegación de Madrid ha
asumido para este año, la Construcción de Dos Pozos de Agua Potable en Saint Jean du Sud, una
comunidad costera de Haití, muy alejada de la ciudad y de difícil acceso.
Esta actividad fue organizada por el grupo de El Olivar, al que agradecemos el esfuerzo realizado.
Especialmente agradecemos a fray Ramón A. Núñez, fray Carlos Robles y al grupo del MJD, que
trabajaron especialmente para que este evento pudiera realizarse.
Para presentar el proyecto e iniciar esta velada solidaria, pudimos escuchar la experiencia de José Manuel
Gª Gollonet, que el año pasado hizo el Curso de Voluntariado con Acción Verapaz, y luego visitó Haití
durante el pasado mes de agosto. En la exposición nos contaba los distintos proyectos que Acción
Verapaz ha realizado en Haití a lo largo de su historia y que fue visitando de la mano de las
organizaciones colaboradoras en terreno. Para finalizar, contó su visita a Saint Jean du Sud, localidad
donde se construirán los pozos, y cómo la gente vive con problemas de salud y tienen que recorrer 10 km
a pie para encontrar agua potable. Con la ejecución de este proyecto se mejorará la vida de muchas
personas.
Después de la charla, pudimos disfrutar de la actuación musical de Paloma en la que todos acabamos
participando, y luego pasamos a compartir una cena preparada con la aportación de cada uno de los
asistentes: empanadas, tortillas, embutidos… En este ambiente distendido tuvimos ocasión de charlar e
intercambiar, y todos los presentes quedaron muy satisfechos y contentos de haber formado parte de esta
velada solidaria. Agradecemos a todos los asistentes el esfuerzo por asistir y hacer posible este encuentro.
9. Orar en el espíritu de
Jesús
Autor: Manuel Angel MARTINEZ JUAN
Colección: TRAZOS
Las comunidades cristianas están llamadas a convertirse en
auténticas "escuelas de oración". Esta obra se sitúa en esa
dirección, y lo hace trazando el curso de la oración cristiana a
partir de su referencia capital: el modelo y las enseñanzas de
Jesús. Manuel Angel Martínez Juan, Doctor en Teología y
profesor en San Esteban (Salamanca), es además director de la
revista de espiritualidad Vida Sobrenatural.
Precio: 10,00 €
Páginas: 148
Año: 2005
ISBN: 84-8260-154-7
10. El evangelio del
Señor en la cruz
Autor: Gregorio CELADA LUENGO
Colección: MATERIALES
La cruz sumió en crisis a los discípulos, no a
Jesús. Por eso, más tarde retomarán las
enseñanzas de vida que el Maestro había dado
en la cruz. Recogieron algunas de sus
palabras y las grabaron en la memoria. Desde
entonces la espiritualidad cristiana las ha
tomado como guía de meditación y oración.
El profesor Gregorio Celada, catedrático de la
Facultad de Teología San Esteban, nos ofrece
un comentario espiritual y teológico de las
palabras de Jesús en la cruz.
Precio: 10,00 €
Páginas: 95
Año: 2009
ISBN: 978-84-8260-2295-5
La red de investigación de OPTIC
11. OPTIC es una red pluridisciplinaria e internacional, dedicada al estudio de los media, de
la cultura digital y de su impacto en las sociedades y en los modos de vida. Si bien fue
creada por iniciativa de la Orden Dominicana, tiene autonomía en la elección de sus
temas de investigación. La red responde a un doble objetivo: adelantar estudios
fundamentales en el campo de los medios digitales con miras a compartir el
conocimiento adquirido a través de publicaciones o de jornadas de trabajo abiertas al
público; ayudar a asociaciones en la realización de proyectos relacionados con las
tecnologías de la información y de la comunicación.
Identidad
Naturaleza de la red
OPTIC está constituido por personas que se sienten motivadas por una labor
investigativa, común y voluntaria, dentro de una entidad que sobrepasa el espacio
inmediato de su actividad profesional. La red recibe a personal especializadas en los
campos técnicos propios de su área de estudio (internet, televisión, organización de
sistemas de información…) capaces de identificar las tendencias actuales en materia de
tecnologías, de modas y comportamientos de usuarios, es decir, de anticiparse algunos
meses a los grandes cambios. La red reúne igualmente a universitarios de diferentes
disciplinas con el objetivo de brindar una mirada desde otras perspectivas y de leer las
realidades descritas a partir de sus propios campos de competencia. OPTIC adelanta
este trabajo en unión estrecha con la delegación de la Santa Sede ante la UNESCO y
con un gran número de organizaciones asociativas con el fin de poder brindarles
información, consejería o asesoría.
Dado que las innovaciones tecnológicas y los temas relacionados con la revolución
digital se perciben con mayor facilidad a nivel mundial, OPTIC es una red internacional
12. con corresponsales en más de veinte países. El seminario organizado el pasado 15 de
marzo de 2014 fue el primero de un ciclo de eventos similares. Próximamente
tendremos jornadas de estudio en Berkeley, Roma y Manila.
Campos de investigación
Si bien el cuestionamiento inicial giraba en torno a internet, la relación progresiva de
este medio con la telefonía (consulta de correos en terminales móviles, voz sobre IP) y
con la televisión (ofertas conjuntas de televisión y de internet, video por solicitud)
requiere cada vez más un enfoque amplio que abarque el conjunto de las tecnologías de
la información y de la comunicación (TIC). Además, surgen nuevos campos de
investigación, por ejemplo en el área de la salud, de la robótica o de las consecuencias
políticas del uso de los medios digitales. Tal amplificación del campo de investigación
no constituye un factor de dispersión sino un elemento que permite tener presentes las
tendencias hacia el futuro.
De este modo, se estudian dos factores:
- las innovaciones tecnológicas
- las modificaciones del comportamiento humano que éstas producen y su significado
Objetivos generales
La especificidad de la red radica en que ella pone lo humano en el centro de todo su
estudio, introduciendo por lo menos dos objetivos:
13. - Contribuir a una mejor comprensión del impacto de las tecnologías digitales sobre los
modos de vida con el fin de acompañar a aquellos responsables de tomar decisiones en
sus opciones estratégicas al servicio de la población
- Identificar dificultades eventuales, que podrían impedir el proceso de desarrollo
económico, social y humano de la población.
Misiones y acciones
Reflexión fundamental:
Los objetivos generales de OPTIC implican una reflexión fundamental, que se adelanta
actualmente bajo la forma de un seguimiento tecnológico, jurídico y comportamental.
Esta labor conduce a:
- La publicación de artículos en revistas especializadas y de amplia difusión
- Conferencias e intervenciones en coloquios, al igual que sesiones de formación
- Encuentros y jornadas de trabajo: destinados a compartir los trabajos de investigación
de cada uno y a establecer un «estado del arte»; estas actividades constituyen también
una tribuna para personas exteriores al grupo que deseen exponer sus trabajos
- Misiones de consejo relacionadas con temáticas que interesan a las ONG, los poderes
públicos o los organismos internacionales
Misiones de consejo:
La acción de OPTIC se extiende igualmente a misiones específicas para organismos no
gubernamentales:
- Estudio de soluciones de trabajo colaborativo a distancia para la Comisión Francófona
de Justicia y Paz.
- Elaboración de kioscos interactivos para la exposición « Dios(es) » en el Petit
Palais (Paris).
14. - Auditoría de la recuperación de un órgano de prensa por parte de una ONG y de la
evolución de su difusión hacia los medios digitales. Dicho estudio incluye la auditoría
contable y organizacional de la asociación responsable de la publicación, así como un
análisis de los lectores y de la competencia
- Puesta en obra de la estrategia internet/intranet de la FFRC.
Único es mi dolor
Chus Villarroel, O P
Cuando paseo por la calle céntrica de Madrid donde vivo ahora veo
multitud de gente que viene y que va. Las aceras son anchas, siete metros y
medio cada una, pero a veces te es imposible mantener el ritmo del paseo,
porque están abarrotadas y unos se paran y charlan, otros miran los
escaparates, las terrazas lo cubren todo, algunos se saludan y otros llevan al
perro con una cadena tan larga que te enroscan a ti en ella. La impresión es
que no hay crisis, ni problemas, ni enfermedades, sólo vida y alegría.
El día que tú te pones enfermo empieza a cambiarte la visión. Viene
una y te dice: “Pues eso que tienes tú lo tiene una prima mía y la madre de
Puri. Otra añade: “Ah sí, igualito que tú está el señor Fernández y el
portero del 44”. En menos de dos días te enteras de que entre las personas
de tu alrededor lo tiene un montón de conocidos. Resulta que tu
enfermedad, en la que te creías algo original pensando que sólo la tenías tú
y tres o cuatro más en toda España, la tienen multitud de personas. En la
calle sigues viendo vida pero comienzas a detectar de que hay mucho
sufrimiento escondido.
Hace unos días, hablando con una mujer de algo más de cuarenta
años, me decía: “Si se me repite el cáncer por tercera vez y me tienen que
volver o operar, creo que no lo resistiré”. Esa frase me la he dicho yo a mí
15. mismo bastantes veces en los últimos tiempos porque estoy en la misma
situación, solo que con treinta años más que ella. Tiene el vientre
destrozado por las anteriores operaciones. Me impresionó de tal manera lo
que dijo esa mujer que le dije a mi acompañante al volver a casa:
-De repetirse el cáncer, prefería que me sucediera a mí antes que a ella.
-Claro, por los hijos
-No, no es porque tenga hijos.
-¿Qué? Me replicó: ¿Por qué es, entonces? ¿Tú no tienes miedo?
-Tanto como ella o más. Lo que pasa es que yo creo que tengo mejor
encarrilada la parte espiritual y, aunque todo es gracia, se necesita tiempo
para que las cosas maduren. La quiero mucho y su desconcierto, sobre
todo espiritual, me apenaría mucho.
Tengo la sensación de que en los cinco años de cáncer, unidos a la
quimio, radio y cuatro operaciones, amén de muchos otros etcéteras, se me
ha ido encarrilando la parte espiritual. Todo ha sido gracia y puro don pero
entiendo que estoy conociendo mucho más a Jesucristo. Ahora bien tan
poco a poco, de revelación en revelación, todo tan espaciado, que te da la
sensación de que no ha sucedido nada en ti, pero no es verdad. No me entra
la tentación de pensar que han sido mis reflexiones o mi poder de sugestión
o algún ejercicio semejante al yoga porque ahora sé que a la cumbre del
dolor ningún ser humano llega por sí mismo. Llegará a otro sitio, pero no a
esa cumbre de la que hablo, porque a esa altura se llega sólo por la gracia.
