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Solá sesión expropiación ciccone
1. Período 130º
Reunión 15º
12° Sesión Ordinaria (Especial)
22 de Agosto de 2012
Sr. Presidente (Domínguez).- Tiene la palabra el señor
diputado por Buenos Aires.
Sr. Solá.- Señor presidente: esta es una sesión
especial y por lo tanto no admite homenajes, pero
además de ser hoy un nuevo aniversario del
renunciamiento de Eva Perón, se cumplen cuarenta años
de la masacre de Trelew. Para los que tenemos esta
edad, amamos este país y hemos hecho política, pero
supongo que para todos –déjeme pensarlo así, señor
presidente-, es un recuerdo terrible. Por eso, no
puedo dejar de mencionarlo.
Este bloque pequeño de Unión Peronista va a
votar favorablemente en general el proyecto de ley de
declaración de utilidad pública de CVS.
Pero también quiero decir que me parece que
la mayoría, que impone esta velocidad de rayo para el
tratamiento del proyecto que viene del Senado, que
consigue las leyes que quiere la señora presidenta
de la Nación en un tiempo tan rápido que ya se ha
olvidado lo que es un verdadero debate y el
enriquecimiento que éste da, tiene algunas
obligaciones como mayoría que a veces no las cumple.
¿Por qué digo esto? Para citar algo muy
visible, porque corresponde un desagravio y yo lo hago
a todos los que van a votar distinto que yo, a los que
van a votar en contra, porque se los ha llamado
“borregos”. No fue en el medio de una trifulca, de una
pelea, de una bronca, que pueden explicar algunas
palabras, sino que fue como un método de provocación
al comenzar la sesión de hoy por parte de la diputada
Conti. Dijo que son borregos que siguen la agenda de
un supuesto jefe. Que existe y no es un supuesto jefe,
es una realidad de la Argentina como tantas otras.
Es duro tener que debatir y tener una
actitud lo más objetiva posible frente a una condición
así, es decir, frente a una condición en la que
2. impongo la mayoría, lo hago como quiero, no me
interesan los reglamentos, y encima agredo, me burlo y
provoco.
La empresa que se declara de utilidad
pública, Ciccone, que tuvo sus años de gloria, siempre
tuvo para su porvenir una relación directa con el
Estado Nacional, con los estados provinciales o con
los estados extranjeros. En buena medida, ese ha sido
su mercado. Por esa razón, la historia de esa empresa
está llena de extraños amoríos y relaciones amorosas
con funcionarios del Estado. Dijo bien el señor
diputado Jorge Yoma que Ciccone se fortaleció
enormemente en la época de la dictadura, a través del
entonces almirante Lacoste, con las entradas del
mundial, y luego con la emisión de los billetes de
lotería.
Pero dice mal mi amigo Jorge Yoma cuando
sostiene que acá debemos discutir una expropiación con
total ignorancia de las circunstancias en las que se
da, que no cabe que un diputado de la Nación pregunte
cuál es el patrimonio negativo o cuánto se debe, qué
está verificado como crédito y qué no está verificado,
etcétera. Según la “teoría Yoma”, ni siquiera
tendríamos derecho a preguntar cuál es el estado
tecnológico de las maquinarias, de aquello que se va a
declarar de utilidad pública o se va a comprar.
Me pregunto lo siguiente: ¿es realmente como
era hace diez años, cuando yo era gobernador de la
provincia de Buenos Aires y Ciccone imprimía los
Patacones, o tiene una capacidad tecnológica superior?
¿La Casa de Moneda está desbordada por una cuestión
física, ya que a raíz de la inflación que tenemos
desde hace bastante tiempo el número de billetes
necesarios es cada vez mayor, o está desbordada por
una cuestión de atraso tecnológico, que vendría a
solucionar la maquinaria de Ciccone? No lo sabemos.
Honestamente, no creo que sea muy difícil saberlo –
aunque esto que digo vaya en mi contra-, pero no es un
aporte que la mayoría haya hecho a esta casa. Si la
mayoría hubiese hecho abiertamente aportes de todo
tipo acerca del endeudamiento, del estado de la
maquinaria y de todas estas cuestiones que estoy
3. mencionando –no le hubiera costado nada hacerlo-, otro
sería el clima en el que estaríamos debatiendo.
