1. Texto dramático basado en el cuento II,
"De lo que sucedió a un honrado labrador con su hijo”
La escena representa un camino en medio del campo, con decorado de árboles y tal vez
alguna zona de sembrados de trigo al fondo. Es un día soleado de verano. A la derecha,
el portalón de un cercado
Al comenzar la acción, la escena está vacía. Al portalón se acercan el PADRE y su
HIJO, vestidos como jornaleros del campo.
PADRE.- Hijo mío, hoy es día de mercado. Me gustaría que me acompañases al pueblo,
pues debemos comprar cosas que necesitamos.
HIJO.- De acuerdo, padre, vamos allá. Cogeré la mula.
El hijo desaparece de la escena y vuelve a aparecer con la mula. Ambos se ponen a
caminar en dirección a la izquierda, charlando en voz baja. Por la izquierda aparecen
JORNALERO 1 y JORNALERO 2, se cruzan con PADRE e HIJO
JORNALERO 1.- Buenos días nos dé Dios.
PADRE e HIJO (Al unísono) Buenos días.
Al dejarlos levemente atrás, los jornaleros continúan su charla.
JORNALERO 1.- (Asombrado) ¿Te has dado cuenta de eso?
JORNALERO 2.- (Con cara de bobo) No ¿Del qué me tengo que dar cuenta,
compadre?
JORNALERO 1.- Pues que van los dos a pie y la mula vacía. Enseguida iba a ir yo
andando si tuviese una mula como esa.
JORNALERO 2.- Ahhhh (Se van por la derecha)
PADRE.- ¿Has escuchado lo que iban diciendo esos dos?
HIJO.- Sí, padre, les ha llamado la atención que fuéramos los dos andando y la mula
vacía.
PADRE.- ¿Y qué te parece eso?
HIJO.- Pues tienen razón, padre, no parece muy natural ir a pie los dos
PADRE. Siendo así, móntate tú en la bestia, que yo prefiero estirar las piernas un poco
más.
El HIJO se sube a la mula. Al momento, dos labradores aparecen también por la
izquierda y se repite la escena anterior. Los labradores se cruzan y todos se saludan.
LABRADOR 1.- Salud, amigos.
PADRE e HIJO (Al unísono) Salud. (Los labradores siguen caminando y dejan
ligeramente atrás al padre y al hijo)
LABRADOR 1.- ¡Qué cosa más increíble
LABRADOR 2. ¿El qué, compadre?
LABRADOR 1. Que el hijo, con lo joven que es, va encima de la mula y su pobre padre
andando. Desde luego, la juventud de hoy no tiene miramiento con sus mayores. A

2. dónde vamos a llegar. (Se van por la derecha, como los anteriores.)
PADRE.- ¿Has escuchado ahora lo que decían esos dos?
HIJO.- Sí, padre, les ha sorprendido que yo vaya subido en la mula y tú, que tienes más
edad, vayas a pie.
PADRE.- ¿Y qué te parece eso?
HIJO.- Pues tienen razón, padre, yo soy joven y tengo más energía. Sube tú ahora.
PADRE. Siendo así, bájate tú de la bestia y subiré yo un ratito.