Digo, también, que tengo encarrilada mi parte espiritual porque
ahora sé que es gracia. Y no cualquier gracia sino una gracia de
identificación con la humanidad de Jesucristo. Una tercera reproducción
del cáncer con toda la parafernalia de quimios, operaciones y demás, me
parecería horrible pero veo clara la figura de Jesús dentro de mí y sé que
además de la fe, la vivencia y visión interior de las que hablo, serían un
gran consuelo. No es precisamente un Jesús sufriente el que veo, sino
vencedor, limpio, resucitado, aunque retenga su poder para que yo pase lo
mío. Tú me dirás: ¿Lo ves continuamente? Qué voy a ver; lo siento una vez
cada no sé cuánto, pero me basta para saber que lo tengo, que está en el
interior de mi dolor, en mi camino hacia él, que murió y ya resucitó.
En el hombre hay dos niveles. En lenguaje paulino: el de la carne y
el del espíritu. Dios actúa en nuestro espíritu. Él es el que lo activa.
Dichoso el que sabe que tiene espíritu porque uno puede pasar la vida
16. entera viviendo solo de la carne, es decir, del cuerpo y de la psique. Pese a
la seguridad interior que me da la experiencia de fe que vivo en mi
espíritu mi camino no es de triunfo. La carne es real y tiene sus
exigencias; no le gusta sufrir. Cuando miro las cosas desde mi carne, yo
siempre estoy a punto de desfallecer; como esa mujer, también creo que no
resistiré. Tengo el doble sentimiento: Por una parte me parece que desde la
impotencia y del renegar de mi carne no puede recogerse nada
aprovechable y, por otra, confío en la seguridad de fe que siento, que no es
mía sino recibida. Estoy seguro que él está ahí y me sostiene, pero mi carne
se expresa con un lenguaje distinto del de mi espíritu. Y, ahora, como me
toca vivir más en la carne que en el espíritu, vivo a veces en la tristeza de
Cristo y en su abandono y me digo: “¿Por qué, por qué así?”
Nadie, crea, sin embargo que lo dominante en mí es el miedo y la
tristeza. El Señor se las arregla para llevarte al fondo de la cruz sin perder
la alegría de la esperanza y el encanto de muchas cosas. No pierdes
generalmente ni el buen humor, aunque a veces no sabes si ríes o lloras. El
vivir en la fe y en el espíritu tiene grandes compensaciones y consolida lo
que parece que se está resquebrajando. Me dice un sacerdote amigo,
Eugeni, desde Barcelona: “Caminar con Jesús no es triunfar todos los días,
ir de éxito en éxito, sino una prueba de fe permanente. La vida litúrgica y el
culto cristiano, son festivos, de celebración, de acción de gracias. Pero en
este culto se participa plenamente, cuando la propia vida es pascual”. La
Pascua va del Viernes Santo al Domingo de Pascua.
Si he de decir la verdad, a mí me gustan los Cristos resucitados,
salidos de la cruz, eso sí, pero ya resucitados. Eso es lo que deseo que
contemple la gente. En dos Iglesias, donde pude decidir, coloqué sobre el
altar mayor un Cristo resucitado. Una de ellas era de Móstoles. Al obispo
Ms. Golfín, no le gustaba y al párroco tampoco mucho. El obispo me lo
hizo saber y al párroco le retenía el hecho de que había sido un regalo caro.
Ahí sigue todavía el Resucitado presidiendo y animando a la gente. No
duraron demasiado los problemas porque ambos, que eran unos santos,
murieron enseguida. El párroco con 61 años. Al pueblo, en general, le
gustaba el Cristo. Incluso en las pruebas más hondas, el que tenga la gracia
de vivirlas desde la perspectiva de la resurrección tiene su espiritualidad
bien encarrilada. Ha crecido mucho en su espíritu.
En cierta ocasión, antes del papa Francisco, terminé discutiendo con
una joven misionera dominica española del Japón que me acompañaba en
17. el Vaticano en una de las grandes ceremonias. No paraba de cuchichearme
y decirme que no le gustaba el boato y la magnificencia y el dorado de la
cúpula. No le gustaba ni la música del coro de niños de la Capilla Sixtina.
Se identificaba con la Iglesia de los pobres y poco menos que quería que se
vendiera todo aquello para dárselo a los pobres. Yo le respondí al salir: “El
centro del cristianismo no son los pobres sino el Señor Jesucristo
resucitado. Sin resurrección somos los más miserables de todos los
hombres. Deja que la Iglesia del resucitado celebre al menos
simbólicamente la gloria de su Señor. Para pobreza ya tienes bastante con
la iglesia de tu pueblo en León y con tu párroco de casi noventa años”.
El que no tenga el profundo gozo de la resurrección en su espíritu no
hará ningún bien a nadie ni siquiera a los pobres aunque vaya a vivir con
ellos. Yo con mi cáncer tengo suficiente pobreza en mi vida y lo único que
quiero es aprovecharla como una oportunidad. Nadie puede ponerse en el
dolor ni en la gracia de otro, pero si tu cruz la vives como una oportunidad
seguro que crearás esperanza en muchos que carezcan de ella sobre todo
los que estén como tú. Yo no tengo el encargo de salvar al mundo de sus
pobrezas pero, si mi vida la vivo como una oportunidad de unirme a Cristo,
más de uno resucitará cerca de mí.
Para eso no se necesita exhibir ningún triunfalismo. Hay gente
iluminada que dice que uno que cree verdaderamente en Cristo no puede
estar nunca triste. Es mentira, se puede vivir de la resurrección y, a la vez,
experimentar pena honda. La carne tiene su estatus que no hay que
robárselo. Hay una pena honda y ungida que no elimina la fe sino que la
consolida. Me muero de tristeza, dijo una vez Jesús (Mc 26,38). Lucas 22,
43 nos cuenta que en su enfrentamiento con la muerte Jesús comenzó a
entristecerse y angustiarse. Uno que en su largo cáncer se enfrenta durante
años con la muerte ¿no va a angustiarse y entristecerse? Hay una tristeza
ungida, sometida a la voluntad de Dios, que es la culminación anímica de la
cruz. A María la Iglesia le aplica, hoy es viernes de dolores, un versículo de
Lm 1, 12-15: Vosotros todos los que pasáis por el camino, ¿no os importa
mi caso? Observad y ved si no es único mi dolor, ningún dolor es como mi
dolor. La Virgen sufrió el dolor de su encarnación, de su carne, como el
que más. Su espíritu, en cambio, disfrutaba de su elección y del poder de
la fe.
18. He pensado en estas cosas a raíz de la frase de mi amiga de cuarenta
años, muerta de miedo ante una posible tercera reproducción de su cáncer.
Nadie se puede poner en el dolor de otro y yo tampoco me pongo. No
obstante hay un ejercicio espiritual al que el Espíritu Santo nos llama que
ayuda muchísimo a encarrilar con toda la seriedad de la fe las cosas que
nos pasan y que no tienen salida desde la razón y el esfuerzo humano. La
razón pertenece al nivel de la carne. Yo, en mi sufrimiento, me lo estoy
pasando fatal, pero tengo también una alegría dentro que no la cambio por
nada. Sufro pero experimento al nivel de la fe el don de fortaleza contra el
que no puede la angustia del sufrir humano.
La flagelación y el rebajamiento absoluto
del Señor - Fray Julián de Cos, O.P.
Viernes 11 de abril de 2014
Jesús es comprado y capturado por los mandatarios religiosos, aquellos a los que tantas veces ha dejado
en evidencia (cf. Mc 11,27-12,40). Por eso, éstos pretenden ahora degradarle hasta lo más bajo. Al Hijo
de Dios, a la Palabra hecha carne, le acusan de falso profeta y de blasfemo (cf. Mc 14,53-65).
Y en el juicio ante Pilato la degradación sigue su curso: ante la opción de soltar a Jesús o a un bandido,
sus rivales consiguen que sea liberado el bandido. Y Pilato envía a Jesús, a Aquel que tanto bien ha
hecho, para que sea azotado antes de ser ejecutado en la cruz, como un vulgar malhechor (cf. Mc 15,1-
15).
Pero no son las autoridades religiosas quienes rebajan al Hijo de Dios, es Él mismo quien ya lo había
hecho mucho antes: al hacerse hombre. Y añade san Pablo: “Y así, actuando como un hombre cualquiera,
se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz” (Flp 2,7-8).
19. En efecto, Jesús, durante su pasión, no siente herido su orgullo, sino su cuerpo, flagelado y atravesado, y,
sobre todo, su corazón, profundamente apenado al ver tanto mal, tanto odio, tanta violencia. Por eso
“cuando era maltratado, no abría la boca, como cordero llevado al matadero” (Is 53,7), dice el profeta
Isaías.
En cambio, a nosotros, que fácilmente se nos hiere el orgullo. A poco que se nos diga o haga algo que no
nos gusta, ya nos sentimos humillados. Cuántas cosas buenas no hacemos por orgullo. Cuántos sanadores
sufrimientos no somos capaces de afrontar porque pensamos que rebajan nuestra categoría.
Muy a propósito viene aquí acordarnos de la Madre del Señor, María, aquella que se llenó de alegría
porque Dios había mirado su humillación (cf. Lc 1,48). Ella bien puede ayudarnos a rebajarnos, a perder
nuestro orgullo, a sabernos el más insignificante de los seres humanos, como una mota de polvo que pasa
totalmente inadvertida.
El camino cristiano es difícil. Eso bien lo sabemos. Por el Reino, a veces, nuestro cuerpo o nuestro
corazón tienen de sufrir, pero nunca nuestro orgullo. Éste ha de desparecer si queremos llegar a buen
término.
INDIVIDUALIDAD FRENTE A SOLIDARIDAD
20.
21. Isaura Díaz Figueiredo.
“Cada hombre debería pensar que es una de las hojas de un árbol y que el árbol es toda la humanidad:
no podemos vivir sin los demás, sin el árbol” (Pau Casals)
El individualismo es la actitud que lleva a actuar y pensar de forma independiente, con respecto a los
demás o frente a normas establecidas. Tiene una tendencia filosófica opuesta a la solidaridad, que da
prioridad al individuo frente a las estructuras sociales o que afirma que los primeros surgen de los
segundos, individuo es cualquier ser en cuanto se distingue de los demás. Todo ser real, posee el carácter
que lo hace irrepetible de lo único
Pero la individualidad afecta al ser humano y la diferenciación no estriba sólo en sus cualidades físicas,
sino sobre todo en sus cualidades espirituales-inteligencia y voluntad-,esto es lo que diferencia a uno del
todo y frente a todos
“La vida es siempre personal, circunstancia, intransferible y responsable” (Ortega y Gasset)
El individualismo hace del individuo su “centro” y en tanto comienza con “con la premisa fundamental
de que el individuo es de importancia primaria en la lucha por la liberación.