Si hubiese hecho esos aportes, podríamos ser
mucho más objetivos acerca de qué es soberanía
monetaria –o “billetaria”, como alguien inventó-, cuál
es la verdadera necesidad de que sólo el Estado pueda
fácticamente acuñar moneda, hacer papel moneda y otros
documentos importantísimos. Seguramente la mayoría de
nosotros nos pondríamos de acuerdo en que es necesario
que lo haga el Estado, porque están cambiando los
tiempos y muchos cambian. Pero la actitud es agresiva:
la actitud es “lo hago rápido, lo hago mal, y si
puedo, te ofendo”. Y esto es indignante, señor
presidente. Absolutamente siempre las formas siempre
tienen una enorme relación con el fondo.
Nosotros vamos a votar a favor porque vemos
el problema objetivamente y porque si hay una empresa
que de alguna manera tiene como rehén al Estado en una
necesidad vital como es la de crear moneda, ¿cómo
vamos a permitir que siga esa condición antinatural de
tener de rehén a un Estado que es de millones de
argentinos?
Frente a tantos dimes y diretes, frente a
tantos dedos pegados, frente a tantas cosas sucias, el
12 de abril, cuando presentamos el proyecto, dijimos:
terminemos con esto, declarémosla de utilidad pública,
y de esa manera no podrá ya el Estado ser rehén y no
podrán aprovechar esa condición unos y otros,
funcionarios corruptos y apropiadores de empresas, los
“descuidistas” como se les ha dicho desde un lugar
humorístico, para hacer negociados.
Esa fue la razón de la presentación de un
proyecto que compartí con Fernando Solanas y otros
más. Y como somos de aquellos que pensamos -como dijo
Solanas- bien, que hacemos leyes para mucho tiempo y
no por oportunismo en un momento dado -nos retiramos,
ponemos y luego sacamos-, no juzgo a nadie pero vamos
a votar a favor en general. Por supuesto nosotros
vamos a apoyar que exista una comisión investigadora,
si fuera posible, para que desde el Congreso se aclare
de una vez por todas lo que no quiere aclarar el
principal imputado, políticamente hablando.
4. Las acusaciones cotidianas de muchos diarios
hicieron que yo dijera en algún momento –no por
citarme- “Sí, hay una campaña”. Si yo repito todos los
días lo mismo puede tratarse de una campaña, pero el
hecho de que haya o haya habido una campaña no
significa per se que la campaña sea injusta ni mucho
menos que no sea cierto el hecho. Puede haber o no una
campaña y el hecho ser cierto igual, porque tenemos
buena fe para mirar las cosas. Podemos ver si hay o no
una campaña, pero podemos ver también las huellas de
un desastre encabezado por el actual vicepresidente de
la República.
Sería distinto el clima hoy, serían
distintos los discursos y habría ganado la democracia,
a la que siempre se cita pero confundiéndola con el
gobierno, como si las palabras se pudieran
intercambiar, si se cumpliera una condición, una sola
cosa que pedíamos, que es lo que pide todo hombre de
bien, y es que alguien que ha sido elegido por
millones de personas como vicepresidente de la
República en lugar de atacar, de voltear a un
prohombre de los compañeros de hace cuarenta años, en
lugar de acusar a la prensa, en lugar de voltear a un
juez y a un fiscal que había investigado bien, según
lo decía la Magistratura, hubiera hecho una sola cosa:
salirse de su lugar de protección y dar respuesta a lo
que se preguntaba. Es lo que haría cualquier hombre o
mujer de bien ya sea que esté en esta Cámara o en
cualquiera lugar del país o del mundo, si es acusado,
y mucho más si es un hombre público.
Hizo todo lo contrario, se escondió como un
cobarde y toda esta parte de la Cámara que es el
oficialismo ayuda a que ese cobarde sea
escondido. (Aplausos.)
Disponible en
http://www1.hcdn.gov.ar/sesionesxml/provisorias/130-
15.htm