La falta de solidaridad denota indiferencia, egoísmo, estrechez de miras en cuanto a “los otros
“Recordemos que infidelidad no es lo mismo que individualización, así nos comenta Jung que
individualización es un sentido egocéntrico del individualismo, ya que es elevado a norma. El ser
humanos se parta de los demás, encerrándose en su concha de “ser-para-si”, busco sólo el propio
provecho y así llegamos a la sociedad de consumo. En el otro extremos el hombre actual trata de “ser
como los demás”, de no sobresalir, de no destacar.Ocultandose bajo la masa a fin de pasar inadvertido,
desapareciendo así las diferencias, las peculiaridades y se sumerge en el anonimato de la masa
uniformada.”No es el individuo quien vive, sino quien es vivido por la conciencia de la masa anónima, no
decide la decisión está tomada por ella”
22. Busca dentro de ti y allí lo encontraras todo (Solón de Atenas)
La insensibilidad no es más que un egoísmo exagerado, sin grandeza humana, resta meritos y alegría a
cualquier logro por grande que sea, pues no tienes con quien compartirlo.
Quienes no practican la solidaridad nunca serán admirados, ni queridas con sinceridad, ni sus posesiones
y dinero tendrán valor alguno.
Analizando las llamadas quehacer la cultura actual a la soldaridad, no sabré con precisión si apela a un
sentimiento, a una virtud, a un valor, a unos derechos, a un principio de organización social, o a un
principio de organización cósmica. Este concepto se acentúa cuando autores liberales, socialista o
socialdemócratas como por ejemplo R.Rorty,Habermas o Lipovestky,para no ser tachados de colectivistas
defienden la solidaridad desde razones individualistas solidarias. Esta advertencia es importante conocerla
para n no confundir solidaridad con cooperación, integración o cohesión social.
Más claro y más sencillo es decir que una persona es solidaria cuando colabora con otras, manteniendo un
sentimiento de unión y convivencia, sobre todo cuando se vivencia experiencias difíciles de las que no
resulta fácil salir
La solidaridad ha de manifestarse siempre, pero toca los niveles más altos cuando hablamos de tragedias
que afectan a muchos seres humanos, de grandes guerras o desastres naturales, brindando la mano a
quienes en esos momentos están en precarias condiciones.
Es un sentimiento, pero también un acto social, la acción que permite al individuo mantener y mantenerse
en su naturaleza de ser social
Se ha de fomentar y desarrollar la solidaridad en todas sus aristas, no solo en grandes ocasiones, en
aquellos que tenemos cercanos y sabemos que tienen un problema...escucharles, acompañarles, ser su
soporte a fin de mejorar la situación, haciendo saber al individuo que no está solo que pertenece a un
grupo, que junto si podemos llegar a buen término porque juntos perseguimos la misma meta Jesús en los
evangelios no pronuncia “esta palabra” porque sencillamente no existía como palabra, pero si lugar a
dudas los evangelios hacen una constante invitación a su práctica, como expresión de amor universal, sin
barreras de ningún tipo
La palabra mas próxima a ésta, porque la supone es el agapê que aparece 116 veces en el Nuevo
Testamento (de las que solo 9 en los evangelios).Con ella se indica que el Amor que proviene del padre y
tiene por objetivo a Dios, y también al hombre, como cumplimiento divino “amaras a Dios…. Y al
prójimo como a ti mismo” (luc 10,27)1
El principio de la solidaridad lo formula claramente Mt 7,12 en el texto “reglas de oro” donde Jesús
resume el Antiguo Testamento con esta frase “todo loque querrías que hicieran los demás con vosotros,
hacedlo vosotros por ellos, porque eso significa la Ley y los Profetas.
23. Jesús invita a ser solidario, o lo que es igual a ponerse en el lugar del toro como si fuera uno mismo. Para
ello haya que renunciar al egocentrismo, ha de considerar o hemos de considerar que tenemos un destino
común
Alguien me apunta que esto es una utopia, pero no deje de insistir en el amor que excluye a nadie ni
siquiera a los enemigos y agresores, un amor tan solidario que no espera recompensa del otro y hasta
renuncia a sus derechos
Bien sin poder conseguir esta meta, que será magnifica le hago saber que el cristiano en el amor va mas
allá de ser solidario, incluye toda reacción positiva aun recibiendo negativismo.
La solidaridad es el gran valor humano que tendrá transcendencias si la practicamos a toda la sociedad
El es santo
Editado por
Sor Gemma Morató
El salmo 98 es un canto a la santidad de Dios. Por tres
veces repite el salmista que Dios es santo. Es, en cierto modo, un trisagio del Antiguo Testamento. Esta
oración que en años atrás se rezaba en honor a la Santísima Trinidad para que en momentos cruciales
liberara a los que lo rezaban de muerte repentina, de los rayos en una fuerte tempestad, en el momento de
epidemias, etc. En ella se invocaba al Dios tres veces santo que los librara de todo mal.
El salmista ve, ante todo, al Señor que reina sobre toda la tierra, un Dios poderoso que hace estremecer
la tierra. “El Señor reina, tiemblen las naciones, sentado sobre querubines vacile la tierra. El Señor es
grande en Sión, encumbrado sobre todos los pueblos. Reconozcan tu nombre, grande y terrible. Él es
santo” (v 1-3). El temor del hombre no está reñido con la santidad de Dios.
Y, ¿qué se espera de un Dios santo? Un Dios que ame la justicia, que sea recto en sus juicios. “Reinas
con poder y amas la justicia, tú has establecido la rectitud; tú administras la justicia y el derecho” (v 4).
Ante este hecho los hombres no pueden hacer otra cosa que postrarse a sus píes y exclamar: ¡Él es santo!
Pero además este Dios es un Dios dialogante, cosa impensable en los pueblos antiguos. “Moisés y
Aarón con sus sacerdotes, Samuel con los que invocan su nombre, invocaban al Señor y él les respondía.
Dios les hablaba desde la columna de nube, oyeron sus mandatos y la ley que les dio. Señor Dios nuestro
tú les respondías tú eras para ellos un Dios de perdón” (v 6-8). Verdaderamente este Dios es un Dios
único, no como los dioses de los otros pueblos hechos de manos humanas que no hablan ni oyen. Por ello
el salmista al terminar su poema exclama con razón: “Santo es el Señor nuestro Dios”.
A los cristianos al recitar este salmo nos viene en mente la invitación de Jesús: “Sed santos como vuestro
Padre celestial es santo”. Texto: Hna. María Nuria Gaza.
24. Pasión
No, no, no voy a comentarles de esta semana que empezamos, ni del tiempo que nos espera o no
estos días -para eso ya está nuestro meteofreak-, ni mucho menos de hermandades, estrenos, pasos,
imágenes, nazarenos, etc.… Tampoco -eso para la semana que viene…- del verdadero sentido de estos
días que a veces entre incienso no se ve…
La pasión de la que les cuento hoy es otra…
Es la pasión como actitud vital, esa que te mueve a hacer las cosas de corazón, a saltar de la cama
con las ganas de empezar ya lo que te espera, o al menos, la pasión que hace que te levantes aunque las
cosas no salgan adelante, porque hay algo más importante incluso que el cansancio o las frustraciones…
La pasión de la que hablo es la de quien es capaz de elegir lo que quiere, de contarlo, de emocionarse
hablando de las cosas más inverosímiles, la pasión de quien -a veces…todo sea dicho- el tiempo se le
funde como hielo al sol cuando se dedica a lo suyo, la de quien se abstrae como si nada más existiese…
La pasión que contamos es, a fin de cuentas, una forma de amor, que vertebra una vida, que deja
espacio desde luego a otras cosas, pero que siempre tiene su lugar, su centro, su sitio…
En fin. Qué les voy a decir a ustedes que ya no sepan, esa pasión hay que buscarla, no aparece así
porque sí, no es fácil de encontrar el amor de cada uno, pero estar, seguro que está por ahí… y es
importante buscarla, porque a fin de cuentas, es la que termina dando el sentido y la identidad real de
quién es uno…
Así como punto final religioso -permítaseme dada mi condición y los días que empiezan…- solo
apuntar que a fin de cuentas, de un modo u otro, las pequeñas pasiones de cada uno, son toda reflejo de la
misma pasión, la pasión por el ser humano… que es la pasión que siente Dios, y que es la que esta
semana que empieza celebramos.
LAS MUJERES DE LA PASIÓN (I): María de Betania
Juan Antonio Mateos Pérez
Realmente María no tiene nombre, en los sinópticos es simplemente la mujer de Betania
que ungió a Jesús. Cuántas mujeres sin nombre, cuántas mujeres que acogen la palabra
de Jesús, la guardan en su corazón y se entregan a los más necesitados de lejos o de
cerca y dan testimonio de Jesús.
Esa mujer que sale de la oscuridad y se vuelve para seguir a Jesús y se atreve a ungir a
Jesús en casa de Simón el leproso, en el evangelio de Juan se convierte en María. Es una
escena seis días antes de la Pascua, unge a Jesús con la fragancia de un buen perfume de
aceite de nardo en una jarra de alabastro. ¿No era un derroche? ¿No era mejor repartirlo
25. entre los pobres? Se preguntaban los discípulos. Pero como un acto profético estaba
adelantando lo que Jesús venía anunciando, a los pobres los tendréis siempre, se ha
anticipado a ungir mi cuerpo para la sepultura.
Los que cuelgan de un madero no tienen honor, son malditos, pero fue el precio de su
amor, de su disidencia. Nadie apuesta en este mundo por los vencidos, tal vez sólo las
propias víctimas, como muchas mujeres oscurecidas, ninguneadas y apartadas. El
trabajo de las mujeres ha sido siempre en muchas sociedades anónimo y escondido, no
fue menos en época de Jesús, pero él quería enfrentarse también a esa injusticia. Ni los
discípulos fueron capaces de ver la realidad, sólo una mujer, tomó la iniciativa de forma
profética y pudo administrarle la unción, la extremaunción. Esa mujer creativa,
generosa, representa la misericordia y el amor en la entrega, se da a sí misma.
Ahora siguen existiendo muchas mujeres anónimas, muchas mujeres silenciadas y
dedicadas a tiempo completo dedicadas a sus hijos, marido, padres y principalmente en
enfermedades crónicas. Muchas Marías de Betania, de Nueva York, Madrid, Roma.
Mary vive en Nueva York, dejó su trabajo para dedicarse a tiempo completo a su
marido enfermo de Parkinson, ahora está agotada. No recibe ninguna ayuda, ni de
instituciones, ni de familiares cercanos. A pesar de todo, sigue derramando el perfume
de su amor y generosidad cuando acaricia y acuesta a su marido.
En Madrid está también María, tiene 50 años, ha renunciado a una vida de familia al
servicio de sus padres y hermanos. El padre enfermo de alzheimer y la madre en una
silla de ruedas por una cadera fracturada. Está agotada, pero su sonrisa no se descuelga
de su rostro como un gran frasco del mejor perfume derramado.
Maria vive en Roma, tiene 60 años, siempre pendiente de su hija de 35 con esclerosis
múltiple avanzada. No deja de tener de vez en cuando depresión y ansiedad, pero tiene
una entrega sin límites, lleva la silla de ruedas, la baña con mucho cariño y ahora recibe
la ayuda de su otra hija. Lo que le hace más llevadero esos momentos difíciles que se
ven superados con una gran amor y con una preparación cada vez más eficaz.
Esta entrega de muchas mujeres ha provocado, que muchas de ellas, son condenadas al
aislamiento, al sufrimiento, incluso a la muerte. Pero son ellas, muchas desconocidas,
las que sacan proyectos sociales y sostienen a las familias en África, Asia y
26. Latinoamérica. A veces, muchas mujeres van más allá del cuidado, en un compromiso
de resistencia a la opresión en favor de la dignidad humana.
Hoy como ayer muchas mujeres derrochan su perfume de la generosidad y de la
misericordia, en la enfermedad, en la muerte. Como María de Betania existe otro modo
de escuchar la palabra, tiene más que ver con las entrañas que con el oído, con ellas se
captan matices que van más allá al punto central de la misericordia.
Mientras crece la noche, cada día
prende el Amor su llama
en tu candil de aceite desvelado,
siempre igual y creciente.
El pan de tus moliendas se cuece, cada día,
bajo el fuego tranquilo de tus ojos,
mientras crece también la madrugada.
La fuente de la plaza te entrega, cada día, su limosna
mientras le crece el corazón al mundo.
(Pedro Casaldáliga, Mujer de cada día)
El mesianismo creíble
Editado por
Jesús Espeja
”Mira a tu rey que viene a ti, humilde y montado en un borriquillo”.
1. En el corazón de cada persona y en la historia de los pueblos puja siempre un deseo de felicidad
completa. Por eso una y otra vez emergen mesianismo políticos, económicos o religiosos que prometen
esa felicidad completa mediante el poder que se impone por la fuerza.
2. El mesianismo de Jesucristo no es de poder que se impone por la fuerza sino de amor que abre camino
de salvación para todos. Jesús es aclamado rey mesías por el pueblo mientras entra en Jerusalén, no sobre
un caballo que montaban los antiguos emperadores ni en un carruaje de los guerreros que llegan
triunfantes de la batalla. Entra en un borriquillo signo de la sencillez y de la mansedumbre.
3. En cambio, Jesús no es aclamado por las autoridades religiosas y políticas judías de aquel tiempo.
Arrogantes y obsesionadas por mantener el poder, condenaron el mesianismo del servicio a los demás por
27. amor. Un mesianismo presentado en su novedad inaudita con el relato de la pasión y la muerte de cruz.
En el domingo de ramos celebramos esa síntesis de alegría y dolor, de amor y de rechazo, de vivas y
silencio, que son la trama de nuestra existencia humana, vivida por Jesús de Nazaret en su propia carne.
¿Quieres emprender el camino de una vida nueva entrando con Jesús en Jerusalén y siguiéndole hasta el
calvario donde se verifica que el amor es más fuerte que la muerte?
31. exposición de libros y revistas. Asly Escobar y Nairobis Díaz, jóvenes involucradas en la jornada,
recalcaron la importancia de hacer frente a este problema.
Como ejemplo de lucha recuerdan la historia del niño pakistaní, Iqbal Masih, quien fue entregado a la
esclavitud por su madre cuando tenía apenas cinco años.
Iqbal trabajaba 15 horas diarias fabricando alfombras y fue sometido a maltratos que afectaron su salud,
pero logró escapar de la fábrica y se dedicó a denunciar este flagelo por el mundo apoyado por el Frente
de Trabajadores de ladrillos.
Los guerrilleros olvidados del Tíbet
Un centenar de viejos combatientes son la memoria del
exilio tibetano y de la guerra contra China tras la
ocupación
Angel L. Martinez Cantera 8 ABR 2014 - 21:37 CET16
Chodak Dawa, de 78 años, sobrevivió al bombardeo de Norbulinka. Fue arrestado por las autoridades
nepalíes hace cuatro años por manifestarse pacíficamente. / Ángel L. Martínez
Sus fotos no ilustran los libros de historia porque combatieron en batallas olvidadas en nombre de la paz.
Las banderas no se izan a media asta en su recuerdo porque su país no figura en los mapas. Y no hay
estatua al soldado desconocido que los honre porque no son más que refugiados en territorio ajeno. Pero
un centenar de viejos guerrilleros son la memoria del exilio tibetano. Y de la guerra contra China tras la
ocupación. Ayudados por la CIA. Luchando en las montañas de Mustang (Nepal), a casi 4.000 metros de
altura. En la cima del mundo.
Karma Ranchen, de 82 años, tarda en contestar, ensimismado con el thenga (especie de rosario budista
para el rezo): "La guerra fue como cualquier otra. Todas son iguales. Gente que muere y gente que
mata… Y sobrevive". Él y unos pocos miles de tibetanos hicieron frente al Ejército Popular de China, que
los superaba en número y armamento, durante más de una década entre los años 60 y 70. Ahora Karma
forma parte del centenar de ancianos excombatientes (alrededor de 200 sobreviven en India y Nepal) que
pasan sus últimos días en el asentamiento de refugiados de Jampaling, a 30 kilómetros de Pokara.
"Esperando la vuelta al Tíbet. Para morir en casa", explica mientras acaricia nerviosamente el thenga.
"Era demasiado joven para saber que estábamos formando una guerrilla en aquellas reuniones
clandestinas. El gobierno del Tíbet desconocía nuestras operaciones y nos pidió evitar un baño de sangre
cuando lo supo". El octogenario Ngawang Sherap entorna los ojos, dos líneas más en su rugosa cara.
Explica cómo de niño divisó las líneas de combate chinas porque sus padres le mantenían en zonas altas
para alertar a su pueblo en la provincia occidental de Ü-Tsang. Aquel frente ya había doblegado al
minúsculo ejército tibetano para principios de los años 50. “Nos exiliamos pagando sobornos a las
autoridades fronterizas nepalíes. Éramos 11 familias. Pero dejamos a muchas atrás, en las montañas del
Himalaya,” describe Ngawang.
Refugiado en el asentamiento de Jampaling desde que volvió de la guerra, Ngawang se queja de la
situación que vive en el exilio: “Esto no es libertad. No tenemos nada aquí. No tenemos ni donde caernos
muertos”. Diez asentamientos sirven de vivienda provisional para los más de 20.000 tibetanos que se
refugian en Nepal, según la Administración Central del Tíbet con base en India. Tanto los asentamientos
como la Oficina de Salud de para los Refugiados tibetanos de Katmandú fueron creados por la Cruz Roja
Nepalí para acoger a los decenas de miles que huyeron del Tíbet. Pero ninguno de estos emplazamientos
es reconocido por el gobierno de Nepal, uno de los pocos países que no han firmado ni la Convención
sobre el Estatus de los Refugiados ni el Protocolo.
32. "El bombardeo en Norbulinka fue una masacre. La aviación china era muy efectiva. Había miembros por
todas partes. No sé cómo pude escapar", cuenta Chodak Dawa, de 77 años. Chodak apenas tenía 20 años
cuando casi un millar de bombas arrasaron el palacio de Lhasa mientras el Dalai Lama huía a India,
causando el caos entre sus seguidores y el exilio masivo. Antes del conflicto, Chodak trabajaba de
vendedor ambulante. "Nunca quise formar parte de la guerrilla pero los soldados chinos me encarcelaron
y torturaron a la vuelta de un viaje a India", se excusa.
También las autoridades nepalíes arrestaron a Chodak hace cuatro años en Pokhara. "Me golpearon por
manifestarme y me detuvieron durante horas", explica irritado por la excesiva presencia de policía. Las
autoridades nepalíes vigilan el asentamiento con motivo del 56º aniversario del levantamiento contra
China, el pasado 10 de Marzo. Nepal ha establecido una política de aislamiento hacia los refugiados
tibetanos desde hace 20 años, coincidiendo con la victoria maoísta y el acercamiento político a la vecina
China. A diferencia de los cientos de miles de refugiados butaneses acogidos en el país, los tibetanos no
tienen derecho a la tarjeta de refugiados. Chodak vive en el asentamiento con su nieta sordomuda, que no
tiene acceso a servicios especiales o subvención estatal a falta de un documento que acredite su
existencia.
"Nos llevaron a Darjeeling –India– para unos supuestos cursos en mantenimiento de carreteras. Pero un
grupo de tibetanos nos esperaba allí para adiestrarnos en el manejo de armas. Ellos habían sido entrenados
por los americanos". Anzi, de 75 años, recuerda como él y otro centenar de hombres fueron llevados a la
frontera oriental con Nepal para ejercicios militares. Meses antes, un grupo de seis guerrilleros tibetanos
habían recibido entrenamiento especial en las Montañas Rocosas de Estados Unidos, en condiciones
similares a las del Tíbet. Eran los años de la guerra fría, y Washington temía la expansión del gigante
comunista a India. Anzi mira al infinito con sus ojos glaucos, casi blancos de la ceguera. Como las
montañas que lo vieron luchar. "No sé si maté a alguien. Pero vi a muchos morir a mi lado. No sabíamos
ni cómo manejar un arma. Pero habíamos abandonado a mucha gente en nuestro país", explica.
El destino de los que quedaron en el Tíbet les quita el sueño a los exguerrilleros. Anzi se toca la herida de
bala de la que sobrevivió mientras explica los motivos que llevan a otros tibetanos a suicidarse: "No
tienen muchas salidas. Esa gente está abandonada a su suerte y sin libertad alguna". Más de un centenar
de ciudadanos del Tíbet se han quemado a lo bonzo como protesta ante la ocupación. La mayor parte de
las inmolaciones han tenido lugar a raíz de la celebración de los juegos olímpicos de Pekín en 2008. En
Nepal, el último incidente de este tipo fue en verano del año pasado. “Las autoridades nepalíes recogen
los cuerpos y los desaparecen sin notificar a las familias”, se queja Anzi.
“Vivíamos en condiciones terribles; como animales, en cuevas, a más de 3.000 metros de altura.
Organizados en 15 grupos de 100 guerrilleros cada uno. Teníamos que cambiar nuestra localización para
evitar los ataques del ejército chino”, Tatop, de 93 años, tiene dificultades para hablar. Necesita la ayuda
de su mujer, Zomkyi, que le susurra al oído las preguntas. Ambos arrugan las frentes al recordar,
agrietadas como las lomas de Mustang, donde se conocieron. Ella no se quiere dar importancia, como si
la historia no le perteneciese. Pero Zomkyi y otras mujeres ayudaron a que los guerrilleros sobreviviesen,
alimentándolos cuando bajaban a las aldeas.
Los tibetanos que llegaron a Nepal antes de las restricciones impuestas por el gobierno tienen que
desplazarse en persona para renovar su tarjeta de refugiados. “Es un esfuerzo tremendo ir hasta las
oficinas administrativas. Y la espera burocrática”, cuenta Tatop. Con más de 90 años, tiene que pasar un
puente colgante y subir 200 metros de escaleras empinadas sólo para salir del asentamiento y coger un
autobús. Por otro lado, los tibetanos jóvenes que llegaron o nacieron en Nepal después de 1994 no tienen
tarjeta de refugiado y no cuentan con ningún documento identificativo. No existen para el estado. Un
limbo jurídico que afecta a su vida diaria, a sus estudios y a su desarrollo profesional.
“No tenía nada más que un cuchillo para enfrentarme al ejército chino”. Kalsang Tsering, de 80 años,
describe con gestos su primera escaramuza en los montes de Mustang. Deja de agitar el mane tibetano –
cilindro que revolotea cuerdas a los lados al moverlo como una carraca– y explica: “Escuché aspas de
helicópteros en mitad de la noche y el sonido de descargas. Pensé que nos bombardeaban”. La CIA
entregó armamento en varias ocasiones durante los 14 años que duró el conflicto armado. Pero a finales
de los años sesenta Estados Unidos dejó de jugar a la guerra contra China en Tíbet, y acercó posiciones
económicas con el coloso asiático. Los guerrilleros tibetanos fueron abandonados a su suerte.
También la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) interrumpió su ayuda a los tibetanos que
llegaban a Nepal. La agencia les ofrecía atención especial en los primeros años de exilio. En la actualidad
solo cuenta con un pequeño programa de ayuda a los tibetanos que hacen tránsito camino a India. “Uno
de mis nietos es monje y tiene que vestirse de paisano para atravesar la frontera de Nepal con India para
evitar hostigamientos”, explica Tsering, que retoma el mane.
“No quería rendirme. No habíamos ganado nada. Pero nos llegó la orden del Dalai Lama de parar la
guerra. Y las autoridades nepalíes nos forzaron a entregar las armas”, Wangdu, de 68 años, repite su
frustración como una letanía budista –Om mane padme hum– sin dejar de mesar su thenga. El puñado de
33. tibetanos que seguía luchando en Mustang fue obligado a rendirse a mitad de los años 70. Los superiores
fueron apresados por el ejército chino. Y el resto realojados en asentamientos. Unos pocos se suicidaron.
Ninguno de los guerrilleros cuestionó ni cuestiona la orden del Dalai Lama.
Una década más tarde, el Gobierno del Tíbet en el exilio propuso una 'solución intermedia' para una paz
duradera con China. Ni independencia, ni total anexión. La demanda actual es 'una genuina forma de
autonomía dentro de China', con parcelas de autogobierno para el Tíbet. Wangdu dibuja una sonrisa
torcida en su cara cuando se refiere a la situación actual: "No tengo ninguna opinión acerca de 'la solución
intermedia'. Es una decisión de Su Santidad el Dalai Lama y seguimos sus principios. Sólo creo que
aquello por lo que luchamos fue un esfuerzo inútil". Los viejos guerrilleros acatan sin dudar la propuesta
política de su líder espiritual (el Dalai Lama renunció a su condición de líder político en 2011).
Los últimos guerrilleros tibetanos languidecen pacíficamente en Nepal e India. Mientras que en el Tíbet
se suceden manifestaciones y arrestos. El último panfleto del Congreso de las Juventudes Tibetanas narra:
"En 2013 los tibetanos que aún viven en Tíbet llevaron al resistencia a otro nivel… Se negaron a izar las
banderas chinas sobre sus casas, lo que supuso la reacción violenta por parte del gobierno y su arresto.
Fuentes dicen que fue un hombre llamado Dayang quien empezó la protesta. Está desaparecido desde
entonces. Tenía 68 años". Aún quedan viejos guerrilleros. Y nuevas batallas que librar.
Vender pañuelos disfrazado para pagarse
una carrera
Howard Jackson, un inmigrante
procedente de Liberia –África occidental-,
logró matricularse en Derecho tras una
década ganándose la vida como modesto
vendedor de pañuelos de papel. Para ello
viste con todo tipo de disfraces llamativos
–pastora, hada, geisha, El Zorro…- con
los que desde luego no pasa
desapercibido.
34. El liberiano tuvo que huir a los 16 años de su país ya que se encontraba en una guerra en la que perdió a
toda su familia. Una vez aquí trató de sobrevivir realizando diversos trabajos como jornalero en los
campos de Jaén o vendedor de revistas de colectivos marginales. Lleva muchos años en Sevilla tratando
de arrancar una sonrisa y con suerte una venta a los conductores con los disfraces más pintorescos:
pastora, monja, cleopatra…
Tras mucho esfuerzo, a los 35 años ha conseguido reunir
los fondos para matricularse en dos asignaturas en la UNED, lo único que su economía le permitía.
Estudia por la tardes para algún día llegar a conseguir lo que él más ansía: terminar la carrera de Derecho
y acabar convirtiéndose juez. Actualmente busca un buen samaritano que le ayude a financiarse la carrera
universitaria y los libros. Así podrá cumplir su sueño y el de su fallecido padre.
Reúne sobre 200 trajes diferentes y es muy conocido en Sevilla dado que trata de ganarse la vida en la
Plaza de Armas todos los días del año. Para ello tiene que soportar desde la lluvia hasta los 40 grados que
puede alcanzar en verano la capital andaluza. Carece de papeles puesto que el Estado no le cedió la
ciudadanía española. Esto le supone un gran problema porque tampoco tiene la nacionalidad liberiana.
Howard Jackson supone un ejemplo de superación y supervivencia, y por ello protagoniza un documental
titulado “Entre Pañuelos y Sueños”. Dirigido por Alejandro González Salgado, cuenta su historia desde su
aventura para entrar a España hasta su día a día aquí. Fue proyectado en el Festival de Cine Europeo de
Sevilla de 2010, donde recibió el III Premio Europeo de Cine Universitario al Mejor Documental.
Sara Merino
Estudiante de Periodismo
Madrid
35. El diablo también está en el Siglo XXI,
aprendamos del Evangelio cómo
combatirlo
2014-04-11 Radio Vaticana
(RV).- (Con audio) Aprendamos del Evangelio a luchar contra las tentaciones del
demonio. Lo afirmó el Papa Francisco en su homilía de la Misa matutina celebrada en la Capilla de
la Casa de Santa Marta. El Pontífice subrayó que todos somos tentados, porque el diablo no quiere
nuestra santidad. Y reafirmó que la vida cristiana es, precisamente, una lucha contra el mal.
“La vida de Jesús ha sido una lucha. Vino para vencer el mal, para vencer al príncipe de este mundo, para
vencer al demonio”. Con estas palabras el Papa comenzó su homilía dedicada enteramente a la lucha
contra el demonio. Una lucha – dijo – que debe afrontar todo cristiano. Y subrayó que el demonio “tentó a
Jesús tantas veces, y Jesús sintió en su vida las tentaciones”, así como “también las persecuciones”. A la
vez que advirtió que nosotros, los cristianos, “que queremos seguir Jesús”, “debemos conocer bien esta
verdad”:
“También nosotros somos tentados, también nosotros somos objeto del ataque del demonio, porque el
espíritu del mal no quiere nuestra santidad, no quiere el testimonio cristiano, no quiere que seamos
discípulos de Jesús. ¿Y cómo hace el espíritu del mal para alejarnos del camino de Jesús con su
tentación? La tentación del demonio tiene tres características y nosotros debemos conocerlas para no
caer en las trampas. ¿Cómo hace el demonio para alejarnos del camino de Jesús? La tentación comienza
levemente, pero crece: siempre crece. Segundo, crece y contagia a otro, se transmite a otro, trata de ser
comunitaria. Y, al final, para tranquilizar el alma, se justifica. Crece, contagia y se justifica”.
La primera tentación de Jesús – observó Francisco – “casi siembra una seducción”: el diablo dice a Jesús
que se tire del Templo y así, sostiene el tentador, “todos dirán: ‘¡He aquí el Mesías!’”. Es lo mismo que
hizo con Adán y Eva: “Es la seducción”. El diablo – dijo el Papa – “habla como si fuera un maestro
espiritual”. Y cuando la tentación “es rechazada”, entonces “crece: crece y vuelve más fuerte”. Jesús –
recordó el Santo Padre – “lo dice en el Evangelio de Lucas: cuando el demonio es rechazado, gira y busca
a algunos compañeros y con esta banda, vuelve”. Por lo tanto, “crece también implicando a otros”. Así
sucedió con Jesús, “el demonio implica” a sus enemigos. Y lo que “parecía un hilo de agua, un pequeño
hilo de agua, tranquilo – explicó Francisco – se convierte en una marea”.
La tentación “crece, y contagia. Y al final, se justifica”. El Papa también recordó que cuando Jesús
predica en la Sinagoga, inmediatamente sus enemigos lo disminuyen, diciendo: “Pero, ¡éste es el hijo de
José, el carpintero, el hijo de María! ¡Nunca fue a la universidad! Pero, ¿con qué autoridad habla? ¡No
estudió!”. La tentación – dijo Francisco – “implicó a todos contra Jesús”. Y el punto más alto, “más fuerte
de la justificación – añadió el Pontífice – es el del sacerdote”, cuando dice: “¿No saben que es mejor que
un hombre muera” para salvar “al pueblo?”:
“Tenemos una tentación que crece: crece y contagia a los demás. Pensemos en una habladuría, por
ejemplo: yo siento un poco de envidia por aquella persona, por aquella otra, y antes tengo la envidia
dentro, solo, y es necesario compartirla y a va a lo de otra persona y dice: ‘¿Pero tú has visto a esa
persona?’… y trata de crecer y contagia a otro, a otro… Pero éste es el mecanismo de las habladurías ¡y
todos nosotros hemos sido tentados de caer en las habladurías! Quizá alguno de ustedes no, si es santo,
¡pero también yo estoy tentado por las habladurías! Esta es una tentación cotidiana. Comienza así,
suavemente, como el hilo de agua. Crece por contagio y, al final, se justifica”.
Estemos atentos – dijo también el Papa – “cuando en nuestro corazón sentimos algo que terminará por
destruir” a las personas. “Estemos atentos – recalcó – porque si no detenemos a tiempo ese hilo de agua,
cuando crecerá y contagiará será una marea tal que sólo nos conducirá a justificarnos mal, como se
justificaron estas personas”. Y afirmó que “es mejor que muera un hombre por el pueblo”:
“Todos somos tentados, porque la ley de la vida espiritual, de nuestra vida cristiana, es una lucha: una
lucha. Porque el príncipe de este mundo – el diablo – no quiere nuestra santidad, no quiere que nosotros
sigamos a Cristo. Alguno de ustedes, tal vez, no sé, podría decir: ‘Pero, Padre, ¡qué antiguo es usted:
hablar del diablo en el Siglo XXI!’. Pero ¡miren que el diablo existe! El diablo existe. ¡También en el
Siglo XXI! Y no debemos ser ingenuos, ¡eh! Debemos aprender del Evangelio cómo se hace para luchar
contra él”.
36. (María Fernanda Bernasconi – RV).
La comunión fraterna con los enfermos
nos abre a la verdadera belleza de la vida
humana: el Papa a cirujanos y oncólogos
2014-04-12 Radio Vaticana
(RV).- El Santo Padre recibió esta mañana en el Vaticano a los participantes al Congreso de la
Sociedad Italiana de Cirugía Oncológica, patrocinado por la Universidad La Sapienza de Roma y
el Hospital de San Andrés. “La verdadera salud es curar a los enfermos integralmente en el cuerpo
y en espíritu”, dijo el Pontífice. “Solamente Cristo da sentido al escándalo del dolor de los inocentes”.
Texto completo del discurso del Papa
Queridos hermanos y hermanas: les doy la bienvenida a todos ustedes, que participan en el Congreso de
la Sociedad Italiana de Cirugía Oncológica, patrocinado por la Universidad La Sapienza de Roma y el
Hospital de San Andrés. Recibiéndoles, pienso en todos los hombres y mujeres que ustedes curan y rezo
por ellos.
La investigación científica ha multiplicado las posibilidades de prevención y cura, ha descubierto terapias
para el tratamiento de muchas enfermedades diferentes. También ustedes trabajan para ello: un
compromiso de alto valor, para responder a las expectativas y a las esperanzas de muchos pacientes en
todo el mundo
Pero para que se pueda hablar de plena salud, es necesario no perder de vista que la persona humana,
creada a imagen y semejanza de Dios, es una unidad de cuerpo y espíritu. Estos dos elementos se pueden
distinguir, pero no separar, porque la persona es una. Así que incluso la enfermedad, la experiencia del
dolor y el sufrimiento, no sólo afectan la dimensión del cuerpo, sino al hombre en su totalidad. De ahí la
necesidad de una atención integral que tenga en cuenta toda la persona y que, a la atención médica, vaya
también unido el apoyo humano, psicológico y social, la dirección espiritual y el apoyo a los familiares de
la paciente. Por lo tanto, es esencial que los agentes de la salud "estén guiados por una visión
integralmente humana de la enfermedad y den asimismo un enfoque plenamente humano al paciente que
sufre" (Juan Pablo II, Motu Proprio Dolentium hominum, 11 de febrero de 1985).
La comunión fraterna con los enfermos nos abre a la verdadera belleza de la vida humana, que también
incluye su fragilidad, para que podamos reconocer la dignidad y el valor de cada ser humano, sea cual sea
su condición, desde la concepción hasta la muerte.
Queridos amigos, mañana comienza la Semana Santa, que culmina en el Triduo de la Pasión, Muerte y
Resurrección de Jesús. Aquí el sufrimiento humano fue asumido hasta el fondo y redimido por Dios. Por
Dios-Amor. Sólo Cristo da sentido al escándalo del sufrimiento del dolor de los inocentes. A Él,
crucificado y resucitado, también ustedes pueden mirar siempre en el cumplimiento de su trabajo diario.
Y al pie de la Cruz de Jesús encontramos también la Madre de los Dolores. Ella es la Madre de toda la
humanidad, y siempre está cerca de sus hijos enfermos y enfermos. Si nuestra fe vacila, la suya no. María
les sostenga también a ustedes y a su compromiso de investigación y de acción. Gracias.
ER RV
El Papa: «Con Dostoyevski, me
pregunto: “¿por qué sufren los niños?”»
38. la Pasión, la Muerte y Resurrección de Jesús. Aquí el sufrimiento humano es asumido profundamente y
redimido por Dios. Por Dios-Amor. Solo Cristo da sentido al escándalo del dolori nocente. Muchas veces
–añadió– me viene al corazón esa angustiada pregunta de Dostoyevski: “¿por qué sufren los niños?”; sólo
Cristo puede responder a este “escándalo”, entre comillas. Ustedes también pueden dirigir su miarada
hacia Él, crucificado y resucitado, al concebir cotidianamente su trabajo». Y, para concluir, Bergoglio
recordó que «al pie de la Cruz de Jesús encontramos a la Madre adolorada, Ella es la Madre de la
humanidad entera, y está siempre presente y cerca de sus hijos enfermos».
La actualidad de Hélder Camara, medio
siglo después
Hélder Camara (de Dutch National Archives)
El 12 de abril de 1964 llegaba a la arquidiócesis de
Olinda-Recife el que sería catalogado de “obispo rojo”.
Muchas consonancias con el actual Sucesor de Pedro
GEROLAMO FAZZINI
Milán El 12 de abril de 1964, hace exactamente 60 años, entraba a la arquidiócesis de Olinda-Recife don
Hélder Camara: un hombre que habría marcado la historia de la Iglesia brasileña y que, después de 6 años
en la arquidiócesis, “The Sunday Times” habría definido como «el hombre más influyente de América
Latina, después de Fidel Castro».
La llegada a Recife se dió a pocos días del golpe del primero de abril, con el que llegó al podere l régimen
militar que habría dirigido el país durante 20 años. El entonces neo-arzobispo, que hasta ese momento era
auxiliar en Río de Janeiro, no tardó en denunciar los excesos de los militares, a pesar de que hubiera
apoyado posturas políticas conservadoras pocos años antes.
Cuando llegó a Recife, Camara no quiso ser recibido en la catedral, sino en la plaza, en medio de la gente.
Marcelo Barros, abad benedictino y teólogo de la liberación, colaborador de don Hélder durante 12 años,
escribió este recuerdo en “Nigrizia”: «El arzobispo exhortó diciendo: “En el noreste de Brasil, Jesucristo
se llama Zé, María y Severino. Tiene la piel oscura y sufre la pobreza”»; poco después, añade: «Don
Hélder encontraba en cada hermano y hermana la presencia divina. Manifestaba esta convicción
principalmente en la relación con los más pobres y marginados. Una vez a la semana, nos reuníbamos en
su casa. Mientras hablábamos, muchas personas tocaban a su puerta. Él mismo se levantaba y las recibía.
39. A veces se demoraba escuchándolas. Decía: “Es importante recibirlas personalmente, porque no quiero
perder el privilegio de acoger al Señor mismo”».
Esos rasgos humanos llenos de humildad y delicadeza, además de su dimensión profética de defensor de
los derechos humanos, hicieron que, a quince años de su muerte, su figura y su mensaje sigan teniendo
una fuerte actualidad y elocuencia. He podido confirmarlo personalmente hace pocas semanas, cuando
visité la Igreja das Fronteiras, en Recife, donde don Hélder vivió durante muchos años, en los modestos
aposentos que están al lado de la Iglesia.
Su canonjía se convirtió en un museo. Y más que la catedral de Olinda, en la que se encuentra su tumba,
una pequeña multitud se reúne justamente allí cada domingo para visitar el pequeño estudio, con su
biblioteca (Guitton, De Lubac, M.L. King, Frère Schutz, Garaudy…) y su habitación, en la que todavía
está la hamaca multicolor que usaba para dormir.
En el segundo piso hay una exposición permanente con los objetos que narran la intensa vida de este
personaje. Camara fue no solo uno de los protagonistas del Vaticano II, aunque nunca habló durante las
sesiones de trabajo (basta leer sus circulares recopiladas en “Roma, dos de la mañana”), sino también una
de las voces más autorizadas del mundo en la denuncia de las injusticias y del subdesarrollo. Como
atestiguan numerosos reconocimientos internacionales, desde las medallas hasta las ciudadanías
honoríficas, pasando por los doctorados “honoris causa”.
Pero entre todos los motivos por los que su figura sigue siendo tan familiar destaca sin lugar a dudas ese
sueño de «una Iglesia pobre y para los pobres» que tanto se parece a la Iglesia que quiere Papa Francisco.
Por lo demás, justamente una de las frases que pronunció el actual Sucesor de Pedro parece una de las de
don Hélder Camara. Bergoglio dijo a los jóvenes belgas que lo entrevistaron hace algunos días: «Escuché
a una persona que dijo: “¡Siempre hablando de los pobres! ¡Este Papa es un comunista”. ¡No!, esta es una
bandera del Evangelio: la pobreza sin ideología, los pobres son el corazón del Evangelio de Jesús».
Muchos años antes, el “obispo rojo” (como lo llamaban sus adversarios), usó una expresión muy
parecida: «Cuando doy de comer a un pobre, todos me dicen santo. Pero cuando pregunto por qué un
pobre no tiene comida, todos me dicen comunista».
Bete Barbosa, una señora anciana que es parte del Instituto Dom Hélder Camara y se ocupa de las
publicaciopnes del “bispinho” (otro de los apodos, aunque más cariñoso, de Camara), confirma: «En
muchas actitudes y palabras de Papa Francisco se encuentran tonos semejantes a los de don Hélder.
Empezando por la premura por las personas, por sus necesidades». Lo confirma también Luis Tenderini,
italiano pero brasileño desde hace más de 40 años, y quien fuera “brazo derecho” de Camara en la
diócesis y en la fundación Emaús Recife: «Del primer encuentro personal con él, en julio de 1979
(cuando me invitó a colaborar en la actividad pastoral), siempre me acordaré de su gesto final: al acabar el
encuentro me acompañó hasta el portón, y esperó hasta que desaparecí de su vista. Más tarde descubrí que
hacía lo mismo con todos los que lo visitaban [...] En don Hélder conocí a un profeta con espíritu de
poeta; tenía el estilo tranquilo de los sabios y un corazón inmenso de padre y madre, de pastor».
Otro de los aspectos en los que se parecen don Hélder y Bergoglio es su modelo franciscano: no de
ecologista “new age”, ni de rebelde apreciado por publicistas, sino de auténtico hombre de Dios. En las
cartas del obispo brasileño hay constantes referencias al santo de Asís. Se lee en una circular del 17 de
septiembre de 1964: «San Francisco nutría un profundo amor por la Iglesia; fue uno de los más grandes
innovadores que Dios ha suscitado; después de Cristo y la Virgen, nadie ha entendido y amado a los
pobres como él».
Concluimos con una alusión a la patentela espiritual con otro gran Papa, que será santo dentro de poco:
Juan XXIII. Entre el arzobispo de Recife y el Pontífice de Bérgamo hubo un vínculo muy fuerte. En una
circular de 1964, Camara cita la anécdota de un encuentro con mons. Loris Capovilla, secretario de
Roncalli: «Me abrazó casi llorando de alegría y conmoción, y dijo que hacía pocos días había leído mi
mensaje de llegada a Recife, “un mensaje que Papa Juan habrís suscrito, feliz”».
41. indicó en “La Civiltà Cattolica” su director el jesuita Antonio Spadaro. «Debemos formar el corazón. De
lo contrario formamos pequeños monstruos».
«Los hombres tiene la capacidad de hacer de cada una de las vocaciones una experiencia monstruosa»,
aclaró el arzobispo mexicano. «Los escribas y los fariseos eran hombres monstruosos en el sentido de que
usaron la religión como medio de poder, como espejo de la propia enfermedad y de la propia
monstruosidad. Lo que debemos hacer nosotros, en cualquiera de los momentos del desarrollo de la
vocación sacerdotal, es la verdadera y existencial relación con Jesús, con nosotros mismos, con los demás
que se encuentran dentro de la Iglesia y en la sociedad. Porque un sacerdote debe ser un hombre del
encuentro: entra en relación con Cristo, con los hermanos dentro y fuera de la Iglesia. Y si los encuentros
tienen el sabor dle servicio, de la entrega de sí, de la humildad, de la cercanía y de la ayuda a los demás,
la vocación sacerdotal podrá ser la luz que ilumine otras vocaciones y todos los comportamientos se
convertirán en encuentros».
Patrón Wong precisó que esta reflexión vale no solo para los sacerdotes, porque el sacerdocio es un
servicio al pueblo de Dios: «Ni el mundo, ni la Iglesia, ni el cristianismo viven solo alrededor del clero.
La vocación sacerdotal está dentro y acompaña a los demás, en la Iglesia y en la sociedad, al servicio de
Jesús buen pastor». De esta manera se evita el peligro del “clericalismo” que en diferentes ocasiones Papa
Francisco ha denunciado: «El clericalismo –dijo el Pontífice en un encuentro con los superiores de las
Congregaciones religiosas– se cambia si somos siervos. La cultura del diálogo y de la cercanía rompe la
estructura de la Iglesia clerical y alejada del pueblo». El sacerdocio tiene, evidentemente, una
especificidad propia: «Es importante que en el proceso previo al ingreso al seminario y durante el
seminario se viva la realidad del discipulado y de la misionariedad, con la especificidad de tener el
corazón como el de Jesús pastor, que camina con su pueblo, dando la vida por toda la vida».
Pero la misión, y los riesgos de desfigurarla, nos llama a todos: «Si en la base de cada proceso vocacional
ponemos el ser discípulos y misioneros de Cristo, dentro del pueblo que ha sido llamado en su conjunto
por Dios, se evita la deformación de las vocaciones. Las palabras del Papa son ciertas para todos: puede
haber laicos monstruosos, consagrados monstruosos, sacerdotes monstruosos». La “monstruosidad”,
explica el Secretario de la Congregación del Clero, se materializa cuando «se toma a Jesús y se manipula
con intereses personales. Cuando las propias debilidades, los propios pecados, los propios egoísmos usan
la figura de Jesús para obtener una ventaja de tipo personal o social. Entocnes se usa la vocación como
fuente de poder, manipulación, de control sobre los demás, de corrupción». En cambio, «todos
necesitamos comprender y vivir nuestra vocación bautismal como discípulos y misioneros de Cristo.
Dentro de esta vocación, de este llamado, se sitúa la vocación específica de la vocación sacerdotal».
El papel de la Congregación para el Clero, explicó el arzobispo mexicano, es como el de los formadores
en los seminarios, que, a su vez, es como «la experiencia de los pardes empeñados en la formación de los
hijos: cada día se aprende algo concreto para ayudarles en su crecimiento». El método, pues, es el del
«diálogo constante, del acompañamiento, del discernimiento»: el seminario es una «comunidad
vocacional, porque nadie desarrolla su vocación solo», y «nosotros queremos estar cerca de los obispos,
de los rectores, de los formadores de los diferentes países apra que el recorrido de formación sacerdotal
tenga en consideración las realidades concretas de los jóvenes y de la sociedad».
El dicasterio guiado por el cardenal Beniamino Stella, ex rector de la Pontificia Academia Eclesiástica (la
escuela diplomática de la Santa Sede) se configura en una red de contactos y diálogos: «La Congregación
pretende ayudar a todos los interlocutores a lo largo del camino vocacional: las asociaciones de
seminarios, a nivel local, nacional y continental, las casas de formación, las conferencias episcopales. A
Roma llegan muchos obispos, en ocasión de las visitas “ad Limina apostolorum”. Y después estamos en
relación con los seminaristas de diferentes países que estudian en Roma y con sus formadores.
Participamos en congresos en diferentes países, intercambiamos información, incluso gracias a internet.
Es toda una red de comunicación».
La comunidad de los que creen en Jesús
Recursos para una Semana Bíblica Parroquial
42. Equipo Bíblico Verbo
Colección: Animación Bíblica Pastoral
ISBN:978-84-9945-051-3
Código EVD:3400003
Edición:1
Páginas:56
Tamaño:145 x 230 mm
Encuadernación:Rústica, grapada, tapa plastificada brillo
Precio sin IVA: 3,75 €
PVP: 3,90 €
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La comunidad de los que creen en Jesús cierra la primera trilogía de semanas bíblicas
parroquiales. La persona que se ha encontrado con Jesucristo (SBP 1) y le sigue como
discípulo (SBP 2) descubre que no puede vivir su fe en solitario. Aquí es donde
engancha la presente Semana bíblica parroquial, que lleva por título La comunidad de
los que creen en Jesús. Evidentemente, no puede ni pretende ser un tratado sobre la
Iglesia. Utilizando un símil, diríamos que se presenta, más bien, como la buena noticia
que un pobre lleva a otros pobres cuando descubre la casa donde dan de comer.
Hojear
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Más sobre el autor
Soledad habitada
Notas espirituales
Garrido Goitia, Javier
43. Colección: Surcos
ISBN:978-84-9945-080-3
Código EVD:1700110
Páginas:248
Tamaño:123 x 206 mm
Encuadernación:Cartoné, cosida, tapa plastificada mate con barniz UVI brillo, con cabezadas y lomo
redondeado
Precio sin IVA: 16,68 €
PVP: 17,35 €
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La soledad habitada es una experiencia peculiar de la vida cristiana, plataforma normal
del desarrollo y la consolidación de la vida teologal. Cuando Dios toma la iniciativa en
la existencia de un creyente y su amor comienza a ocupar el corazón, da una
conciencia nueva de sí a la persona, lo resitúa todo, lo purifica y transforma.
Este libro de notas espirituales prolonga y ahonda aquel Ni santo ni mediocre (1992),
que nació de la reflexión y la experiencia de la crisis de realismo. Y es previo a
Relectura de san Juan de la Cruz (2002). Habla del predominio de la vida teologal,
apoyándose en el maestro carmelitano.
Describe lo que ocurre y se pregunta qué lleva Dios entre manos cuando nos introduce
en esta soledad. Un paso decisivo en el camino del seguimiento de Jesús.
La soledad está habitada porque es amor. Esta soledad habitada nace de la llamada al
amor mayor y mejor, el amor teologal. Responde al deseo más íntimo del corazón del
Padre: habitar entre los hijos de los hombres. El amor del Señor nos busca
apasionadamente y logra, por fin, ser en nosotros y nosotros en Él.
Los capítulos son breves, con géneros literarios variados, con la intención clara de
suscitar reflexión y oración. El pensamiento sistemático está sugerido, pero
subordinado a las conexiones del corazón y de la experiencia viva.
44. Hojear
Índice
Más sobre el autor
Tribulaciones democráticas
El País | Fernando Savater
Observó Nietzsche que las cosas que admiten definición exacta es porque no tienen historia, mientras que
cuanto cambia históricamente solo se define con borrones y tachaduras: de modo que sabemos de una vez
por todas lo que es el triángulo equilátero pero no la democracia. La controversia que rodea esta última no
es una cuestión meramente académica, desde luego, como se ve claramente desde hace al menos un par
de décadas en España y cada vez con más fuerza en Europa: las elecciones del próximo 25 de mayo van a
pivotar en gran medida sobre esta cuestión, aunque probablemente la mayor parte de los candidatos que
se presenten a ellas no harán muchas elucubraciones teóricas al respecto. Sin embargo, la opción básica
está ahí, entre una democracia cuyo apellido puede ser “europea” pero cuyo nombre propio será siempre
nacional y otra basada en los derechos y deberes de ciudadanía pero no en ninguna identidad
predeterminada.
Sobre ello, aproximadamente, debatieron en Le Monde el pasado 3 de febrero Alain Finkielkraut y Daniel
Cohn-Bendit, con razonada elocuencia. Para Finkielkraut, las instituciones comunes europeas nos
interesan y convienen, pero no nos sentiremos nunca plenamente representados por ellas porque la sede
de la democracia es y seguirá siendo el estado nacional. En cambio, Cohn-Bendit sostuvo que construir la
identidad europea es superar la identidad nacional y aún más, que ser europeo es no tener una identidad
predeterminada.
En realidad, se trata de la vieja cuestión de la génesis moderna de la democracia misma. La ancestral
batalla entre la reacción, que considera la raigambre genealógica como el fundamento de la jerarquía de
los derechos, y el progresismo, cuyas raíces están en el futuro y no en el pasado, por lo que parten del
radicalismo de la igualdad ciudadana ante la ley. Los primeros adversarios de la democracia fueron
monarcas de derecho divino y aristócratas, pero después han venido a serlo los partidarios de identidades
nacionales, religiosas o ideológicas que se convierten en filtros necesarios a través de los cuales llegan los
derechos y los deberes a los ciudadanos. La democracia apuesta por la participación de cada cual sin otro
fundamento que su libre voluntad y se opone al cortocircuito de las pertenencias prepolíticas en forma de
identidades cuyos derechos colectivos fueran tan dignos de respeto como los individuales.
Por eso precisamente el laicismo es su requisito básico: “Una asociación política laica no puede ser jamás
una asociación de comunidades, por numerosas y variadas que sean. Si las asociaciones culturales pueden
tener un estatuto jurídico, en revancha no pueden adquirir un estatuto político: la laicidad es incompatible
con una democracia de asociación o de reconocimiento de cuerpos intermedios” (Catherine Kintzler,
Qu’est ce que la laïcité?, ed. Vrin). El componente emancipador que incluye el Estado democrático
europeo es la posibilidad de no ser obligatoriamente como los demás que se ofrece al ciudadano a cambio
de cumplir unas básicas leyes comunes. La identidad no es el requisito de la ciudadanía, sino esta el cauce
para que cada cual diseñe su perfil propio.
Por tanto, a mi juicio no cabe duda de que los movimientos separatistas que pretenden deshacer los
Estados existentes en nombre de cualquier tipo de identidad prepolítica son antieuropeos de hecho,
aunque proclamen lo contrario. Pero también lo son dentro de los Estados los que se empeñan en hacer
exámenes de conocimientos “nacionales” a quienes aspiran a la ciudadanía o los que difunden sospechas
o rechazo contra ciertos grupos humanos en su conjunto porque no les parecen semejantes en costumbres
o creencias. El actual primer ministro de Francia Manuel Valls, cuando ocupaba la cartera de Interior,
protagonizó actitudes como estas respecto a oriundos de Rumanía o Bulgaria, con el episodio vergonzoso
de la deportación de una muchacha gitana a un país que ni siquiera conocía. En cambio tuvo razón
cuando, en su discurso como primer ministro, se felicitó porque alguien nacido en Barcelona pudiese
ocupar tal cargo: “Eso es Francia”, dijo. En efecto, eso es Francia y eso debería ser la Europa
45. democrática, no la demonización global de minorías y la deportación de quienes desean cumplir las leyes
y por tanto tener derecho a sus diferencias dentro de ellas.
De los movimientos separatistas que se están dando en Europa, algunos tan recientes como el del Véneto
y otros ya casi tradicionales como en Escocia, el que nos toca hoy más de cerca es el de los nacionalistas
catalanes. Y nótese que digo “nacionalistas catalanes”, no los catalanes ni Cataluña. Los argumentos con
que apoyan su pretensión de ruptura (agravios históricos pasados o presentes, maltrato económico por el
Estado, incomprensión del resto del país y sobre todo identidad inconfundible y sempiterna) pertenecen al
prontuario separatista habitual en todas las latitudes. Tampoco es demasiado original la reivindicación del
“derecho a decidir”, entendido como derecho a prohibir al resto del país que decida sobre algo que
también es políticamente suyo. De este modo se establece como punto de partida lo que pretende
alcanzarse al final del proceso.
A este respecto es particularmente significativo un razonamiento ofrecido en el documento que la
Generalitat ha enviado a las embajadas como réplica al argumentario contra la secesión del Ministerio de
Exteriores: se dice que exigir que todos los españoles participasen en un referéndum sobre la
independencia de Cataluña sería como si, en el caso de que España quisiera abandonar la Unión Europea,
debiera consultarse para ello a todos los demás países. O sea que según esto la posición de Cataluña en
España es como la del Estado español en la organización de Estados europeos. Partiendo de aquí, hacer o
no hacer el dichoso referéndum es ya lo de menos…
Hace mucho que Raymond Aron escribió sabiamente que apenas importa saber si el nacionalismo es la
expresión de una nación real o imaginaria porque “es una pasión decidida a crear la entidad que invoca”.
Pero en este caso tal creación comporta la mutilación de los derechos políticos de millones de ciudadanos,
en Cataluña y en el resto de España.
No sé cómo ni cuánto habrá que dialogar sobre ello, pero me sorprende el estoicismo con que los
afectados responden al caso. Uno puede temer que si la gente está dispuesta a protestar en la calle porque
un alcalde proyecta privarles de un aparcamiento pero no cuando otros políticos quieren recortar
sustancialmente su ciudadanía es porque saben lo que es un aparcamiento pero no lo que es la ciudadanía.
Aunque quizá sea, cazurramente, porque no creen que la sangre vaya a llegar al río ni el río a dividir su
cauce. Ojalá no se equivoquen.
Fernando Savater es escritor.
Byung-Chul Han: pensar (en) el capitalismo
Carlos Javier González Serrano
10 abril, 2014
El profesor y filósofo Byung-Chul Han (imagen: Alexandra Kinga Fekete)
También en filosofía puede cumplirse el viejo refrán: “los buenos perfumes se venden en frascos
pequeños”. En las apenas ochenta páginas que componen La sociedad del cansancio (Herder), y a través
de una prosa que requerirá del lector la máxima atención, Byung-Chul Han (profesor de Filosofía y
Teoría de los medios en la Escuela Superior de Diseño de Karlsruhe) erige todo un análisis del estado de
la sociedad occidental. A medio camino entre la filosofía y la teoría de la psicología, Han esgrime las
razones fundamentales de por qué hemos caído en un cansancio tenaz producido por la sobreexposición a
diversos estímulos que nos alejan de la necesaria reflexión.
Hoy en día vivimos en un mundo muy pobre en interrupciones –asegura el autor–, en entres y
entretiempos. La aceleración suprime cualquier entre-tiempo.
Como ya apuntara Nietzsche en Humano, demasiado humano, alertando de las dificultades propias de la
hiperatención (en contraposición al estudio detenido y la contemplación), “a los activos les falta
habitualmente una actividad superior, en este respecto son holgazanes. Los activos ruedan, como rueda
una piedra, conforme a la estupidez de la mecánica”. Estar “a todo”, como comúnmente se dice, refleja
una actitud carente de interés crítico, de análisis meditado de cuanto nos rodea. Consumismo, trabajo,
mercado global, una oferta cultural inabarcable… Vivimos rodeados de aguijones que, de manera
constante, inyectan en nosotros la incapacidad para detenernos y pensar.
46. Este “exceso de positividad”, como Han lo llama, se manifiesta “como un exceso de estímulos,
informaciones e impulsos. Modifica radicalmente la estructura y economía de la atención. Debido a esto,
la percepción queda fragmentada y dispersa”, se hace veleidosa, caprichosa. Solo atiende a la voz del
deseo. Parece que nuestra mente queda atada a los excesos de nuestro entorno, convertida en puro
autómata.
“La hiperactividad es, paradójicamente, una forma en extremo pasiva de actividad que ya no permite
ninguna acción libre”.
El futuro se acorta convirtiéndose en un presente prolongado. Le falta cualquier negatividad que permita
la existencia de una mirada hacia lo otro. [...] La dispersión general que caracteriza la sociedad actual no
permite que se desplieguen el énfasis y tampoco la energía de la rabia. La rabia es una facultad capaz de
interrumpir un estado y posibilitar que comience uno nuevo.
Nuestra razón, de este modo, se hace vaga; ya solo desea aquello que la mantiene ocupada, sin importarle
el contenido de la acción. Por eso quiere lo igual, lo que de ninguna manera niega la satisfacción de sus
querencias. Aquel exceso de positividad (sobreabundancia de estímulos), asegura Han, “significa el
colapso del yo que se funde por un sobrecalentamiento que tiene su origen en la sobreabundancia de lo
idéntico”.
En esta obra Han denuncia los peligros de uno de los males de nuestra contemporaneidad: la
hiperatención
¿En qué sentido, entonces, está “cansada” la sociedad? Nos hemos hartado, afirma el autor, del carácter
enigmático y problemático de la otredad y la extrañeza. Nuestro objetivo prioritario es pasar el tiempo
realizando actividades que no alteren el estado normal de nuestra conciencia, que no molesten, que no
requieran reflexión, meditación: un alto en el camino. Somos “sujetos de rendimiento” que creemos vivir
en libertad, aunque la realidad es muy otra: nos hallamos “tan encadenados como Prometeo”, figura
programática de la sociedad del cansancio.
Para Byung-Chul Han, debemos deshacernos de esta actitud que nos deja desarmados, sin herramientas
adecuadas para afrontar críticamente nuestro día a día. Y peor aún, nos aísla en nuestro interior. El
diálogo interpersonal deja paso a la más estúpida palabrería que, al fin y al cabo, se parece mucho al
silencio: solo importa hablar por hablar, hacer que el tiempo pase, desasirnos de nuestra condición finita.
En contraste con este hastío generalizado del no-hacer, necesitamos sentir un auténtico y profundo
cansancio, producto de una actividad plena. A través de él, se despierta una “visibilidad especial”, un
“cansancio despierto” que permite el acceso a una “atención totalmente diferente, de formas lentas y
duraderas que se sustraen de la rápida y breve hiperatención”.
Una lectura imprescindible y muy enjundiosa (desde el punto de vista filosófico y lingüístico) para
comprender los síntomas de una sociedad a la que, a fuerza de estímulos, se le ha provocado “el infarto
del alma”.
Tras el rotundo éxito de su enjundiosa reflexión sobre La sociedad del cansancio, en la que Byung-Chul
Han afirma que una nueva concepción del tiempo ha irrumpido fatalmente en el funcionamiento de los
grupos humanos, conduciéndolos al vaciamiento de todo sentido, este filósofo de origen coreano estudia
en la segunda de sus obras que publica Herder -caracterizada como es su costumbre por la brevedad y la
densidad- el concepto de “transparencia”, de tanta actualidad.
“La sociedad de la transparencia no permite lagunas de información ni de visión”.
Al contrario de lo que suele pensarse y proclamarse desde diferentes medios, Han observa en lo
transparente un mecanismo de igualación y homogeneización de lo diferente, pues si algo no permite la
sociedad de la transparencia son las “lagunas de información ni de visión”. Todo ha de estar lleno, carente
de vacío: nos encontramos rodeados de información, tanta, que “hoy se atrofia la facultad superior de
juzgar a causa de la creciente y pululante masa de información” a la que nos sometemos diariamente.